a rápida conquista del REINO VISIGODO HISPANO por los musulmanes a partir del año 711, tan solo dos años después de la batalla de Guadalete, quedaba proclamada en Toledo, la soberanía del califa de Damasco.
Esta rápida acción militar, propiciada más por las luchas internas de los visigodos, que por los méritos de los musulmanes, determinó la incorporación al territorio islámico conquistado, de grandes masas de población cristiana. Mucha de esta población mantuvo su fe religiosa-cristiana, bajo la denominación política de los conquistadores y se le conocía con el nombre de MOZÁRABES.
En un principio estos cristianos mozárabes, vivieron con cierta libertad entre los musulmanes e incluso intervenían en el gobierno del país, sobre todo a nivel local (pequeñas poblaciones) y los musulmanes le permitían la práctica de su culto cristiano, aunque apoyaban más a los cristianos conversos al Islam (maladíes) y rechazaban la adaptación de su pueblo islámico, a las formas sociales heredadas del pasado visigodo.
A medida que D. Pelayo y sus sucesores en Asturias y en León por un lado, y Carlomagno y los condes de Cataluña por otro, dieron mayor fortaleza al cristianismo, se fue haciendo más peligrosa la convivencia de los grandes núcleos de población cristiana, dentro del territorio controlado políticamente por los musulmanes.
Los musulmanes poco a poco fueron tomando medidas, para limitar la libertad de que gozaban los cristianos, y los fueron controlando cada vez con mayor intensidad. Las mermas de esta libertades, provocó numerosas revueltas mozárabes, alcanzando su punto culminante en Córdoba el año 850. Sofocada esta primera rebelión, pasaron algunos años de tranquilidad, pero no tardaron en crearles nuevos problemas a los musulmanes, con nuevas revuelta y sublevaciones que Abd al Rahman III aplastó con severidad en el siglo X, en la época del mayor esplendor del Califato de Córdoba.
La represión por los musulmanes, unida a la inestabilidad política y social de la España musulmana, dio lugar a que muchos mozárabes emigrasen al norte, asentándose en tierra de nadie, entre las dos culturas a medida que iban creciendo los reinos cristianos. En ello tuvo mucho que ver los monarcas asturianos Ordoño I y sobre todo Alfonso III el Magno, que fruto de su buena política, el reino de Asturias pasará por una época de gran esplendor y florecimiento. Alfonso III dio un gran impulso a la Reconquista, intervino en las luchas internas de los últimos mandatarios cordobeses infligiéndole severas derrotas, agregando a su reino nuevos territorios y llevando las líneas divisorias hasta la vertiente del río Duero, cuya posesión aseguró. Por otro lado hizo incursiones por tierras musulmanas, trayendo consigo gran cantidad de mozárabes, que van a ser los que inicien en las tierras conquistadas por los cristianos EL ARTE MOZÁRABE.
Los mozárabes repoblaron las provincias gallegas y las de León y Valladolid reconquistadas, en las que nos dejaron muestras de su arte: las iglesias de San Miguel de Celanova, San Miguel de Escalada y San Cebrián de Mozote, son algunos ejemplos de las numerosas iglesias que construyeron. Ahora bien, en donde se asentaron fue sobre todo en las zonas fronterizas entre las dos culturas, que se trataba de tierras abandonadas por haber sido teatro de luchas sangrientas entre cristianos y musulmanes.
Los musulmanes asentados en estas tierras deshabitadas, fueron bien recibidos, aceptados y admitidos por los demás cristianos, pero sus costumbres y su lengua propia después de convivir largos años con los islámicos, acabaron por no integrarse totalmente con los demás cristianos, y ahí se quedaron aislados, sobre todo en la vertiente del Duero, desarrollando su arte en ocasiones de gran belleza con edificios señeros y en otras ocasiones muy sencillo e incluso interviniendo en edificios pre-románicos y románicos primitivos, bajo la dirección de maestros y arquitectos hispano-visigodos, dejando sentir su influencia y su impronta, adquirida de su convivencia con el pueblo árabe, como muy bien se puede apreciar en las iglesias de Santa Maria y de San Miguel, de San Esteban de Gormáz.
Las comunidades mozárabes habían asimilado e incorporado a su cultura y a su arte, todo lo del mundo musulmán que no iba en contra de sus creencias cristianas. Ahora bien, a las influencias musulmanas, había que añadirle las que adquieren del cristianismo de Oriente, sobre todo de los cristianos coptos (monofisistas) de Egipto, que tuvieron que vivir en las mismas condiciones que los cristianos hispanos, al conquistar los árabes a los bizantinos cristianos la provincia egipcia.
Los musulmanes fruto de su relación con los bizantinos, conocían muy bien lo construido por estos en la ciudad de Bizancio y en las demás provincias del Imperio romano de Oriente. Estos conocimientos los van a plasmar en la península Ibérica en su arte hispano musulmán.
Fruto de estas influencias recibidas del mundo islámico, tanto del construido en la Hispania, como del que traían asimilado del cristianismo de Oriente y de lo heredado de sus antepasados visigodos, EL ARTE MOZARABE se va a crear y desarrollar merced a tres factores:
1º.- DE LA EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS VISIGODAS.
2º.- DE LAS CONSTANTES INFLUENCIAS DE LA CULTURA ISLÁMICA.
3º.- DE LA QUE RECIBEN DE LAS CULTURAS Y COMUNIDADES CRISTIANAS DE ORIENTE, LLEGADAS A LA PENÍNSULA IBÉRICA A TRAVÉS DEL MUNDO ISLÁMICO.
Cronológicamente el momento de mayor esplendor corresponde al siglo X, a partir del primer tercio del siglo XI, va perdiendo fuerza, a medida que se va imponiendo en las zonas de repoblación, la cultura que dará origen al estilo románico. Desaparecerá a finales del siglo XI, al imponerse el rito romano-benedictino.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ARTE MOZÁRABE.
1ª.- Siguiendo la tradición visigoda, la arquitectura mozárabe utiliza el sillar para la construcción de sus muros. En algún caso aislado cuando se trata de edificios sencillos hace uso del sillarejo.
2ª.- Como soporte emplea la columna, más fina y esbelta que la visigoda. En casos aislados usa el pilar compuesto.
3ª.- El capitel más frecuentemente empleado es el de tradición visigoda, acentuando los efectos del claroscuro, bien mediante la talla a bisel o resaltando hacia fuera los extremos de las hojas de acanto del capitel corintio, con sus astrágalos sogueados en la mayoría de los casos.
4ª.- El arco sistemáticamente empleado es el de herradura, siguiendo el modelo del arco califal islámico, prolongando la curva del arco más allá de la mitad del radio. Ordinariamente alternan el colorido de sus dovelas y se hace uso del Alfiz, para encuadrarlos y realzar más la decoración del trasdós de las dovelas; los arranques de la rosca serán más estrechos que la clave, como ocurre en el arco califal.
5ª.- Las plantas pueden ser de una o tres naves basilicales, se cubren con armadura de madera a dos aguas (parhilera) en la nave central y a una vertiente en las naves laterales.
6ª.- Las capillas absidales o absidiales presentan plantas rectangulares o cuadradas con testero recto al exterior, se pueden cubrir con bóvedas de cañón, de arista o con crucería califal (los arcos no pasan por el centro).
En los ábsides circulares muy frecuentes en las iglesias mozárabes, se emplea la cubierta más usada en el arte mozárabe: la cúpula gallonada, estructurada con sectores o gallones radiales cóncavos, dispuestos de forma similar a los gajos de una naranja, de ahí su nombre. Destaca la de la iglesia de San Cebrián de Mozote (provincia de Valladolid).
En los ábsides elípticos u ovoidales, como en la iglesia de Santo Tomás de las Ollas (Ponferrada), se cubren con cúpulas diversas, aquí con una que se asemeja a una gallonada, aunque en realidad se trata de una cúpula de tipo lombardo con once cascos.
Las cubiertas de los ábsides, se protegen con un tejadillo compuesto de tejas curvas, que sobresale bastante de la línea del muro, creando un amplio alero apoyado en ménsulas denominadas en el arte mozárabe, modillones de rollos o de lóbulos inspirados en los islámicos, pero que se diferencian de estos, en que además de tener sus caras decoradas con flores de seis pétalos, hélices o algún motivo evocador de la tradición visigoda, colocan en ambos extremos del alero, modillones de mayor tamaño que los restantes centrales.
Los ábsides que por el exterior presentan testero recto, por el interior pueden también presentar testero recto, aunque la mayoría suelen tener forma de herradura.
Interiormente las plantas de las iglesias mozárabes, se suelen distinguir de las visigodas, en que presentan el iconostasio o iconostasis y los canceles. Aquel separa la cabecera del resto de la iglesia y estos acotan los espacios del presbiterio.
7ª.- Las puertas de acceso al interior, suelen situarse a un lado de edificio, es muy raro poder entrar al interior de la iglesia por una puerta situada en el muro de los pies, en el eje principal del monumento. Algunas iglesias presentan un pórtico en el lado meridional, que ya veíamos en los edificios más tardíos del arte pre-románico asturiano.
Es de resaltar la carencia de un tipo uniforme de templo, la versatilidad de modelos se debe sin duda alguna, a que se trata de una arquitectura que ha de responder a las múltiples soluciones de la arquitectura cristiana oriental, cuyas influencias se dejan notar.
Las iglesias muzárabes fueron construidas entre la segunda mitad del siglo IX, y el primer tercio del siglo XI. Según su cronología podemos dividirlas en dos grandes grupos.
1º.- Las que fueron construidas en el siglo IX, por mozárabes que residían en territorio musulmán, bajo el poder político de los árabes, que les permitían a los cristianos cierta libertad religiosa. Solo se conservan dos iglesias: la iglesia de Bobastro, situada en la provincia de Málaga y la iglesia de Santa Maria de Melque, en la provincia de Toledo, esta última se trata de una construcción visigoda, levantada sobre una villa romana, modificada posteriormente en el siglo IX por los mozárabes.
