Con la invasión musulmana a la península Ibérica a principios del siglo VIII, se termina la etapa constructiva visigoda. Iniciada la Reconquista y configurado el pequeño reino de Asturias, han de pasar algunos años, antes de que se construyan las primeras iglesias de cierto valor artístico, en el nuevo reino en el estilo que denominamos arte asturiano, que se desarrolla en Asturias en el siglo IX, hasta que los sucesores de Alfonso III el Magno, trasladaran la capital de Oviedo a León a principios del siglo X.
Estas manifestaciones artísticas del recién creado reino de Asturias, fueron bautizadas por Jovellanos con el nombre de arte Asturiano, aunque también se le conocen con los nombres de arte latino-bizantino, por las influencias recibidas; arte neovisigodo, por ser una continuación del arte visigodo; o simplemente arquitectura prerrománica, por preceder al arte románico.
Con las primeras victorias de los cristianos visigodos sobre los musulmanes, se inicia una arquitectura en Asturias que va desde finales del siglo VIII hasta el primer tercio del siglo X, fecha que, por incorporarse al reino de Asturias, las tierras de la zonas medias del río Duero y comenzar la arquitectura por las comunidades mozárabes que emigraron del sur de la Península, se fusionan ambos estilos, hasta enlazar con los primaros edificios construidos en estilo románico, a principios del siglo XI.
En esta arquitectura cristiana asturiana, se va a apreciar como es natural cierta influencia del arte Visigodo, ya que aunque se sabe muy poco del origen de D. Pelayo y de sus primeros sucesores, la Península estaba gobernada por los visigodos, cuando irrumpieron en su territorio los musulmanes y en sus costumbres y en su arte, se han de notar en las nuevas edificaciones del joven reino de Asturias.
Ahora bien, la población del recién creado reino de Asturias, tendrá que convivir con sus vecinos, los árabes, que gobernaban todo el resto del territorio peninsular, y entre ambas culturas se va a generar una influencia en uno y otro sentido, plasmada en las construcciones que se iban realizando en ambas comunidades, sobre todo en la cristiana por ir recibiendo personal árabe en el territorio reconquistado.
No van a ser solo influencias visigodas y musulmanas las que recibe el arte asturiano, la monarquía asturiana se consideró siempre continuadora de la monarquía visigoda, pero por su ascendencia europea, sostuvo estrechas relaciones con la Europa de entonces a través del Imperio carolingio. Carlomagno no solo renovó la política, sino también el arte, siguiendo las directrices de la tradición clásica de la época del Bajo Imperio romano y bizantino y crea el arte carolingio, y va a ser su capilla de Aquisgran, la que marque la pauta del nuevo estilo asturiano, como en el resto de Europa.
Carlomagno, para poner a salvo su vasto imperio de los musulmanes, que se habían asentado en la península Ibérica, se apoderó de la Alta Cataluña y del puerto de Barcelona, una franja de territorio de unos 200 Km. al sur de los Pirineos, en donde se construyeron una gran cantidad de iglesias de estilo carolingio, cuyas influencias se extendieron por el norte de España hasta Asturias.
Carlomagno, un fiel servidor de la Ortodoxia de Roma, es impensable que se quisiera hacer con el reino cristiano de Asturias, al contrario, parece ser que peregrinó a Compostela junto a Alfonso II, con el que tuvo una muy buena relación.
Del arte carolingio, el arte asturiano adoptó un elemento arquitectónico tan europeo como la columna de trenza, que apenas empleaban los visigodos en su arquitectura, y se irá abandonando el arco de herradura, tan frecuentemente utilizado por los visigodos.
La importancia del arte asturiano recibiendo algunas influencias europeas y muchísimas de origen latino-bizantinas, radica en presentar solucionados con mucho años de antelación, problemas de técnica constructiva, que posteriormente se van a desarrollar plenamente en el arte románico e incluso en el gótico, con la aparición del arco de medio punto y la bóveda de cañón corrido, empleadas constantemente en el arte románico.
En relación al arco de herradura, aparece en los primeros edificios siguiendo las modas visigodas, desaparecerá después al adquirir el arte asturiano su pleno desarrollo y retornará al final al fusionarse con el arte mozárabe como podemos apreciar en la iglesia de San Salvador de Valdediós.
En relación a su evolución, se suelen distinguir tres períodos, teniendo en cuenta que los monumentos más sobresalientes, se erigieron en tiempos del rey Ramiro I, décimo rey de Asturias que reinó desde el año 842 hasta el año 850.
Período Prerramírense.- Corresponde a la etapa constructiva, llevada a cabo durante el reinado del Monarca Alfonso II el Casto, noveno rey de Asturias (791-842), que fue cuando se construyeron la mayoría de las iglesias anteriores al año 842, fecha en que sube al trono el monarca Ramiro I, de ahí que se le denomine período pre- remírense, con iglesias de planta basilical o basilical en forma de cruz latina.
Antes del reinado de Alfonso II el Casto, hay que mencionar la iglesia de San Juan de Santianes, construida en tiempos del rey Silo, sexto rey de Asturias (774-783), constituye por lo tanto la primera iglesia importante, de la que se tienen noticias del arte prerrománico asturiano. Presenta planta basilical en forma de cruz Latina. Hoy en día está muy reconstruida.
En el período del reinado de Alfonso II el Casto, se construyen entre otros edificios hoy en día desaparecidos, la Cripta de Santa Leocadia o parte inferior de la Cámara Santa; la Capilla de San Miguel o parte superior de la Cámara Santa; la iglesia de San Tirso el Real; la iglesia de san Julián de los Prados, (la más señera); la iglesia de San Pedro de Nora y la iglesia de Santa Maria de Bendones.
La parte alta de la Cámara Santa, está hoy en día dividida en dos salas o departamentos. La sala norte de planta rectangular orientada de oeste a este, es de factura prerrománica, se cubre con bóveda de cañón y está ocupada con el Museo catedralicio, en donde se expone el tesoro de la catedral, con afamadas joyas prerrománicas y románicas, como la Cruz de los Ángeles; la Caja de las Reliquias y el Cristo de Nicodemus, entre otras de valor incalculable. Algunas relacionadas con los últimos reyes asturianos, están depositadas en el en el Museo de la catedral de Astorga, como la Arqueta de San Genadio, regalo del monarca Alfonso III el Magno al obispo D. Genadio.
La sala sur, también con planta rectangular orientada de norte a sur, fue reconstruida en el siglo XII, componiendo la escultura que la decora, uno de los conjuntos escultóricos de mayor valor artístico del románico hispano.
La parte baja o inferior de la Cámara Santa, conocida con el nombre de Cripta de Santa Leocadia, su construcción se le atribuye al monarca Alfonso II, cobija los sepulcros de los santos mártires cordobeses: San Eulogio y Santa Leocadia, se cubre con bóveda de cañón y presenta un edículo el testero del presbiterio y las laudas sepulcrales de los santos, ornamentadas con motivos decorativos visigodos.
La Cámara Santa es el único resto constructivo que persiste, de lo que fue la catedral prerrománica de Oviedo, que mandada construir por Alfonso II el Casto, posteriormente , situada a los pies de la catedral, fue fundada por el rey Casto el año 812. Su primitiva fábrica era muy significativa, pero lo mismo que pasó con la de Santianes, tras un incendio, fue en su mayor parte reconstruida. Presenta planta basilical de tres naves, separadas por pilares cuadrados y una bellísima cabecera compuesta de un ábside rectangular de testero recto.
De su primitiva fábrica, no queda más que el testero de la capilla central, en el que se abre un ventanal en su zona axial, compuesto de tres arcos ciegos de medio punto, construidos con material de ladrillo que se apoyan en dos columnas exentas y dos adosadas a los muros laterales, que portan bellos capiteles de tipo corintio, de influencia visigoda con dos hileras de hojas de acanto, marcando mucho los nervios coronados con gruesos cimacios y todo el conjunto enmarcado en Alfiz.
De los edificios más señeros construidos durante el reinado del rey Casto, hay que mencionar la iglesia de San Julián de los Prados, la de mayores dimensiones y de las más antiguas que se conservan. Formaba parte del conjunto de palacios que el rey Casto poseía en las afueras de Oviedo. Lo mismo que el rey Ramiro tenía su palacio de Santa Maria del Naranco, el rey Casto tenía los suyos con todos los lujos de entonces, alrededor de la iglesia se situaban baños, palacetes etc.
De esta época es también la iglesia de Santa Maria de Bendones, situada a unos cinco Km. de Oviedo, hacia Oriente siguiendo la carretera de Tudela de Veguín. Hoy en día goza de un aspecto esplendido tras la restauración llevada a cabo el año 1950.
Por último hay que citar la iglesia de San Pedro de Nora, situada a unos doce Km. de Oviedo, hacia Occidente siguiendo la carretera de Galicia a orillas del río Nora. La planta es muy similar a la de San Julián de los Prados, sin naves del transepto proyectadas al exterior. Como la anterior también fue restaurada no hace mucho.
