sábado, 22 de septiembre de 2012

La Mitología en el Arte Griego



Por Florentino Fernández

Es muy importante conocer la mitología griega, para poder interpretar los
mitos esculpidos en los frisos, en las metopas y en los frontones de los templos griegos.
De la mitología griega se ha escrito mucho, extendida por todo el territorio griego en donde hace miles de años tuvieron lugar los cuentos y leyendas que la componen, pero resulta difícil de interpretar para el inexperto que la desconoce. Así que nos limitaremos a dar un repaso general, deteniéndonos en aquellos mitos que decoran los templos griegos.
Los mitos vienen a simbolizar acontecimientos que tuvieron lugar en la antigua Grecia real, transmitidos a través de leyendas o fábulas, fruto de la imaginación. Bernardo Souviron, gran conocedor de la cultura y de las costumbres griegas, define al mito como, el resultado de la intervención ingenua sobre hechos de la experiencia. Él considera la imaginación como la palabra clave en la comprensión de los mitos, son producto de la imaginación y no de la razón.
Los griegos de la antigüedad al no poder comprender con la RAZÓN-RAZONAMIENTO GRIEGO- (Pensamiento filosófico conocido como RACIOCINIO GRIEGO), muchos de los comportamientos y actitudes de la población pre-helénica ( minoica, micénica y egea) que ocupó la Grecia antigua muchos siglos antes de Cristo, en un mundo de leyendas, fábulas, fantasías y enigmas; hicieron uso de la imaginación asimilando una serie de dioses, héroes y monstruos fabulosos e imaginarios, que componen la denominada MITOLOGÍA GRIEGA.
LOS MITOS, son una fantasía producto de la imaginación, relatan el origen de la historia de los dioses, intentan explicar la creación del mundo, de los seres y de las cosas. A veces un personaje real al rodearlo de un halo de leyenda irreal fruto de la imaginación, puede transformarse en un mito, entonces hablamos de personajes mitológicos.
La MITOLOGÍA, es el estudio de ciertas creaciones de la imaginación de un pueblo que nos lo transmiten en forma de cuentos y leyendas. Viene a ser un conjunto de relatos y leyendas concernientes a los dioses, héroes y seres fabulosos de la antigua Grecia, Roma, Egipto, Mesopotamía y Asiría, entre otros; producto de la mentalidad primitiva fueron interpretaciones de fórmulas de lo ritual religioso (un producto de la mentalidad religiosa).
El hombre pre-helénico de entonces se encontraba en un mundo desconocido y necesitaba saber el principio y fin de las cosas, y a falta de conocimientos empleó la imaginación para enterarse de lo que ocurría a su alrededor, y a los mitos los consideró como su propia verdad, ya que las leyendas les explicaban el antiguo orden del mundo.
Ya hemos dicho que algunos mitos simbolizan hechos reales, por lo tanto no solo son fantasías sobre todo para los pre-helénicos pues les rellenaban algunas lagunas históricas.
La religión y las costumbres de los griegos de aquella época, estaban muy presentes en los mitos muchos siglos antes de Cristo.
Algunos mitos encierran realidades a medias, se dice que las murallas de Micenas fueron obra de los CÍCLOPES, auténticos gigantes hijos de Gea y Urano; de ahí que se le denominen murallas ciclópeas. Ahora bien sin los cíclopes son seres imaginarios ¿Cómo pudieron construir unas murallas cuyos restos están aún presentes en la actualidad?
Según el mito, Urano los enterró en lo más profundo de la tierra y allí seguían al ocupar Cronos el puesto de su padre Urano, como dios supremo, por lo tanto lo tendrían difícil salir al exterior.
Además en el templo de Kefren asentado al suroeste de las pirámides del Cairo, se pueden observar bloques de granito de mayores dimensiones que los de Micenas y que sepamos fueron traídos desde Aswan y colocados allí por personas de carne y hueso, eso si, pagando un fuerte precio, perdiendo la vida gran número de trabajadores del faraón.
El alemán Schliemann, descubrió la ciudad de Micenas con sus murallas construidas con grandes bloques de sillería flanqueando la puerta de acceso al interior de la ciudad.
También excavó la ciudad de Troya cuando estuvo bajo el mandato del rey Príamo, tal como la describe Homero en su Íliada. Ahora bien, el enfrentamiento entre aqueos y troyanos tendría su origen en la leyenda de Helena esposa de Menelao rey de Esparta, según la cual Paris hijo del Príamo, la raptó y la llevó a Troya. Entonces los griegos se unieron formando la coalición aquea y se dirigieron a Troya con la intención de destruirla y vengar así la ofensa de que un troyano raptase a la mujer de un griego. Muchos acudieron allí por ese afán de los héroes griegos de intervenir en grandes acontecimientos, y alcanzar con ello, la inmortalidad. A Aquiles, su madre la diosa Tetis, le pronosticó que moriría en la lucha, pero que su nombre quedaría para la inmortalidad tras el evento.
Ahora bien, la leyenda de Helena no fue solo mitología, sino que tuvo mucho de realidad, prueba de que existió la guerra de Troya, no lo demuestran las tumbas del rey de Micenas, Agamenón y la de otros reyes y héroes que intervinieron en ella. Pero esto no nos demuestra que la causa del enfrentamiento fuese Helena. Si la contienda parte del mito de Helena y Paris, con la venganza de las poderosas diosas: Atenea y Hera, que juraron dirigir todo su poder contra Paris, por decantarse por Afrodita al ofrecerle ésta el amor de Helena, y que la venganza de las diosas no tardaría en llevarse a cabo, destruyendo por medio de una sangrienta guerra, la ciudad de Troya. O por el contrario si fue un hecho real con los mortales Aquiles y Ulises, entre otros héroes contra los troyanos también de carne y hueso, aun no se sabe con certeza.