2º.- Las construidas en el siglo X y primer tercio del XI, por los mozárabes en territorio cristiano reconquistado a los musulmanes en el norte de la provincia, que a medida que iba avanzando la Reconquista, los cristianos repoblaban lo conquistado con mozárabes que emigraban del sur huyendo de las represalias musulmanas. Los mozárabes se establecían en las nuevas tierras, aprovechando el florecimiento del reino de Asturias en los siglos IX y X, protegidos por los grandes monarcas: Ordoño I y Alfonso III y la decadencia de los Omeyas en constantes luchas internas entre ellos. Fueron estos dos reyes asturianos los que estimulaban a los mozárabes a emigrar mediante concesiones y privilegios, capitaneados por los monjes de Toledo Y Córdoba, que huían del ambiente hostil en que se encontraban para practicar su religión.
De los edificios mozárabes que perduran hoy en día, nos vamos a encontrar:
1º.-Iglesias muy bien conservadas como las de San Miguel de Celanova; la de Santiago de Peñalba; la de San Miguel de Escalada y la ermita de San Baudelio.
2º.-Iglesias muy bien conservadas fruto de una restauración y remodelación de su estructura como la iglesia de San Cebrián de Mozote.
3º.-Iglesias conservando solo en estilo mozárabe la cabecera y el resto ya rehecho en estilos posteriores, ejemplos de estas iglesias los tenemos en la de Santo Tomás de las Ollas; la parroquial de Wamba, en la de Santa Maria de Mixós y en la de Santa Eufemia de Ambía.
4º.- Ermitas asentadas sobre todo en la provincia de Burgos, unas bien conservadas como la de Santa Cecilia, situada cerca de Covarrubias, y otras conservando solo elementos muzárabes u de tradición mozárabe como la Cripta de la catedral de Vic.
5º.- Existen una serie de elementos sueltos sobre todo capiteles y columnas, distribuidos en museos confeccionados en las propias iglesias de tradición mozarabe y en función de pilas del agua bendita en infinidad de iglesias.
LOCALIZACIÓN DE LOS MONUMENTOS Y RESTOS SUELTOS POR REGIONES.
En Galicia el templo mejor conservado es la iglesia de San Miguel de Celanova, situado en el jardín del monasterio de San Salvador, de pequeñísimas dimensiones, contrasta con la monumentalidad del monasterio barroco.
La iglesia de Santa Maria de Mixós, está situada a unos tres kilómetros al norte de la población de Verín. De tres ábsides quedando restos del iconostasio y de los canceles y una estela visigoda incrustada en el muro norte.
La iglesia de Santa Eufemia de Ambía, situada al norte de Allariz, en estilo mozarabe conserva solo la cabecera, no está muy bien documentada, al pie del monumento un letrero nos indica que se trata simplemente de una iglesia pre-románica.
La iglesia de San Martín de Pazo, localizada cerca de Allariz, de factura mozárabe conserva los muros bajos de la nave y las dos puertas de acceso con arcos de herradura.
En la provincia de León es en donde se asientan los monumentos más sobresalientes y mejor conservados del estilo mozárabe:
1ª.- la iglesia de SAN MIGUEL DE ESCALADA, situada al norte de la población de Mansilla de las mulas, cerca de Gradefes a orillas del río Esla. Todo el edificio conserva su estructura original, excepto un pequeño añadido en su lado este en estilo románico.
2ª.- Iglesia de SANTIAGO DE PEÑALBA, situada al sur de Ponferrada, en plena sierra del Teleno en los montes Aquilianos, presenta planta en forma de cruz con dos ábsides contrapuestos, de testero recto al exterior y de herradura al interior, nave única y cimborrio sobre uno de los tramos de la nave.
3ª.- Iglesia de SANTO TOMÁS DE LAS OLLAS, situada en un barrio de Ponferrada, conserva una de las cabeceras más originales del mozárabe, de planta rectangular con testero recto al exterior y elíptico al interior.
En la provincia de Valladolid se conservan las iglesias:
1ª.-SAN CEBRIÁN DE MOZOTE, situada cerca de la población de Mota del Marqués. Goza de un espléndido interior, con dos ábsides contrapuestos cubiertos con bóvedas gallonadas y columnas de bella factura alguna reutilizada.
2ª.- LA CABECERA DE LA PARROQUIAL DE WAMBA, situada en esta pequeña población al oeste de Valladolid. La cabecera se compone de tres ábsides cuadrangulares de testero recto. Las naves son del siglo XIII románicas.
En Cantabria componen el conjunto del mozárabe:
1ª.- LA IGLESIA DE SANTA MARIA DE LEBEÑA, situada al norte de la población de potes, al sur de los Picos de Europa, es una de las iglesias más bellas y completas del estilo, fundada por los condes de Lebeña: D. Alfonso, descendiente directo de D. Pelayo y Dª Justa, que habían llegado a estas tierras con los mozárabes emigrados del sur.
2ª.- LA ERMITA DE SAN ROMÁN DE MOROSO, situada al norte de la población de San Juan de Caicedo, en medio de un impresionante paraje a orillas de un arroyo.
3ª.- LA ERMITA DE HELGUERA DE MOLLEDO, situada en esta población al norte de Barcena de Pie de Concha,, se trata de una pequeña ermita que conserva en estilo mozárabe, una impresionante serie de modillones de rollos bajo la cornisa, el interior está totalmente reconstruido.
En la provincia de Palencia, en la comarca del Valle del Cerrato y en la pequeña localidad de Hémedes, está situada la ermita de LA VIRGEN DE LA HERA, conservando algún que otro elemento mozárabe.
En la provincia de Burgos, existen varias ermitas, unas más o menos de factura mozárabe, otras conservando elementos mozárabes, y un tercer grupo que se trata de iglesias románicas, muy tempraneras dentro del estilo del siglo XI. Muestran sus cabeceras construidas siguiendo la tradición mozárabe, con plantas rectangulares y que si no fuera por los arcos de medio punto inscritos en su estructura, podían pasar por mozárabes.
Las que podemos considerar como mozárabes, están:
1ª.-La ERMITA DE SAN BAUTISTA de Barbadillo del Mercado, que bien se podía tratar de un edificio visigodo, modificado por los mozárabes.
2ª.- La ermita de SANTA CECILIA de Santibáñez del Val, situada cerca del monasterio de Santo Domingo de Silos, muy completa a pesar de que en su estructura aparece algún que otro elemento románico.
3ª.- La ermita de SAN FELICES DE OCA, situada cerca de Villafranca Montes de Oca, muy reconstruida en estilos posteriores.
Las ermitas de SAN QUIRICO y SANTA JULIANA de la Sierra y la ermita de Retocillo.
Luego están las ermitas románicas de Barbadillo del Pez, que bien podían pasar por mozárabes, sobre todo la de Santa Maria, que a pesar de ser construidas en el siglo XI, siguiendo la tradición mozárabe en estilo románico.
De las iglesias que conservan sus ábsides de tradición mozarabe, están las ermitas del Cristo de Coruña del Conde, la de Tubilla del Agua, la iglesia de Monterrubio y sobre todo las ermitas de Cueva de Jarros y la de Tolbaños de Abajo, estas dos últimas por su aspecto más se parecen a mozárabes que románicas. La de Tolbaños al poseer un pórtico en el lado meridional, su planta es muy similar a la de Santa Cecilia de Santibáñez del Val.
En la provincia de Zamora, a pesar de que existió un gran pasado mozárabe, por tratarse de territorio situado entre las dos culturas a la que emigraron muchos mozárabes, no se conservan iglesias mozárabes. Muchas de las primeras iglesias románicas, se construyeron siguiendo las pautas mozárabes, con cabeceras rectangulares de clara influencia mozárabe, como podemos apreciar en la iglesia de Santo Tomé, situada en la capital zamorana y en la de Santa Marta de Tera, localizada a orillas del río Tera entre Benavente y Mombuey.
En la provincia de Soria, en las cercanías de Berlanga de Duero, se encuentra la ERMITA DE SAN BAUDEL, con todo su interior decorado con pinturas murales románicas. Hoy en día solo quedan las improntas y alguna pintura “in situ”, la mayoría están en Estados Unidos y en el Museo del Prado.
En la Rioja esta situada LA IGLESIA DE SAN MILLÁN DE SUSO, situada al norte de la población y del monasterio de Yuso, en su estructura se combinan elementos visigodos, mozárabes y románicos del siglo XI.
La ermita de NUESTRA SEÑORA DE PEÑALBA, está situada en la población de Arnedillo, se construyó siguiendo las trazas de la ermita de San Baudel, con una columna central de la que parten los nervios de la bóveda.
En Aragón se conserva la parte mozárabe del monasterio de San Juan de la Peña; la construcción mozárabe se sitúa bajo la iglesia románica alta, se compone de dos naves rematadas con sus correspondientes cabeceras rectangulares de testero recto, escavadas en la roca que cobija al monasterio.
En Cataluña, al hablar del mozárabe hay que ser cauto, bien cierto es que las iglesias están catalogadas como de los siglos IX y X, pero hay que tener en cuenta lo construido por los carolingios más o menos de la misma fecha, por lo tanto iglesias totalmente mozárabes no existe ninguna.
La iglesia de SAN QUINCE DE PEDRET, hay que catalogarla más bien de pre-románica, se construyó en el siglo IX y se amplió en el siglo X; esta ampliación puede que sea mozárabe.
La iglesia de SANTA MARIA DE MARQUET, situada al sur de Manresa, su nave es siglo XI románico, conserva de factura probablemente mozárabe, su cabecera de planta rectangular con dos capillas laterales.
