domingo, 23 de marzo de 2014

La Catedral de Tudela. Estudio Monográfico.

 
clip_image004_thumb2La catedral de Tudela se comenzó a construir como colegiata sobre la antigua mezquita musulmana, una vez conquistada Tudela a los árabes por Alfonso I el Batallador, el año de lll9.

clip_image006_thumb1En el año ll2l, el cabildo reconvirtió la mezquita musulmana en una iglesia cristiana, consagrándose alrededor de los años ll48-49, en presencia de los reyes de Navarra: García Ramírez “El Restaurador” y su segunda esposa, Doña Urraca.

El edificio así reconvertido, fue sustituido por el actual, iniciado en la segunda mitad del siglo XII (ll88) y consagrado el año l204 por el arzobispo de Zaragoza don Ramón de Roca vertí.

Se inicia en estilo románico pero con la llegada a la Península del estilo gótico francés en el primer tercio del siglo XIII, se cambia la mentalidad constructiva y se continúan las obras en estilo gótico, con los tres ábsides centrales terminados, el transepto con sus puertas norte y sur rematadas, los muros bajos de las naves edificadas y el claustro adoptado a la iglesia.

clip_image008_thumb2Tras una pequeña pausa se reinician las obras, construyendo la parte alta con los ventanales y bóvedas de factura gótica. El Edificio así concluido quedará en estilo de transición del románico al gótico, predominando los elementos románicos sobre los góticos, añadiéndole posteriormente elementos renacentistas, mudéjares y barrocos.

En la estructura del edificio tal como lo vemos hoy en día concluido, nos vamos a encontrar con la cabecera (excepto los dos ábsides de los extremos), las portadas de los hastíales del transepto y los muros bajos de las naves en estilo románico; la portada del Juicio de los pies del templo con elementos románicos y góticos entremezclados; los pilares que deslindan a las naves de factura cisterciense, y ventanales y bóvedas de estilo gótico francés.

A este armazón hay que añadirle elementos de posterior factura, que decoran sobre todo el interior del templo: el extraordinario RETABLO MAYOR del siglo XV, numerosas capillas renacentistas y barrocas de las que destaca la de SANTA ANA, presidida por la imagen de la Santa, con fastuosa decoración barroca, la torre barroca y otros elementos de menor valor artístico, de los que hablaremos al final de la monografía.

                       
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En l783 con la creación del obispado de Tudela, segregado del de Tarazona, y por la publicación de una bula del papa Pío VI, se convirtió en catedral.
EXTERIOR DEL TEMPLO
De los cinco ábsides qclip_image012_thumb2ue componen la cabecera, los tres centrales presentan planta semicircular, los dos de los extremos ya de factura gótica, nos muestran planta rectangular.

En relación a los muros perimetrales están construidos con buena sillería, su importancia radica en los modillones de rollos o de lóbulos que sostienen en el remate alto sus amplios aleros.

En la península Ibérica, el arte hispano musulmán tardío del finales del siglo X y en el arte mozárabe emplean unos modillones de rollo inspirados en los islámicos, se distinguen de estos en que además de tener sus frentes decoradas con flores de seis pétalos y hélices o algún motivo evocador de la tradición visigoda, colocan en ambos extremos del alero, modillones de mayor tamaño que los restantes interiores.

Aquí en Tudela parece que son auténticos musulmanes, aprovechados de la antigua mezquita que ocupaba el lugar sobre la que se construyó la catedral, y reutilizados en ésta. Su factura se debe a artífices llegados de Córdoba y se datan de finales del siglo X.
clip_image013_thumb2Los muros de la nave central se rematan en toda su extensión con modillones de rollo. En la nave lateral meridional quedan interrumpidos a nivel de la capilla del Espíritu Santo, cuyos muros sobrepasan el perímetro de los muros de la nave, además algunos están reconstruidos y otros deteriorados perdiendo su decoración. En la nave lateral septentrional solo conserva modillones en un pequeño espacio, entre los muros de la torre y los de la capilla de Santa Ana.
En el hastial meridional del crucero también se remata con modillones semejantes bajo el alero, mientras que en el hastial septentrional los muros se rematan arriba con una simple cornisa escalonada.
Los muros de las capillas se rematan todos ellos con modillones bajo el alero.

La catedral presenta dos extraordinarias portadas románicas abiertas en los hastíales del crucero y una grandiosa portada a los pies del templo, abierta en la fachada occidental, ésta ya de factura protogótica conocida con el nombre de PORTADA DEL JUICIO, que junto con el claustro y la Virgen Blanca del Interior, completan el románico del conjunto.

LA TORRE

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Completa lo exterior de la catedral la torre nueva, así llamada porque ocupa el lugar opuesto a los pies del templo, desde el que se alzaba la primitiva situada a los pies del templo en su lado meridional, en el ángulo que forma la iglesia con el palacio Decanal en la calle del Roso. Tras su derrumbamiento se construyó la nueva también a los pies del templo en su lado septentrional a la izquierda de la Portada del Juicio, según visión del espectador.

Se construyó sobre el año l682, en estilo barroco conservando aun mucho del espíritu constructivo Herreriano con pocos adornos barrocos en sus muros. Se eleva unos 50 meclip_image017_thumb2tros sobre el suelo y fue reconstruida no hace mucho, perdiendo en la reconstrucción el chapitel que le proporcionaba una altura sobre la actual de unos treinta metros. En la actualidad presenta un buen estado de conservación.

Consta de tres cuerpos, el inferior de planta cuadrada con sus esquinas achaflanadas con molduras verticales de arista viva, se ejecutó con sillería, presentando en sus caras este y oeste dos ventanales ciegos superpuestos coronados con frontones, en la cara norte el paño ciego del ventanal alto lo ocupa un reloj y la cara sur está oculta por la construcción de la iglesia: se remata en lo alto con una balaustrada. Sobre este cuerpo bajo de piedra, se construyeron otros dos de ladrillo, el central de planta cuadrada se remata con una balaustrada de piedra sobre una gruesa moldura sostenida por modillones de rollos, sobre el se levanta un cuerpo alto –campanario de planta octogonal soportando las campanas, se remata en lo alto con otra balaustrada de piedra. El remate se realiza con un tejadillo a ocho aguas.

P O R T A D A N O R T E

clip_image019_thumb2Abierta en el muro del hastial norte del crucero, se le denomina PUERTA DE SANTA MARIA por el nombre que se daba al antiguo cementerio de Santa Maria convertido posteriormente en plaza pública. Se construyó a finales del siglo XII en estilo románico tardío como lo demuestran sus arquivoltas ligeramente apuntadas. Se compone de un tímpano liso apoyado en jambas por medio de dos ménsulas figuradas, enmarcado por tres arquivoltas decoradas con motivos vegetales diversos, protegidas por una moldura guarda lluvias ornamentada con rosetas.

Las arquivoltas se apoyan en tres parejas de columnas, a través de una imposta corrida sobre capiteles esculpidos, en donde se representan dos ciclos de la vida de dos santos: el ciclo de San Juan Bautista y el ciclo de San Martín de Tours, obispo de Tours.

clip_image021_thumb2El ciclo dedicado a San Juan Bautista lo componen los capiteles del lado izquierdo, según visión del espectador. En el capitel interior vemos el BAUTISMO DE CRISTO EN EL RÍO JORDÁN; en el central EL BANQUETE DE HERODES Y LA DANZA DE SALOMÉ, y en el exterior LA DECAPITACIÓN DE SAN JUAN BAUTISTA.

El ciclo dedicado a San Martín lo componen los capiteles del lado derecho, según visión del espectador. En el capitel interior vemos LA CARIDAD DE SAN MARTÍN, partiendo su capa y entregándosela al pobre; en el central APARECE CRISTO, ENTRE ÁNGELES, MOSTRANDO LA CAPA PUES EL POBRE ERA CRISTO, y clip_image023_thumb2en el exterior SAN MARTÍN resucita a un joven a petición de su madre. Para algunos autores este último capitel representa un milagro de San Nicolás.

Lo más original de la portada lo encontramos en su TEJAROZ o alero, que la corona y protege de la lluvia que está sostenido totalmente por modillones de rollo, cosa poco frecuente en el románico hispano. Cinco de ellos están reconstruidos y los demás son los originales.
La escenografía que se plasma en la portada es similar a la del ala sur del claustro, lo que nos indica la relación con el taller escultórico creado en torno al claustro. Como la escultura pertenece a un románico más tardío que la del claustro, es muy probable que el artista tomase como modelo la del claustro para labrar la portada, aunque las figuras son más estilizadas y menos volumétricas que las de allí. Por su deterioro no se pueden clasificar con precisión.

P O R T A D A    S U R

clip_image025_thumb2Abierta en el muro del hastial meridional del transepto, se le conoce también con los nombres de puerta del Portal y del Rosario, debido a que bajo su pórtico resguardado de las inclemencias atmosféricas, desde tiempos muy antiguos los jornaleros agrícolas, esperaban ser contratados por los hacendosos para que le realizasen las labores del campo.

También delante de la puerta y bajo su pórtico gótico mudéjar, se reunían los devotos del rosario de la Aurora, para recorrer las calles al amanecer en una especie de procesión con rosario, Cruz, campanilla y faroles, en algunos días señalados del año.

Está construida en estilo románico, es más antigua que la anterior como se puede observar por los pedestales y los plintos de estructura muy tosca, aunque está mejor conservada por estar protegida por el pórtico y del cierzo del norte.

Carece de tímpano y se compone de tres arquivoltas de medio punto, enmarcadas por una moldura guarda lluvias. Las arquivoltas están decoradas del interior al exterior con líneas zigzag, figuras geométricas romboides, y palmetas. La moldura exterior se ornamenta con diversas figuras geométricas.

En toda la parte alta de la portada se aprecian fuertes influencias islámicas.

Las arquivoltas se apoyan en tres parejas de columnas que, arrancando de altos pedestales con plintos y basas, se coronan con capiteles a través de una imposta corrida de motivos vegetales.