Hoy en día, conociendo la situación de la antigua Troya, a la entrada del estrecho de Helesponto, hoy estrecho de Dardanelos, se acepta por la mayoría de los historiadores, que la causa de la guerra fue un hecho totalmente real. Los troyanos destruían todos los barcos griegos, que procedentes del mar Negro tras realizar relaciones comerciales con los pueblos que habitaban las orillas de dicho mar, atravesaban el Bósforo y llegaban al Helesponto. Aquí los troyanos los asaltaban y le robaban la mercancía que los barcos transportaban; de ahí que el problema afectaba a la mayoría de las ciudades- estados griegas y éstas se unieron en la coalición aquea, para castigar a los troyanos y acabar de una vez con el peligro que dicha ciudad les suponía. En la actualidad con más conocimiento de la antigua Grecia, la coalición aquea no fue tal, sino que los ejércitos pertenecían a una sola étnia: los aqueos indoeuropeos, que ocupando la región de la Acaya, hacia el año 2.000 antes de Cristo la más antigua de las familias-étnias griegas, invadieron la península Helénica y llegaron al Peloponeso, se unieron a los micénicos y nació una nueva civilización, cuyo apogeo se sitúa entre los años 1,400 y 1,200 antes de Cristo. Así tenemos a los aqueos interviniendo en la guerra de Troya, que se inicia el año 1250 a. de Cristo. Bernardo Souviron nos viene a decir que descienden de los indoeuropeos y les llama micénicos. Nosotros no estamos de acuerdo que se le llame solo micénicos ya que los aqueos no se reducían a los habitantes de Micenas sino también a la mayor parte de los habitantes del Peloponeso.
El motivo de que fueran los aqueos y no sus contemporáneos los egeos- pre-helénicos, que ocupaban la mayoría del restante territorio griego de entonces, más comerciales que aquellos y más perjudicados por los troyanos, no se conoce todavía. Esto nos lleva a pensar, que el motivo principal de la guerra fuese el rapto de Helena por Paris, y esta leyenda interviniendo los dioses del Olimpo, pudo tener algo de realidad.
Buscando las raíces en las que se apoya nuestro arte desarrollado en la península Ibérica desde el romano al neoclásico, la mayoría del arte griego fue religioso, construyendo sus templos dedicados a sus dioses. Haciendo un símil con la religión cristiana, los cristianos construyeron sus templos dedicados a su Dios, Cristo, al que seguimos adorando dos mil años después de ser crucificado y resucitado. Lo mismo sucedió con los griegos que siguieron venerando a sus dioses, que en su mayor parte fruto de la imaginación existieron muchos siglos atrás, hasta que los romanos después de romanizarlos y latinizarlos, acabaron con sus mitos a principios del siglo IV después de Cristo, pasando del politeísmo al monoteísmo cristiano.
De todas formas existen diferencias, ya que Cristo apoyó so Doctrina en el Antiguo Testamento que se inicia con los personajes simbólicos-mitológicos del Génesis, Adán y Eva. Dios, Yahvé, no encontrando otro medio mejor elige una fórmula asequible a todos los hombres, expresándose a través de los hechos de una historia, el origen del mundo y de la humanidad.
Para la creencia griega, según el poeta Hesíodo, que dio su versión particular de la creación del mundo, a mediados del siglo VIII a. de Cristo, una de tantas versiones aunque la más aceptada por los griegos de la antigüedad. Según este poeta el mundo surgió de una enorme oscuridad o de un gran vacío que llamaron CAOS a partir de si mismo; a través de los hechos de una historia mitológica, igual que en el Génesis.
El caos creó los cinco elementos básicos: GEA, la tierra; TÁRTARO, el mundo subterráneo situado en las profundidades de la tierra; EREBO, las tinieblas infernales; EROS, la fuerza del amor y NIX, o la noche, el poder de la oscuridad. De la unión de Nix con EREBO, nacen el día y el éter, la personificación del ciclo superior, así como una serie de abstracciones que condicionaran la vida tanto de los dioses como de los mortales: la suerte, la muerte, la miseria, el engaño, la discordia etc.
La siguiente en tener progenie fue GEA, que sin recurrir a sexo opuesto engendró a Urano, el cielo estrellado para que la cubriese, y fuese el hogar de los futuros dioses. De GEA nacieron además las montañas y Ponto- personificación del mar-, con lo que se dio forma a la estructura básica.
Gea, fue descrita por otros poetas griegos como la madre primigenia, fuente de toda subsistencia y fertilidad.
Los antiguos griegos tenían el concepto de la tierra como la de una especie de disco plano, en cuyo centro se encontraba el mundo conocido. Este centro lo ubicaron en el Olimpo, el monte más alto del mundo de entonces. Otros lo ubicaban en el santuario sagrado de Delfos. La tierra se hallaba rodeada de un mar de agua salada: el Océano, que en la mitología griega era hijo de Gea y Urano; una especie de río que no le afectaban las tormentas ni el viento y del que nacían todos los ríos.
La creencia de que la tierra era una esfera, surgió por primera vez en el siglo IV antes de C., pero aun así seguía vigente la idea de que existía un océano a su alrededor.
Urano, había nacido de Gea, pero fue su consorte y esposo (para los primeros griegos igual que para los egipcios, no existía en incesto). La unión de Gea y Urano se interpreta como un enlace sagrado entre la tierra y el firmamento, entre la diosa de la infertilidad y el dios del cielo.
Gea y Urano tuvieron una descendencia muy numerosa, una parte de esa descendencia la componían los monstruos, tanto por su aspecto como por su carácter, ya que sus primeros hijos fueron los HECATOQUINTOS, de forma semihumana con cien brazos y cincuenta cabezas.
A continuación vinieron otros tres hijos: los CÍCLOPES, de un solo ojo: Arges (el rayo); Brontes, (el trueno); y Estéropas, (el relámpago), tan fuertes y salvajes como sus hermanos pero maestros en el trabajo de la piedra, se le atribuye la construcción de las murallas de Micenas y la fortaleza de Tirene, situada en el Poloponeso.
Gea, de otro amante tuvo a Dafne, una ninfa virgen de la que llegó en vano a enamorarse Apolo.
Los hijos más célebres de Gea y Urano fueron los siete TITANES y las siete TITANIDAS, que se convertirían en los dioses de la primera generación. Entre ellos hay que citar a Océano, dios del mar y su esposa Tetis. Hiparión, dios solar y su esposa Tía. Temis y Rea, dioses de la tierra y de la fertilidad. Mnemosina, diosa de la memoria. Japeto, padre de Prometeo y de Atlas, y sobre todo a CRONOS, el más joven, valiente y astuto de todos ellos, que acabaría reemplazando a su padre, Urano al que odiaba como dios supremo.
Los titanes y las titánidas encarnan las fuerzas de la naturaleza, descendientes suyos los dioses olímpicos, acabaron ejerciendo una influencia superior a sus progenitores en la religión griega. Aun así el mito de Cronos y sus hermanos fueron importantes, pues gran número de temas de la mitología proceden de estos mitos, como la idea de de la existencia de una familia de dioses con el matrimonio divino entre ellos dentro de la misma estirpe.