La iglesia de SAN JULIÁN DE BOADA, situada al norte de San Feliu de Guixols, presenta una nave dividida por un arco de herradura, que más que visigodo parece mozárabe. Su cabecera trapecial con su arco de ingreso de herradura, nos parece mozárabe.
Al sur de Villafranca del Panadés, adosada al nordeste de la iglesia de SAN MIGUEL DE OLÉRDOLA, existe una cabecera mozárabe del siglo IX, con su arco de ingreso de herradura.
Luego quedan elementos sueltos como algún capitel en el monasterio de Ripoll, restos fueron reutilizados de la fábrica mozárabe al construir el abad Oliva la iglesia en estilo románico catalán.
Lo mismo podíamos decir de los capiteles de la cripta de la catedral de Vic, que son de tradición mozárabe - califal.
Entre los elementos sueltos que hemos podido localizar, la mayoría en el antiguo reino de León, hay que mencionar los siguientes:
En Villalonso en el término de Toro (Zamora), en una casa particular, se reutilizaron una columna con fuste de mármol liso del siglo X, con dos capiteles uno en función de basa y el otro coronando a la columna, el que está en lo alto porta un ábaco decorado, tallados a bisel, el segundo es similar a los que se encuentran en la iglesia de San Román de la Hornija, visigodo reutilizado. El que hace de basa, es mozárabe del siglo X, muy similar a los que se encuentran en la iglesia de Santo Tomás de Toro.
En la iglesia del SALVADOR de Morales de Toro (Zamora), existe un capitel mozárabe en función del agua bendita, sobre una columna monolítica de mármol; el capitel presenta el astrágalo sogueado y está decorado con cuatro hojas en las esquinas con las puntas curvas retorcidas en forma de volutas, es del siglo X.
En la iglesia de la Trinidad de Toro, la pila del agua bendita es un capitel mozárabe de principios del siglo X, con su astrágalo sogueado y dos filas de hojas con su cresta curva y entre las hojas de su fila alta aparecen aves con poco relieve, carece de ábaco.
En la iglesia de Santo Tomás de Toro, existen dos capiteles, uno de tipo corintio y otro de tipo oriental, uno de ellos posee un astrágalo sogueado, se pueden datar de principios del siglo X.
En el monasterio de Dueñas situado cerca de Sahún, sosteniendo a una talla de la Virgen románica, que preside la cabecera, está una columna de fuste liso, coronada con un capitel mozárabe con su astrágalo sogueado, de principios del siglo X.
En Sahún, en el interior de la iglesia de San Lorenzo, arrinconados en el suelo, existen dos voluminosos capiteles mozárabes, que desconocemos su procedencia.
En el monasterio cisterciense de Santa Maria de Sandoval (León), a la izquierda de la puerta de acceso al interior del templo, existe un bellísimo capitel mozárabe, en función de pila del agua bendita, por su tamaño creemos que está en relación con los de Sahún.
DESCRIPCIÓN DE LOS MONUMENTOS MÁS SOBRESALIENTES.
IGLESIA DE BOBASTRO.- Situada en la provincia de Málaga en el cerro de Castillón, que forma parte de las mesas de Villaverde, en plena serranía de Málaga. Durante el siglo IX fue el foco de la rebeldía de Omar Ibn Nafsún, frente a los emires cordobeses.
La iglesia está escavada en una roca y fue construida entre los años 809 y 917, cuando Ibn-Nafsún ya se había convertido al cristianismo.
Presenta planta basilical de tres naves, aunque la central nunca se construyó, crucero que no se proyecta al exterior ni por el interior, ya que tiene la misma anchura que las naves, y cabecera compuesta de tres ábsides de planta cuadrada los laterales y en forme de herradura la central.
Las naves están separadas por arcos de herradura de estilo califal apoyados en pilares. Delante de la puerta está enterrado Ibn Nafsún.
IGLESIA DE SANTA MARIA DE MELQUE.- Situada en la provincia de Toledo, en el término de San Martín de Montalbán, fue construida a finales del siglo IX, cuando la comarca toledana estaba prácticamente habitada por mozárabes cristianos, ya que el poder político musulmán apenas existía; circunstancia muy ventajosa para reconstruir esta bella iglesia mozárabe, sobre un complejo monástico visigodo levantado sobre una villa romana.
El edificio junto con la iglesia de San Pedro de la Mata de factura visigoda, es uno de los más antiguos de la provincia y se conserva casi íntegro. Recientemente fue restaurada no muy bien por cierto, y en su construcción los mozárabes reutilizaron sillares romanos y arcos de herradura de tipo musulmán.
Presenta planta en forme de cruz griega con los brazos desiguales, a los que se le añadieron recintos laterales y un pequeño claustro. Sobre el crucero se sitúa una cúpula, que en época árabe se prolongó exteriormente en forma de torre, cuando la iglesia funcionó como templo- fortaleza.
La cabecera se compone de tres ábsides, el central de planta rectangular al exterior y de herradura al interior, se cubre con una semicúpula y los laterales de planta rectangular se abren a los brazos del crucero y se cubren con bóvedas de cañón peraltadas.
El cimborrio sobre el crucero se eleva sobre bóvedas de arista capialzadas con hiladas anulares de sillería, siguiendo la tradición bizantina.
Los arcos son de herradura y los laterales los sostienen fustes semicilíndricos en función de jambas con impostas similares a los de la iglesia asturiana de San Miguel de Lillo.
Mozárabe en la comunidad gallega
IGLESIA DE SAN MIGUEL DE CELANOVA.- Situada en el jardín del monasterio de San Salvador de Celanova, al sur de la ciudad de Ourense, de su anterior construcción dedicada a San Rosendo, se conserva hermosísima capilla mozárabe del siglo X (942). Se conserva muy bien al estar edificada con Sillería de granito.
De planta basilical de bella factura de reducidas dimensiones y de admirables proporciones, consta de una pequeña nave hacia Occidente, un cuerpo rectangular más amplio a modo de crucero y un ábside, de testero recto por fuera y en forma de herradura por dentro.
De la pequeña nave con planta rectangular cubierta con bóveda de cañón, se pasa al crucero a través de un arco de herradura, de planta más bien cuadrada y más alto que la nave, se remata en lo alto en forma de cúpula con bóvedas de arista, sobre arcos murales de herradura que arrancan en los ángulos sobre modillones de rollos en función de ménsulas. Cuatro ventanales tipo saetera con arcos de herradura y derrame interior, iluminan el interior.
Del crucero se pasa a la cabecera de reducidas dimensiones, por medio de un gran arco de herradura encuadrado en alfiz. Se cubre con una bóveda gallonada octogonal, que arranca de una moldura de filete, prolongación de la que presenta el ventanal situado en su zona axial, con arco de herradura y derrame interior que la ilumina.
La nave presenta también un ventanal para su iluminación interior y recorren los muros otra imposta similar a la del ábside, situada en el arranque de la bóveda.
Al exterior el crucero más alto se articula con contrafuertes prismáticos. Su cornisa se apoya en modillones de lóbulos escalonados, siendo los situados en los ángulos de mayores dimensiones, inspirados en los modillones islámicos presentan motivos de tradición visigoda, con hélices, flores de seis pétalos, círculos, cruces y otras figuras geométricas de tradición visigoda. Su número es de siete por cada lado y como hemos dicho de mayor tamaño los angulares, como era la norma en todos los edificios mozárabes.
Por el exterior se aprecian las saeteras, una en el centro de cada lado del cuadrado, situados en su zona central con arcos de herradura y derrame interior, corresponden a los mencionados del interior.
Por debajo de los modillones sobre el que se apoya el amplio alero, corre un moldura de listel de la que arrancan aquellos.
El tejado que cubre al crucero está construido a cuatro aguas, mientras que en la nave y cabecera lo hace a dos vertientes.
En la cabecera su cornisa de espinillas y dientes de sierra entre dos molduras de listel, sostiene el tejado sin modillón alguno.
La nave con cornisa lisa hace la misma función que en la cabecera.
En la cabecera y en la nave se observan muy bien las saeteras, situadas en la zona media de sus testeros rectos, iluminando su interior.
La puerta de acceso al interior se sitúa en el muro sur de la nave, de factura sencilla y dintelada, con una inscripción en lo alto haciendo alusión a lo que estaba destinada por entonces- oratorio- y a nombre de quien se construyó- San Froilan Gutiérrez- hermano de San Rosendo.
En Galicia además de la iglesia de San Miguel de Celanova, existen tres iglesias –ermitas, situadas en la provincia de Orense, que conservan en su estructura elementos mozárabes.
IGLESIA DE SANTA MARIA DE MIXÓS. Situada en las cercanías de la población de Verin, a tres o cuatro Km. al norte de la población, siguiendo la carretera que nos lleva a la población de Retuerta. Conserva de su antigua fábrica mozárabe, solo la cabecera compuesta de tres ábsides, separados de la nave por un iconostasio incompleto. La nave está reconstruida en estilos posteriores góticos –renacentistas.
La cabecera fue reconstruida, no muy bien por cierto, los ábsides presentan testero recto al exterior y en forma de herradura por el interior. El ábside central es más amplio que los laterales, en los tres los arcos de ingreso son de herradura y en su testero presentan una saetera en cada uno de ellos con arcos de herradura y derrame interior, en el ábside central persisten restos de pinturas góticas-renacentistas. El ábside central y el septentrional conservan el ara original, en el septentrional el soporte es una estela visigoda reutilizada con inscripción. Entre la cabecera y la nave quedan restos del iconostasio. El resto de la iglesia está reconstruida.
CAPILLA DE SANTA EUFEMIA DE AMBIA.- La hemos localizado al norte de la población de Allariz, a la izquierda de la carretera que desde Allariz nos conduce a Mongas, a unos seis kilómetros al norte de Junquera de Ambia, en la aldea de San Esteban de Ambia.