Los capiteles están decorados con escultura figurada; los de la izquierda (según visión del espectador), con escenas bíblicas-evangélicas. En el capitel exterior podemos observar LA ENTREGA DE LAS LLAVES DE LA IGLESIA A PEDRO Y LAS DE LA LEY A SAN PABLO, en el capitel del centro, aparece CRISTO CENANDO EN CASA DE SIMÓN EL LEPROSO, y en el capitel interior, CRISTO CAMINA SOBRE LAS AGUAS EN DIRECCIÓN A LA BARCA DE LOS APÓSTOLES, SALVANDO A PEDRO PARA QUE NO SE HUNDA POR FALTA DE FE.

Los capiteles de la derecha (según visión del espectador), también están esculpidos con escenas bíblicas, se han interpretado de diversas maneras, tal vez por el deterioro de la escultura. En el capitel interior la escena pueda que haga alusión a la DUDA DE SANTO TOMÁS, o a un milagro de San Pedro, en el capitel del centro, aparece PEDRO PREDICANDO EN PRESENCIA DE JUAN Y DE UN PARALÍTICO, o tal vez Pedro hable con los demás Apóstoles comentando la Resurrección de Cristo y su Aparición y en el capitel exterior, CRISTO APARECE ENTRE SUS APÓSTOLES, algunos autores lo interpretan como el Prendimiento de Pedro por los sacerdotes del templo para interrogarle en presencia de Juan, interesándose por los milagros del Apóstol.

La escultura de esta portada es obra de dos talleres distintos, ambos muy relacionados con los maestros escultores que intervinieron en el claustro de la catedral. Los capiteles de la derecha-según visión del espectador-, nos muestran figuras de canon corto, vestimenta circular y cabeza voluminosa; que nos ponen en la pista del taller del maestro de San Juan de la Peña, serían por lo tanto de influencia aragonesa.

Los capiteles de la izquierda presentan figuras mas estilizadas, obra de un maestro que también participaría en la factura del claustro y cuyas influencias hay que buscarlas en Compostela, pasando por Santo Domingo de la Calzada y por la parte oriental de Soria. No hay que desechar la influencia de otra parte aragonesa, ya que la escultura aragonesa se caracteriza por la estilización.

PORTADA   DEL   JUICIO

clip_image026_thumb2La catedral de Tudela presenta una gran portada a los pies del templo en su fachada occidental, de gran volumen, tal vez la más grandiosa de las portadas protógoticas hispanas, construida alrededor del año l.200. Se compone de un tímpano liso-tosco apoyado en jambas a través de ménsulas figuradas, enmarcado por ocho arquivoltas figuradas a su alrededor, ligeramente apuntadas y de forma muy abocinada, asentadas en ocho parejas de columnas que portan capiteles figurados y vegetales, coronados por ábacos rectangulares bajo cimacios escupidos con zarcillos y discos vegetales en forma de imposta quebrada. La portada se protege a su alrededor con una moldura guarda lluvias de motivos vegetales y en la parte alta con un TEJAROZ que se prolonga a ambos lados con sendos aleros para proteger los muros laterales del cuerpo saliente en el que se estructura la portada, todo ello sostenido por canecillos con figuras humanas y florales-geométricas y algún que otro reconstruido.

Se le conoce con el nombre de PORTADA DEL JUICIO, debido a que los relieves esculpidos en sus Ocho arquivoltas hacen alusión al Dogma del JUICIO FINAL.

Tal como la observamos hoy en día no se trataría de una portada del Juicio final según la visión Apocalíptica de San Juan. En este caso tendría que aparecer la figura de Cristo Juez, esculpida en el tímpano, cubierto con una sencilla túnica, permitiéndonos observar la llaga de su costado, con ángeles a los lados portando los Atributos de la Pasión y con ello la facultad del Resucitado para poder juzgar.

clip_image028_thumb2Parece ser, aunque la portada pudo sufrir alguna remodelación, que el mensaje que el Cabildo nos quiere transmitir por medio del autor, se refiere a las CONSECUENCIAS crudas y realistas sobre los justos y pecadores de un Juicio Final inapelable, es decir: aplicar la SENTENCIA del Juez, en este caso Cristo, sobre justos y pecadores.

En relación al TÍMPANO, que se nos presenta liso compuesto de dos sillares toscos, existen varias hipótesis: la primera que pudo estar policromado, aunque el material de que está compuesto no se presta para pintarlo; la segunda que no sea el original, éste por algún evento desapareció y hubo que colocar uno improvisado de poco valor artístico que perduró hasta nuestros días, seguramente se tendría pensado cambiarlo por otro esculpido o labrar el actual, cosa que nunca se llevó a cabo; la tercera hipótesis es la que está en la mente de muchos autores: que la portada se proyectó sin tímpano, ahora bien, si no tenían pensado colocar un tímpano que función tendrían las ménsulas que lo sostienen. Tal vez se le terminó el presupuesto y lo dejarían para más adelante.

Con respecto al desorden en la escultura, está el hecho muy frecuente de que se labrase la sillería en el suelo y que una vez labrada se estructurase la portada sin un orden determinado por alguna circunstancia. En la estructura de la portada aparecen figuras de estilo románico tardío entremezcladas con otras que ya se relacionan con el primer gótico francés. Teniendo en cuenta que las portadas se iniciaban de abajo hacia arriba, los relieves románicos debían de aparecer en la parte baja y se hallan en la parte alta: en el Tejaroz y aleros que lo prolongan lateralmente coronando la portada y en las enjutas, todo en la parte alta.

Cronológicamente la escultura románica se labraría entre los últimos años del siglo XII y primeros de XIII, al mismo tiempo que se trabajaba la escultura de la portada del lado norte, y la escultura gótica entre los años l2l5 yl230.

Por lo tanto se labraría en dos épocas distintas y se colocaría en la portada sin orden cronológico, primero las góticas y luego las romanas, porqué así se hizo, lo desconocemos. La escultura gótica se aprecia bien en las ARQUIVOLTAS con figuras de canon corto, ropajes resueltos con pliegues delgados y concéntricos y expresión comunicativa de sus rostros, denotando estos un incipiente naturalismo hacia el gótico; en los CAPITELES que coronan a las columnas; lo mismo que en el ropaje de los ángeles de las ménsulas que sostienen al tímpano.

En relación al mensaje que el Cabildo de la colegiata nos quiso hacer llegar a los fieles, gira en torno a dos hipótesis.

La primera hipótesis se fundamenta en que para algunos autores se trata dclip_image029_thumb2e una portada en donde se representa el Dogma del Juicio Final como en otras portadas navarras.

En el Juicio Final según el Apocalipsis “Al son de las trompetas apocalípticas de los ángeles trompeteros, salen los muertos de los sepulcros y se dirigen al TRIBUNAL, contentos los de la derecha de Cristo por morir en gracia y asustados los de la izquierda por morir en pecado. Por la derecha los justos se encaminan al Reino de Dios y por la izquierda los condenados son conducidos por demonios hacia el infierno, en donde recibirán toda clase de castigos”.

En contra de esta hipótesis, está el hecho de que aquí no aparecen los sepulcros con las tapas levantadas para que salgan los muertos, que debían de situarse en las bases de las arquivoltas.

clip_image031_thumb2A favor de esta hipótesis, están los ángeles trompeteros esculpidos en las ménsulas con sus trompetas apocalípticas y el conocimiento de los entendidos que nos dicen, que, para que se trate de una portada del Juicio Final, basta con que aparezca Cristo en la clave de una arquivolta, aquí aparece el Agnus Dei en la segunda clave que simboliza a Cristo, además de estar presentes en las otras claves de abajo hacia arriba, el Pantocrátor, la Virgen, un ángel, un mártir, un rey, un obispo y un abad.

La segunda hipótesis, tal vez la más acertada en relación con el mensaje que el Cabildo quería hacer llegar a la población de entonces, sería de carácter MORALISTA SOCIAL, representando en las arquivoltas no el Juicio en sí, sino sus CONSECUENCIAS; con lo plasmado en los relieves trataría el Cabildo de concienciar a los fieles, de que existe una Gloria de Dios para los que mueren en gracia y un infierno con grandes castigos para los que mueren en pecado.

Para comprender bien la creación del autor o autores y el mensaje del Cabildo, hay que retroceder hasta finales del siglo XII y ver en que ambiente se desenvolvía la sociedad de Tudela, que contaba con gran número de judíos, auténticos banqueros de la ciudad, y muchos mudéjares practicando su religión islámica y nada adictos a la iglesia cristiana y a cumplir con las cuotas que ésta les imponía a los fieles.

clip_image033_thumb2La otra parte de la sociedad, la cristiana, en su mayor parte era analfabeta; ante esta sociedad poco o nada le servía al Cabildo publicar folletos o dar mensajes orales a una clase social de bajo nivel cultural, que no sabía leer, ni comprendía lo que se le explicaba.

La escultura monumental hacía la función de docencia, se trataba de una enseñanza fácil de asimilar y retener a base de estar continuamente presente, era lo que se conocía por entonces con el nombre de de la Biblia de los pobres y analfabetos.

En este ambiente cultural tudelano con una clase social de muy bajo nivel cultural, con judíos y mudéjares que se negaban a pagar las cuotas a la iglesia cristiana, lo más probable es que la portada concebida por el Cabildo de la colegiata, se construyera como la vemos hoy en día, advirtiéndole a los judíos, mudéjares y a la sociedad en general, los castigos que les esperaban tras un Juicio Final inapelable, preocupándose más de esculpir estos premios y castigos en los relieves de las arquivoltas que en la figura de Cristo y su Pasión del tímpano.

clip_image035_thumb2Sea uno u otro mensaje, la portada es una auténtica joya y una verdadera obra maestra del arte. Podemos observar a uno y otro lado de las claves a ciento catorce relieves que representan los de la izquierda, según visión del espectador, a los JUSTOS RESUCITADOS, llenos de felicidad en el REINO DE DIOS y a la derecha del espectador a los RÉPROBOS TORTURADOS, con las figuras de los condenados y demonios.