La figura de los titanes y titánidas, la de sus hijos y la de todos los monstruos y otras divinidades que surgieron de la primera fase de la creación, carecen de profundidad y complejidad que caracterizan a los dioses olímpicos y a otros dioses posteriores, sus mitos sirven para explicar la naturaleza del mundo físico y el origen de de la generación de los dioses dominantes, que como Atlas, hijo de los titanes Japeto y Asia, esta última hija de Océano, que fue condenado a por vida a sostener el cielo e impedir que se precipitase sobre la tierra, por haberse puesto al lado de los titanes en la guerra de los dioses.
Urano, con el temor de que alguno de sus hijos lo destronara, los enterraba en el fondo de la tierra, es decir en las entrañas de Gea, ésta al no soportarlos, los hecatonquiros fueron a parar a un lugar profundo de la tierra (tártaro) y los cíclopes condenados a vivir en el interior de un volcán.
Gea, con la colaboración de su hijo pequeño Cronos, castraron a Urano con una hoz, lanzando los genitales en un lugar alejado. De la sangre derramada de Urano, nacieron los gigantes, que se van a convertir en los peores enemigos de la generación posterior de dioses. Los genitales de Urano fueron a parar al mar y de la mezcla de su esperma con la espuma de las olas nacerá la diosa AFRODITA, una de las grandes divinidades olímpicas. Era tía de Zeus y por su belleza, éste le permitió formar parte de la doce divinidades griegas.
Cronos ocupó el puesto de su padre como dios todopoderoso del cielo, Urano quedó relegado y Gea la triunfadora, pasará a ser considerada como la madre de todos los dioses.
Cronos al casarse con Rea, la diosa de la fertilidad y de la tierra, tuvo una familia muy numerosa compuesta de seis hijos: Demeter; Hera; Hades; Poseidón; Hestia Y Zeus. Creó su propia dinastía convirtiéndose en Dios soberano de todos los dioses titanes y titánidas, pero cometió el error de no hacer caso a su madre para que dejara libres a sus hermanos: los Hecatonquiros y a los cíclopes, que permanecieron presos bajo la tierra.
Gea, herida por esta trato de Cronos a sus hermanos monstruos. Le profetizó que uno de sus hijos acabaría destronándolo como él había hecho con su padre.
Para burlar su destino, al que lo había condenado la poderosa Gea, Cronos devoró a todos sus hijos nada más nacer. Rea, como antes su madre Gea, quedó desconsolada por la muerte de todos sus hijos, con la ayuda de su madre, intentó salvar al pequeño Zeus, que al nacer lo llevó a un lugar seguro, al mismo tiempo que envolvía una piedra con una tela y se la entregó a Cronos, para que la tragara pensando que se trataba de su hijo Zeus. Gea escondió a su nieto en una cueva que la tradición sitúa en Creta, en donde se alimentó de la leche de una cabra. De todas formas, de la infancia de Zeus sabemos muy poco, lo que se sabe es que su primera esposa fue Metis, una titánida ninfa marina, célebre por su astucia y sabiduría, madre de Atenea. Zeus aprovechando su sabiduría, logró convencerla para que le administrara a Cronos una droga, que le obligase a regurgitar la piedra ingerida y a todos los hijos que había tragado anteriormente. Estos al recobrar la libertad se pusieron al lado de Zeus, con el objeto de destronar a su padre Cronos y acabar con toda la raza de titanes y titánidas que le apoyaban.
Entramos así en uno de los mitos más importantes de la antigua Grecia: LA GUERRA ENTRE LOS DIOSES. Zeus y sus hermanos contra su padre Cronos y los titanes, cuyo resultado va a condicionar la vida no solo de los habitantes prehelénicos, sino de los griegos de todos los tiempos. Los mitos de los dioses y de los héroes, ejercieron tal influencia en la mentalidad de los antiguos griegos, estos quedaron tan supeditados a sus dioses, que todo lo que le ocurra a los griegos será porque los dioses así lo han querido.
De todas formas, Zeus no derrotó a su padre Cronos tal fácilmente como éste a Urano, ya que Cronos pidió ayuda a los titanes y titánidas, dando origen a la lucha de los dioses olímpicos. Zeus y sus hermanos tomaron como base de acción el monte Olimpo, mientras que Cronos y los titanes su base de acción era el monte Otris, situado en el sur de Grecia.
Esto viene a simbolizar que el monte Olimpo era una defensa natural  que aprovechaban los griegos para defenderse de sus invasores y como el poder de los dioses era muy grande, profetizan muchos siglos antes, las futuras luchas entre los atenienses del norte y los espartanos del sur.
La guerra entre los dioses duró diez años, ya que Cronos para derrotar a su hijo contaba con la ayuda de los titanes, de ahí que a la guerra se le conozca con el nombre de TITANOMAQUIA.
Gea, de entrada se puso al lado de su hijo contra su nieto, y crea aterradores monstruos y los titanes engendran hijos dotados de temibles poderes, no todos malignos, algunos como el dios Pan, el caballo Pegaso y sobre todo el centauro Quirón, que al contrario que los demás centauros salvajes, Quirón fue una excepción ya que fue el maestro mas sabio del mundo de entonces tanto en la música como en la medicina y en las bellas artes. Todos estos monstruos encarnan la fuerza del bien.
Gea para intentar ganar la batalla de Cronos, crea monstruos malignos con gran poder como Tifón que al unirse a Equina, con rostro de mujer y cuerpo de serpiente darán lugar a una serie de monstruos como Cerbero ( perro con tres cabezas); la Quimera (Cabeza de mujer, cuerpo de león y cola de serpiente); La Esfinge (cabeza de mujer y cuerpo de león); Centauro (Torso humano y cuerpo de caballo);Arpías (Cabeza de mujer y cuerpo de ave de rapiña), que encarnan las fuerzas del mal. Estos monstruos le van a crear muchos problemas a Zeus, que desde este punto de vista Este y sus hermanos se hallaban en inferioridad numérica.
Ante tal desesperación, Zeus va a tomar una sabia decisión que va a resultar trascendental para el triunfo final: liberar a los cíclopes que Urano había enterrado en las entrañas de la tierra, con el motivo de que le facilitasen a los dioses olímpicos las armas necesarias para la lucha. Los cíclopes sin pensarlo mucho al quedar libres aceptaron el trato, y facilitaron un YELMO para Hades que lo hacía invisible; un poderoso TRIDENTE para uso de Poseidón y unos RAYOS para Zeus, que se van a convertir en el arma y símbolo del poder del gran dios.
Así armados, Zeus procedió también a liberar a los hecatonquiros del Tártaro, que demostraron ser unos poderosos aliados, pues con sus múltiples manos arrojaban tal cantidad de piedras con gran precisión contra sus enemigos.