Conserva la cabecera de estilo mozárabe del siglo X, compuesta de tres ábsides de planta rectangular bastantes reconstruidos, con testero recto tanto por el exterior como por el interior, en los testeros se abren saeteras con arcos de herradura y derrame interior.
Interiormente se conservan en parte los arcos de triunfo de herradura y restos también de arcos de herradura que comunicaban entre sí los ábsides.
El ábside central conserva el ara sostenido por una lápida-frontal con inscripción visigoda haciendo alusión a San Salvador y a Santa Eufemia.
Se conservan restos del iconostasio.
IGLESIA DE SAN MARTIÑO DE PAZO.- Fue la iglesia monástica de antiguo monasterio de Palatíolo, que ya existía en el siglo X. Hoy es la parroquial de San Matiño de Pazo, aldea situada a unos cuatro kilómetros de Allariz. De estilo mozárabe se construyó entre los siglos IX y X. Consta de una nave mozárabe y de una capilla moderna.
De estilo mozárabe conserva los muros de la nave de aparejo pseudoisódomo (hiladas regulares de distintas alturas que se disponen alternativamente), en los que se abren dos puertas de arco de herradura, con dovelas de despiece radial y enmarcadas con alfiles, que al interior se corresponden con otros arcos de herradura de mayor radio. Existen restos de ventanales con arcos de herradura.
Mozarabe en la provincia de León.
LA IGLESIA MOZARABE DEL MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE ESCALADA.-
El monasterio fundado el año 913, ha desaparecido, subsisten la iglesia monástica precedida de un pórtico o galería porticada adosada a su muro meridional, más una torre maciza y una capilla situadas al este a continuación de su cabecera, ambas en estilo románico de finales del siglo XI.
La iglesia está situada a orillas del río Esla, entre las poblaciones de Mansilla de las Mulas al sur y Gradefes al norte, en la provincia de León. Es tal vez la iglesia mozarabe más señera, no solo de la provincia de León, sino de toda España.
Presenta planta basilical de tres naves, más ancha la central que las laterales, crucero que no se proyecta al exterior y cabecera compuesta de tres ábsides de herradura, que se cubren con bóvedas cuculiformes de cuatro gallones.
Los arcos de triunfo son de herradura, muy cerrado en el central de influencia musulmana y más abiertos los laterales de influencia visigoda. Se apoyan en el central en una pareja de columnas que portan capiteles de tipo jónico, y en los laterales en pilastras con impostas.
Las bóvedas arrancan de una moldura decorada con aves en medio de motivos vegetales en el ábside central y lisa en los laterales.
Las naves del transepto se cubren con bóvedas de arista, quedando separadas de las naves laterales por medio de arcos de herradura sobre pilastras coronadas con capiteles.
El crucero se separa de la nave central, por medio de un iconostasio compuesto por tres arcos de herradura apoyados en columnas en el centro y pilastras y pilastras a los lados con capiteles delimitando la forma de un cuadrado, rematado arriba por un friso de motivos vegetales, que se cerraba con canceles decorados de los que se conservan seis fragmentos. Como las arquerías no llegan al techo, permite que la armadura mudéjar que cubre la nave central, se prolongue sobre el crucero hasta la cabecera.
Las naves mas ancha la central que las laterales, quedan deslindadas por dos arquerías de cinco arcos de herradura, cada una apoyadas en columnas exentas monolíticas, aunque algunas son dobles, con basas y capiteles de tipo corintio de diversa tipología, coronados con ábacos, uno de ellos situado en la arquería norte fue tallado de una lápida romana. En relación a los capiteles algunos por su ruda talla a bisel y por su astrágalo liso, son visigodos y los restantes de tipo asturicense (tres) aprovechados de otros edificios visigodos y romanos.
Las naves se cobren con una armadura de madera del siglo XIV de estilo mudéjar a dos aguas en la nave central y a una sola vertiente en las naves laterales.
PÓRTICO O GALERÍA PORTICADA.- Situado en el lado meridional del edificio, se compone de doce arcos de herradura trasdosados por una doble moldura de nacela y apoyados en columnas de fuste liso calizo, basas y capiteles de mármol en parte reutilizados de edificios visigodos.
Los capiteles no reutilizados de edificios visigodos con el collarino sogueado, por la talla de sus hojas nos indican que pudieron ser tallados en el siglo X, aprovechados de San Pedro de Eslonza, que se había construido en el siglo X y que ha desaparecido.
El pórtico se iniciaría por el lado oeste hacia el Este, los últimos arcos se construirían en el siglo XI, cuando ya estaba edificada la torre románica, ya que el último arco lo incrustan en sus muros.
La mayoría de los capiteles presentan una cara plana, por lo que debieron ser tallados para adosarlos a algún muro, la labra es de tipo corintio-romano con diversa decoración- hojas, volutas y rosetas-.
En el testero occidental del pórtico, se abre un ventanal con doble arco de herradura inscritos en un solo sillar, enmarcados con alfiz y apoyados en una columna en función de ajimez y en jambas laterales, la columna porta basas y capiteles esculpidos. Procede de otro lugar y fue reutilizado aquí, lo mismo que otro similar situado en el muro occidental de la torre.
En la parte occidental del muro meridional de la nave lateral se abre la puerta de acceso al interior del templo, se compone de un arco de herradura apeado en jambas por medio de impostas. Es la que se utiliza hoy en día, pues hacia el Este se abre otra puerta hoy cegada con un tímpano decorado con motivos vegetales y aves. Más hacia la derecha se sitúa un arcosolio de factura gótica con arco apuntado.
En el testero oriental del pórtico se abre la puerta de acceso a la torre con un tímpano esculpido con motivos vegetales y geométricos reutilizado de un fragmento de un cancel mozarabe.
La iluminación la recibe el monumento por medio de seis ventanales situados en lo alto del muro de la nave central sobre las laterales.
Situados en los extremos del alero de la nave central, se sitúan unos grandes modillones, labradas sus caras con motivos vegetales y rosetas de tradición visigoda.
El testero de la cabecera de la iglesia al exterior es recto-plano, seguramente fruto de una reforma posterior de los siglos XI y XII, al construir los elementos románicos de este lado oriental- torre y capilla.
IGLESIA DE SANTIAGO DE PEÑALBA.-
Es una de las iglesias más completas y que mejor se conservan del arte mozárabe hispano, se asienta al sur de Ponferrada, en el precioso pueblo de Peñalba de Santiago, para llegar hasta él hay que subir hasta la sierra del Teleno en los montes Aquilianos. Parece ser que fue construida el año 937 por el abad Salomón y posteriormente pasó a formar parte de un monasterio erigido por San Genadio, obispo de Astorga.
Presenta planta de una nave de dos tramos, unidos por medio de dos grandes arcos de herradura a dos ábsides, uno en función de cabecera y otro contra-ábside situado a los pies del templo. Debido a dos capillas o aposentos laterales, abiertos al segundo tramo de la nave, sobre el que se levanta el cimborrio, le dan la falsa impresión de planta de cruz latina.
El tramo más próximo a la cabecera en función de un inexistente crucero, que solo se proyecta en alzado, se cubre con una cúpula gallonada de influencia bizantina compuesta de ocho gallones de ladrillo, que arrancan directamente de cuatro arcos de medio punto, adosados a los muros y apoyados en ménsulas, que hacen que la carga de la cúpula recaiga sobre los ángulos y no sobre los muros, que no hacen más función que cerrar el edificio.
De este tramo de la nave se accede a la cabecera, a través de un gran arco de herradura de influencia califal enmarcado en alfiz, se apoya en columnas de mármol que arrancando de basas portan capiteles mozárabes compuestos de dos filas de hojas y collarino de trenza.
El ábside presenta planta de herradura y se cubre con una cúpula gallonada de siete gallones o gajos.
A este tramo se abren también las dos capillas laterales, por medio de arcos de herradura, presentan plantas rectangulares y se cubren con bóvedas de medio cañón; quedando así formada la cruz latina.
El tramo de la nave más occidental se cubre con bóveda de cañón sobre impostas, en su muro sur se abre la puerta de acceso al interior del templo y comunica con el contra-ábside a través de otro gran arco de herradura apoyado en columnas coronadas por capiteles mozárabes. El contra-ábside con planta de herradura, se cubre con cúpula gallonada de siete gallones o gajos.
La mayor parte de los muros del interior se decoran con pinturas murales, en la actualidad se están estudiando, un grupo son del siglo X y otro del siglo XVI o tal vez del siglo XVII.
Al exterior también nos muestra elementos muy interesantes, destacan la portada de acceso al interior, los modillones de lóbulos, los ventanales y un sepulcro románico adosado al muro norte.
La PORTADA de acceso al interior del templo, se abre en el muro sur del tramo occidental de la nave; consta de dos bellísimos arcos geminados de acusada herradura y de influencia califal, apeados en tras columnas de mármol blanco, que arrancan de basas y se coronan con capiteles mozárabes. Los arcos están trasdosados con una triple moldura que se prolonga con un alfiz rectangular.
Los MODILLONES de lóbulos escalonados que sostienen la mayor parte de los aleros del edificio, se decoran sus caras con hélices, flores y demás ornamentación de tradición visigoda, y en los ángulos se sitúan unos de mayor tamaño, como suele ser la norma del mozárabe y del visigodo.
La ILUMINACIÓN la recibe la nave por un ventanal rectangular situado sobre el arco de la portada de acceso, que porta celosía de alabastro.
La capilla del lado sur la recibe por un ventanal aspillerado situado en la zona axial del muro sur con arco de herradura inscrito en el sillar del dintel.
La capilla norte la recibe por otro ventanal similar al anterior situado en la parte baja del muro este.
En el muro norte de la nave se abre otra puerta de acceso con arco de herradura, con una inscripción en la jamba de la izquierda haciendo alusión al abad que la mandó construir.
A la derecha de la mencionada puerta y adosado al muro de la nave se sitúa un pequeño monumento funerario del siglo XII. En forma de sepulcro se compone de dos arcos de medio punto apoyados en tres columnillas que portan capiteles muy rudimentarios dentro del estilo románico.