Período Ramírense.- No cabe la más mínima duda, que durante el reinado de Ramiro I, se construyeron los edificios más señeros del arte prerrománico asturiano, marcan la cumbre constructiva, hasta tal punto que por si solos componen un estilo de características propias dentro arte prerrománico, denominado ESTILO MÍRENSE. Lo componen el palacio de Santa Maria del Naranco, con su correspondiente iglesia de San Miguel de Lillo, muy cercanos el uno del otro, formando parte de un complejo conjunto compuesto por palacios, templos y baños, mandados construir el monarca Ramiro I.
No se sabe a ciencia cierta, cual fue el motivo que le llevó a Ramiro I a construir este bellísimo conjunto de palacios e iglesias situados en el monte Naranco.
Para unos, era un palacio para el disfrute de verano del monarca. Para otros, lo mandaría edificar para conmemorar alguna batalla contra los normandos, que constantemente irrumpían en sus territorios, figuras de normandos aparecen esculpidas en el interior del edificio, tanto en capiteles como en medallones. No faltan los que dicen que el rey Ramiro, mandó construir el palacio para alguna de sus favoritas, nada raro, dado el comportamiento y atictud de los reyes de entonces.
Para unos, era un palacio para el disfrute de verano del monarca. Para otros, lo mandaría edificar para conmemorar alguna batalla contra los normandos, que constantemente irrumpían en sus territorios, figuras de normandos aparecen esculpidas en el interior del edificio, tanto en capiteles como en medallones. No faltan los que dicen que el rey Ramiro, mandó construir el palacio para alguna de sus favoritas, nada raro, dado el comportamiento y atictud de los reyes de entonces.
Su hijo Ordoño I, mandó construir la iglesia de Santa Cristian de Lena, situada a unos cinco Km. de Pola de de Lena Presenta planta basilical de una nave, de extraordinaria factura dentro del estilo. No se sabe exactamente cuando se inició, pero si que se construyó durante el reinado de Ordoño I, decimoprimero rey de Asturias (850-866).
En este período es cuando se construyen las iglesias más señeras, corresponde al reinado de Ramiro I, décimo rey de Asturias (842-850). El estilo llega por estas fechas a su mayor desarrollo y a un gran esplendor; pero esta extraordinaria evolución del arte Asturiano de mediados del siglo IX, poco tiene que ver que sea por entonces Ramiro I rey de Asturias, se debe a su propia evolución, aunque bien cierto es, que hizo florecer cultural y artísticamente el reino y nada hubiese servido la evolución del arte si Ramiro no lo llevase a la práctica.
El rey tuvo su importancia, como la tuvieron los hechos históricos ocurridos durante el mandato, de los que debemos destacar, el intento de los normandos de invadir las costas asturianas, que el monarca supo rechazar eficazmente, como lo dejó plasmado en la escultura del interior del palacio y de la iglesia.
En realidad los normandos más que intentar apoderarse del reino asturiano, se dedicaban al pillaje y a la rapiña. Parece ser que Alfonso II, que también tuvo que rechazarlos en alguna ocasión, para impedir este pillaje, mandó construir en la estructura de los edificios, media oculta, Una CÁMARA DE REFUGIO, para poder ocultar en ella los tesoros reales y los libros religiosos. En la actualidad se cree que la función de esta cámara obedece más a la técnica constructiva del edificio que a otras funciones.
A Ramiro I se le atribuye la batalla de Clavijo, que según la tradición, el rey asturiano recibió la ayuda en persona del apóstol Santiago y que gracias a ÉL, consiguió una gran victoria.
Ahora bien, la mayoría de los historiadores coinciden, que si la batalla tuvo lugar, fue librada por su hijo Ordoño I y la idea de que Ramiro había construido el palacio de Naranco, para conmemorar la victoria, está bastante desechada, que la hipotética batalla tiene más de simbólica que de realidad. Bien cierto es que en Clavijo, situada al norte de la Rioja, se conservan restos del antiguo castillo, que se relaciona con las defensas cristianas de la plaza.
En la evolución del arte asturiano tuvo más importancia Alfonso II, que Ramiro I, las buenas relaciones de Alfonso de Alfonso con el emperador Carlomagno, dio lugar a que llegaran hasta Asturias, las influencias del arte europeo, como podemos observar con las columnas de trenza o sogueadas, muy utilizadas en el arte ramirense gracias a Alfonso II.
En la creación y desarrollo del arte ramirense, influyen varios factores:
1º.-La propia evolución del arte asturiano, que iniciado con la iglesia de Santianes el año 774 y con la catedral de San Salvador de Oviedo, va evolucionando poco a poco en tiempos de Alfonso II, con la construcción de varias iglesias, pasando del empleo del sillarejo y arcos de ladrillo a la sillería y a arcos de piedra.
2º.- A las buenas relaciones del monarca Alfonso II con el Imperio carolingio, permitiendo que llegasen hasta Asturias, no solo las influencias carolingias, sino también las latino –bizantinas, en las que se apoyó el arte carolingio, con arcos de medio punto y pinturas murales de origen cristiano.
3º.- La mayor extensión del reino de Asturias, que permite abrir más sus fronteras con el mundo árabe y con ello que lleguen a Asturias las influencias bizantinas y cristianas orientales, traídas a la península por los musulmanes, sobre todo las de Siria, apreciadas en un sin fin de elementos como los capiteles cúbicos bizantinos con figuras cristianas y motivos vegetales en sus campos, en las bóvedas en los arcos etc.
Así se va pasando de un pequeño reino asturiano, visigodo y autónomo con unas fronteras rígidas a un reino mucho más abierto que permite recibir influencias del exterior.
A este factor hay que unir lo que supuso el descubrimiento, según la tradición, de la Tumba del apóstol Santiago en Galicia, iniciándose el peregrinaje y una cultura a través de las rutas jacobeas, que van a influir enormemente en la creación y desarrollo de las iglesias construidas posteriormente al gran descubrimiento (818).
Con estos antecedentes y con estas influencias, durante el reinado de Ramiro I, se van a construir: el complejo del Naranco, compuesto por una serie de palacios, de los cuales solo va a llegar hasta nosotros el palacio, convertido luego en la iglesia de Santa Maria del Naranco. Su antigua iglesia correspondiente: la iglesia de Santa Maria de Lillo, sin duda alguna una de las iglesias más significativas, no solo de la arquitectura asturiana sino de toda la Europa cristiana prerrománica. Su planta aunque al exterior da la sensación de ser una iglesia con planta de cruz, en realidad su planta es basilical.
Período posrramírense.- Comprende las iglesias más tardías, construidas en tiempos del monarca Alfonso III el Magno (866-909) y sucesores, que ya las debemos de considerar de transición del arte asturiano al arte mozárabe. El arte asturiano a finales del siglo IX y principios del siglo X, se debilita y pierde un poco las características fundamentales, para ir dando paso a las propias del arte mozárabe, que ya se edificaba no solo en territorio musulmán de la península Ibérica, por los cristianos que residían en él, sino también en tierras cristianas de Galicia y de Castilla y león.
Alfonso III el Magno, fue el duodécimo y penúltimo rey de Asturias, falleció en Zamora en diciembre del año 910, tuvo que sufrir la conspiración de su hijo García, incitado por su suegro Nuño Fernández, obligándole a abdicar el año 909, sin embargo su hijo tal vez arrepentido, no se proclamó rey de León, hasta la muerte de su padre.
Alfonso III, de su matrimonio con Dª Jimena, hija del rey navarro García Jiménez, tuvo tres hijos. El primogénito García, heredó de su padre León y trasladó la capital de Oviedo a León, fue por lo tanto el primer rey de León. A su muerte ocurrida en Zamora el año 914, le sucede su hermano Ordoño II, que había heredado de su padre Galicia, a la muerte de su hermano traslada la capital de Galicia a León.
Al fallecer Ordoño II el año 924, le sucede su hermano Fruela II, había heredado de su padre el año 910, Asturias, fue por lo tanto el último rey de Asturias y el tercero de León.
Murió de lepra al año de subir al trono, año 925. Le sucede su sobrino Alfonso IV, hijo de Ordoño II, con el que se inicia una época de intrigas entre las familias reales, con acontecimientos brutales, sobre todo el tiempos de su hermano Ramiro II, que da como resultado el fin del arte prerrománico, sustituyéndolo en un principio el arte mozárabe y poco después el primer románico.
Murió de lepra al año de subir al trono, año 925. Le sucede su sobrino Alfonso IV, hijo de Ordoño II, con el que se inicia una época de intrigas entre las familias reales, con acontecimientos brutales, sobre todo el tiempos de su hermano Ramiro II, que da como resultado el fin del arte prerrománico, sustituyéndolo en un principio el arte mozárabe y poco después el primer románico.
La capital del reino León, estuvo bajo la familia asturiana hasta que Bermudo III la perdió en la batalla de Tamaron a manos de su cuñado Fernando I, hijo de Sancho III el Mayor de Navarra, que instaura la dinastía Navarra en Castilla y León.
Durante el reinado de Alfonso III el Magno, al acercar este sus fronteras hasta la línea del río Duero, incorporando sus vertientes al reino de Asturias, hacen acto de presencia aquí en estos territorios, las comunidades mozárabes emigradas del sur repoblando estas tierras y desarrollando el arte mozárabe.