Con estas dos decisiones Zeus se ganó el favor de Gea, que ansiaba liberar a sus hijos de las entrañas de la tierra.
Gea consiguió que los titanes más sabios se sometieran a Zeus, pero la mayoría siguió apoyando a Cronos, nombraron por jefe a Atlas y estalló una guerra de proporciones desconocidas hasta entonces. Poco a poco los rayos de Zeus se fueron imponiendo al sustraerle las armas a Cronos un invisible Hades, usando su yelmo.
Tras el triunfo de Zeus, los titanes fueron encerrados en el Tártaro a excepción de Atlas, condenado a soportar sobre sus hombros el peso de la bóveda celeste para toda la eternidad, y Cronos pasó al exilio en las islas de los Bienaventurados. Según la tradición Zeus perdonó a todos menos a Atlas, por ser el jefe de sus enemigos.
El episodio de la guerra de los dioses viene a simbolizar la vida y las costumbres de los antiguos y no tan antiguos griegos, siempre guerreando los unos contra los otros. Pero también nos viene a decir que la astucia y la inteligencia, sabiéndolas emplear, son superiores a la fuerza bruta. La joven generación de dioses olímpicos con una gran astucia y con una inteligente planificación, fueron capaces de superar la enorme fuerza bruta de sus adversarios.
Esto va a ocurrir realmente, muchos años después cuando los griegos con solo sesenta mil hombres, se deben de enfrentar al un ejercito persa compuesto por más de doscientos cincuenta mil hombres, que empleando la sabiduría, le infligieron un severo castigo.
Tras el triunfo de Zeus en la guerra de los dioses, para poder imponer su autoridad, tuvo que pasar por dos contiendas más: la primera conocida con el nombre de GIGANTOMAQUIA, o la lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, que se convirtió en el mito más célebre de la mitología griega, fue plasmado en numerosos frisos y tímpanos de los templos griegos.
Gea apoyó a Zeus contra sus propios hijos, los titanes. El mal trato impuesto por aquel a éstos, incomodó de tal manera a Gea, que se volvió a poner en contra de su nieto y convenció a los GIGANTES para que le ayudasen a derrotarlo. Los gigantes según una leyenda se habían engendrado de la sangre vertida en la castración de Urano; pero para otra leyenda los creó Gea para vengar la derrota de los titanes.
Los gigantes animados por Gea, comenzaron a arrojar grandes piedras y troncos de árboles ardiendo al cielo. Zeus y sus hermanos solo contaban con la ayuda de sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Artemisa y Atenea. Esta última tuvo una participación muy importante en la lucha.
La guerra se prolongó más de la cuenta, pues los dioses olímpicos luchando con gran ardor, no conseguían matar a los gigantes. A pesar de su gran poder, no tuvieron otra opción que acudir a un oráculo, y por primera vez en la historia de la antigua Grecia, la sacerdotisa les daba una respuesta concreta. “Los dioses olímpicos solo podrían herir a los gigantes, para matarlos debían de recurrir a un mortal”.
Atenea, la diosa de la sabiduría dio con la solución , alistando a su hermanastro HERACLES, que aunque era hijo de Zeus, también lo era de  su amante mortal Alcmena, de ahí que venía  a ser mortal, provisto de una gran fuerza (símbolo de la fuerza), mató a los gigantes.
La tercera contienda por la que tuvo que pasar Zeus, para imponer su autoridad, fue su enfrentamiento con el monstruo TIFÓN, creado por Gea, por el mal trato que le había dado Zeus a los titanes, a los monstruos y a los gigantes.
El monstruo estaba provisto de cien cabezas de dragón con serpientes a modo de patas y varios centenares de manos. Zeus decidió enfrentarse directamente al monstruo. Tifón consiguió cortar los tendones de manos y pies del gran dios y los escondió, pero el hijo de Zeus, Hermes, el dios de los tramposos, logró encontrarlos y devolvérselos a su padre que regresó de nuevo al combate, consiguiendo poco a poco expulsar al monstruo de Grecia y aplastarlo bajo el peso del Etna.
Con estos triunfos ZEUS se convierte en el dios del cielo y del universo, soberano de todos los dioses y de los hombres, adorado por los humanos como protector del estado y de la familia, sentado en su trono de oro en el OLIMPO y padre de la segunda generación de dioses.
Gea, ya no volvió a rebelarse más contra Zeus, reconociendo por fin su superioridad. De este modo los dioses Zeus y sus hermanos: Poseidón, Hera, Demeter y Hestia (Hades había bajado como dios del inframundo de los muertos), que le habían ayudado junto con sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Atenea, Artemisa, Dionisio y Hefesto; pudieron regresar victoriosos a su hogar en el OLIMPO, en donde Zeus poseía un imaginario palacio con un gran salón en el que se reunían los dioses cuando Zeus, el dios supremo del cielo, los citaba.
Para alcanzar la categoría de dioses, debían de ser hijos del gran dios Zeus, bien legítimos nacidos de la unión de la misma estirpe-matrimonio divino entre dioses- o hijos ilegítimos de Zeus con mujeres con sangre de dioses.
Zeus tomó por esposa a su hermana Hera (en la antigua Grecia, lo mismo que en antiguo Egipto no existía el incesto).
De su esposa tuvo un hijo legítimo: Ares. Que no fue el más amado por Zeus.
Hijos ilegítimos con diosas titanidas, alcanzando todos ellos el Olimpo porque el dios supremo los aceptó en su residencia divina. Entre ellos hay que citar: ATENEA, que tuvo con la ninfa Metis. APOLO Y ARTEMISA, gemelos con la diosa Leto. HERMES, con Maya, que no se sabe a ciencia cierta si era o no una titánida. DIONISIO, con Sémele, hija del héroe Cadmo. También lo alumbró Zeus como Atenea.
Zeus debido a su gran poder, se disfrazaba de animales bellos que dejaba prendadas a reinas y princesas mortales, amando a una infinidad de ellas. Ahora bien, los hijos nacidos de estas uniones, solo podían alcanzar la categoría de semidioses, héroes o reyes.
Del arte griego solo se conservan en la Península, restos de varias colonias griegas fundadas por los griegos foceos y rodios en la costa mediterránea.
Ahora bien, como dijo el gran arqueólogo Vinckelman,”estudiar el arte griego es estudiar el arte de la humanidad”, la frase es bien expresiva para indicar la gran influencia que ejerció el arte griego en el arte de todo el Imperio romano y en el de los reinos creados tras su desaparición.