El campanario-espadaña exenta de la iglesia, situado a los pies del monumento se construyó en el siglo SKI, de estructura muy robusta, en sus muros se abren dos huecos para las campanas, coronados por otro y remate en piñón.
IGLESIA DE SANTO TOMÁS DE LAS OLLAS
Situada en las cercanías de Ponferrada, en el barrio de las Ollas, nombre que le viene por la antigua dedicación de sus vecinos a la fabricación de las ollas. Dicho barrio en donde se asienta la iglesia, se sitúa en las afueras del casco urbano, al noroeste de la población en un altozano, que divide las aguas de los ríos Sil y Boeza; desde el cual se divisa una vista panorámica impresionante de la población de Ponferrada.
La iglesia es la tercera, que conserva restos de la arquitectura mozárabe, en la provincia de León.
Su factura es muy original, consta de una cabecera mozárabe rectangular por el exterior y elíptica por el interior, y de una nave rectangular de posterior factura, que conserva de su primitiva fábrica, restos del arco de herradura de su puerta de acceso al interior, situada a los pies del templo, probablemente reutilizados de la puerta original, que se abriría en el costado sur, como las demás iglesias muzárabes de León.
La fecha de su construcción no se conoce con exatictud, tal vez se pudo edificar a mediados del siglo X.
La nave se reconstruyó en el siglo SKI, y en el mismo siglo se le adosó una capilla en su muro norte.
INTERIOR.- La cabecera conservada de su primitiva fábrica mozárabe, presenta elíptica u ovalada, recorre el interior del muro, una arquería compuesta por nueve arcos de herradura ciegos, apoyados en ocho pilastras monolíticas de granito, colocadas con el objeto de recibir la carga de la cúpula elíptica y dejar libres a los muros, que se limitan a cerrar la planta.
La cúpula elíptica carga sobre las claves de los arcos, tras convertir en poligonal la superficie curva del recinto.
La cúpula compuesta de once cascos, no generando por lo tanto una cúpula gallonada, sino más bien una cúpula de tipo lombardo que arranca de una imposta de nacela, situada bastante por encima de las claves de los arcos.
El acceso desde la nave a la cabecera, se realiza por medio de un gran arco de herradura doblado, con ambas roscas casi perfectamente concéntricas, que se apoya en jambas a través de impostas de nacela. Su estructura es la original, menos las dos impostas de nacela y la dovela de la clave de la rosca exterior.
En la cabecera se abren tres ventanales, con el objeto de iluminar el interior, dos son originales en forma de aspillera con arcos de herradura y un tercero reconstruido.
La nave de planta rectangular reconstruida en el siglo XVII, se cubre con una techumbre de madera colocada el año 1972. De su factura original solo quedan restos de los muros bajos y algún resto del arco de herradura de la puerta de acceso, hoy cegada, que se abría a los pies del templo.
A los pies del templo, se conserva una pila bautismal del siglo X, sobre un pié de posterior factura.
Al muro norte de la nave se abre una capilla, construida en el siglo SKI, a la que se accede desde la nave por una puerta con un gran arco de medio punto rebajado, apoyado en jambas, por medio de gruesas zapatas. La capilla se cubre con una cúpula semiesférica, que arranca de una moldura de granito situada sobre los tres arcos que adosados a los muros soportan la carga de la cúpula. Estos tres arcos están también construidos con dovelas de granito.
EXTERIOR.- La actual puerta de acceso al interior del templo, está situada en el muro sur de la nave, construida en el siglo XII, se estructura con un arco de medio punto, sobre jambas a través de zapatas.
Separando la nave de la cabecera, se sitúa un grueso muro, en el que se inscribe el arco interior de ingreso a la cabecera. La nave es más baja que la cabecera, fue rebajada en el siglo XVIII.
La cabecera al exterior presenta testero recto y en la zona axial se abre un ventanal de tipo aspillerado muy artístico, inscrito en un cuadrado y con arco de herradura. En el muro norte también se abre otro ventanal aspillerado, pero de factura más sencilla que el anterior.
La espadaña a los pies del templo, fue construida en el siglo XIX, en la actualidad está restaurada y se compone de dos huecos para las campanas, coronados por otro más reducido, con remate en piñón.
La sacristía también se construyó en el siglo XIX.
Mozarabe de la provincia de Valladolid.
IGLESIA DE SAN CEBRÍAN DE MAZOTE.- Fue la iglesia de un antiguo monasterio, situado alrededor del templo, últimamente ha sido restaurada y nos ofrece un bellísimo interior en todos y cada uno de sus elementos.
Parece ser que fue fundada por unos monjes cordobeses en el siglo X, ya que su construcción es anterior al año 916; estos monjes serían los que más tarde, fundaran también el Monasterio de San Martín de Castañeda, en la provincia de Zamora a orillas del lago de Sanabria en estilo cisterciense.
Es la única iglesia mozarabe de la provincia de Valladolid, entroncando con los ejemplares constructivos situados al noroeste en la provincia de León, constituyendo una avanzadilla hacia el sur en la repoblación de estas tierras por los cristianos.
Su exterior no ofrece interés artístico alguno, por estar oculta por el lado meridional por las antiguas dependencias monásticas. Se aprecian: el testero recto del ábside como en todas las iglesias mozárabes, la nave central más alta que las laterales, canecillos bajo los aleros, muchos de ellos reconstruidos y la torre a los pies del templo del siglo XVIII.
En donde radica su gran valor artístico es en el interior, verdadera joya del arte mozárabe y una de las iglesias más bellas en este estilo, no solo de la provincia sino de todo el mozárabe hispano.
Presenta una planta basilical de tres naves, más alta la central que las laterales, un crucero que no se proyecta al exterior y una cabecera compuesta de tres ábsides, siendo el central de forma semicircular y de mayores dimensiones que los laterales, estos con plantas cuadradas.
El ábside central se cubre con una hermosa bóveda gallonada, en la actualidad muy bien restaurada y su arco de triunfo es de herradura apoyado en columnas que portan fustes esculpidos con figuras geométricas, cimacios y capiteles de tipo corintio.
Los ábsides laterales se cubren con bóvedas de aristas y sus arcos de ingreso son de herradura, apoyados en columnas de fuste liso, basas áticas y capiteles de tipo corintio.
El crucero se cubre con una cúpula semiesférica y sus brazos de planta circular lo hacen con cúpulas gallonadas; los arcos torales son de herradura sostenidos por gruesas columnas de mármol, algunas de ellas conservan las basas, y otras las han perdido, al tener que levantar el suelo, al estar muy deteriorado el original. En el muro del brazo izquierdo, se sitúa un arco de estilo califal, con sus dovelas de la rosca decoradas alternando los colores, al estilo del arte cordobés.
Las naves están deslindadas por cinco arcos de herradura a cada lado, apoyados en columnas de mármol de fuste liso, unas con basas y otras sin ellas, por tener que elevar el suelo, en la restauración que se llevó a cabo no hace mucho; portan bellísimos capiteles de tipo corinto aprovechados de templos visigodos y reutilizados aquí, la talla de las hojas es muy variada.
Las naves se cubren hoy en día con armadura de madera a dos aguas en la central y a una vertiente en las laterales, rehechas y decoradas-pintadas en el siglo XVI imitando a las originales.
A los pies del templo se sitúa un contra- ábside, de tradición paleocristiana, ya que los edificios cristianos de Egipto y Norte de África, también lo presentaban, pasando de allí a España. El ábside de planta ovoidea se cubre con una bóveda gallonada y su arco de ingreso a las naves son de herradura.
La presencia de este ábside a los pies del templo, obliga a que la puerta de acceso al interior, se sitúe en el muro meridional, como posteriormente fue la norma en los templos románicos.
Al acceder por la puerta de la derecha, en función de pila del agua bendita, nos encontramos con un bello capitel mozárabe, como ocurre en otros edificios de posterior factura.
Por último hay que citar un relieve mozárabe, adosado al muro oeste del contra-ábside, de gran valor artístico, con los bustos de dos personajes tallados a bisel, es único en su género y de la poca escultura que nos queda del arte mozárabe, excepto en los capiteles.
IGLESIA DE WAMBA.- Situada al noroeste de Torrelobatón y al este de Valladolid, se localiza la pequeña población de Wamba, su PARROQUIAL conserva la cabecera y parte del crucero en estilo mozárabe, fechados del siglo X. Sus naves se construyeron en el siglo XII en estilo románico.
La cabecera se compone de tres ábsides de planta cuadrangular y testero recto tanto al exterior como por el interior, que se comunican entre si por medio de arcos de herradura, se cubren con bóvedas de cañón y en su testero se abren aspilleras para la iluminación interior. Los arcos de triunfo son de herradura apoyados en pilastras coronadas con capiteles esculpidos con motivos vegetales.
El arco triunfal del ábside central es de herradura, en la actualidad está reconstruido. En el interior del ábside central podemos observar pinturas murales de posterior factura.
El crucero también de factura mozárabe se cubre con cúpula esférica y los brazos con bóvedas de cañón. Los arcos torales son de herradura.
La pila del agua bendita es un capitel mozárabe reutilizado.
En la provincia de Palencia y en el valle del Cerrato cuya capital es Baltanás, al sur de esta población en la pequeña población de Hérmedes del Cerrato, se localiza la diminuta ermita mozárabe de la SEÑORA DE LAS ERAS, de planta rectangular con los muros lisos enlucidos.
Tras el acceso a los pies del templo situado hacia Oriente, podemos observar un capitel mozárabe en función de pila del agua bendita; la nave es rectangular y desde ella se accede a la cabecera por medio de un amplísimo ARCO DE HERRADURA, que presenta planta ovalada y se cubre con una bóveda esférica enlucida que debió de ser de gallones. Exteriormente es rectangular construida como todo el edificio en sillarejo. Desconocemos la procedencia del capitel de la pila del agua bendita.