Se trata de uno de los conjuntos más pintorescos y de complicada iconografía que produjo el arte medieval, tal vez el mejor conjunto del arte medieval navarro, en el que la derivación de Cluny es clara, pasando por Chartres.

De esta portada dice Street:”Conozco poca escultura del siglo XIII, ni aun en Francia, que supere a esta bellísima obra”.

En conjunto, la forma y estructura de la portada es de las muy abocinadas, con solo cinco relieves a cada lado a partir de la clave de la arquivolta más interior y diez relieves a partir de la más exterior. En las arquivoltas clip_image037_thumb2de la derecha, izquierda según visión del espectador, aparecen los JUSTOS que con su fe han sabido ganar el PARAÍSO DE DIOS; los relieves en conjunto guardan una cierta monotonía ya que se labran en todos con una pareja de figuras por dovela, distribuidas en las cincuenta y dos dovelas con los patriarcas, profetas del Antiguo y Nuevo Testamento, San Pablo, los Apóstoles y la iglesia jerarquizada: obispos, abades, doctores de la iglesia; así como reyes, santos mártires y vírgenes-.Todo el paramento cubierto de una costra de suciedad de muchos años, que se nos hace difícil de interpretar a las figuras.

Mucho más interés por su temática y distribución de las figuras, presentan los relieves de la izquierda, derecha del espectador, en donde aparecen en cincuenta y tres dovelas, los condenados que murieron en pecado, conducidos por demonios camino del infierno, en donde recibirán severísimos castigos.

clip_image039_thumb2Los relieves hacen alusión no solo a los que cometieron pecados capitales como la lujuria o la avaricia, sino también a los pecadores de aquel ambiente social de Tudela como el carnicero o el cambista judío, auténtico banquero de Tudela que prestaba a un altísimo interés. Así vemos desfilar en una serie de relieves, al carnicero con la balanza inclinándose a su favor y que luego en el infierno dos que portan machetes sufren el castigo de ser mordidos por demonios; a dos judíos cambistas con sus carteras de banqueros, que son conducidos por un demonio hacia el fuego eterno, en donde recibirán sus correspondientes castigos; a un avaro con la bolsa al cuello, que luego en el infierno se le castiga teniendo que tragar las monedas; a lujuriosos y lujuriosas esculpidas en varios relieves (lo que nos indica lo frecuente del pecado), éstas con serpientes atacando sus pechos y aquellos los demonios les cortan los genitales o los cuelgan por ellos.

A otros pecadores se les introduce en calderas con agua hirviendo, tema este muy tratado en la mayoría de los edificios románicos.

A los blasfemos en el infierno se le corta la lengua o se les cuelga por ella.

clip_image040_thumb2Y por si los castigos fueran pocos o por si quedase algún pecador sin su correspondiente castigo, se les advierte que enviarán al CUARTO JINETE DEL APOCALIPSIS al final de los tiempos sembrando en el mundo la muerte mediante las bestias salvajes de la tierra, llevando al infierno las almas de los impíos, ya que en la séptima arquivolta aparece un guerrero acompañado de una bestia-demonio fantástica que puede hacer alusión al Cuarto Jinete del Apocalipsis, que San Juan en su libro nos viene a decir: “ Al abrir el cuarto sello miré y vi a un caballo bayo cabalgado por un jinete llamado MORTANDAD y el infierno le acompañaba, se le dio poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar con la espada, con la peste, el hambre y las fieras de la tierra.

No cabe la más mínima duda de que la intención del Cabildo de Tudela, era la de producir en la sociedad de Tudela de entonces, un fuerte impacto que la llevase al arrepentimiento.
Las arquivoltas se asientan en ocho parejas de columnas que portan capiteles labrados con figuras de factura tendiendo al gótico, en donde se plasma un ciclo escultórico dedicado al Antiguo Testamento con la creación y caída del hombre así como diversos pasajes que hacen alusión a algunos patriarcas bíblicos.

Este concepto simbólico del “bien y del mal”que nos transmite el Cabildo y los artistas escultores en las arquivoltas de la portada, con el premio a los justos y el castigo a los réprobos, se extiende también a la escultura plasmada en los capiteles de las columnas que soportan a las arquivoltas en donde se narra la creación del mundo según el Génesis, queriendo dejarnos esculpido no solo al hombre sino al conjunto de la creación: ángeles, animales, plantas y al universo en general. No cabe duda de que en el Génesis el problema del bien y del mal está muy presente y Dios tendrá que castigar a los que les han desobedecido y premiar a los justos.

Los clérigos y abades medievales hacían uso de los personajes del Génesis, primer libro de la Biblia, para inscribirlos en la escultura románica medieval, condenando y criticando a los pecadores y ensalzando y premiando las virtudes de los justos, por varias razones, sobre todo por ser el libro más asequible y atractivo para los pocos que sabían leer por aquella fecha y por plantear en sus páginas los temas más importantes de la vida humana. Con el Génesis se intentaba dar una respuesta a los grandes enigmas que se le plantean al hombre: el origen del mundo, el dolor, el nacimiento de la familia, el nacimiento del culto, el inicio de la sociedad y sobre todo, la muerte. Pero lo principal era que con el Génesis se intentaba resolver la problemática del bien y del mal.

Ahora bien, las respuestas del Génesis al no ser científicas a muy pocos le sirven hoy en día y suponemos que tampoco le valdrían para mucho a la sociedad medieval, por no tener nada de doctrinales. Los teólogos nos vienen a decir que no existiendo pruebas ciertas, nos es más útil la oscuridad con la que el Señor ha querido que quedásemos sobre este punto. Dios no encontrando otro medio mejor, elige una fórmula asequible a todos los hombres, expresándose a través de una historia y de unos hechos que encierran toda la problemática del bien y del mal.

clip_image041_thumb2En relación a la escultura presente en los capiteles, en el grupo de los de la izquierda, según visión del espectador, del interior al exterior aparecen las escenas de la creación de los Ángeles; la creación del espacio; del mar y la tierra con las aves y los peces; de los astros; de las plantas; de los animales terrestres; del Hombre y de la Mujer, sacando a ésta de una costilla de Adán; y el Pecado Original, con la serpiente al lado burlándose de ellos.

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En el grupo de la derecha del espectador, desde dentro hacia fuera, aparecen las escenas de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso; Adán arando la tierra; Eva hilando; Caín y Abel ofreciendo a Dios sus sacrificios; Caín mata a Abel; Dios maldice a Caín y éste huye tras matar a su hermano; Noé y su Arca y el Sacrificio de Isaac por Abraham.

El Cabildo de la colegiata echa mano solo de aquellos personajes del Génesis, no de todos por supuesto, para que se los labren en los capiteles, cuyo simbolismo les podría servir para transmitir su mensaje. Mensaje centrado en criticar a los pecadores para que se arrepintiesen y ensalzar a justos y virtuosos, sabedores los Padres de la iglesia medieval del temor de los fieles al más allá.

La escena del Pecado Original, con la inmediata expulsión de Adán y Eva del Paraíso por Dios fue una de las más frecuentemente esculpidas en el arte románico de tema bíblico. Tal como lo vemos e interpretamos hoy en día, es de simbolismo bastante complejo. Suponemos que los PADRES DE LA IGLESIA MEDIEVAL de Tudela, lo mandaron representar para criticar los pecados de la SOBERBIA Y DE LA MALDAD, muy presentes en los personajes, también para hacernos ver que todo pecador tendrá el castigo y la maldición de Dios: Eva tendrá que alumbrar a los hijos con dolor y Adán obtener los alimentos con el sudor de la frente, aunque esto hoy en día ya no es aplicable.

Hay que tener en cuenta que el autor del Génesis (semitas anónimos), se inspiran en la antigua religión griega y viceversa, más concretamente en el poeta Hesíodo, el cual dio su versión particular (la más aceptada por los antiguos griegos), de la creación del mundo según la mentalidad griega con Gea (la tierra) y Urano (el cielo). No es aquí en esta humilde monografía hablar del simbolismo de la manzana, el objeto con el que pecó Eva.
Permítaseme dedicar unas líneas a la antigua religión de los griegos prehelénicos (Aqueos) que habitaron el territorio griego desde quince o veinte siglos antes de Cristo en las ciudades de Micenas y por todo el Peloponeso, que incluso siguió siendo la religión de griegos y romanos hasta el siglo IV después de Cristo.

Según la primera parte de la mitología griega, existió una lucha por el poder entre los dioses-Zeus y sus hermanos, Poseidón y Hades contra su padre Cronos y sus hermanos los titanes y los hijos de éstos, conocida cono TITANOMAQUIA o guerra de los dioses, que terminó con el triunfo de Zeus, que se convirtió en el dios del cielo y del universo, soberano de todos los dioses y de los hombres, adorado por los humanos como protector del estado y de la familia, sentado en su trono de oro en el Olimpo y padre de la segunda generación de dioses.

No todos los titanes lucharon contra Zeus, uno de ellos llamado Prometeo, un profeta “el que ve más allá” hijo del titán Jápeto, luchó a su lado; el dios supremo se lo agradeció el favor pero Prometeo cometió la osadía de enfrentarse a Zeus “sustrajo el fuego del cielo y se lo entregó a los hombres”.Zeus encolerizado por el ultraje lo castigó con una condena para toda la vida.