En la península Ibérica, los diferentes estilos griegos denominados órdenes griegas, se tomaron como modelo en el desarrollo de la mayor parte de la arquitectura y escultura hispana desde el romano al neoclásico.
La arquitectura se va a caracterizar por su monumentalidad y la escultura por su perfecta labra tanto en capiteles como en frisos y estatuas. Sobresales la plasmada en el capitel corintio, muy presente en nuestro arte en todos los tiempos y estilos. De las estatuas aunque escasas, alguna que otra si que aparecieron en las mencionadas colonias griegas peninsulares, dedicadas a los dioses y héroes griegos.
Cronológicamente se suele dividir en cuatro períodos desde el año 2.500 años a. de C., fecha en que se inician el arte y la cultura en la isla de Creta y en la ciudad continental de Micenas; hasta el año l46 aproximadamente a. de C., que fue cuando Corinto y mas tarde sobre el l68 a, de C. Macedonia y Esparta pasaron a engrosar el estado de Roma.
El arte y la cultura griegos se comenzaron a documentar a partir de la primera olimpiada, el  año 776 a. de C. en la época arcaica u oscura. Hoy en día tras los descubrimientos de los restos artísticos en las ciudades de Knosos en Creta por el arqueólogo inglés Evans y en Micenas por Schlieman, la historia de Grecia resulta mucha más compleja. Como en estas dos ciudades los mencionados arqueólogos, encontraron unos palacios construidos mucho antes del año 776, con un arte muy evolucionado que dieron origen al templo griego, hay que hablar de un arte PREHELÉNICO edificado en la época de la Grecia prehelénica (anterior al siglo XV antes de C.)
Con el nacimiento de la Grecia real a partir de la primera olimpiada, se creía, hasta que los descubrimientos de Evans y Schliemann en el siglo XIX demostraron lo contrario, que el primer arte griego real, conocido con el nombre de arte GRIEGO ARCAICO, por desarrollarse en esta época arcaica que va desde la primera olimpiada (776 a. de C.), tras la guerra civil entre dorios y jonios, hasta el año 460 a. de C., veinte años después de la conclusión de la segunda guerra médica. En esta época es en realidad cuando se comienza a construir el TEMPLO GRIEGO, cuyo origen hay que buscarlo en el MEGARÓN de los palacios prehelénicos de Creta, Micenas y Tirinto.
Con la victoria de los griegos sobre los persas, se inicia en Atenas tras la formación de la Liga de Delos encabezada por esta ciudad;  un renacimiento en el arte de Atenas dando origen al arte GRIEGO CLÁSICO, que va a tener su edad de oro en la época de Pericles (460-429), que se extenderá por toda Grecia hasta el último tercio del siglo IV y se dará por concluido con la muerte de Alejandro Magno el año 323 a. de C.
Por último está el arte HELENÍSTICO, así denominado para distinguirlo del arte helénico, que se construye no solo en Grecia sino también en Siria y en Egipto, tras el fallecimiento de Alejandro Magno. De este arte arrancará el arte romano.
EL ARTE PREHELÉNICO.-Se desarrolló en la isla de Creta entre los años 2.500 y 1.000 a. de C.,  fruto de una cultura que en alusión a la mítica figura del rey Minos, se le conoció con el nombre de MINOICA. Las excavaciones realizadas en los siglos XVIII y en el XIX, dieron como resultado que estuvo relacionada con otra cultura que floreció en Mecenas y en Tirinto, de ahí en denominarla cultura Creta-Micénica.
Hasta los siglos XVIII y XIX, se creía que todo lo relacionado con la población de Knosos, en donde tenía la corte el rey Minos de Creta, era fruto de leyendas fabulosas y mitológicas que no tenían nada de reales. Pero tras las excavaciones llevadas a cabo por arqueólogos europeos, se hallaron las ruinas del palacio del rey Minos en Knosos, en donde según la leyenda tuvo lugar el nacimiento contra natura del monstruo Minotauro, con cabeza de toro y cuerpo humano, hijo de Pasifae, mujer de Minos y de un toro blanco enviado por Poseidón. Minos lo encerró en el Laberinto, construido por Dédalos y le ofreció cada año por una culpa pasada, siete muchachos y siete doncellas de Atenas; en cuyo interior lo mató el héroe ateniense Teseo con la ayuda de la hija del rey, para liberar a los atenienses del cruel tributo que le había impuesto el oráculo de Delfos por una culpa pasada.
El mito de Dédalo.- Artesano ateniense descendiente de la familia del primer rey de Atenas, Ceprops, practicaba varios oficios destacando los de arquitecto e inventor, estaba considerado como un auténtico artista. Fruto de la envidia que sentía por su sobrino Talo, que entre otros inventó la sierra, lo precipitó desde lo alto de la Acrópolis. Fue juzgado por el tribunal de de Areópago que lo expulsó de la ciudad.
Dédalo, busco refugio en Creta, en la corte del mítico rey Minos para el que realizó el Laberinto, un palacio cuyo conjunto de corredores estaba de tal manera ensamblado que una vez dentro de ellos, era totalmente imposible hallar la salida. En el encerró el rey Minos al Minotauro.
Durante el tiempo que estuvo en Creta, tuvo un hijo, Icaro.
Cuando Teseo llegó a Creta con la intención de matar al Minotauro, para liberar a los atenienses del tributo que tenían que pagar anualmente. Dédalo al ver a Ariadna enamorada de Teseo, le descubrió el secreto del laberinto a aquella. Teseo mató al Minotauro, pero al enterarse Minos que el culpable fue Dédalo, lo encerró junto a su hijo en el Laberinto. Deseoso de escapar de la cárcel y de Creta, ideó unas alas y las adaptó a los hombros, uniéndolas con cera. Dédalo y su hijo Icaro, iniciaron el primer vuelo de la historia. Icaro no haciendo caso a los consejos de su padre, que le había aconsejado no volar bajo para que las olas del mar no las mojaran, ni tampoco tan alto en donde calentase demasiado el sol; por su arrogancia Icaro, se elevó lo más alto que pudo, el calor derritió la cera que le unía a las alas y se precipitó al mar, que desde entonces se le denomina Mar Icaro. Su cuerpo fue hallado en las costas de la isla que se le denominó también Icara, allí lo encontró y lo enterró Heracles.

Las excavaciones dieron como resultado la existencia del palacio de Minos y la de otros palacios similares en Creta y en el continente griego-montículo de Tirinto-, así como el hallazgo de esculturas de soberbia factura como el RITÓN o CABEZA DE TORO DE KNOSOS, construido su cabeza con esteatita y piedras preciosas y los cuernos de oro, muy relacionado con la leyenda del Minotauro. Todo ello llevó a la conclusión de que la leyenda del Minotauro, sería una idealización político-religiosa y que la cabeza del animal se emplearía en las celebraciones religiosas y los grandes cuernos servirían de asa o agarradero para la liberación ritual de los sacerdotes.