En la provincia de Burgos existieron varias ermitas mozárabes, la de San Juan Bautista, situada en Barbadillo del Mercado, presenta un arco de herradura en la puerta de acceso al interior. Los muros son de sillarejo y se data del siglo X.
A orillas del río Arlanza se levanta el templo de Retortillo, la puerta de acceso presenta un arco de herradura enmarcado en alfiz.
Cerca de Villafranca de Oca, está la ermita de San Felices de Oca, construida en época mozárabe, pero muy reconstruida.
En Santibáñez del Val, muy cerca del monasterio de Silos, entre el monasterio y Cavarrubias, en un altozano cercado por el río Mataviejas, se levanta la sencilla ermita de Santa Cecilia, un sencillo templo mozárabe construido en el siglo X. Está situada junto a un puente romano restaurado, por el que circulaba la calzada romana que nos conducía a la Clunia romana.
El edificio data de principios del siglo X y fue construido por mozárabes que emigraron de Andalucía al norte a tierras cristianas. A finales del siglo X, sufrió las incursiones de Almanzor y posteriormente quedo´anexionada al cercano monasterio de San Pedro de Arlanza y desde 1125 pasó a depender del monasterio de Silos, hasta la desamortización del año 1835.
La construcción tal como la vemos hoy en día, se erigió en dos fases. En la primera a principios del siglo X se construyó el templo en si en estilo mozárabe, y ya en el siglo XII ya en estilo románico se le añadió un pórtico en su costado meridional y la puerta de acceso al templo bajo el pórtico.
El templo mozárabe presenta una nave rectangular y un ábside cuadrado, todo ello construido con sillería irregular. La nave se cubre con madera e interiormente no presenta ornamentación alguna, con muros lisos. Al exterior apreciamos dos ventanales a ambos lados de la puerta de acceso, con arcos de herradura y forma aspilleraza, abiertos al pórtico. En el muro occidental de los pies se abre otro ventanal reconstruido.
El ábside presenta planta cuadrada, al que se accede desde la nave por una puerta con arco de herradura y se cubre con una cúpula sobre pechinas En el testero se abre un vano en forma de cruz griega con celosía, en el que se inscriben cinco círculos, uno central y los cuatro restantes en los extremos de la cruz.
Sobre el ábside se levanta la torre, de planta cuadrada y con un ventanal con arco de medio punto en su cara sur.
En la segunda fase románica de mediados del siglo XII, como ya hemos dicho, se construyó el pórtico adosado a su costado meridional y la puerta de acceso al templo.
Mozárabe de Cantabria.
IGLESIA DE SANTA MARIA DE LEBEÑA.- Se sitúa en la parte sur occidental de Cantabria, a unos ocho kilómetros al norte de la población de Potes. Fue fundada por los condes de LEBEÑA D. Alfonso y su esposa Dª Justa, aquel descendiente directo de D. Pelayo y esta había llegado aquí, con los mozárabes del sur, a estas tierras jamás conquistadas por los musulmanes. En un principio se construyó como capilla funeraria, para depositar en su interior los restos de Santo Toribio, que posteriormente no se llevó a efecto-por no ser del agrado del Santo- ya que el conde Alfonso perdió la vista, al querer sepultarlo aquí, y la recobró al desistir de su empeño y dejar toda su fortuna al monasterio de Santo Toribio, en donde descansan los restos del Santo.
La iglesia que mandaron construir los condes, se proyectó con planta basilical de tres naves y la puerta de acceso a los pies del templo, abriéndose al primer tramo de la nave central, por la finalidad a que estaba destinada- cobijar el sepulcro del santo.
El maestro de obras, preocupado en buscar soluciones que mejorasen la iluminación interior, prosiguió las obras, con tendencia al tipo de planta centralizada, elevando mucho los dos tramos centrales de la nave principal, quedando el edificio sobre todo al exterior, una mezcla de planta basilical y planta de cruz griega.
La iglesia que conserva muy bien la unidad constructiva primitiva, sufrirá alguna reconstrucción que en realidad no le van a afectar demasiado su planta original.
Se construyó empleando material de mampostería en sus muros hoy en día enlucidos y sillería en los esquínales y vanos.
Al exterior presenta más que planta rectangular, planta cuadrangular, coronada en el centro por esa gran elevación, de los dos primeros tramos de la nave central. Los dos primeros tramos de las naves laterales y el último tramo de la nave central, son también un poco más altos, que los dos últimos tramos de las naves laterales. Todo ello obedece a soluciones de luminosidad interior y decoración exterior, ya que así quedan libres todas las cornisas para poder colocar bajo ellas bellísimos modillones de lóbulos de excelente talla.
El interior acusa fuertemente las influencias tanto visigodas como asturianas, como se puede apreciar por las dos cámaras situadas hoy en día, en función del último tramo de las naves laterales, están situadas a ambos lados de la entrada antigua, al estilo de las iglesias visigodas y asturianas.
Los ábsides rectangulares son de tradición asturiana, el alzado de los tramos de la nave principal, nos recuerdan por su gran elevación a la planta de la iglesia de San Miguel de Lillo.
Sin embargo por el comienzo de las obras -siglo X-, por el concepto espacial de un interior de gran belleza, por los arcos en forma de herradura (no son específicos del mozárabe), por el alfiz que encuadra el arco de ingreso del ábside central y por los pilares que separan las naves, con columnas adosadas a sus caras de clara tradición paleocristiana oriental, el edificio es mozárabe.
En relación a su escultura y decoración, tanto en los capiteles que coronan a las columnas como en los modillones y en el frontal del altar, es de muy buena talla. Los capiteles derivan del corintio romano de tradición visigoda, pero en vez de una hilera o dos de hojas, son de dos y tres hileras con hojas de acanto, palmetas y rosetas. Los modillones y el frontal del altar se decoran con la figura del sol y con hojas de seis pétalos y algún que otro motivo evocador de la tradición visigoda, aquí no colocan en los extremos de los aleros, modillones de mayor tamaño, como en otros edificios mozárabes, de ahí que la tradición visigoda sea muy notoria y en ellos se ha querido ver cierta influencia celta, lo mismo que en la decoración del frontal.
Con todo lo dicho, vemos el interior de la iglesia, configurando una planta rectangular, compuesta de tres ábsides rectangulares rectos, más voluminoso y profundo el central que los laterales, con sus arcos de ingreso de medio punto reconstruidos, sobre columnas adosadas con capiteles de tres hileras de hojas y cimacios moldurados, se cubren con bóvedas de cañón. Cabecera de clara influencia asturiana.
Tres naves cubiertas con bóvedas de cañón, longitudinal en la nave central de tres tramos separados con arcos fajones de herradura, apoyados sobre columnas adosadas a pilares, con capiteles de dos y tres hileras de hojas, los dos primeros tramos muy elevados, buscando soluciones de mayor luminosidad interior. Las naves laterales, sus dos primeros tramos se cubren con bóvedas de cañón trasversal, separados por medio de un arco fajón de herradura sobre columnas adosadas a pilares, que portan capiteles con dos hileras de hojas.
Las naves están deslindadas por medio de arcos formeros de herradura, apoyados sobre columnas adosadas con capiteles de tres hileras de hojas.
Las naves laterales se prolongan hacia los pies del templo, con un tramo cuadrado en forma de cámara, que ya lo presentaban los edificios visigodos y asturianos. Se accede a ellas a través de los tramos centrales, por medio de puertas dinteladas, de estructura muy original que se cubren con bóvedas de medio cañón. Hoy en día hacen la función de capillas, la meridional la preside un retablo hacia los pies dedicado a San Roque y en la septentrional un retablo dedicado a Santa Cecilia, ambos del siglo XVI.
En el ábside central el retablo es del siglo XVIII, con la Virgen de la buena leche o Santa Maria de LEBEÑA, que se sitúa en una hornacina del siglo XIV-XV hispano flamenca, la virgen que vemos hoy en día es una copia.
En el primer tramo de la nave de la epístola, se abre otra capilla con un retablo dedicado al Santísimo, con la Virgen del Rosario, San Antón y el niño Jesús.
Lo más original del interior radica, en la utilización por primera vez en una iglesia pre-románica en la península Ibérica, de los pilares compuestos con columnas adosadas, recibiendo los arcos fajones y a los arcos formeros. Su origen hay que buscarlo en los edificios paleocristianos orientales del Asia Menor, solución que será luego utilizada sistemáticamente en el arte románico.
La iglesia tenía un ICONOSTASIO, separando la cabecera de la nave central, constituido por un gran frontal, hoy en día adosado al basamento de piedra del altar de la capilla central; está decorado con un gran motivo vegetal simbolizando a Dios-Sol y seis círculos más. Cuatro en los ángulos de mayor tamaño y dos entre ellos de menor tamaño. Son de origen germánico-visigodo y hacen referencia a la vida terrenal y a la medida del tiempo en los círculos inferiores y a la salvación de Cristo completando la idea del círculo central. Los círculos pequeños intermedios indicarían las esferas o círculos celestes y el carácter espiritual del Cielo cristiano a través de la resurrección.
La iglesia tenía un pórtico original, del que nos quedan hoy en día solo restos de modillones que sostenían al alero. En su lugar en el año l794 construyeron uno moderno y abrieron también por este lado meridional la puerta de acceso al interior del templo, cegando la que se estructuraba en el muro de los pies.
En el año 1893, se construyó la torre actual, seguramente en el mismo lugar que ocupaba la antigua, exenta como en las iglesias asturianas, pero aquí no a los pies del templo sino que al lado de la cabecera; su estructura debió de seguir al modelo original, ya que presenta planta cuadrada, arcos de herradura en sus caras y modillones de lóbulos bajo la cornisa.