De prometeo al profetizar el futuro de Zeus, arrancará la parte mítica de la guerra de Troya. Pero dejemos a Prometeo y sigamos a Zeus que también castigó a los hombres por hacerse con el fuego y para castigar a los mortales, hizo que Hefesto, dios herrero del Olimpo, modelase en su taller a la primera mujer. Al principio fue una estatua de metal. La hermosura de su figura era tal que Zeus decidió insuflarle vida. De la estatua salió una mujer tan hermosa como temible llamada Pandora, a la que envió a la tierra con una vasija “la caja de Pandora” y una llave con el expreso mandato de que no se abriese nunca. Los hombres seducidos por su belleza, la acogieron entre ellos y no tardó mucho antes de que Pandora abriese la vasija secreta, como Zeus había previsto, dejando escapar de su interior todas las desgracias o desdichas que habían de afligir en lo sucesivo a los humanos: la guerra, el hambre, la maldad, las enfermedades, el pecado y la muerte; lo último que salió fue la esperanza o tal vez quedase en el fondo de la vasija.

Pandora y Helena de Esparta fueron las culpables de las desgracias que les sucedieron a los humanos mortales griegos.

Eva, la madre de la civilización semítica, tradición que seguimos los judíos y cristianos, ya que el cristianismo no es más que una reforma de judaísmo, va a ser la culpable de que, por desobedecer a su Dios, nos ocurra lo mismo que a los humanos mortales griegos: hambre, guerras, pecado etc., ya que antes de pecar, nuestros primeros padres, Adán y Eva, eran inmortales.

De ahí que el mito del Pecado Original haya llegado hasta nuestros días con la tan frecuente violencia contra la mujer (violencia de género), debido a que factores religiosos, culturales y sociales la culpabiliza de ser la inductora a la desobediencia a Dios con su correspondiente castigo sobre el hombre.

En la actualidad gracias a Darwin apoyado en la genética, se intenta desmitificar la idea de que sea la mujer, la culpable de los males del mundo a través del Pecado Original, ya que para el sabio científico nuestra genealogía parte por lo menos de dieciocho mujeres distintas, aun así, la violencia contra el sexo femenino persiste y costará muchos años desterrar y borrar la gran mancha del Pecado Original. Para los griegos los mitos de Pandora y Helena tenían una fácil explicación: Las mujeres bellas son siempre conflictivas, no solo para su consorte sino para la sociedad en general, esta idea perdurará hasta nuestros días. Ahora bien, el modelo negativo que encarnan estas dos mujeres, había que contrarrestarlo con otros modelos positivos de mujer, y estos modelos los encontramos en los mitos de Penélope, con un gran amor y fidelidad hacia su marido Ulises, y en Alcestes, quien da la vida por su marido Admeto, al que Apolo le había prometido la inmortalidad, si alguno moría por él. Ante la fidelidad como esposa, Heracles bajará al inframundo de los muertos y la rescatará.

También en la historia de la Biblia, al modelo negativo de Eva, repercute, no solo en su marido, Adán, sino para la sociedad israelita y cristiana en general, que la responsabilizará de todas las calamidades que nos ocurren hasta hoy en día, y había que buscarle un modelo positivo que encontramos en Ruth, y posteriormente en María, que por sus virtudes Dios la escoge para que sea la madre del Hijo de Dios hecho hombre en la tierra; de ahí que se diga que el simbolismo del Pecado Original, según la mentalidad cristiana podía hacer alusión a una posible victoria del linaje de la mujer a través de Maria sobre la serpiente; de María nacerá el Mesías, Cristo, con Él se vencerá al pecado y al demonio y se alcanzará la vida eterna.

En relación al mito de Caín y Abel, en el Génesis 4, se nos dice que Adán y Eva tuvieron dos hijos varones: Caín y Abel.

Caín ofrecía a Yahvé los frutos de la tierra y Abel le ofrecía los primogénitos de sus ganados, de lo mejor de ellos; y quedó agradecido Yahvé de Abel y de su ofrenda, pero no de Caín y de la suya. Por celos Caín mató a Abel y Yahvé le castigó diciéndole: cuando labres la tierra no te dará frutos y andarás fugitivo y errante. Le contestó Caín a Yahvé “demasiado grande es el castigo para soportarlo”, puesto que me arrojas hoy de la tierra cultivable, oculto a tu rostro habré de andar, fugitivo y errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará”. Pero Yahvé le dijo “si alguien matara a Caín, será siete veces vengado”. Puso pues Yahvé una señal a Caín para que nadie que lo encontrara, lo hiriese.

El castigo de Dios a Caín no debió de ser tan severo ya que le permitió una descendencia que se inicia con su hijo Enoc y termina en la quinta generación con Lamec, al que Yahvé protege aun más. Lamec tomó dos mujeres: Ada y Séla. Ada dio a luz a Jabel y a Jubal y Séla a Tubalcaín y a Noeme.

Dijo Lamec a sus mujeres: Oíd mi voz; por una herida mataré a un hombre, por un cardenal a un joven. Si Caín sería vengado siete veces, Lamec lo será setenta veces siete.
El Génesis termina aquí la descendencia de Caín e inicia la de Set hijo de Adán y de una nueva mujer con su hijo Enós y se termina con Noé, ya que va a ser su hijo Sem el que de comienzo a la civilización de los SEMITAS, en su religión (cuerpo y alma formando un todo indivisible) se inspiró Jesús para crear el cristianismo. Lo mismo que en el raciocinio giego y en el misticismo suprarracional del antiguo Egipto faraónico. Sin embargo, hay que reconocer que el cristianismo no es mas que la renovación del judaísmo, con el comparte la revelación a los hombres. Jesús se apoya en la Torá de Moisés, que no es más que la revelación de Dios.

El mito de Caín y Abel, fue tratado frecuentemente en el arte románico simbolizando las fuerzas del bien y del mal. Las fuerzas del MAL existieron desde los míticos personajes y seguirán existiendo, pues como nos dice San Juan en su Apocalipsis: Son personificaciones de fuerzas colectivas, que, a través de los siglos tratarán de derrocar al BIEN.

Está bastante claro que con la representación de la figura de Caín, los Padres de la iglesia medieval intentaban criticar los pecados de la envidia y de los celos, tan frecuentes a lo largo de la historia, y con la figura de Abel exaltar las buenas acciones, el amor a Dios, el respeto al prójimo y a todos aquellos cristianos que cumplían con la Ley, con Dios y con la iglesia de la Edad Media, ya que la aportación por aquella época a la iglesia era muy importante, pues gracias a ella subsistía.

La figura de Abel entregando “religiosamente” las ofrendas a Dios, invitaba a la población de Tudela a contribuir con la iglesia que por entonces pasaba por alguna que otra crisis.
Se nos dice que Cristo descendió a los infiernos a rescatar a Adán y Eva,-ANASTASIS-, pero no tenemos noticias de que rescatase a Caín, ahora bien, aunque su persona quedó maldita para siempre, según la mentalidad de la iglesia ortodoxa oriental, plasmada en numerosas obras pictóricas presentes en varias iglesias de Oriente, Cristo aparece rodeado en los infiernos por todos los pecadores allí presentes; no hay que desechar por lo tanto que el PERDÓN fuese general y que incluiría también a Caín.

El SACRIFICIO DE ISAAC o la PRUEBA DE ABRAHAM, se convirtió en la escena bíblica más clásica de arte románico, debido a que los cristianos (que comparten con los judíos el Antiguo Testamento), siempre consideraron a Abraham como el hombre de fe y depositario de las promesas de Dios por establecer con ÉL las alianzas. La fe el Dios lo llevó a un lugar incierto (el enviarlo a Hebrón en medio del desierto fue para probarlo) y a someterse a la providencia divina, dispuesto a sacrificar a su propio hijo. En el arte románico el simbolismo de la escena gira en torno a la fe y obediencia en Dios de Abraham, el Todopoderoso viendo su resignación y su fe, lo redime del mandato.

Por último en un capitel de la portada aparece la escena de la AVENTURA DE NOÉ CON LOS ANIMALES, su simbolismo gira en torno a la SALVACIÓN PARA EL HOMBRE. Luego vendrá el destierro y la liberación como símbolo de la futura humanidad, su caída en el pecado y su liberación por obra de la Gracia. Egipto simboliza el destierro al que los hombres seguimos sometidos hasta nuestro paso del mar Rojo con el bautismo, que nos libera por la gracia de Dios.
La portada la protege arriba clip_image044_thumb2en su remate alto un TEJAROZ (alero), que se prolonga perpendicularmente a ambos lados, protegiendo los muros laterales del cuerpo saliente en el que se estructura la portada.

Tanto el tejaroz como los aleros que lo prolongan lateralmente, los sostienen canecillos esculpidos. A nivel de los ángulos de separación del tejaroz con los aleros laterales se sitúan DOS ÁNGELES de mayor tamaño que el resto de los demás canecillos, siguiendo la norma de los modillones que sostienen los restantes aleros del edificio, que en los ángulos son de mayor tamaño.

En relación a los canecillos, la mayoría se trata de personajes masculinos que por la vestimenta y por los libros que portan entre sus manos, se trataría de monjes dedicados a la vida contemplativa y de santos, intercalados con algunos de motivos vegetales y un escudo irreconocible.

En los aleros laterales, el de la derecha, según visión del espectador, se apoya en tres clip_image046_thumb2canecillos: un águila, un escudo y una figura geométrica. Los de la izquierda del espectador, son similares a los del tejaroz.
En ambas enjutas se sitúan las esculturas de dos edificios similares de una ciudad, se trataría de la ciudad de Jerusalén. Suponemos que una simbolizaría la Sión perversa judía que crucificó a Cristo, que en consonancia con el significado de la escultura de la portada debía de ser la que está situada en el lado izquierdo, derecho según visión del espectador. Si nos fijamos está apoyada en una moldura sostenida por tres canecillos: dos arpías unidas por el cuello con una cuerda en forma de ocho; dos perros en plena lucha y un personaje femenino irreconocible. Por debajo del alero se sitúa un relieve rectangular de arriba hacia abajo liso pero que probablemente estuvo esculpido y que ha perdido la escultura, está apoyado en tres canecillos: Sansón desquijarando al león en el centro; una arpía macho con barba y un ave que más se parece a un demonio. Toda la escultura debía de ser negativa y aquí aparece Sansón, que suele simbolizar a Cristo.