El origen de este mito fue probablemente la existencia de hijos ilegítimos, nacidos de la unión de la reina con un cretense, Tauros. Por otra parte, el toro en Creta era un semidiós sagrado y parece verosímil que se le ofrecieran sacrificios humanos.
De todas formas del arte de Creta, del de Micenas-en donde se encontraron máscaras de oro,- y del de Tirinto (probable residencia de los monarcas de Micenas) hasta el siglo XVIII, lo único que se conocía de estas poblaciones eran las leyendas del Minotauro y del héroe Heracles, éste al enloquecer por culpa de su madrastra Hera, acaba matando a sus hijos al confundirlos con enemigos. Recuperada la razón, intentó quitarse la vida, luego reflexionó y decidió acudir a Delfos para preguntar a la sacerdotisa del templo de Apolo, si existía alguna manera de recompensar el crimen que había cometido. La respuesta de la pitia fue clara y contundente: Debía de acudir a Tirinto a la corte de su primo Euristeo, rey de Micenas, entrar a su servicio, permanecer con él un tiempo determinado y realizar cuantas empresas le ordenase el rey. Este le impuso una serie de pruebas conocidas por los DOCE TRABAJOS DE HERACLES;  si conseguía salir airoso de ellas, sería recompensado con la inmortalidad.
En relación al mito del Minotauro, como se puede demostrar con los restos hallados de su palacio, se cree que  la existencia del rey Minos de Creta, fue real y no leyenda, tendría su corte en Knosos y que mandaría construir un hermoso palacio (los restos que se pueden observar hoy en día son de bella factura), en cuyo interior sobresalía un Laberinto o cárcel, que el rey aprovechaba para encerrar en su interior a los rehenes, alrededor del cual se generaría la leyenda del Minotauro, y que hasta el siglo XVI a. de C., tanto la Grecia continental como las islas estaban sujetas al monarca, de Creta a cuyos habitantes les imponía tributos y la entrega de rehenes que alojaba en el Laberinto para que aprendiesen las “maneras” de Creta.
Atenas, como hemos dicho estaba obligada a enviar l4 jóvenes rehenes, que se escogían por sorteo entre las doncellas y muchachos de la ciudad. Teseo, el héroe ateniense fue uno de esos rehenes, pues acudió voluntario sin  entrar en el sorteo aunque su padre Egeo, deseaba excluirlo. Al final Egeo, aceptó y Teseo se marchó a Creta al frente de los demás jóvenes que componían el tributo con el objeto de acabar con el monstruo.
El barco con los rehenes partió de Atenas con velas negras, como símbolo de la tristeza de los atenienses por la pérdida de los jóvenes, y su padre le entregó al piloto del barco una vela blanca,  encargándole a Teseo que la izara si volvía con éxito del viaje.
En Creta con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, que le entregó un ovillo de hilo para que encontrase el camino de regreso en el laberinto, y dar muerte al Minotauro; Teseo logró huir de Creta llevándose con él a Ariadna  que abandonó en Naxos, y tal vez embriagado se olvidó de izar la vela blanca, como había quedado con su padre, que al divisar el barco con la vela negra, se tiró al mar, conocido desde entonces con el nombre de Mar Egeo, en honor al padre de Teseo, rey de Atenas.
El mito del Minotauro (cabeza de Toro y cuerpo humano) fruto de las relaciones contra natura de Pasifae, esposa del rey Minos, al enamorarse de un hermosísimo toro blanco enviado por Poseidón, llegó hasta el siglo XV, ya que Dante en su Divina Comedia, la encuentra purgando su pecado en el infierno. El autor al hablar del pecado de la lujuria y del pecado de la bestialidad (nefando) con sus almas condenadas a los tormentos del fuego, incluye el alma de Pasifae, cuya lujuria la condujo a encerrarse en una figura de una vaca de madera construida por Dédalos, para ser apareada por el toro.
La idealización de este mito, lo llevaron a la realidad en la época del raciocinio griego-siglos IV y V a. de C.- con  Plutarco, que nos viene a decir que el laberinto era simplemente una cárcel, en la que eran encerrados los jóvenes enviados por los atenienses como tributo. Minos los daba como premio al vencedor de unos juegos, que casi siempre era Tauro, general de Minos, que solía tratarlos como esclavos. Teseo pidió a Minos participar en el juego, enfrentándose a Tauro.
Como a Teseo lo consideraban hijo del dios Poseidón (hijo legitimo de Egeo, rey de Atenas y de Etra, hija del rey de Trecen, Piteo. Según su abuelo materno, era hijo de Poseidón, ya que la noche que Egeo se acostó con Etra, también lo hizo Poseidón), a Minos no le disgustó la idea, ya que además de liberar a los jóvenes atenienses, también lo liberaba a él, pues Tauro era el amante de su esposa, Pasifae.
Algo de ello tenía que ser cierto, ya que el mito del Minotauro, parece ser que hacía alusión a los hijos ilegítimos de un cretense llamado Tauro con la esposa de Minos, dando lugar a un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre, hijo de Tauro y de Pasifae, del que se enamoró.
Las excavaciones llevadas a cabo en los siglos XVIII y XIX, dieron como resultado un hecho importantísimo: que el TEMPLO GRIEGO, el monumento más importante de todo el arte griego, tenía sus orígenes en el interior de los palacios prehelénicos, en la sala denominada MEGARON prehelénico.
El descubrimiento de los palacios prehelénicos tomados como modelos en el primitivo arte griego de la época arcaica, van a influir en el arte de la humanidad y por lo tanto en el arte hispano, al demostrar las excavaciones que, lo que se consideraba simbólico y mitológico o pura leyenda de la etapa prehelénica, encerraba cierta realidad, como se pudo demostrar con las mencionadas excavaciones.
Que los deportes eran la gran diversión de la antigua cultura minoica de Creta, no hay duda alguna como lo demuestra la propia planta de los palacios, con sus dependencias alrededor de un patio rectangular con gradas para poder observar el “salto del toro”, que debía de ser el deporte preferido de donde pudo muy bien arrancar el mito del Minotauro.
El poder del rey de Creta debió de ir debilitándose, pues al iniciarse la guerra de Troya el año l.250 a. de C., formada la coalición aquea, fueron los reyes del continente, Agamenón y Melenao, reyes de Mecenas y de Esparta respectivamente los que impusieron su autoridad. Ahora bien, la Ilíada es un poema épico fruto de la imaginación de Homero, y lo que tuvo de leyenda o realidad aun no se sabe con certeza.