Ordoño I y su hijo Alfonso III, fueron un poco los responsables, de que el arte prerrománico asturiano cambie un poco de rumbo y siga por otros derroteros, con tendencia a implantar en su estructura elementos de influencia árabe como el arco de herradura y el pórtico lateral meridional, propios del arte mozárabe.
Durante el reinado de estos dos monarcas (850-909) fruto de su buena política interior, el reino de Asturias pasará por una época de gran esplendor. Alfonso III conocido con el sobrenombre del Magno, por las derrotas infligidas a los musulmanes, orientó su política sobre la base de la defensa y prosperidad del Reino, con respecto a esta última y dada sus excelentes cualidades humanas y morales, fundó numerosos monasterios e iglesias y los dotó de las condiciones necesarias para su progreso.
Por otro lado, dio un gran impulso a la Reconquista, agregó a su reino nuevos territorios, llevando las fronteras hasta la línea del Duero, cuya posesión aseguró.
Intervino en las luchas internas de los últimos mandatarios cordobeses, a los que infligió severas derrotas, hizo incursiones por tierras musulmanas, llegando hasta el río Guadiana, trayéndose consigo gran cantidad de mozárabes, muchos de ellos monjes de Toledo Y Córdoba, para que se estableciesen en sus territorios y dirigiesen la labor de sus fundaciones.
En estas condiciones con un gran florecimiento del reino, por un lado y con gran número de mozárabes emigrados del sur por otro, poblando las comarcas a uno y otro lado del río Duero, que se encontraban abandonadas, por haber sido el teatro de enfrentamientos sangrientos entre cristianos y musulmanes, se comprende perfectamente, que las nuevas construcciones que se van a edificar en el reino de Asturias, estén impregnadas de elementos mozárabes; teniendo en cuenta también que algunas fueron fruto de maestros- arquitectos, la mayoría monjes mozárabes asentados en los monasterios fundados por el rey, que traían a sus espaldas una amplia relación con la cultura y el arte hispano-musulmán.
Durante este período se van a construir: La Iglesia de San Salvador de Vadediós, fue la primera iglesia del monasterio de Valdediós, que posteriormente fue sustituido por un nuevo edificio en estilo cisterciense. Está situada dentro del recinto del monasterio y la fundó Alfonso III el año 891 en presencia de siete obispos.
Presenta planta basilical de tres naves, en su estructura se aprecian elementos mozárabes: arcos de Herradura y un pórtico adosado a su lado meridional.
El mismo año Alfonso III en compañía de su esposa Jimena, hija del rey navarro García Jiménez, consagró la iglesia de San Adriano de Tuñón, de factura muy rudimentaria, hoy en día está un poco modificada fruto de las reformas de los siglo XVII y SKI. Al añadirle una nave a los pies desfiguran un poco su antigua fábrica. Está situada a unos veinte Km. de Oviedo, al sur de Trubia por la carretera que nos conduce a Proaza.
En el siglo X los herederos de Alfonso III, siguieron construyendo iglesias prerrománicas asturianas, con cierta tendencia al estilo mozárabe, como la iglesia de San Salvador de Priasca, situada hacia Oriente de Villaviciosa, consagrada el 921. Presenta tres naves con buena escultura en el interior y pórtico en el lado meridional.
El año 924, fecha en que es nombrado Fruela II rey de León, se consagra la iglesia de Santiago de Gobiendes, situada cerca de la población de Colunga. Presenta tres naves y una cabecera con tres ábsides, pero sufrió importantes modificaciones en los siglos XVII y XVIII y de su primitiva fábrica solo conserva las naves y los ábsides laterales.
En teoría con la iglesia de San Salvador de Valdediós, se daría por terminada la época constructiva prerrománica asturiana. Esta iglesia se va a tomar como punto de partida o de arranque de las primeras iglesias mozárabes castellanas. A partir de ahora ya en pleno siglo X, con grandes cantidades de mozárabes asentados en las orillas del río Duero, el arte asturiano se difunde y poco a poco se va diluyendo, al fusionarse con las formas mozárabes, edificadas a lo largo del siglo X, como se puede observar en su estructura arcos de herradura.
Ya no se va a apreciar continuidad de las influencias visigodas sino marcadas influencias mozárabes y musulmanas.
A partir de este etapa, con la capital en león, los sucesores de Alfonso III siguieron construyendo iglesias en estilo mas o menos asturicense, como la de San Salvador de Deva, del siglo XI, dando fin al estilo, con la reforma y la nueva consagración de la iglesia de San Adriano de Tuñón el año 1081.
CARACTERÍSTICAS DEL ARTE PRERROMÁNICO.-
1º.-Los muros se construyen con sillarejo y mampostería, con arcos de descarga de ladrillo, sobre todo en los vanos siguiendo la técnica tradicional del arte carolingio.
2º.-Como soporte se emplea la columna sogueada y el pilar de planta cuadrada, que a veces adopta la estructura compuesta al adosarle columnas a sus caras (pilar compuesto).
3º.-Los capiteles empleados son de dos o tres tipos, en un principio se empleó el capitel corintio de influencia visigoda, compuesto de dos hileras de hojas de acanto de factura ruda, marcando fuertemente sus nervios. Más tarde se empleó el capitel cúbico bizantino, con sus frentes recuadrados geométricamente y con los campos ocupados con una figura humana o con un animal. Ya al final de la etapa constructiva, se emplean capiteles con grandes hojas, evolucionando hacia lo que será el capitel vegetal románico primitivo.
4º.- El arco empleado sistemáticamente es el de medio punto, siguiendo el sistema constructivo carolingio. También se suele emplear el arco de medio punto peraltado, y al final de su evolución se empleará el arco de herradura, de influencia musulmana. El material empleado en la construcción de los arcos será el ladrillo en las construcciones prerramirenses, en la cumbre del estilo será de sillería, para retornar al final al ladrillo.
5º.-Las cubiertas en un principio eran de madera a una o dos aguas, excepto en las cabeceras que ya se iniciaron cubriéndolas con bóvedas de cañón de piedra; a medida que avanza el estilo, también las naves se cubren con bóvedas entre arcos fajones, contrarrestando los empujes, con contrafuertes exteriores adosados al muro, siguiendo los modelos romanos.
La iglesia de San Miguel de Lillo, emplea bóvedas con ejes contrapuestos contrarrestando mutuamente sus empujes. Estas bóvedas fueron luego punto de partida para las construcciones góticas ojivales. Como los maestros góticos adquirieron sus conocimientos en Oriente medio, es de suponer que antes los constructores asturianos las copiasen de allí, más concretamente de los modelos sirios.
6º.-Las plantas de las iglesias suelen ser de tipo basilical en forma de cruz latina, la mayoría de tres naves, mientras que las cabeceras se componen por regla general de tres ábsides rectangulares, con dos sacristías una a cada lado, que suelen abrirse a los extremos del transepto, evocando las plantas de las iglesias paleocristianas hispanas.
7º.-Los edificios presentan un pórtico o nartex a los pies de tradición visigoda, con un departamento a cada lado. El pórtico lo mismo que las plantas rectangulares de los ábsides, son de influencia romana.
8º.-Pueden disponer de un coro alto a los pies del templo, a veces con un departamento a cada lado, siguiendo el modelo de la capilla de Aquisgran.
9º.- Bellísimas celosías a modo de rejas decoran y tapizan a los ventanales, que pueden ser de piedra calada o de cerámica. La mayoría se han perdido y las que hoy en día vemos en los monumentos, casi todas están reconstruidas. Originales no quedan más que dos en la iglesia de San Miguel de Lillo y alguna que otra en el Museo de Oviedo.
10º.- Importantes son las pinturas murales, que decoran el interior de algunos de los edificios, son las primeras que aparecieron en Europa dentro de un monumento cristiano.
La humildad arquitectónica va a ser la norma en las primeras iglesias, más sencillas aún que las visigodas. Esto es fácil de comprender, si tenemos en cuenta que el pueblo visigodo traía con él unas enseñanzas de origen, unas costumbres y unas técnicas constructivas, fruto de su relación con todo un Imperio romano. Además el reino visigodo disponía para construir su arte de toda una península.
El pequeño reino asturiano visigodo y autóctono, por el contrario conserva las influencias del bajo Imperio romano, del mundo islámico y de Europa. Ahora bien, de poco le servían, sobre todo al comienzo de su existencia, por no poder traspasar las rígidas fronteras y dadas sus limitaciones territoriales, y sobre todo por no disponer de medios ni de técnicas, para poder aplicar esas influencias en sus construcciones, ha de valerse de lo que dispone a su alcance y a finales del siglo VIII, era muy poco.
Fruto de lo dicho y de la poca fortaleza del reino de Asturias, expuesto a ser saqueado, sobre todo cuando la tropa acudía al frente de Batalla, se construyó en las primeras iglesias una Cámara de Refugio, situada sobre la capilla mayor del edificio, a la que se accedía por una ventana simulada, sobre las que iluminan la cabecera en el exterior del muro. Esta cámara que se le denomina también cámara del tesoro, serviría para esconder de posibles salteadores, los tesoros, libros sagrados y demás bienes de la iglesia, del peligro de ser hurtados.