La escultura de la enjuta derecha, izquierda del espectador, representaría la Sión cristiana, aunque los canecillos que sostiene al alero en el que se apoya, es totalmente negativa: Una arpía en el centro; un perro a su derecha y un personaje femenino de cuya boca salen dos arpías, que no están precisamente en relación con el bien.

INTERIOR ARQUITECTÓNICO

clip_image047_thumb2El monumento presenta planta de Cruz Latina siguiendo los modelos de la primitiva catedral de San Salvador de Zaragoza y la de la iglesia de San Miguel de Estella: tres naves de cuatro tramos cada una, más elevada y ancha la central que las laterales, rematadas con sendas capillas absidales semicirculares, flanqueadas por otras dos en los extremos de planta cuadrangular. Crucero y transepto con doble tramo a ambos lados. Los ábsides se cubren con bóvedas de cuerto de esfera, excepto el central que se cubre con bóveda de nervios pentagonal en la capilla absidal y con crucería en su tramo previo. Las capillas cuadrangulares de los extremos se cubren con bóvedas de crucería cuatripartita o de nervios trebolados, que es la utilizada también en las naves y en el crucero, y que confluyen en claves decoradas sencillamente, excepto en el tramo de los pies en cuya clave aparece un escudo perteneciente a la casa Navarra de Evreux, fruto de una reconstrucción posterior.

En alzado, los arcos son apuntados apoyados en columnas pareadas adosadas a los frentes de los pilares cruciformes que dan a la nave central deslindando las naves y en los codillos; siendo pareadas también en todos los frentes de los pilares del crucero. Sobre los arcos se abren los ventanales dobles apuntados coronados con un óculo, siendo triples en los muros frontales del transepto.

EL CLAUSTRO

En un principio fue construido para la iglesia de Santa Maria la Blanca, reconstruida a principios del siglo XII y orientada en la misma disposición que la catedral. Una vez desaparecida, el claustro pasó a formar parte de la actual catedral, levantada sobre la antigua mezquita musulmana como colegiata, al hacer vida en común los canónigos siguiendo la regla de San Agustín. Mas tarde con la secularización, sus dependencias pasaron a ser utilizadas como capillas.
clip_image049_thumb2El claustro reúne en su estructura un conjunto escultórico monumental de primer orden, que en nada desmerece de los mejores y más afamados claustros hispanos, a pesar de que al contrario de los de Soria y Estella por ejemplo, su influencia no parte de Silos, sino que deriva de la escultura aragonesa y de las escuelas castellanas, que, trabajando en equipo y aportando cada maestro su propia experiencia, crearon una extraordinaria obra escultórica.

El claustro se sitúa en el lado meridional de la catedral y se accede desde ésta a través de un pasadizo rectangular, que en su origen fue una antiquísima capilla funeraria conocida con el nombre del Cristo del Perdón, conservando aun hoy en día restos de tres sepulcros desconocidos en el muro occidental, bajo arcosolios con arcos apuntados. Un cuarto sepulcro bajo un arco gótico, acoge según la tradición a un familiar de Sancho VII el Fuerte. Situada al sur de la capilla del Espíritu Santo, es de paso obligado al claustro desde la catedral; al final de esta antigua capilla la entrada al claustro se realiza a nivel del ángulo noreste.

clip_image051_thumb2Estructuralmente presenta planta rectangular con sus lados mayores situados al este y oeste con cuatro alas o pandas denominadas también crujías y sus correspondientes galerías. Las arquerías que componen las alas-nueve en los lados menores y doce en los mayores-, son de medio punto y se apoyan en columnas dobles y triples alternativamente. Las crujías se refuerzan en los ángulos y el la parte media de cada lado con pilares que portan columnas adosadas, para estructurar mejor el armazón del claustro. Los arcos se abren al jardín y a las galerías y las capillas a las galerías. Todas las columnas se alzan sobre un podium corrido y portan capiteles esculpidos.

Para orientarnos, ya que su orientación se puede prestar a confusiones, consideramos crujía norte la que corre paralela a la iglesia catedralicía, en ella es en donde se conservan los capiteles de mayor valor artístico, labrados probablemente por el maestro que dirigía el taller. Son también los mejor conservados por estar protegidos del cierzo del norte por el edificio de la catedral. Esto que observamos en Tudela, lo podemos apreciar en la mayoría de los claustros de la Península sobre todo en el de San Pedro el Viejo de Huesca.
Igual que en la mayoría de los claustros hispanos, aquí en el de Tudela se aprecia la labor escultórica de varios maestros; suponemos que alrededor del claustro se crearía un gran taller que, a las ordenes de un jefe actuarían los demás, que no tenían porqué ser afines los unos a los otros, sino que cada uno aportaría su propia experiencia y personalidad para crear su obra según su propio saber. Llama la atención que aun partiendo de escuelas distintas, creasen una obra de cierta unidad escultórica en todo el conjunto del claustro.

Los plasmados en las alas norte y este, pertenecerían al mismo taller, los de mayor valor artístico los labraría el maestro principal jefe del taller y los demás serian obra de sus discípulos aventajados. Los del ala sur los labrarían otros maestros relacionados con los que trabajaron en las portadas del crucero de la catedral y autores también de alguna escultura de la iglesia de Santa Maria Magdalena. Los del ala oeste de menor valor artístico, serían obra de escultures itinerantes, que buscaban trabajo y lo encontraron en el claustro de la catedral de Tudela. Entre los maestros itinerantes que trabajaron aquí, se relacionan con la escultura de la iglesia Soriana de Santo Domingo y con algún que otro discípulo del maestro Mateo, que alguno si que trabajó en la cabecera de la catedral de Santo Domingo de la Calzada.

En líneas generales los que portan figuras de canon corto, amplio volumen de sus vestiduras con incisiones circulares, grandes cabezas y ojos saltones muy marcados, nos ponen en la pista del taller del maestro de San Juan de la Peña. Estarían en relación con la escultura que se llevaba a cabo en la comunidad aragonesa, no solo con el taller de este Maestro sino con los maestros que participaron en la labra de la escultura de la cabecera románica de la catedral de Zaragoza.

Una de las características de los capiteles es su EXPRESIVIDAD, muy notoria en algunos del ala norte como en el de la Resurrección de Lázaro y en el que se escenifica la Oración de Cristo en el Huerto de Jetsemaní, en el ala este, entre otros.

Las escenas que se desarrollan la mayoría son de tipo religioso. Las Cristológicas, están plasmadas en las alas norte y este, en ellas se escenifica los acontecimientos más importantes de la Infancia, Vida Publica, Pasión, muerte y Resurrección de Cristo. Las Marianas y Hagiográficas, están presentes en el ala sur y las Simbólicas y decorativas en el ala oeste. Aquí solo observamos fauna real, apenas aparece fauna fantástica; se debe a que este claustro no tiene relación alguna con el de Silos en donde dicha fauna está muy presente que irradió a otros claustros; solo podemos observar dos unicornios y algunos demonios en un capitel.

De los tres ciclos temáticos, el Cristológico se desarrolla cronológicamente en las alas norte y este, para seguirlo partiremos del ángulo noroeste con la Infancia de Cristo y terminaremos al final del ala este con el capitel en donde se escenifica LA ASCENSIÓN DE CRISTO A LOS CIELOS y con el ciclo pascual integrado por las diversas apariciones de Cristo después de resucitado.

clip_image053_thumb2Los tres primeros capiteles representan los grandes acontecimientos de la Infancia de Cristo, en el primero aunque se observa mal por el deterioro de la escultura se puede apreciar la Anunciación, la Visitación y el Nacimiento; en una cara y el Sueño de José en otra. En el segundo capitel, se representa la Adoración de los Reyes Magos y de los pastores. En el tercero, se escenifica la Presentación de Jesús en el Templo. El capitel cuarto está totalmente perdido, en el se nos recordaría la Matanza de los Inocentes y la Huida a Egipto.

clip_image055_thumb2Con el quinto capitel se inicia la Vida Publica de Cristo, representa las Bodas de Caná. En el siguiente vemos el Bautismo de Cristo y tal vez a Juan el Bautista predicando. El capitel séptimo está totalmente perdido. En el octavo se representa LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO, por su expresividad y realismo, este capitel uno de los más logrados y el autor tal vez el jefe del taller, reparte a los personajes en tres planos de profundidad: en el primer plano el cadáver de Lázaro y Jesús a su izquierda con la mano derecha le ordena que se incorpore; en un segundo plano aparecen sus hermanas Marta y Maria Arrodilladas y por detrás los presentes se tapan las narices, pues el cadáver ya olía mal. Completa la Vida Pública la escena de la entrada de Jesús en Jerusalén, el último capitel del ala norte.

clip_image057_thumb2Con el primer capitel del ala este, se inician las escenas relativas a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, está esculpido en sus cuatro caras con la Presencia de Jesús ante Caifás, Judas cobrando el pago por la venta de Cristo o tal vez perseguido por ello, Lavatorio de los pies a Pedro y la Última Cena. En el capitel nº once se escenifican: la Oración en el huerto de Jetsemaní y sueño de los Apóstoles. En el doce se representa el Prendimiento de Jesús y Pedro cortando la oreja a Marco. El siguiente capitel está perdido. En el catorce se representa el Entierro de Cristo, depositando su cuerpo en el Sepulcro José de Arimatea.