Completan el arte mozárabe de Cantabria, las ermitas de SAN ROMÁN DE MOROSO y la de HELGUERA DE MOLLEDO. Ambas del siglo X.
ERMITA DE SAN ROMÁN DE MOROSO. Para poder localizar la ermita, hay que partir de San Juan de Caicedo, subir hasta Bostronizo, allí recoger la llave que amablemente nos la entrega una señora del pueblo y luego por un camino forestal de unos cuatro o cinco Km. llegamos a un arroyo, lo cruzamos y en la vertiente derecha del arroyo, en medio de una impresionante vegetación compuesta de hayas y robles, que nos ocultan totalmente el edificio, está localizada esta pequeña ermita, en la actualidad restaurada.
Construida con sillería bien labrada y encuadrada, se compone de una nave rectangular y de una cabecera rectangular de testero recto.
Al interior se accede por una puerta abierta en el muro norte, con arco de herradura reconstruido siguiendo las líneas del original.
Interiormente la nave totalmente desnuda y bien restaurada, presenta planta rectangular, de la nave se accede a la cabecera por medio de una puerta similar en todo a la de ingreso al monumento, con sus dovelas y jambas reconstruidas de la misma forma que la anterior; se cubre con bóvedas de cañón apuntadas y su testero de los pies es recto, abriéndose en él un ventanal construido en un solo sillar con arco de herradura, de tradición visigoda. En el muro sur se abre otro ventanal de forma similar.
Sobre el arco de acceso al ábside y en el muro sur, se abren tres ventanales dintelados con derrame interior.
La nave se cubre con armadura de madera a dos aguas de fabricación moderna, no sabemos como sería la cubrición original, seguramente similar a la actual.
Lo más interesante de la ermita son los MODILLONES DE LÓBULOS, originales de tradición visigótica, se sitúan bajo las cornisas voladas, tanto de la nave como de la cabecera, todos son del mismo tamaño y aunque se inspiran en los islámicos, presentan sus frentes decorados con flores de seis pétalos y hélices, motivos evocadores de la tradición visigoda.
Sobre el muro del testero del ábside se levanta la espadaña. Este elemento apreciado en algún que otro edificio visigodo, no se aprecia en ninguno mozárabe. De factura posterior, se compone de dos arcos ligeramente apuntados y remate en piñón, siguiendo la tradición románico- gótica.
ERMITA DE HELGUERA DE MOLLEDO.- Del siglo X está dedicada a Santa Leocadia, se compone de una nave reconstruida y cabecera original rectangular de testero recto y cubierta con bóveda de medio cañón, a la que se accede desde la nave por un gran arco de triunfo de herradura sobre pilares.
Lo más interesante de la ermita son los MODILLONES DE LÓBULOS ESCALONADOS originales, situados bajo la cornisa de la cabecera y en la parte oriental de la cornisa de la nave en ambos lados, están decorados con flores de seis pétalos y hélices.
La sacristía y el baptisterio situados en el lado norte, son de factura muy posterior, lo mismo que los ventanales del muro sur de la nave, ya reconstruidos como toda la nave en si.
Mozárabe de la Rioja.
ERMITA DE SAN MILLÁN DE SUSO. Situada al norte del pueblo de San Millán de Yuso, en la ladera de la montaña en medio de una impresionante vegetación, fue el primer monasterio antes de construir el de San Millán de Yuso el año 1067.
Fundado por San Millán en el siglo VI, al principio estaba formado por un conjunto de cuevas escavadas en las rocas, en donde vivían los primitivos monjes ermitaños.
En el año 1906 D. Manuel Gómez Moreno, después de estudiar su estructura, la cataloga de mozárabe del siglo X, por ser la mayoría de lo conservado, obra de la ampliación que mandó construir el monarca Navarro García Sánchez en el año 931, quien fundó ya un monasterio benedictino con su iglesia mozárabe.
De todas las maneras quedan vestigios, de que el monumento pasó por tres fases c instructivas: una visigoda de los siglos VI y VII; otra pre-románica del siglo X y la tercera mozárabe de principios del siglo XI.
Parece ser que los seis arcos de herradura situados enfrente de la primara cueva, con un resto de un altar visigodo, son visigodos. También los tres arcos que están situados enfrente de la segunda cueva, con el sepulcro del Santo, en función de pórtico o portal de entrada, podían ser del siglo VII de factura visigoda.
Sobre el año 984 se alarga la construcción del cenobio, con dos arcos más ya de estilo prerrománico de medio punto peraltados, quedando constituida una iglesia de dos naves, una para los monjes y otra para las monjas, una nave visigoda y otra pre-románica.
Posteriormente la iglesia fue quemada por Almanzor y los mozárabes la reedifican en estilo árabe con yesos y estucos, perfeccionando los arcos visigodos reutilizados, cerrando más la rosca, al estilo de los de Córdoba y Toledo, nace así la iglesia mozárabe.
Hacia el año 1030 el rey Navarro Sancho el Mayor, le añadió una nave románica hacia occidente. Ya en el año 1053 el monarca García de Najéra, hijo del anterior, quiso trasladar los restos del Santo a la colegiata de Najéra, como los bueyes que tiraban del carro, se negaron en seguir avanzando, era la intención del Santo quedarse en San Millán. Para ello tuvo que construir un monasterio, más acorde con las circunstancia y manada edificar el monasterio de San Millán de Yuso o de abajo.
Se entra en el monasterio de Suso, sobre un empedrado que representa a una alfombra mozárabe del siglo XI, decorada con dos signos solares y una flor de cuatro hojas. Sobre esta alfombra escribió la vida de Santa Oria, Gonzalo de Berceo.
Al claustro se accede con una puerta con arco visigodo y en él están sepultados los siete infantes de Lara y el de ayo Nuño Salido, este del siglo IV de estilo romano.
Del claustro se pasa a la iglesia por medio de un arco mozárabe, construido sobe el año 1020, se apoya en dos bellísimos capiteles visigodos reutilizados de otras columnas del edificio o de algún edificio cercano. Lo más interesante de estos capiteles es que están decorados con una escultura anomalística y hay quien ha visto en sus caras representada la ballena de Jonás, pájaros picando a berracos y sobre todo cruces y demás signos visigodos. La iglesia es de dos naves separadas por arcos de herradura y pre-románicos de medio punto. Las cuevas y los ábsides presentas bóvedas de crucería esquifadas en forma de ojiva; aún hoy en día de difícil interpretación, aunque la mayoría de los autores están de acuerdo, que su origen está en el Califato de Córdoba.
En el interior de la iglesia a nivel de la segunda cueva, está el SEPULCRO DEL SANTO, en posesión yacente con vestiduras sacerdotales de rito mozárabe, de estilo románico de principios del siglo XII. Está esculpido en un bloque de piedra de alabastro. Al lado de la figura del Santo vemos a un ciego, que pide el milagro del Santo, en doble escultura, en una aún ciego y en la otra ya curado de su ceguera. Al otro lado vemos la figura de una niña, en un principio muerte yacente y después ya curada en posición de pie. Completan la escultura del sepulcro, Santa Oria y su madre y varios discípulos de San Millán orando.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE PEÑALBA.- Situada en la pequeña población de Arnedillo, a unos tres Km. al noroeste de la población, en la cumbre de una montaña; está muy relacionada como fundación filial de la de San Baudelio de Casillas de Berlanga (Soria).
Su interior es de de una nave de planta cuadrada, con un machón cilíndrico en el centro, igual que la de San Baudelio, de cuya corona arrancan cuatro arcos de herradura, para sostener la cubierta. El problema de la estabilidad se resolvió, igual que en la de Soria, contrarrestando el empuje hacia fuera, mediante el apoyo de sus arcos en pilastras de lajas, solidamente embutidas en el armazón de sus muros. Allí en Casillas se hacía con trompas y ménsulas. Las medidas de la nave son prácticamente las mismas que en Casillas, y sus muros se asientas en rocas.
La nave se prolonga hacia Oriente por medio de cámaras o capillas absidiales comunicadas entre si.
La puerta principal se abre en el muro norte y presenta arco de herradura; y su primer tramo se cubre con bóvedas de medio cañón. En el lado opuesto está la capilla absidial propiamente dicha que se cubre conbóveda de horno y comunica con la nave.
Mozarabe de la provincia de Soria.-
ERMITA DE SAN BAUDELIO.- Situada en las afueras de la pequeña población de Casillas de Berlanga, a la derecha de la carretera que desde Berlanga de Duero, nos conduce a Medinaceli y a Atienza. A unos dos Km. de la carretera y localizada en lo alto de una loma.
Es de las últimas iglesias que se construyeron en estilo mozarabe en la península Ibérica, pues se data de finales del siglo X o principios del XI. Contemporánea a muchas iglesias románicas lombardas que se construían en la alta Cataluña y al norte de la provincia de Huesca, de ahí que muchos autores la consideran barroquizante dentro del estilo mozárabe.
Vista desde el exterior, nadie imagina lo que encierra en su interior. Se construyó con gruesos muros de sillares de ruda estructura y se orienta un poco irregularmente de noreste a sureste.
Se accede al interior por una puerta coronada con doble arco de herradura, para adaptarse mejor al grosor del muro.
En su testero norte se abre un ventanal tipo aspillera, con derrame interior para su iluminación.
Fue recientemente restaurada y hoy en día nos ofrece un buen aspecto, cubierta con teja. Exteriormente no presenta valor artístico alguno.
INTERIOR.- Presenta planta cuadrada, tanto en la nave como en la cabecera, o más bien cuadrada –rectangular, más reducida sin duda alguna la cabecera.
En la cabecera el suelo está más elevado que en la nave y hay que acceder a ella por medio de escalones, a través de una puerta con doble arcos de herradura que se apoyan en jambas, se cubre con bóveda de medio cañón que arranca desde el suelo.