A esta cámara los posteriores arquitectos e historiadores le dieron varias funciones: serviría para almacenar alimentos en caso de necesidad, por si el enemigo les obligaba a permanecer ocultos en la iglesia por cierto tiempo. También pudo ser vivienda de ciertos monjes, deseosos de vivir alejados del mundo exterior (monjes anacoretas).
En la actualidad se cree que esta cámara media oculta en la estructura del edificio, no sería más que una simple solución constructiva en relación con la estética y la planta del monumento.
La escultura apenas la practicaron los escultores asturianos, existen en el palacio del Naranco, capiteles figurados, medallones etc., y poco más. Lo que practicaron fue la orfebrería, sobre todo al final del estilo, cuando los mozárabes emigrados del sur ya convivían con los demás cristianos asturianos.
Los mózarabes poseían unos conocimientos muy adelantados en la industria artesanal, por su convivencia con los árabes hispanos. La mayoría de las joyas de los museos de la Cámara Santa de la catedral de Oviedo y de la catedral de Astorga, son obra de mozárabes.
En el nacimiento del arte prerrománico asturiano, hay que tener en cuenta varios acontecimientos históricos. D. Pelayo estableció su corte en Cangas de Onís. Fruela I, cuarto rey asturiano por razones militares la trasladó a una colina, que luego pasaría a ser la futura ciudad de Oviedo, en donde se había construido una humilde iglesia en honor a San Vicente.
Hacia el año 800 fuera de nuestro territorio se construye la Capilla de Aquisgran, mandada construir por Carlomagno siguiendo la tradición constructiva de la etapa clásica latina- bizantina, que va a ejercer una enorme influencia sobre el arte prerrománico asturiano.
Sobre los años 813-818, se descubre la Tumba del apóstol Santiago en Compostela y se inicia el movimiento peregrino hacia Galicia a través de las tierras asturianas, bordeando el mar Cantábrico. Alfonso II y tal vez Carlomagno peregrinan a Compostela, ante el mensaje enviado por el obispo Teodomiro, dándole cuenta del descubrimiento.
El descubrimiento de la Tumba trajo consigo, la necesidad de construir una serie de iglesias a uno y otro lado de la Ruta Jacobea por toda Asturias, que inician con la construcción de la catedral prerrománica de San Salvador de Oviedo, que iniciada por el monarca Fruela I la remata en lo esencial Alfonso II. De aquella basílica nos quedan hoy en día, solo la Cámara Santa y restos de los muros del palacio del Rey, situados en su lado meridional.
Ahora bien, desaparecidos los artes asturiano u mozárabe, que ya no tenían razón de ser, a principios del siglo XI con el nacimiento del arte románico, va a ser cuando se construyan muchísimas iglesias a ambos lados de las diversas rutas jacobeas, muchas de ellas no solo para que los peregrinos pudiesen practicar el culto durante el camino, sino que también hacían de hospedaje y hospital. El número de iglesias construidas fue muy intenso, hasta tal punto que al arte románico se le conoce también por el Arte de los Caminos.
Período Prerramirense.
BASÍLICA DE SAN JUAN DE SANTIANES.- Fue la primera iglesia que se construye en Asturias en estilo prerrománico asturiano, edificada en tiempos del rey Silo, sexto monarca asturiano que reinó entre los años 774 y 783, debido a que en dicha iglesia fue hallada una laberíntica epigráfica en donde se podía leer: la hizo el rey Silo.
Situada a unos doce Km. de Pravia, fue reedificada en el siglo X y modificada posteriormente en los siglos XVII y SKI, de ahí que tras estas modificaciones, de la primitiva factura prerrománica solo persista el ARCO DE TRIUNFO con sus correspondientes columnas y dos ventanales, uno geminado.
La planta es cuadrada de tres naves cubiertas con armadura de madera, pilares achaflanados y cruciformes, nartex a los pies, amplia capilla mayor de planta rectangular y sendas capillas adosadas a sus costados.
IGLESIA DE SAN JULIAN DE LOS PRADOS.- Pertenece al período prerramirense y está localizada en el barrio de Santullano de la ciudad de Oviedo, a la izquierda del nacimiento de la autovía que en forma de y griega, se dirige a Gijón y a Santander, hoy en día en pleno centro de Oviedo.
Es el mayor, más antiguo y completo templo prerrománico asturiano, que se conserva del período prerramirense, si exceptuamos la iglesia de Santianes, que se edificó antes, pero hoy en día está tan reconstruida que apenas se valora.
Fue la iglesia de un conjunto de palacios que el rey Alfonso II el Casto, poseía en las afueras de la ciudad de Oviedo de entonces.
Construida durante el reinado
de este monarca (792-842), alrededor de los años 825-830, con una planta y una estructura propias del período prerramisense: arcos de ladrillo y cubriciones de madera en todo el edificio, excepto en la cabecera que se cubre con bóvedas de cañón. Presenta planta basilical de tres naves, crucero que no se proyecta al exterior, tres ábsides cuadrangulares de testero recto y pórtico-nartex a los pies. De los extremos del crucero se abren a cada lado, un vestíbulo o cámara con planta similar a la del nartex.
de este monarca (792-842), alrededor de los años 825-830, con una planta y una estructura propias del período prerramisense: arcos de ladrillo y cubriciones de madera en todo el edificio, excepto en la cabecera que se cubre con bóvedas de cañón. Presenta planta basilical de tres naves, crucero que no se proyecta al exterior, tres ábsides cuadrangulares de testero recto y pórtico-nartex a los pies. De los extremos del crucero se abren a cada lado, un vestíbulo o cámara con planta similar a la del nartex.
INTERIOR.- Como la mayoría de estas iglesias es en donde radica el valor artístico, aquí debido a que en gran parte de la extensión de los muros, se cubren con pinturas murales, siguiendo la tradición romano-pompeyana (ya presentes en tiempos romanos en la ciudad de Pompeya).
En esta iglesia aún no aparecen pinturas con figuras humanas, sino cortinajes, bocetos de edificaciones etc. Sobre el arco central del iconostasio, podemos observar una cruz similar a la que murió Cristo, pero sin su figura. Se cree que por estar por entonces muy vigente la herejía del adopcionismo, impuesta por un mozárabe ilustre obispo de Toledo llamado Elipando. Esta doctrina que en algunos aspectos se acerca al nestorianismo, pues según este obispo, Cristo en cuanto hombre sería solamente hijo adoptivo del Padre. Los pintores en aquellas condiciones no se atrevieron a pintar la figura de Cristo sobre la Cruz.
Ha de ser posteriormente el Beato de Liébana, el que en su comentario al Apocalipsis exalte al Cordero, como símbolo de filiación de Cristo.
Estructuralmente la cabecera se compone de tres ábsides, más voluminoso el central que los laterales, presentan planta rectangular-cuadrangular con testero recto, se cubren con bóvedas de medio cañón.
El ábside central es el que goza de mayor valor artístico, su testero se decora con tres arcos ciegos de medio punto, apoyados en columnas de mármol, con basas y capiteles corintios siguiendo la tradición romana, reutilizados de algún templo anterior. En el paño que cobija el arco central más amplio, se abre un ventanal con el objeto de iluminar el interior. Los muros laterales del ábside también se decoran con triple arcada sobre columnas portan capiteles similares a los del testero.
Los ábsides laterales más sencillos y de menor volumen, se iluminan por medio de un ventanal axial, inscrito en un arco de medio punto.
Los arcos de ingreso a los ábsides son de medio punto apoyados en pilares.
El crucero que no se proyecta al exterior, presenta planta rectangular y se cubre con armadura de madera. En el hastial meridional se abre un gran ventanal, con objeto de iluminar. En el hastial septentrional en su primitivo proyecto, también figurada otro ventanal similar, pero seguramente el rey Alfonso no permitió su abertura (persiste solo el dibujo), para impedir que entrase en el interior del edifico el viento frío norte y crease un ambiente interior demasiado molesto.
Sobre los ábsides laterales se abren sendos ventanales, quedan lugar a que el interior del edificio sea muy luminoso.
Las naves mas alta y ancha la central que las laterales, están deslindadas por arcos medio punto apoyadas en pilares cuadrados por medio de sencillas ménsulas, se cubren con armaduras de madera y la iluminación la reciben por medio de ventanales abiertos en los muros de la nave central sobre las naves laterales.
Las naves están separadas del crucero, por una arcada compuesta de tres arcos de medio punto correspondientes a las tres naves, más amplio el central que los laterales por la mayor amplitud de la nave central. Componen un iconostasio en conjunto muy poco original aunque los frentes e intradós de los arcos están bellamente decorados con pinturas murales.
El pórtico o nartex de los pies del templo, presenta planta rectangular-cuadrangular y se cubre con un sencillo artesonado de madera.
El acceso desde el exterior se realiza por medio de una portada con arco de medio punto de ladrillo apoyado en jambas. Del pórtico se pasa al interior del templo, a través de una puerta rectangular dintelada, con su tímpano cegado enmarcado por un arco de medio punto de ladrillo. Otra puesta similar se abre en el muro norte de la nave.