En el capitel quince, se representa el Descenso de Jesús al Hades; Jesús una vez resucitado bajó al limbo según los escritos a liberar a Adán y Eva, a los patriarcas de la antigua Ley y a los reyes de Israel, que esperaban alcanzar el Paraíso Celestial mediante la muerte y resurrección de Cristo; en la escena del capitel vemos como Cristo libera a Adán y Eva, detrás de los cuales aparecen dos figuras de reyes y un personaje que para mi se trata de Caín. Según la mentalidad clip_image059_thumb2ortodoxa expresada en numerosos cuadros pictóricos, el rescate fue general extendiéndose a todos los pecadores que purgaban allí sus pecados. En otra cara del capitel se escenifica el Anuncio de la Resurrección a las mujeres por un ángel. En el capitel siguiente los ángeles aparecen sentados sobre el Sepulcro y en otra cara la aparición de Cristo a las Marías y a Santiago, iniciándose así los capiteles con las diversas apariciones de Cristo una vez resucitado: La aparición a Maria Magdalena, la aparición a los discípulos de Meaux y a Santo Tomás y demás Apóstoles. En el Nº veinte del conjunto, Cristo encarga la predicación a los Apóstoles. El siguiente y último del ala este, la escena gira en torno a la Ascensión del Señor en presencia de sus Apóstoles que aparecen como extasiados.
clip_image061_thumb2
Con el siguiente capitel entramos en los del ala sur en donde se plasma un ciclo hagiográfico, dedicado a la Muerte de María y a la vida y martirio de diversos santos. El primer capitel es de tema Mariano presentándonos la escena de la DORMICIÓN DE LA VIRGEN, rodeada de los Apóstoles; la Conducción al sepulcro; la Asunción al Cielo y el sepulcro abierto lleno de rosas.



clip_image063_thumb2El siguiente nos presenta la conversión de San Pablo camino de Damasco y Ananías a su lado. El nº veintitrés del conjunto nos muestra el martirio de San Bartolomé desollado vivo y que algunos autores lo confundían con San Lorenzo, que también sufrió un martirio parecido, asado sobre una parrilla. El veinticuatro representa el martirio de San Andrés (crucificado sobre una cruz en forma de X). El veinticinco está dedicado al apóstol Santiago, ante el juez de Herodes Agripa, la sentencia, decapitación y traslado a Compostela. En el veintiséis, se esculpe el martirio de San Juan Bautista: Banquete, Baile y Degollación. El último de la cara sur es un capitel muy positivo pues en una cara este aparece Daniel en el foso de los leones; dos unicornios en la cara sur; y dos águilas en la cara oeste. Es el único capitel en donde aparece fauna fantástica, EL UNICORNIO, que se trata de un animal fabuloso que en la antigüedad se consideraba originario de la mitología india. En el arte románico se representaba con la figura de un caballo con clip_image065_thumb2un cuerno recto en la mitad de la frente, simboliza la fuerza y tal vez se plasmaba en el arte para ensalzar la virtud de la virginidad, que debía de ser poco usual en la Edad Media. Su situación en el claustro no es correcta, debía de aparecer al lado del capitel dedicado a María que murió virgen.

El unicornio aunque era un animal imaginario y mitológico, fue muy buscado en la Edad Media por la población analfabeta de entonces por la creencia de que dentro del apéndice frontal, existía una sustancia que remediaba la apatía sexual e incluso la disfunción eréctil, muy importante cuando afectaba a personas celebres, obligados a dejar en este mundo descendencia obligatoria en donde las funciones sexuales formaban parte de sus obligaciones laborales.

clip_image067_thumb2El conjunto escultórico del claustro se terminó con el ciclo alegórico y decorativo de la galería oeste, en la que se aprecia un cierto descenso en la calidad de la escultura, con menos volumen en sus vestimentas y un modelado más sencillo. Citaremos solo los capiteles más significativos del este a oeste.

El primero es de carácter simbólico con filas de judíos que vuelven la espalda y demonios montados sobre ellos, simbolizan las parábolas del sembrador de la cizaña y del guía ciego. El segundo es decorativo esculpido con motivos vegetales. En el tercero vemos al rey David rodeado por músicos. En el cuarto vemos la caridad de San Martín de Tours, partiendo su capa y entregándosela al pobre. El siguiente nos muestra la cacería del jabalí. A continuación aparecen buitres devorando liebres y corderos, tema muy frecuentemente tratado en la iglesia de Santa Maria Magdalena y en otros edificios románicos. Luego observamos un capitel decorativo con hojas de acanto y por último debemos mencionar el capitel en donde aparece la parábola de pobre Lázaro y en el siguiente con la invocación del rico Epulón.

LA ILUMINACIÓN DEL TEMPLO

Es una de las catedrales españolas con el interior mejor iluminado de las muchas que existen. La capilla mayor recibe la luz por tres ventanales del ábside hoy en día ocultos por el retablo mayor; por dos pequeños rosetones románicos situados uno a cada lado en la unión del ábside con el tramo previo y por un ventanal situado en cada muro del tramo previo con arco de medio punto.
clip_image069_thumb2Las demás capillas que componen la cabecera se iluminan por un ventanal situado en la zona axial del semicírculo en las semicirculares y en el testero recto de las rectangulares más extremas.

El crucero con los dos tramos a cada lado componiendo las naves del transepto, es el elemento mas iluminado de la catedral, la luz la recibe por un triple ventanal apuntados situados en ambos testeros o hastíales del transepto; por dos óculos situados sobre el arco de las dos capillas laterales semicirculares. Al mismo tiempo que recibe la iluminación por los mencionados vanos, también se la proporciona a las naves y a las capillas absidales por medio de un ventanal y un óculo abiertos en el muro que comunica con las naves, aunque en el lado sur el óculo es sustituido por un voluminoso ventanal, y por un ventanal abierto en cada una de las cuatro capillas laterales de la cabecera.

clip_image071_thumb2La iluminación de la nave central la recibe por cuatro ventanales dobles en cada muro con arcos apuntados y óculo sobre ellos. A la parte alta de la nave la luz le llega también a través de un gran rosetón gótico de tracería radiada, perteneciente a la última etapa constructiva del siglo XIII, de ocho metros de diámetro, situado en la parte alta de los muros de los pies del templo, sobre la portada del Juicio abierto en el cuerpo saliente bajo el cual se construyó la portada, inscrito en un gran arco gótico articulado con resistentes contrafuertes. Los contrafuertes sirven de base a dos torretas románicas, la meridional se compone de tres cuerpos y lo mas interesante son los modillones que sostienen el amplio alero que separa el segundo del tercer cuerpo, este último de planta octogonal se remata arriba con una pirámide, ambos elementos reconstruidos en el siglo XVI.

La del lado septentrional no llegó a construirse, no sobrepasa el tejado hacia arriba.
La nave lateral meridional recibe la iluminación por tres ventanales sencillos con arcos de medio punto, y por un pequeño ventanal abierto al exterior en el muro de la capilla de San Pedro situada al final de la nave lateral meridional a los pies del templo.

La nave septentrional es el espacio más oscuro del edificio, sus ventanales están ocultos por los muros de las capillas, solo recibe la luz por un rosetón desde el crucero.
La capilla del Espíritu Santo, además de recibir la luz por la linterna de la cúpula, la recibe por un ventanal, tal vez de posterior factura abierto en el muro exterior.

La capilla de Santa Ana, la luz la recibe de la linterna de la cúpula y de una hilera de ventanales situados bajo la linterna en la parte alta de la cúpula.

De los capiteles que coronan a las columnas, se va pasando de los románicos historiados, de fauna real y fantástica del crucero y de la nave central a los de trazas góticas de las naves laterales decorados con motivos vegetales.

LAS CAPILLAS DEL INTERIOR Y OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS

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La catedral presenta numerosas capillas, las cinco inscritas en los ábsides se abren a la nave del transepto y las situadas a los lados del edificio a las naves laterales. Su importancia radica en los retablos que las presiden y en algún que otro sepulcro incrustado en sus muros .Tras la restauración llevada a cabo a finales del siglo pasado, muchas de las capillas cambiaron de situación, que llevó consigo que los retablos que las presidían se trasladaran al nuevo asentamiento. Intentaremos describirlas tal como aparecen hoy en día ocupando su nuevo lugar.

clip_image075_thumb2La Capilla mayor.- Se le conoce con el nombre de la ASUNCIÓN, por estar presidida por la Asunción de Nuestra Señora al Cielo, situada en el centro del retablo mayor, la talló Juan Bascardo en l606 en estilo Romanista en su etapa final. El RETABLO que viene a ser la joya mas significativa del interior del edificio, es de estilo Hispano Flamenco pintado sobre tabla en medio de mazonería gótico-flamígera con bellísimas tracería y pináculos en el remate alto. Fue pintado por Pedro Díaz de Oviedo entre los años l487 y l494. La mazonería es de autor anónimo pues aunque figura la intervención de Diego del Águila, su labor fue más como ayudante de Oviedo. Se estructura con un banco o predela, un sotabanco sobre el que se alzan cinco calles de tres pisos cada una deslindadas por tracería gótica. Sobre la calle central se sitúa una pequeña talla del Crucificado.

En la predela podemos observar a Pilatos, la Magdalena y la Flagelación del Señor, entre otras figuras de menor relieve.

En el sotabanco aparecen pintadas en el interior de medallones las cabezas de los Apóstoles y dos cabezas más que se han interpretado como las de los dos pintores.

En las calles se representan diversas escenas de la Vida de la Virgen, desde su Nacimiento hasta la Coronación y Asunción al Cielo, intercalándose entre ellas diversas escenas de la Infancia de Cristo.

A ambos lados del basamento existen dos puertas decoradas en las que se representan a San Pedro y a San Pablo.

El retablo está enmarcado por unos amplios guardapolvos con tracería calada y los retratos de ocho profetas que portan vestimentas muy llamativas, observándose un pasaje de sus profecías que los identifican.