Hay que tener en cuenta, de que todos los historiadores están de acuerdo, que la guerra de Troya se inicia hacia el año l.250 a. de C., y se acepta con mas o menos convención que el nacimiento de Homero ocurrió sobre el año 850 a. de C., narra los acontecimientos por lo tanto 450 años después de ocurrir los hechos.
Fueran leyenda o realidad, la mitología prehelénica se va a plasmar en la escultura del posterior arte griego, como podemos observar en la metopas del Partenón, construido en el siglo V a, de C. y las leyendas mitológicas de sus dioses y héroes al ser asimilados y latinizados por los romanos, perdurarán hasta el siglo IV después de Cristo en el arte romano pagano, hasta que Constantino dio libertad de culto en el Imperio romano y Teodosio elevó a la iglesia cristiana a religión oficial del Imperio.
Y por si esto fuera poco en relación a la influencia del arte prehelénico sobre el posterior arte griego, El TEMPLO GRIEGO, que aparece en la época del arte arcaica, prolongándose toda la etapa constructiva greco-romana, tiene su origen en el MEGARON PREHELÉNICO, una sala que se construye en el interior de los palacios, sobre todo en los palacios de Tirinto y Creta.
El MEGARON  venía a ser una sala rectangular con columnas que a veces iba precedido de un doble patio o atrio, que según todas las opiniones derivaría la planta del templo griego, de ahí la importancia que se le debe de dar a esta época del arte griego conocida con el nombre de ARTE GRIEGO ARCAICO, que se inicia aproximadamente el año 776  a, de C. perdurando hasta el fin de las guerras médicas (479).
En realidad el MEGARON era una de las salas principales del palacio que presentaba un hogar en el centro y un techo sostenido por cuatro columnas, accediendo a su interior desde el patio principal del palacio.

EL ARTE GRIEGO ARCAICO.- Dejemos atrás la época de la Grecia prehelénica, con sus leyendas mitológicas y entremos en la Grecia real, aceptando que existieron una cultura y un arte prehelénicos en Creta y Micenas? con sus palacios que dieron origen al templo griego, que se fue modificando en este periodo mas conocido de la cultura y del arte que denominamos ÉPOCA ARCAICA del arte griego o simplemente arte arcaico griego. Algunos autores sobre todo al hablar de la cultura griega la definen como época oscura.
Para su conocimiento debemos de situarnos en Grecia a finales del siglo X a. de C., sobre el año l000 a. de C., que va a ser un año muy importante para los orígenes de la Grecia de hechos reales, lo mismo que para su arte y su cultura; no es una fecha tan concreta, pero más o menos gira en torno a ese año.
Por entonces Grecia estaba ocupada por los JONIOS, sucesores de los antiguos prehelénicos, que fueron los que ocuparon el territorio griego en la antigua Grecia antes de este siglo. Éstos sin que sepamos el por qué, fueron desplazados geográfica y políticamente por los JONIOS, que se situaron en las tierras del Ática y del Peloponeso, cuando sufrieron la invasión de los habitantes de las tierras del norte (comarca de la Tesalia ), conocida con el nombre de INVASIÓN DORIA o DÓRICA, porqué la componían los pueblos denominados DORIOS, que se consideraban sucesores y descendientes de los antiguos prehelénicos y como herederos de Heracles y de Teseo, a la invasión doria se le conoció también con el nombre de: RETORNO O REGRESO DE LOS HERACLIDAS.
En esta dualidad de jonios y dorios está el origen de la cultura y del arte griegos. Ahora bien, tras las excavaciones llevadas a cabo en Creta y en Micenas, el origen de la cultura y del arte en Grecia resultan mucho mas complejos, debido a los restos hallados en ambos lugares de una gran arquitectura y una bella escultura prehelénica, construidos mucho antes del año l000 a. de C.
La invasión de los dorios, como sucedió posteriormente con la invasión de los germánicos sobre el Imperio romano, era una invasión en masa, reclamando sus tierras ilegalmente ocupadas por los jonios. Establecida la disputa con el triunfo de los dorios, a los jonios no les quedó otra opción que emigrar a las islas y a las ciudades de la costa de Asia; no todos emigraron, algunos siguieron habitando el continente sobre todo en Atenas, el mismo Homero era jonio y vivió en Atenas; mientras que el Peloponeso quedó totalmente dominado por los dorios.
Las luchas entre jonios y dorios durante 250 años (época oscura), trajeron graves consecuencias para la cultura y el arte griego, arrasaron con todo lo anterior y Grecia tuvo que comenzar de nuevo como si de un pueblo nuevo se tratara, cuando en realidad llevaba muchos años existiendo, encontrándose en su edad media.
La cultura y el arte que se inicia ahora, denominado ARTE ARCAICO, se desarrollará desde el final de esta guerra más o menos civil, que los griegos hicieron coincidir con la primera olimpiada- el año 776 a. de C.-, hasta el segundo tercio del siglo V a. de C., con las guerras médicas por medio.
Las guerras médicas entre griegos y persas, fueron dos. La primera librada entre los atenienses con la ayuda de los plateos contra los persas, por haber ayudado los atenienses a los jonios de las ciudades de la costa de Asia en su revuelta contra los persas. Por dicho motivo el rey persa, Darío, envía contra Atenas una expedición de castigo. Una tormenta destruye la flota persa y el invasor es derrotado en la batalla de MARATÓN por los atenienses conducidos por Melcíades el año 491 a. de C., dicha batalla pone fin a la primera guerra médica.
Diez años más tarde el rey persa, Jerjes I, que había sucedido a su padre Darío, decide vengar la derrota de éste, mediante una nueva invasión compuesta por más de 300.000 hombres. Para poder hacer frente a tan poderoso ejército, atenienses y espartanos han de unirse y tras el sacrificio de las TERMO PILAS, en donde perdió la vida el rey de Esparta, Leónidas y sus trescientos hombres. Los griegos con Temístocles al frente observando el gran ejército de Jerjes, creyó que lo mas acertado sería hacer la paz con ellos en las mejores condiciones que se pudiesen conseguir.
Temístocles, el jefe del ejército ateniense se caracterizaba por su inteligencia, pero como buen griego de su época creía mucho en los dioses, y aducía que las respuestas de los dioses de Delfos a los que había consultado, le eran desfavorables.