A ambos lados del crucero se abren dos departamentos de similar planta que el nartex, uno de ellos hace hoy en día las funciones de sacristía. Se podía acceder a su interior desde el exterior, pero en la actualidad la puerta que se abría en el muro de uno de ellos está cegada.
EXTERIOR.- Ofrece muy poco interés, sobre todo hoy en día que sus celosías que embellecían a los ventanales, están reconstruidas.
Se articula con 17 contrafuertes en los muros, su misión no es la de contrarrestar los empujes sino permitir la verticalidad del edificio.
En lo alto del muro del testero sobre la cabecera central, se abre el ventanal de entrada de la cámara alta, compuesto de tres arcos de medio punto sobre columnas ajimezadas con basas y capiteles. La misión de esta cámara ya hemos dicho que era constructiva, para mantener la estética del edificio, pudiendo así prolongar los muros altos de la nave central hasta el testero del edificio.
En los testeros de los ábsides laterales también se abren los mencionados ventanales que por exterior portaban bellísimas celosías, hoy en día totalmente reconstruidas.
La iglesia está construida con sillarejo, en los esquínales y en los contrafuertes emplea la sillería.
IGLESIA DE SAN PEDRO DE NORA.- Situada a unos doce Km. de Oviedo, siguiendo la carretera que desde Oviedo se dirige a la Comunidad autónoma gallega, a orillas del río Trubia que un poco más al norte se une al río Nalón.
Por su estructura y semejanza con la iglesia de San Julián de los Prados, se supone que fue construida en tiempos del rey Casto (791-842), aunque hay quién la cataloga de la segunda mitad del siglo IX.
Fue restaurada entre los años 1955-56 y hoy en día nos ofrece un buen aspecto de conservación.
La torre exenta a las pies del templo, presenta planta cuadrada con un cuerpo bajo macizo, solo perforado por pequeñas aspillaras, y un cuerpo alto en el que se abren arcos geminados en cada una de sus caras. Tal como la vemos hoy en día, es fruto de una reconstrucción de 1964, sobre restos inciertos de la cimentación de la original.
Por su planta basilical y los arcos todos ellos de ladrillo, hace suponer, que se trata de una construcción del período prerramirense, edificada durante el reinado del Rey Casto.
Presenta planta basilical de tres naves, más amplia y alta la central, triple cabecera, sin crucero y cámara alta sobre el ábside central; aquí por su altura, más baja que la nave central, bien pudo tener otra misión, que no sea solo la constructiva, para salvar la estética del edificio.
A los pies presenta el clásico pórtico, de planta cuadrangular que se cubre con techumbre de madera y que se accede desde el exterior por una puerta con arco de medio punto sobre jambas de un solo gran sillar a través de mensulas de forma geométrica. Del nartex se pasa al interior del templo, por medio de una puerta dintelada con tímpano ciego, enmarcado por un arco de medio punto de ladrillo.
Interiormente las naves están separadas por arcadas sobre pilares cuadrados y se cubren con armaduras de madera sobre arcos de medio punto peraltados.
Los ábsides de planta cuadrangular se cubren con bóvedas de medio cañón y sus arcos de ingreso son de medio punto construidos con ladrillo.
Exteriormente los muros son de sillarejo con sillares en los esquínales y en los contrafuertes que articulan al edificio.
La iluminación interior la recibe por un gran ventanal, situado en los muros de los pies de la nave central sobre el nartex, con arco de medio punto de ladrillo y por tres ventanas situadas en los muros norte y sur de la nave central, sobre las naves laterales, todos rectangulares y reconstruidos fruto de las recientes restauración, portan bellas celosías, todas ellas reconstruidas.
En los muros de las naves laterales, a ambos lados se abren dos puertas y un ventanal sobre una de ellas, todas dinteladas y con arcos de ladrillo sobre el dintel, con la función de descargar el peso del muro.
En el testero norte se abre un ventanal para cada ábside dintelado, presentan arcos de descarga de ladrillo sobre ellos, portan bellas celosías con cruces y figuras geométricas, reconstruidas.
Sobre el ventanal del ábside central se abre el ventanal de acceso a la cámara de refugio, con triple arco de medio punto de ladrillo, con tendencia al de herradura que se apoyan en dos columnas parteluces al centro y en jambas adosadas al muro, las columnas portan basas y capiteles reconstruidos, como la mayoría de los demás elementos del edificio.
IGLESIA DE SANTA MARÍA DE BENDONES.- Situada al este de Oviedo a unos cinco Km. siguiendo la carretera que nos conduce a Tudela deVeguin. Aún no está del todo aclarada la fecha de su construcción, posiblemente fue durante el reinado del monarca Alfonso II el Casto.
Las dudas radican, en que su planta en vez de ser basilical, como las demás iglesias construidas en el período prerramirense, es mas bien cuadrada con una nave transversal, que sería el crucero y quedando inconclusa al no construirse las naves a continuación hacia los pies.
Fue casi totalmente destruida en el año 1936 y a finales del cincuenta se reconstruyó, siguiendo más o menos la plata de su primitiva fábrica.
Tal como la vemos hoy en día se compone: de una nave transversal, tres ábsides, un pórtico o vestíbulo de acceso con dos departamentos a ambos lados, a ambos lados del crucero otros dos departamentos similares a los que flanquean el pórtico. La torre exenta situada en el ángulo sur-occidental del edificio.
El nartex situado a poniente tiene forma cuadrangular y se cubre con techumbre de madera, está franqueado por dos cámaras laterales que comunican con él por medio de puertas con arcos de medio punto con ladrillo apoyados en jambas de sillarejo. El acceso al nartex desde el exterior, se realiza por una puerta con arco de ladrillo sobre jambas y ménsulas de sillería.
En los muros occidentales de las cámaras se abren dos ventanales geminados con arcos de medio punto portando celosías reconstruidas. En los muros laterales también se abren ventanales de forma aspilleraza.
La nave transversal en función de crucero, presenta planta rectangular se cubre con techumbre de madera moderno y sus muros están enlucidos con cal, la nave fue totalmente destruida y completamente reconstruido.
La iluminación la recibe por dos ventanales rectangulares situados en los muros este y oeste y otros dos abiertos en los hastiales norte y sur, estos con arcos de medio punto de ladrillo y todos portando celosías geométricas modernas.
A ambos lados del crucero se sitúan otros dos departamentos rectangulares con ventanal en el testero portando también celosías.
Los tres ábsides que componen la cabecera presentan planta cuadrangular con testero recto, en este se abren en cada uno de ellos un ventanal para la iluminación interior, se cubren con bóvedas de medio cañón totalmente elucidas y sus arcos de ingreso son de medio punto.
Sobre el ábside central se sitúa una pequeña cámara con su ventanal al exterior con tres arcos de medio punto de ladrillo sobre una pareja columnas- parteluces reconstruidas.
La torre exenta parece la original, ha perdido su parte alta, presenta planta rectangular, perforados sus muros con ventanales aspillerados en el cuerpo bajo y rectangulares más amplios en lo alto, está construida como la iglesia con sillarejo y sillares en las esquinas y ventanales.
Período Ramírense
PALACIO DE SANTA MARIA DEL NARANCO.- Situado en las faldas del monte Naranco, al noroeste de la ciudad de Oviedo. Lo mandó construir el monarca Ramiro I hacia el año 848 como palacio o aula regia, transformado en iglesia antes de finalizar el siglo IX. Estructuralmente evoca el modelo del MARTIRIUN PALEOCRISTIANO- dos cuerpos rectangulares superpuestos-, aunque su funcionalidad se adapta más bien a una capilla palatina o aula reg ia de tipo germánico.
El edificio consta de dos pisos, una superior en forma de gran salón rectangular, cubierto con bóvedas de cañón entre arcos fajones, que se apoyan en haces de columnas sogueadas adosadas al muro, contrarrestadas al exterior por contrafuertes y enlazadas por arquerías ciegas de medio punto. Los arcos fajones se engarzan en el muro y se prolongan hacia el exterior a la altura de las enjutas de los arcos que sostienen las columnas, por medio de discos que al interior presentan decoración de tradición romana.
La desigualdad de los tramos, obliga a reducir los espacios entre los soportes y a rebajar a alguno de estos, creándose arcos de menor altura que otros, que nos vienen a dar, un efecto óptimo de mayor profundidad desde el centro del salón hacia los lados, lo que evidencia la pericia del arquitecto.
En los extremos del salón a través de un triple vano con arcos de medio punto peraltados, se abren dos bellísimos miradores abovedados, abiertos al exterior por otro triple vano con arcos de medio punto peraltados.
En el centro del mirador oriental se sitúa un altar, hoy en día reconstruido, réplica del original que se conserva en el Museo arqueológico de Oviedo (el original tiene la fecha de la consagración del edificio). En el Museo también se conservan parte de las celosías que cerraban a los miradores al exterior entre las columnas.
En la parte central del muro sur del salón, se abre una cámara en la que es posible se situase el altar, que no se usaría para las funciones litúrgicas, por la simple razón de que en las iglesias cristianas, el altar no ocupa esa posición, de ahí que se piense que podía estar destinado a bendecir al ejército, antes de acudir a participar en alguna batalla.