La mesa del altar está sostenida por arquillos románicos que de data del año l200.

clip_image077_thumb2La Capilla de la Virgen Blanca.- Ocupa el ábside lateral meridional, la preside la talla sedente de la VIRGEN BLANCA, labrada en piedra a principios del siglo XII. Es el único elemento románico presente en el interior del templo. La Virgen aparece sentada en su cátedra con el Niño en medio de su regazo con el Libro en su mano izquierda y con la otra en actitud de bendecir. La posición del Niño en el centro del regazo de la Madre nos indica que se trata de una talla románica, ahora bien, saber de que época es, resulta más difícil ya que existen tallas con el Niño sobre la rodilla izquierda, que pueden ser más antiguas que las que lo llevan en el regazo. Hay que fijarse en cuatro o cinco detalles tanto en la Madre como en el Niño para saber la fecha aproximada.
En el muro norte se sitúa el Sepulcro, mandado construir Sancho Sánchez de Oteiza, deán de Tudela y luego obispo de Pamplona, está empotrado en el muro en una hornacina. Y se ejecutó con piedra caliza. Sus restos descansan en la capilla conocida anteriormente como la de San Juan Evangelista de la catedral.

clip_image079_thumb2Capilla de San Joaquín.-Muy sencilla ocupa el ábside lateral septentrional, su importancia radica en que en ella se asienta el RETABLO DE SANTA CATALINA de Alejandría, mártir y virgen que sufrió el martirio en tiempos del emperador Maximino (307). Condenada a ser destrozada por una rueda, esta se rompió a su contacto y tuvo que ser decapitada, los ángeles trasladaron su cuerpo a la cima del monte Sinaí, desde allí se difundió su leyenda a Occidente gracias a los cruzados. La facultad de teología de Paris la eligió por patrona, lo es también de los estudiantes, de los filósofos y de las mujeres solteras.

RETABLO.- Atribuido a Juan de Leví a finales del siglo XIV. Construido en forma de tríptico con pintura sobre madera de pino dorada y policromada.

Se levanta sobre una predela dividida en varios departamentos horizontales y se compone de cinco calles de tres cuerpos las laterales y en la central vemos a la Santa que acoge bajo su santo al donante y sobre ella se sitúa un Calvario.

En la predela se representan diversas escenas de la Infancia de Cristo y de la Encarnación.
En las doce tablas de las cuatro calles laterales, se representan diversas escenas de la Santa.

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Capilla de San Martín.-Ocupa el ábside gótico más septentrional de la cabecera. La preside el RETABLO DE SAN MARTÍN, el único elemento de valor de la capilla. Lo pintaron sobre el año l572 Bernal de Fuego y Pedro Petrus el Menor, por encargo del tesorero de la catedral de Tarazona D. Martín de Mezquita, sobre madera dorada y policromada con pintura al óleo sobre tabla. A excepción de la escultura de San Martín que aparece en el centro del retablo partiendo la capa con el pobre, el retablo es enteramente pictórico de estilo manierista lo mismo que la reja de acceso de l576.

En el banco aparecen las armas del canónigo Mezquita, que como es de suponer era tudelano, por debajo están los Apóstoles dormidos y los cuatro Doctores de la iglesia: San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno. Podemos observar el curioso detalle del autor que pinto a San Jerónimo con Capelo Cardenalicio.

La predela está ocupada por tres escenas de la Pasión: La Oración en el Huerto, el Prendimiento y Jesús en los brazos de su Madre.

En el cuerpo inferior del retablo dos tablas representan episodios de la vida del Santo. En el cuerpo central a la izquierda vemos un milagro del Santo y a la derecha al Obispo ante el emperador Valentiano y en el centro el Cordero Místico. En el cuerpo alto dos medallones con las efigies de San Pedro y San Pablo coronan el retablo flanqueando un Calvario con Maria al pie de la Cruz.

Enfrente atravesando el transepto existe una pila bautismal de alabastro del siglo XVI.

clip_image083_thumb2Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza.- Es la capilla de más valor artístico de la catedral, ocupa el ábside gótico rectangular más extremo del lado meridional. Se accede a su interior por medio de una verja de hierro forjado del siglo XV de estilo gótico flamígero, en consonancia con los elementos del interior. El arco apuntado de ingreso se apoya en columnas que portan capiteles góticos de motivos vegetales.

Dos son los elementos importantes que alberga la capilla: El RETABLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA y el SEPULCRO DEL CANCILLER FRANCISCO DE VILLA ESPESA.

El retablo, encargo del Canciller y de su esposa, preside la capilla y es obra del pintor aragonés Boronat Zahortiga, que lo pintó en l412 sobre madera policromada y dorada en estilo gótico internacional.(temple y óleo sobre tabla).

En el banco dividido en ocho compartimientos se desarrollan diversas escenas de la Pasión de Cristo, desde la Entrada en Jerusalén hasta la Crucifixión.

Sobre la predela se alzan cinco calles con cuatro cuerpos de anchura desigual más dos entrecalles situadas entre las calles laterales. Lo protege un guardapolvo con figuras.

En el cuerpo del retablo se desarrollan tres ciclos diferentes: en la calle central está la Virgen de la Esperanza titular del retablo, Maria aparece encinta con una mano sobre el vientre y la otra ocupada con un libro rodeada de ángeles. A los pies de la Virgen figuran los donantes, el Canciller Villaespesa y su mujer Dª Isabel de Ujué, de menor tamaño y en actitud orante. En las dos calles que flanquean a la central aparecen escenas de la Virgen desde la Anunciación a su presencia en el Calvario.

clip_image085_thumb2Los otros dos ciclos del programa icnográfico, en la calle de la izquierda está dedicado a San Francisco de Asís, por ser el santo patrón cuyo nombre lleva el donante, y en la calle lateral de la derecha corresponde a San Gil, antiguo titular de la capilla, antes que los Villaespesa la convirtieran en capilla funeraria.

La calle central se remata arriba con el Calvario coronado por Cristo bendiciendo, y las laterales con los cuatro evangelistas. En las entrecalles se distribuyen numerosas figuras de santos y en los laterales del guardapolvo Profetas prolongado horizontalmente en donde se localizan cabezas de ángeles.

En el interior de la capilla adosado al muro norte se halla el Sepulcro del Canciller Francisco de Villaespesa, noble aragonés que llegó a Navarra y se casó con Dª Isabel de Ujué noble dama tudelana siendo consejero del monarca Carlos III el Noble de Navarra, llegando a desempeñar el cargo de Canciller del Reino en l397.

El Sepulcro fue construido con piedra arenisca policromada de estilo gótico atribuido a Lope de Turnay con la colobaracion del taller de Johann Lome, maestro escultor de Carlos III.

El Sepulcro alberga el lecho funerario con las figuras yacentes del matrimonio rígidamente dispuestos sobre la cama, apoyando las cabezas en un cojín y descansando los pies sobre un león y un lebrel, símbolos del valor y de la fidelidad.

La riqueza decorativa iconográfica dispone a los temas figurativos en tres franjas paralelas, situando los escudos de los difuntos en ambos lados del coronamiento.

En la losa sepulcral se desarrollan las inscripciones fúnebres, él falleció el día 21 de enero de l423 y ella el 23 de noviembre de l418.

En el muro del fondo se representa el cortejo fúnebre, celebrándose la Misa litúrgica a la que existen los propios difuntos con sus familiares y se representa el Misterio de la Trinidad, simbolizado por tres figuras que surgen de un solo tronco incensado por ángeles arrodillados sobre nubes y rodeados de santos.

Capilla penitencial.-Hasta no hace mucho se le conocía con el nombre de capilla del Cristo Crucificado, anteriormente estuvo asentada aquí la capilla de San Martín, presidida por clip_image087_thumb2el retablo de San Martín de Tours, luego pasó a situarse a los pies del templo, hoy en día está instalado en el ábside extremo septentrional de la cabecera. Posteriormente al no hacer uso de la antigua capilla del Cristo del Perdón que nos conduce al claustro y al desaparecer o deteriorarse el antiguo Calvario con dicho Cristo del siglo XIII, el nombre del Cristo del Perdón, se le aplicó al crucificado de la capilla Penitencial, que fue modificada para convertirla en una capilla oratoria con planta rectangular de muros lisos sin una sola ornamentación, incluso un ventanal románico con celosía de alabastro que amortiguaba la luz que venía del exterior, que se abría en el testero, se dejó oculto tras el crucificado, creando un interior oscuro para que la oración adquiera una mayor fuerza espiritual ante Cristo. Situada al sur de la Capilla del Espíritu Santo, se abre a la nave meridional. La imagen del Crucificado, antiguo Santo Cristo del Trascoro que la preside, actualmente transformada en el Cristo del Perdón es de estilo del romanismo tardío y se le atribuye al círculo de Juan de Beniés, de principios del siglo XVII, se construyó con madera de pino dorada y policromada.

Capilla de San Pedro.- Situada en el muro de los pies del templo, se abre a la nave meridional, se data del año l552. La protege una verja de hierro forjado del siglo XVI.

El RETABLO, construido con madera dorada y policromada del siglo XVI, lo preside la figura de San Pedro.

En el muro norte se sitúa una tapa sepulcral de piedra del siglo XIV.

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El trascoro.- Se decora hoy en día con dos grandes pinturas murales pintadas al óleo sobre yeso, de estilo manierista del último tercio del siglo XVI, que representan: La resurrección de los muertos y el Juicio Final, atribuidas a la escuela aragonesa, Pedro Petrus y Juan de Lumbier.

En la pintura de la izquierda, el profeta Odeas introduce la Resurrección de los muertos mientras que en el cuadro de la derecha el profeta Enoc es testigo del Juicio Final, a la derecha aparecen Cristo, la Virgen y San Juan entre los bienaventurados.

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Capilla de San Antonio.- Es la primera que se abre desde los pies del templo a la nave septentrional; el retablo del Santo está pintado con óleo sobre madera de pino y la talla de San Antonio que preside el retablo, es obra del tudelano Antonio Loperena de l950.
  
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Capilla de la Dolorosa.- Entre la capilla de Santa Ana y la nave del transepto se sitúa esta capilla a la que se accede al interior por medio de una verja de hierro forjado en l783 por encargo de Dª Ana de Egués duquesa de Camponuevo, cuyo escudo aparece en el remate. Anteriormente se conocía como la capilla de la Transfiguración y luego más tarde de la Visitación.