En donde radica su originalidad es en la nave; desde su centro se eleva una columna- pilar a modo de palmera pétrea, de cuyo tronco en su parte alta, irradian ocho arcos de herradura irregulares; cuatro hacia las esquinas apoyándose en trompas cónicas y otros cuatro hacia en centro de cada muro, apeados sobre ménsulas voladas.
En lo alto de la columna central o palmera pétrea, queda un hueco de un metro de diámetro, cerrado por una bovedilla de ocho nervios en forma de arcos de herradura.
A los pies de la nave se eleva una tribuna sobre ocho columnas exentas y diez adosadas al muro con basas y fustes, se cubre con bóvedas de aristas entre arcos de herradura.
Entre la tribuna y el pilar central, sobre cuatro arcos de herradura se alza un edículo cubierto con bóvedas de arista, dando acceso a la tribuna, por medio de un arco de herradura apoyado en jambas. La tribuna anteriormente comunicaba con el exterior.
En el muro este se abre la cueva del ermitaño.
Todo el interior del edificio está decorado, con pinturas murales del siglo XII románicas. En 1922 fueron vendidas al Museo de Boston, del que pasaron posteriormente al Museo de Nueva Cork. Algunas de ellas fueron recuperadas, a cambio de una pequeña iglesia románica situada en Fuentidueña (Segovia) y hoy en día pueden admirarse en el Museo del Prado de Madrid; quedando solo en el edificio las improntas y algún que otro esto de las pinturas.
Según los estudios que se llevaron a cabo, se pudo llegar a la conclusión, que las pinturas fueron ejecutadas, por tres maestros diferentes. Al primer maestro conocido con el nombre de “primer Maestro de Casillas”, se debe el ciclo dedicado al Nuevo Testamento, que decoraba la parte superior de los muros de la nave, y son las que se encuentran en Nueva Cork. Entre las escenas podemos ver: la Sagrada Cena, la Curación del ciego, las bodas de Caná, la Tentación de Cristo en el desierto, La resurrección de Lázaro, la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén etc. También es el autor de la ornamentación de las basas de los arcos en el arranque de la palmera y de las pinturas del testero del ábside: San Agustín, San Baudelio y un ave que podía tratarse de un pelícano.
Un segundo maestro pintó al modo de los miniaturistas mozárabes, los temas profanos de la mitad inferior de los muros de la nave. Son los que se encuentran hoy en día en el Museo del Prado, componen el conjunto: la cacería del ciervo, un elefante, un soldado con lanza, un oso y la cacería de liebres.
Un tercer maestro pintó el interior del edículo, con escenas que se conservan en el edificio: la Adoración de los Reyes, un San Miguel, un ángel alanceando al dragón y la Mano Divina de Dios bendiciendo.
El mozárabe de Aragón
El Monasterio de San Juan de la Peña.- Situándonos en la población de Jaca y circulando por la carretera que nos lleva a Pamplona, a unos diez Km. nos desviamos a la izquierda por una estrecha carretera y a unos cuatro Km. nos encontramos con la población de Santa Cruz de la Serós. Desde aquí siguiendo una carretera forestal hacia poniente, que nos llevará a este monasterio, construido al abrigo de una gran visera rocosa del monte Pano.
De orígenes visigodos como en San Millán de la cogolla, a partir del siglo IX habitan estas cuevas ciertos eremitas procedentes de Zaragoza, que poco a poco van construyendo un complejo monacal al abrigo de la gran roca.
A mediados del siglo IX el monarca García Jiménez de Navarra y el conde Galindo de Aragón, favorecen a este monasterio haciéndose enterrar en él García Jiménez.
A partir del siglo X los monarcas navarros sobre todo García Sánchez, hijo del anterior y sucesores, concedieron a los monjes derechos de jurisdicción protegiéndolo enormemente sobre todo Sancho el Mayor.
Con la independencia de Aragón de Navarra, se convirtió en panteón de reyes aragoneses y de nobles. Durante el reinado de Sancho I Ramírez en el año 1071, se planteó el problema de la sustitución del rito mozárabe por el rito romano, que después de muchas vicisitudes se llevó a cabo y comenzó a emplearse por primera vez en este monasterio de San Juan de la Peña.
El monasterio se construyó por fases en los siglos IX, X, XI y XII, en dos estilos distintos: mozárabe situado en la planta subterránea y románica del siglo XI situado en este parte baja con varias salas y del siglo XII situado en la planta alta con la iglesia y el claustro.
El mozárabe lo compone una iglesia semisubterranea de dos naves con sus correspondientes cabeceras rectangulares orientadas hacia el sureste y parte de su estructura escavada en la roca –cabecera y parte del lado derecho de la nave norte-, las capillas están dedicadas una a San Juan y la otra a los santos Julián y Baselisa.
La puerta de acceso se sitúa en el muro meridional, desde la Sala de los Concilios, románica del siglo XI, presenta arco de herradura de tipo visigodo, muy peraltado y de dispiece no radial.
Las naves están separadas por un arco de herradura geminado, cuyo mainel es una columna de tipo asturicense.
De herradura son también los arcos de ingreso a las capillas absidiales y el que las separa.
Se cubren con material de sillarejo y sin imposta alguna que la decore.
La bóveda de la capilla izquierda se decoró a finales del siglo XII, con pinturas murales con escenas de la Crucifixión y del martirio de los santos Cosme y Damián, árabes médicos, victimas del tirano Lysias. Las pinturas se relacionan con el Maestro que pintó el Panteón de San Isidoro de León.
En tiempos del rey Sancho el Mayor, se prolongó esta iglesia mozárabe con una nave única que sirvió de basamento a la iglesia superior románica.
Mozárabe Catalán.- No tuvo tanto arraigo el arte mozárabe en el Condado Catalán, como en el reino de León. Sabemos que muchos mozárabes en el siglo X, huyendo de las represalias de los califas cordobeses, sobre todo de Abd Rahman III, emigraron al norte, estableciéndose en tierra de nadie, entre ambas fronteras cristiana y musulmana en la vertiente del río Duero, pero algunos también se establecieron en tierras catalanas reconquistadas a los musulmanes. En ambas zonas crearon su propio arte aisladamente, ya que en un principio no eran muy bien aceptados por los demás cristianos.
En esta época fundaron iglesias como la de San Cebrian de Mozote, que cronológicamente su construcción coincide con iglesias prerrománicas como la de San Salvador de Priesca.
A medida que avanzaba la Reconquista, su arte se fue fundiendo con las con las últimas manifestaciones prerrománicas-asturianas y con el primer románico, como se aprecia en la iglesia de San Salvador de Valdediós.
Este hecho se va a observar mejor y con mayor frecuencia en Cataluña, a donde también emigraron muchos mozárabes del sur, dejando muestras de su arte en numerosas iglesias, ya sea aisladamente o fundiéndose con los artes: visigodo, carolingio y con el primer románico lombardo catalán.
Se conservan muchos restos como arcos de herradura o cabeceras rectangulares. Ahora bien, estos restos son comunes en el arte visigodo y en el arte mozárabe. Por lo tanto nadie puede decir a ciencia cierta, si se tratan de restos de iglesias visigodas o de iglesias mozárabes.
De su fusión con el arte carolingio, nos queda la famosa Porta Ferrada de Sant Feliu de Guixols, pórtico de la primitiva iglesia prerrománica, situada al sur de la provincia de Gerona; del siglo X compuesta por una arcada de tres arcos de herradura, sosteniendo a otra galería de tres aberturas triforadas de medio punto, coronadas por un friso en lo alto de tipo lombardo.
Cronológicamente existen iglesias lombardas de finales del siglo X, como San Pedro de Burgal o San Vicente de Estamariu, que aún se cubrían con techumbre de madera, siguiendo la tradición mozárabe y se construían al mismo tiempo que los mozárabes trabajaban o dejaban sentir su influencia en Roda, Ripoll o Vich. De todas las maneras el mayor esplendor del mozárabe corresponde a los siglos IX y X.
Monasterio de Ripoll.- Fundado el año 879 de influencia visigoda-prerrománica, construido en románico lombardo y benedictino. De tradición mozárabe, son parte de los capiteles del siglo X de temática religiosa y popular.
Catedral de Vich.- Hoy reconstruida en estilo barroco y neoclásico, su cripta situada bajo la cabecera mayor, conserva los capiteles de tradición mozárabe-califal.
Iglesia de Santa Maria de Marquet.- Su nave es del siglo XI, conserva de su anterior fábrica, una cabecera mozárabe con un ábside central rectangular y dos capillas laterales comunicando con la central por medio de arcos de herradura. Está localizada al sur de Manresa.
Iglesia de San Quirce de Pedret.- Situada al norte de la provincia de Barcelona, a orillas del río Llobregat, cerca de la población de Berga. Iniciada en el siglo IX y ampliada en el siglo X, era de una nave rectangular con su ábside trapecial. Se le añadieron dos naves laterales que comunican con la central por medio de arcos de herradura, se rematan con dos ábsides con arcos de ingresa de herradura. Podía también tratarse de un edificio de construcción visigoda.
Iglesia de San Julián de Boada.- Situada al norte de San feliu de Guixols, presenta planta de una nave dividida por un arco de herradura y ábside trapecial con su arco de triunfo de herradura.
Cerca de De San Feliu de guixols, está la iglesia de Santa Maria de Bell-Lloc de Oro, con una nave del siglo X y cabecera mozárabe con planta de herradura.
Al sur de Villafranca del Panadés, adosada al noreste de la iglesia de San Miguel de Olérdola, existe una cabecera mozárabe del siglo IX, con arco de ingreso de herradura.
Monasterio de San Pedro de Roda.- mozárabe conserva los muros y probablemente la cabecera, la girola y la cripta. Los capiteles alguno es de tradición islámica. Todo el edificio refleja la fusión de formas y técnicas muy diversas relacionadas con el prerrománico de origen carolingio, mozárabe y primeros inicios del románico catalán lombardo.
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