El palacio se convirtió posteriormente en iglesia, no se sabe con certeza que dependencia se empleaba para realizar los actos litúrgicos, si era el salón alto o la cripta baja.
El cuerpo inferior se compone de una cripta, con planta rectangular similar a la del cuerpo alto, se cubre con bóvedas de cañón dividida en cinco tramos, con la particularidad de que está compuesta de piedra porosa, con el objeto de aligerar su peso. Se accede al interior por su lado occidental, a través de una puerta con arco de medio punto y vestíbulo. Desde el muro oriental se accede a una cámara subterránea de baños, que en un principio se tenía la creencia, de que se trataba de una cámara de purifición litúrgica. En la actualidad se acepta que se trataría de una zona de baños de tradición romana, utilizada por el Rey y su familia.
El motivo de la construcción de este palacio en las afueras de la ciudad y la función a que estaba destinado, aún hoy en día es confusa, se barajan varias hipótesis: en primer lugar, podía tratarse de un palacio de recreo del monarca con sus baños correspondientes, ya que los reyes asturianos siguiendo la tradición romana, eran adictos al baño. En segundo lugar, pudo construirlo para conmemorar alguna batalla contra los normandos, en el interior del edificio existen capiteles esculpidos con figuras humanas, haciendo alusión a las batallas del rey Ramiro, con figuras de jinetes sobre caballos triunfadores y figuras de los normandos.
La cripta podía estar destinada a vivienda de la guardia real, si su función fuese la de salvar el desnivel del terreno, su construcción tendría que ser robusta y el empleo de la piedra porosa en las bóvedas va en contra de ello.
La dependencia subterránea se cree que estaba destinada a baño real, la idea se fundamenta en que a que los visigodos al romanizarse, adaptaron las costumbres de los romanos y por lo tanto de sus baños curativos. Su estructura es similar a la de un baño romano con una repisa para sentarse, otra para colocar los pies y canales para la entrada y salida del agua, que calentaban con piedras calientes. Además existen restos de una escalera que conducía al salón superior, a través de la cual descendería el Rey y su familia a los baños. No cabe la más mínima duda de que se trataba de una terma sencilla, menos compleja que las termas romanas, acorde con la humildad del pequeño reino asturiano.
Construido para una u otra función, el palacio del Naranco, sobre todo el salón superior goza de gran belleza, podemos decir que con la construcción de este palacio, el arte prerrománico asturiano o asturicense alcanza la cumbre, después de ir evolucionando desde el inicio tanto en arquitectura como en escultura, con las columnas de de fuste sogueado y el capitel figurado. A partir de este edificio el estilo se mantiene con la iglesia de Santa Cristina de Lena y después de esta iglesia se va diluyendo y fusionándose con el arte mozárabe, sin escultura figurada como era la norma en el arte de tradición árabe.
El palacio se articula con ocho contrafuertes a cada lado en los muros norte y sur, con la doble función de contrarrestar los empujes y permitir la verticalidad del edificio.
Los miradores de los testeros, presentan planta rectangular, se cubren con bóvedas de cañón y comunican con el exterior por medio de tres vanos, mayor el central que los laterales, con arcos de medio punto peraltados apoyados en columnas de fuste liso, adosadas al muro y exentas que arrancando de plintos y basas, se rematan arriba con capiteles corintios con dos hileros de hojas de acanto y en los ángulos se inscriben medallones de tradición romana. Estaban cerrados al exterior hasta la mitad de los fustes de las columnas con artísticas celosías, parte perdidas y parte conservadas en el Museo de Oviedo.
Los coronan otros tres ventanales en lo alto, similares pero de dimensiones más reducidas, su función es la de iluminar una cámara alta situada sobre el gran salón.
En los muros norte y sur también se abren ventanales para iluminar el interior, similares a los de los testeros, portaban celosías hoy en día perdidas.
Si pasamos al interior vemos que los vanos de los testeros, se estructuran igual que por el exterior, con la diferencia de que los capiteles presentan tres hileras de hojas y que en los medallones aparecen figuras de animales y que los vanos de los muros norte y sur están doblados y portan sobre las columnas de trenza, capiteles cúbicos –bizantinos con sus frentes recuadrados con figura geométrica y los campos con figura animal.
Los miradores comunican con el salón, por medio de tres puertas con arcos de medio punto peraltados, cobijados por otros ciegos apoyados en dobles columnas sogueadas que portan capiteles con sus campos ocupados por leones y perros bajo figuras humanas.
El salón de planta rectangular, se cubre con bóveda de medio cañón, separada por tramos por medio de arcos fajones, apoyados en ménsulas incrustadas en los muros de factura geométrica, sus muros norte y sur se decoran y articulan con siete arcos ciegos, apoyados en dobles columnas sogueadas, coronadas con gruesos capiteles cúbicos de tradición bizantina, con los campos de sus caras ocupados con figuras humanas y de animales y en los ángulos de los arcos se sitúan medallones, que ayudan a sostener a los arcos.
Bajo las ménsulas de los muros laterales se sitúan relieves esculpidos con jinetes sobre caballos.
En relación a la escultura que aparece en capiteles, medallones y relieves, simbólicamente vienen a representar lo siguiente: los JINETES representan a los soldados triunfadores en las batallas del monarca. Las FIGURAS HUMANAS representan a los normandos que intentaron entrar en Asturias y a hombres de confianza del rey. El LEÓN es el símbolo de Ramiro I y simboliza fortaleza. El PERRO simboliza la obediencia al rey. Los medallones decorativos son de tradición romana.
LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE LILLO.- situada unos metros más al noroeste del palacio de Santa Maria del Naranco, en las faldas del cabezo, está dedicada al Arcángel San Miguel.
La mandó construir Ramiro I como iglesia del conjunto de sus palacios del Naranco, alrededor por lo tanto de la mitad del siglo IX.
Ya hemos dicho que con las construcciones del Naranco, el estilo prerrománico llega a su mayor desarrollo tanto en arquitectura como en escultura, lo mismo que en sus pinturas que decoran su interior.
A su verticalidad arquitectónica hay que unir una extraordinaria escultura en basas, capiteles y en jambas de la entrada y sobre todo en sus celosías, las más bellas sin duda alguna de todo el estilo.
En la actualidad todos los autores están de acuerdo de que solo se conserva la tercera parte de su escultura, el resto se hundió entre la baja edad media y el siglo XVIII, no se sabe exactamente que parte del edificio se ha perdido, teniendo en cuenta la belleza de su fachada de los pies, conservando original la celosía del testero de la nave meridional y la celosía del muro sur, hay que pensar que lo perdido estaría hacia la cabecera, adaptando posteriormente esta al nuevo tamaño de las naves.
El edificio tal como lo vemos hoy en día, da la sensación al exterior de presentar planta de cruz griega, aunque en realidad presenta planta basilical de tres naves. A la entrada nos encontramos con un vestíbulo flanqueado por dos departamentos. De las tres naves es mas ancha y alta la central que las laterales y están separadas por columnas (el primero y único edificio prerrománico que sus naves no están separadas por separadas por pilares), las columnas arrancan de basas cuadradas esculpidas con arquillos albergando figuras, portan capiteles de tipo geométrico-prismáticos de influencia bizantina con los collarinos sogueados y escultura floral inscrita en círculos enmarcados por moldura de cuerda.
La iglesia se cubre con bóvedas con ejes contrapuestos, contrarrestando mutuamente sus empujes, estas bóvedas lo mismo que los arcos ojivales, que tuvieron su origen en el arte árabe del siglo IX, fueron luego punto de partida para las construcciones góticas ojivales; como los maestros góticos adquirieron sus conocimientos de la bóveda ojival, en Oriente Medio durante las cruzadas, es probable que también los arquitectos asturianos, tomarán sus modelos de allí, sobre todo del arte sirio.
Toda la iglesia en sí sobre todo su escultura, denota clara influencia bizantina y oriental, como lo demuestran las piezas de más valor artístico, como son los RELIEVES de las jambas de la puerta de acceso, en donde el artista tomó como modelo el DÍPTICO consular bizantino del cónsul Areobindo, del que se conserva un ejemplar en el Museo de leningrado.
En las jambas se representan entre otras: escenas de circo en donde un saltimbanqui hace un ejercicio por los aires sobre un palo y un domador con un látigo obliga a un león a levantarse sobre las patas traseras.
En el interior se conservan fragmentos de pinturas murales, algunas con cortinajes y edificios como veíamos en la iglesia de San Julián de los Prados, más bien de tipo decorativo; en otras se aprecian por primera vez en el arte asturiano, figuras humanas, aunque muy fragmentadas. Tienen gran importancia por ser tal vez, las primeras de tipo figurado empleadas en Europa.
Exteriormente se aprecia la gran verticalidad, con ocho contrafuertes en los muros norte y sur y esa atípica planta en relación con el sistema de abovamiento empleado en su interior.