La preside el RETABLO DE LA DOLOROSA, obra de Sebastián Sola y Calahorra y Francisco Gurrea que lo construyeron hacia el año l654 en estilo barroco; se compone de un banco, un cuerpo de tres calles y un ático. El banco está decorado con lienzos de santos obra de Vicente de Berdusán, y en el ático se sitúa la Transfiguración.

La imagen de la Dolorosa que ocupa la hornacina central del retablo, pertenece a la cofradía del Silencio, fue realizada por Genaro Lázaro Gumiel el año l951.
En el centro de la capilla se sitúa hoy en día el “Cristo de la Cama”, que ocupaba su capilla correspondiente en el lado meridional de la catedral, el Cristo está dentro de una vitrina y se construyó empleando el cartón-piedra en el siglo XVII.


Capilla de Santa Ana.- Pieza importante del barroco navarro, fue construida según planes de Juan de clip_image00210_thumb2Lazcano y Juan de Estanga, inaugurada el 26 de junio de l725.

Al exterior la capilla se construyó de ladrillo, sobresaliendo hacia la plaza del perímetro del muro de la nave septentrional que fue preciso destruir. Consta de tres cuerpos en alzado y la linterna en lo alto. El cuerpo bajo es de planta cuadrada y en su cara norte se abren dos ventanas rectangulares entre las cuales se sitúa el escudo de la ciudad. El central y el alto presentan planta octogonal, construidos con ladrillo están separados por una balaustrada de piedra para que no desentonen de la torre que se sitúa a su derecha, según visión del espectador.

Al interior presenta planta octogonal cubierta con una cúpula levantada sobre pechinas, con ocho ventanales abiertos en el tambor a través de los cuales recibe la iluminación junto con la que entra por la linterna. Ocupa parte del espacio de la nave lateral septentrional a la que se abre dentro de la catedral.

Sus muros bajos se cubren con un zócalo de mármol de colores sobre el que despliega hacia arriba profusa decoración de escayolas.

El arco de acceso a la capilla desde la nave se decora al exterior con una fastuosa decoración en medio de la cual se sitúan las figuras dclip_image00212_thumb2e San Juan Evangelista y de Santiago a ambos lados. Se cierra la entrada con una reja de bronce que preside la imagen de San Miguel tallado en madera y de estilo barroco, a sus lados vemos a cuatro ángeles sobre el dintel de la puerta y florones y ángeles en el escudo de Tudela.

Por el interior del arco se colocan las figuras de San Pablo y de San Pedro, una a cada lado
En el primer cuerpo del muro están los cuatro Doctores de la iglesia latina: San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno, y entre ellos en un lienzo de la pared, San José y San Joaquín sosteniendo en sus brazos a Jesús y a Maria Respectivamente.
En las pechinas que permiten el paso del cuadrado del primer cuerpo al octógono de los siguientes, sobre las que se alza la cúpula, la ocupan los cuatro evangelistas con sus símbolos y en actitud de escribir sus Evangelios. En los lienzos intermedios se estructuran tres balcones ostentando el escudo de la ciudad.
Intercalados entre las ventanas del tambor aparecen las figuras de ocho reyes del Antiguo Testamento.

En la cúpula, la Coronación de la Virgen.

El RETABLO es obra del escultor tudelano José Ortiz, que lo terminó sobre el añoclip_image00214_thumb2 l753. Presidía el centro del retablo dentro de una hornacina, la imagen sedente de la Virgen con el Niño del siglo XIV, convertida posteriormente en Santa Ana con una triple figura, es la Patrona de la ciudad.

Sobre la figura de la Santa se sitúa una imagen representando la Fe y a los lados cuatro imágenes que representan las cuatro virtudes cardinales con sus símbolos, y remata el retablo un ángel, que con una trompeta proclama la gloria de la Patrona de Tudela.

A ambos lados de la Santa, cuatro columnas de mármol sostienen el remate del retablo con ángeles portando palmas entre ellas.

Capilla del Espíritu Santo.- Es junto a la de Santa Ana, la otra gran capilla barroca rematada con cúpula de la catedral de Tudela, se encuadra situada entre la portada sur del hastial del crucero y la antigua capilla-pasadizo que nos conduce al claustro.

Se caracteriza pclip_image00216_thumb3or la abundantisma y fastuosa decoración de escayolas, más acusada aun que en la anterior imitando el estilo churrigueresco muy presente en los retablos castellanos.
Tal como la vemos hoy en día (la capilla sufrió modificaciones en las últimas restauraciones), presenta una planta de dos tramos: uno tras el arco de ingreso cubierto con bóveda de arista y otro a continuación en el centro de la capilla en función de presbiterio cubierto con cúpula.

La capilla se data del año l738. Al exterior aparece oculta por edificaciones vecinas sobre las que se alza el prima octogonal de la cúpula realizada con ladrillo.

En el interior aparecen adosados a las pilastras y en los paños entre ellas, las figuras en yeso policromado de seis Apóstoles; adosados al arco de ingreso dos Apóstoles más y en el exterior de la portada de acceso adosados a los pilares que cubren a los que sostienen los arcos de la nave, podemos observar los otros cuatro Apóstoles.

En las pechinas sobre las que se levanta la cúpula, están las figuras de yeso policromado de los cuatro Padres de la iglesia latina: San Atanasio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno.

En el casquete de la cúpula, aparecen: Cristo Resucitado, La Asunción, San Juan Bautista, Santa Ana, San Joaquín y San José.

Las imágenes de los ángeles aparecen muy abundantemente repartidas por todas las superficies como es la norma en el barroco.

La iluminación la recibe por un gran ventanal desde la vía pública.

En el presbiterio de la capilla existen tres retablos: EL DEL CRISTO DEL CONSUELO, adosado al muro este, de estilo barroco de mediados del siglo XVIII, consta de un banco y de un cuerpo único.

En el centro se encuentra una talla del CRISTO DEL CONSUELO, de la primera mitad del siglo XVII de gran belleza, sirviendo de fondo un lienzo con la Virgen y San Juan.

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EL RETABLO DE LA PURÍSIMA, adosado al muro oeste barroco del año l743, realizado por Diego Gutiérrez.

EL RETABLO DEL ESPÍRITU SANTO, adosado al muro sur, es el retablo que preside a la capilla y el más señero, barroco del año l743 ejecutado por Francisco Guerra en forma de templete, con columnas salomónicas.

En los pedestales del banco hay lienzos de San Pablo el ermitaño, San Juan Bautista, de un ángel y de Santa Maria Egipciaca penitente.

La CALLE CENTRAL se destaca mediante un gran lienzo de PENTECOSTÉS, encuadrado por cuatro lienzos pequeños en las calles laterales, que representan a la Inmaculada, San Julián, San Pedro y San Pablo.

En el Remate aparece la Magdalena recostada, que sirve de basamento a la Crucifixión del Ático.

LOS CUADROS SON TODOS DE BERDUSAN QUE LOS REALIZÓ EN l664.

Capilla de San José.- Se sitúa en el muro lateral exterior del coro en su lado meridional, enfrente de la entrada al coro, la anterior capilla de San Mauro, presidida por un retablo barroco de l670, en cuya hornacina central flanqueada por columnas salomónicas se venera una talla de San José del siglo SKI.

En el ático se halla un lienzo de San Mauro del siglo XVII, obra del pintor Fernández Rodríguez.

Capilla de la Purificación.-situada al oeste de la anterior. En una hornacina de su retablo vemos una talla de la VIRGEN SEDENTE CON EL NIÑO, de estilo romanista fue ejecutada en el siglo XVI, de pobre calidad está flanqueada por las figuras de San Juan Bautista y de San Francisco Javier.

Capilla de Santo Tomás de Villanueva.- Situada en el muro exterior del coro en su lado septentrional, enfrente de la capilla de Santa Ana, consta del altar de Santo Tomas de Villanueva, un lienzo de Vicente Berdusán de l666. El cuerpo está ocupado por un lienzo en el que aparece el titular dando limosna a un pobre, confluyendo la luz en las manos del Santo y del mendigo en el momento de la entrega y recepción, reflejo de la extraordinaria calidad del Santo.

Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados.-Situada al oeste de la anterior hacia los pies del templo, consta de un pequeño retablo barroco de l740 que presenta un banco con follaje, un cuerpo con hornacina para la Titular, Virgen con Niño y óvalo del ático, en cuyo interior aparece un lienzo con el abrazo de San Francisco y Santo Domingo.

EL CORO Y ÓRGANO

Patrocinado por varias parroquias de Tudela, proporcionaron un coro a la catedral que hasta esa fecha no tenía, se lo encargaron al francés Esteban de Obray, que talló los 86 asientos, comenzando su labor en l5l9 y terminándola en l522.

clip_image00220_thumb2Es de estilo gótico florido, ahora bien, no se sabe con certeza si le ayudó algún maestro que ya tallaba en estilo renacentista, ya que en la silla Presidencial aparece fauna fantástica propia del renacentismo y ausente total en el gótico, lo mismo podíamos decir de los retratos del Deán Villalón y de Julio II, cuyos escudos se tallan en forma de medallones circulares platerescos, labrados en el tablero que se levanta por encima de la silla Presidencial y por el angelote renacentista que ocupa en centro del tablero.

Un dosel de bella crestería gótica cobija loa sitiales en cuyos respaldos se entre mezclan animales sobre todo aves y bustos humanos muy bien tallados.

El Facistol central de madera de nogal cobijó hasta no hace mucho, una bella imagen de la Purísima construida con marfil y de una sola pieza, y sobre él se alza la talla del crucificado del siglo XVII. En el interior del coro existen laudas sepulcrales de madera tallada del Deán Villalón y del primer obispo de Tudela D. Francisco Ramón de Larrumbe.
Por una escalera interior abierta en el hueco del muro se llega a la plataforma del Órgano. Desconocemos en que estado se encuentra en la actualidad.

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