Lo más significativo de todo el edificio son las bellísimas CELOSÍAS DE PIEDRA CALADA, que portan sus ventanales. Se conservan tres originales. Una en la fachada, otra en el muro sur y una tercera en el muro norte.
La del muro sur es la más señera, enmarcada por doble moldura de trenza, se compone de dos partes separadas por otra moldura similar, una parte alta con círculos unos mayores que otros, que al entrecruzarse unos con otros, generan figuras geométricas de cuadrados. La otra parte baja se compone de tres arcos de medio punto peraltados, con sus frentes de doble trenza que se apoyan en cuatro columnas, dos adosadas a los muros y dos exentas parteluces con fuste sogueado y capiteles de dos hileras de hojas y collarino sogueado.
Las demás celosías de los ventanales están reconstruidas, las originales o parte de ellas están en el Museo de Arqueología de Oviedo.
IGLESIA DE SANTA CRISTINA DE LENA.- En Vega del Rey entre Campomanes y Pola de Lena, a unos cinco Km. de esta ultima población, sobre un promontorio se alza esta interesantísima iglesia, mandada construir por Ordoño I hijo de Ramiro I, que reinó durante entre los años 850 y 866, tuvo que ser por lo tanto construida, entre estos años y se conserva muy bien a pesar de sufrir un incendio el año 1934, fue restaurada entre los años 1940 y1980.
Presenta planta cruciforme de una nave de cinco tramos, nartex rectangular a los pies de la nave, ábside con planta similar al nartex en el lado opuesto, dos dependencias laterales abiertas a los muros norte y sur, y una tribuna real sobre el nartex y por último está la Cámara de Refugio situada sobre el ábside.
INTERIOR.- La nave se compone de cinco tramos y se cubre con bóvedas de medio cañón, entre arcos fajones de medio punto, es la único elemento que está reconstruido, mientras que los demás departamentos son los originales; los arcos fajones se apoyan en contrafuertes, que algunos de ellos no se corresponden con los exteriores: los muros de la nave son de sillarejo y están decorados con arquerías ciegas apoyadas en columnas pareadas.
El ábside se compone de doble tramo cubiertos con bóveda de cañón divididos por un arco fajón, está muy elevado con respecto al presbiterio, y a la nave se accede desde este por doble escalinata, en el testero recto del ábside se abre un ventanal para iluminar su interior. En la actualidad está rehecho y presenta forma rectangular, inscrito en un arco de medio punto.
El arco de ingreso es de medio punto y se apoya en sendas columna con fuste de trenza y coronadas por capiteles cúbicos de influencia bizantina, con sus frentes geométricos recuadrados y sus campos ocupados con figura de animal.
A ambos lados de la capilla mayor se sitúan otros arcos ciegos de medio punto sobre jambas.
El presbiterio es el elemento más notorio del edificio. De él se acceda a la capilla mayor por medio de tres escalinatas y lo separa de la nave un iconostasio y un cancel visigodo reutilizado.
El ICONOSTASIO consta de un triple arco peraltado, sobre columnas que portan fustes y capiteles reutilizados del arte visigodo. Sobre los arcos y en las enjutas se sitúan cinco celosías de piedra de forma variada: cruces, arquillos, y figuras geométricas.
El cancel situado entre las dos columnas que sostienen al arco central, es una gran lápida visigoda reutilizada aquí, se compone de cinco fajas verticales, esculpidas con rosetas, cruces y tallos ondulantes en forma de roleos inscribiendo círculos con racimos y palmetas.
A los pies del templo se sitúa la tribuna real, a la que se accede por una escalinata situada en el lado meridional.
Sobre el nartex existe una cámara que se cubre con bóveda de medio cañón con arco fajón al centro, se puede acceder a ella por medio de la tribuna real o por otra escalera.
De la nave se accede a las cámaras laterales por medio de arcos de medio punto, se cubren con bóvedas de medio cañón con arco fajón al centro.
El pórtico o nartex situado a poniente es de planta rectangular y se cubre con bóveda de cañón. Se accede a su interior desde el exterior por medio de una puerta con arco de medio punto peraltado, apoyado en doble columna a través de ménsulas circulares. Sobre la puerta se abre un pequeño ventanal para iluminar la cámara que se sitúa sobre él.
Del pórtico se accede al interior del templo por otra puerta con arco de medio punto apoyado en jambas.
EXTERIOR.- los muros están construidos con sillarejo y sillares en las esquinas y en los contrafuertes, se articula con treinta y dos contrafuertes en toda su extensión y las cornisas se apoyan en simples modillones prismáticos.
Del exterior hay que destacar los ventanales situados en el testero del ábside y en el testero de la cámara septentrional, inscritos en rectángulos se componen de cuatro arcos y dos arcos respectivamente, apoyados en columnillas adosadas y en función de maineles, portando capiteles. En la parte alta del testero del ábside y a los pies de la nave, se abren sendos ventanales portando celosías reconstruidas.
Período Posrramirense.
IGLESIA DE SAN SALVADOR DE VALDEDIÓS.- situada dentro de los recintos del monasterio cisterciense de Valdediós, a unos kilómetros de la población de Villaviciosa, a orillas del río Valdediós, fue fundada por el monarca Alfonso III el Magno el año 893, en presencia de siete obispos.
Sus novedades constructivas radican en que sus arcos son de herradura y la presencia de un pórtico adosado a la nave lateral del mediodía.
Su planta y estructura lo mismo que la decoración siguen siendo prerrománicas, similares a las demás iglesias asturianas. Sin embargo se emplea la sillería en la mayor parte de sus muros, más propia de las iglesias mozárabes que de las asturianas.
La iglesia presenta planta basilical de tres naves, más alta y ancha la central que las laterales, separadas por arcos de medio punto apoyados en pilares. Cabecera compuesta de tres ábsides, más amplio el central que los laterales. Nartex a los pies con un departamento a cada lado y pórtico meridional.
Al nartex se accede por una puerta con un arco de herradura de sillería, se apoya en gruesas columnas a través de mensulas, aquellas portan capiteles con decoración perdida con restos de hojas y tallos: su interior presenta planta rectangular cubierto con bóveda de cañón, flanqueado por dos departamentos laterales, con los que se comunica por medio de dos robustas puertas, poco elevadas tal vez relacionadas con su función.
A los pies del templo sobre el nartex, se sitúa un coro alto siguiendo la tradición carolingia, que se cubre con bóveda de cañón, abierto a la nave central por medio de un gran arco de medio punto y flanqueado a ambos lados por dos cámaras más reducidas de tamaño y también cubiertas con bóvedas de medio cañón.
Las tres comunican al exterior a la fachada occidental, las laterales con simples aspilleras y la central con un ventanal ajimezado, con arcos de herradura sobre columnas por medio de capiteles deteriorados.
De las naves mas alta y ancha la central, que recibe la iluminación por cuatro ventanales a ambos de los muros altos, está separada de las laterales por una arcada compuesta de por cuatro arcos de medio punto a cada lado apoyados en pilares por medio de capiteles –cimacios decorados y se cubre con bóvedas las tres de cañón corrido.
A ambos lados de las naves laterales se abren dos cámaras por medio de puertas dinteladas similares al nartex, que se cubren con bóvedas de cañón y se iluminan desde el exterior con un ventanal ajimezado con arcos de herradura y parteluz con una columna sobre la que se apoyan los arcos gemelos. Estas puertas dinteladas de comunicación rectangulares presentan el clásico arco de ladrillo- dintel, formando una unidad ya observadas en otras iglesias anteriores asturianas.
La cabecera compuesta de tres ábsides rectangulares de testero recto con su ventanal axial correspondiente para su iluminación, se cubren con bóvedas de cañón que arrancan de gruesas impostas. El ventanal del ábside central es más complejo, con arco de herradura apoyado en columnas que portan capiteles con hojas.
Los arcos de ingreso de las ábsides laterales son de herradura apoyados en columnas monolíticas coronadas con capiteles corintios compuestos por hileras de hojas de acanto y gruesos cimacios sobre ellos, sobre todo a la izquierda, según visión del espectador.
El arco de ingreso a la capilla mayor también es de herradura apoyado en gruesas columnas y capiteles originales de hojas y collarino sogueado.
Algunas columnas y capiteles son aprovechados de una ermita romana cercana y los cimacios con de gran belleza acorde con los capiteles.
El en lado meridional de la iglesia se sitúa un pórtico siguiendo la tradición mozárabe, con planta rectangular cubierto con bóveda de cañón dividida de cañón dividida en cinco tramos, por arcos fajones que se apoyan en columnas hacia el muro de la iglesia y en ménsulas en el muro exterior. Aquellas con capiteles y estas artísticamente decoradas con collarino de trenza. En su testero occidental e abre un ventanal que ilunima su interior, con arco de medio punto y tapizado con una hermosa celosía geométrica de rombos y círculos. El pórtico comunica con la iglesia por una simple puerta.
Sobre el ábside central se sitúa una cámara alta como viene siendo la norma, en la mayoría de las iglesias asturianas. Prerrománicas.
Exteriormente la iglesia se articula con contrafuertes de sillería, sillería que también se va a emplear en los esquínales y en parte de sus muros, mientras que los muros bajos están construidos con sillarejo y en bastante mal estado de conservación.
De los ventanales que iluminan el interior con arcos de herradura, destaca el que se abre sobre en la fachada de los pies del templo comunicando con el coro alto, se compone de un arco de herradura construido en un solo sillar de una sola pieza enmarcado con una moldura de trenza sobre columnas, dos adosadas y una en el centro en función de ajimez.
Sobre el ábside central se abre un ventanal comunicando con la cámara alta propia de estas iglesias, compuesto de triple arcos de herradura y doble ajimez al centro, similar a de otras iglesias del estilo de los demás ventanales, algunos construidos de ladrillo con arcos de herradura, y sus frentes esculpidos con líneas y sogas.
IGLESIA DE SANTO ADRIANO DE TUÑÓN.- Fundada por el rey Alfonso III el Magno y su esposa Dª Jimena el año 891. Se volvió a consagrar el año 1108 tras una restauración, sufrió añadidos y reformas en los siglos XVII y XVIII.
Últimamente han aparecido pinturas murales en el interior de sus ábsides, aunque en no m uy buen estado de conservación,
De su primitiva fábrica prerrománica se conservan las tres naves y los tres ábsides, así como la cámara que se abre a la nave del mediodía.
Interiormente las naves se cubren con armadura de madera a dos aguas en la central y a una vertiente en las laterales, que son más bajas y estrechas que la central, están separadas por pilares cuadrados sobre los que se apoyan tres arcos de medio punto. A cada lado.
La iluminación la reciben por tres ventanales rectangulares con celosías modernas, que se abren en los muros de la nave central sobre las naves laterales, también por otros ventanales que se abren en los muros de las naves laterales.
Sobre el arco de ingreso del ábside central se abre un pequeño ventanal, que comunica a la nave central con la cámara alta que se sitúa sobre el ábside central, con solo la misión arquitectónica de prolongar los muros de la nave central hasta el testero de los ábsides.
A la nave lateral del mediodía se abre una cámara que se cubre con armadura de madera a dos aguas, hoy en día en función de sacristía.
Los tres ábsides rectangulares con testero recto, se cubren con bóvedas de cañón y sus tres arcos de entrada son de medio punto. El del ábside central es de ladrillo apoyado en jambas con dos columnas adosadas sin función especifica y portando capiteles de tipo corintio con hojas de distinta factura y seguramente aprovechadas de alguna basílica romana cercana.
En cada testero se abre un ventanal con arcos de medio punto portando celosías reconstruidas.
A la iglesia prerrománica se la añadió en época barroca una nave a los pies del templo, a continuación de la nave central, que se cubre con armadura de madera a dos aguas y de ella se accede a dos capillas laterales también de factura moderna.
A los pies existe un coro alto sobre techumbre de madera.
De esta nave moderna se accede a la nave central de la iglesia prerrománica por medio de un gran arco de medio punto.
Exteriormente tiene poco de valor, solo los ventanales del testero de los ábsides portan celosías modernas y sobre el ventanal del ábside central se abre el de la cámara alta con sobre arcos de medio punto de ladrillo con una columna mainel de sillería coronada con un capitel prismático.
Concluida la iglesia de San Salvador de Valdediós, a pesar de que los herederos de Alfonso III, trasladaron la capital de Oviedo a León, aun se siguieron construyendo iglesias de estilo prerrománico asturiano en territorio de Asturias. Por tratarse ya de iglesias de la fase final del estilo, su estilo, su planta y estructura ya está cargada de una fuerte tradición mozárabe. Su cronología es del primer tercio del siglo X. Entre las iglesias conservadas, hay que citar la de San Salvador de Priesca y la de santiago de Gobiendes.
IGLESIA DE SAN SALVADOR DE PRIESCA.- Se localiza a unos doce o trece Kms. al noreste de la población de Villaviciosa, por la carretera que desde Villaviciosa nos conduce a Colunga. Conserva como la de Valdediós el pórtico meridional ya de tradición mozárabe.
Fue consagrada el año 921 como lo acreditaba un epígrafe, desaparecido en la actualidad. Fue parcialmente reformada en el siglo XVII, en 1936 sufrió un incendio y hubo que reconstruirla y a principios del siglo XXI, fue restaurada.
Consta de tres naves cubiertas con armadura de madera, tres ábsides rectangulares de testero recto abovedados, nartex a los pies con sendas cámaras a sus costados, coro alto a los pies de construcción posterior y pórtico lateral en el lado meridional del edificio. Todo el interior estuvo decorado con pinturas murales en muy mal estados de conservación, de ahí que se nos hace difícil catalogarlas.
El ábside central es el elemento mas significativo del templo, está recorrido interiormente por una arquería ciega compuesta de tres arcos de medio punto en cada uno de los tres muros, que se apoyan en columnas adosadas que portan gruesos capiteles decorados con grandes hojas de tradición visigoda muy esquematizadas.
Toda la cabecera se cubre con bóvedas de medio cañón y en cada uno de los ábsides se abre un ventanal en su testero para la iluminación interior que en su día portaban bellas celosías, hoy en día reconstruidas. Los arcos de ingreso son de medio punto y se apoyan en columnas que portan capiteles originales decorados con grandes hojas.
Las naves cubiertas con madera están deslindadas por arcos de medio punto apoyados en pilares de mampostería por medio de cimacios y capiteles ambos decorados con escultura geométrica y vegetal.
La iluminación la reciben las naves por medio de cuatro ventanales rectangulares situados en los muros altos de la nave central, que portan bellas celosías reconstruidas y por otros ventanales también reconstruidos situados en los muros de las naves laterales, que portaban celosías reconstruidas.
El coro alto a los pies del templo, fruto de la reconstrucción mencionada está compuesto de tres departamentos comunicados con las naves por medio de vanos con arcos de medio punto.
A los pies del edificio se sitúa el nartex flanqueado por las dos cámaras, al más claro estilo asturiano, de influencia visigoda.
En el lado meridional se sitúa el pórtico reconstruido en el siglo XVII, se extiende por toda la longitud del muro meridional de la nave lateral, conserva de su original fábrica un ventanal con sobre arco de herradura sobre jambas y parteluz central.
En la parte alta del testero del testero de la del ábside central se abre el ventanal que comunica con la cámara de refugio que se sitúa sobre el ábside, es de forma parecida al del testero del pórtico y como aquel se compone de doble arco de herradura sobre jambas y mainel central.
El campanario que se alza a los pies del templo sobre la nave central, es de factura barroca ya que corresponde a la mencionada reforma del siglo XVII.
IGLESIA DE SANTIAGO DE GOBIENDES.- Situada en la pequeña población de Gobiendes entre Colunga y Ribadesella, pertenece al concejo de Colunga y la encontramos a unos cuatro Km. de esta población desviándonos a la derecha de la carretera.
No se sabe a ciencia cierta la fecha de su consagración, se supone que se inició en el primer cuarto del siglo X, siendo rey de León Ordoño II, se consagró tal vez el año 924 fecha en que el rey Fruela II fue coronado rey de León por la muerte de su hermano Ordoño.
Fue muy modificada en el año 1853 y restaurada en el año 1987, en la reforma se amplió la capilla mayor, se prolongaron las naves y se le añadió un porche abierto a los costados sur y oeste.
Presenta planta basilical de tres naves cubiertas con armaduras de madera, deslindadas por arcos de medio punto apoyados en pilares cuadrados de sillería y cabecera de tres ábsides de testero recto que se cubren con bóvedas de medio cañón.
De su original fabrica solo quedan por lo tanto los tres ábsides, parte de las naves y un ventanal que viene a ser el elementos más notorio del edificio, situado en el muro meridional del ábside central con doble arco de herradura y ajimez central.
La sacristía situada en el lado sur es de factura posterior, lo mismo que el campanario que se alza a los pies del templo.
Concluida la iglesia de Santiago de Gobiendes, en Asturias al contrario que en otras provincias del Reino, situadas más al sur de la Península,, no se construyeron iglesias mozárabes, de ahí que el enlace del prerrománico con el románico se haga aquí a través del arte prerrománico asturiano, y es norma que iglesias iniciadas en estilo asturiano, al llegar el románico cambien de rumbo en las obras pasando de un estilo al otro, como se puede apreciar en muchas de ellas, en donde vemos que la planta y la estructura se mantenía, no así la escultura y el remate final que era románico.
Siguiendo estas normas, se construyó en el siglo XII la iglesia de San salvador de Fuentes, sobre los restos de un oratorio consagrado en 1023. Conserva la tradición y parte de su estructura prerrománica, ya que la iglesia consta de una nave cubierta con madera y cabecera rectangular recta cubierta con bóveda de cañón, de clara influencia asturiana. Además su cabecera se adorna con una arquería ciega con capiteles de hojas al estilo de los edificios asturianos.
También en cabranes, la iglesia de San Julian de Viñón, se inicia a finales del siglo X, conservando parte de su estructura asturiana, con remate final romano.
En la comarca de Taverga, en la población de Plaza, se levanta la colegiata de San Pedro de Taverga, que se inició según estilo asturiano para seguir luego las obras para seguir construyéndola en estilo románico.
FIN
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