Temístocles envió emisarios a los sacerdotes de Delfos que hablaban en nombre de Apolo, y el oráculo anunció que toda resistencia era inútil advirtiendo a Atenas y a Esparta que serían destruidas.
Entonces volvió a mandar emisarios a Delfos, sobornando a los sacerdotes con un gran regalo (varias vacas), que era lo que deseaban los sacerdotes del templo, que venían a ser los que interpretaban las respuestas de la pitía. Con el regalo en su poder (uno de los mejores regalos que se le podía ofrecer) ahora la respuesta fue menos dura para los griegos, pero para no perder la costumbre, ambigua.
En agradecimiento al regalo de Atenas y para darle más validez a la respuesta, no acudieron a Apolo para que los iluminase, como era la norma sino a Zeus, dios supremo del universo y del cielo, soberano de todos los dioses, y le pronosticaron:
Zeus esto concede a los ruegos de Atenas. “El muro de madera te salvará a ti y a tus hijos”.
Esto había que interpretarlo y muchos atenienses construyeron un muro de madera alrededor de las murallas de Atenas y allí perecieron dentro de la ciudad al ser destruida por los persas.
Temístocles, interpretó mejor los muros de madera que habían mencionado los sacerdotes de Delfos, considerándolos como los “muros” de los barcos, y trasladó a la población de Atenas al interior de los barcos que componían su formidable flota.
Temístocles decide por una serie de circunstancias, hacer frente a los persas en el estrecho de mar que existe entre la isla de Salamina situada al sur de Aleuxis y Megara y el continente. Fue un acierto ya que los griegos vencen a los persas en la batalla naval de SALAMINA el año 480 a. de C., y en la batalla de PLATEA el año 479 a. de C., gracias a la astucia del ateniense Temístocles y del espartano Pausonias, artífices de los triunfos en las respectivas batallas. Con el triunfo el mismo año en MICALE, termina la segunda guerra médica con la derrota persa.
Con la victoria contra los persas, las ciudades marítimas se reunieron en un congreso en la ciudad de Atenas el año 476 a. de C., el resultado fue la formación de la LIGA DE DELOS, a la que se adhirieron más de 200 ciudades esparcidas por las islas del mar Egeo, por las costas asiáticas e incluso alrededor del mar Negro.
La Liga se agrupaba en torno al antiguo santuario de Delos, bajo la presidencia de Atenas, creada para organizar la defensa del mundo heleno contra Persia.
La regía un consejo federal, en cuyas decisiones intervenía cada ciudad con un voto, fijaba la participación de los aliados en los gastos de la flota y arbitraba cuantos litigios surgiesen en el seno de la Liga.
Tras vencer a los persas y formar la Liga de Delos, encabezada por Atenas, se inicia en esta gran ciudad, un renacimiento y una evolución del arte que dará origen al extraordinario ARTE CLÁSICO GRIEGO, que va a tener su edad de oro en la época de Pericles (460-429).
Volviendo al año 776, la arquitectura arcaica se inicia con la construcción del templo griego, cuyo origen hay que buscarlo en el MEGARON de los palacios prehelénicos de Creta y Tirinto. Venia a ser una sala de planta rectangular con un hogar en el centro, cubierta con un techo sostenido por cuatro columnas, a la que se accedía desde el patio principal del palacio, que presentaba un altar en el centro para los sacrificios.
Al MEGARON no hacía falta mas que dejarlo exento del palacio y quedaba convertido en un templo, que va a sufrir transformaciones a lo largo de los años. La planta siguió conservando se cella o naos y la antesala o pronaos, propias del megaron prehelénico.
Muy pronto va a aparecer un tercer elemento: una cámara que se situaba detrás de la cella, denominada opistódomos.
El primitivo megaron al situarse en el interior de un palacio con varias dependencias, no tenía más que una fachada principal, que daba al patio del palacio. Al quedar el templo exento, sin palacio, se colocaba otra hilera de columnas detrás del edificio, quedando así con dos fachadas principales, incluso a veces se colocaba un pórtico o galería cubierta rodeando a las cuatro fachadas.
Si el templo carecía de esta galería, se le denominaba IN ANTIS,- palabra derivada del latín-, debido a que de sus fachadas se veían solo las columnas del pronaos, lo mismo que en el megaron prehelénico.
Cuando la columnata decoraba solo las dos fachadas principales, con cuatro columnas en cada fachada, el templo recibe el nombre de TETRÁSTICO.
Cuando la columnata corría también por las fachadas laterales, con seis columnas en las fachadas principales, al templo se le denomina HEXÁSTILO.
Si el templo presenta ocho columnas en las dos fachadas principales, columnas en las fachadas laterales, además de pórtico o galería cubierta lateral; entonces al templo se le conocía con el nombre de OCTÓSTILO, cuyo ejemplo más señero fue el PARTENÓN de Atenas.
Los templos más numerosos son los hexástilos, su planta viene a ser el desarrollo del megaron con sus cuatro fachadas decoradas con columnas.
Los templos con planta IN ANTIS, muy similar al megaron prehelénico, son los más antiguos.
Muchos templos se construyeron con planta “in antis”, añadiéndole más tarde en reconstrucciones columnas alrededor, convirtiéndolo en un templo hexástilo.
El diámetro de las columnas también nos indica su antigüedad, en los templos más antiguos las columnas eran más gruesas y estaban más unidas las unas de las otras.
Otro signo de antigüedad se puede apreciar en las cellas, en los edificios antiguos es larga y estrecha, más fáciles de cubrir con vigas transversales.
A medida que avanzamos en el tiempo, la cella queda dividida en dos naves por una fila de columnas e incluso en tres naves por dos filas de columnas como se podía apreciar en el templo de Hera de Olimpia. A veces presentan la particularidad de que las naves laterales se estructuran en dos pisos.
Los griegos construyeron sus templos antes de la época de Pericles (siglo v a. de C.), empleando dos estilos que denominaron ÓRDENES, porque se repiten en todos sus detalles con cierto orden canónico: el orden DÓRICO, que era el preferido de los griegos del continente (población doria) y el orden JÓNICO, que adoptaron preferentemente los griegos de las islas y de las ciudades de la costa de Asia (población jonia). Luego en el siglo V a. de C. apareció el orden CORINTIO, que solo se diferencia del jónico en la forma y escultura del capitel.
En relación a las órdenes clásicas griegas diremos, que en la construcción de los templos, utilizando y ordenando ciertos elementos arquitectónicos, siguiendo determinadas normas en las columnas y en los entablamentos situados sobre ellas, dieron lugar a las denominadas ORDENES ARQUITECTÓNICAS GRIEGAS, que empleando primero la madera y el ladrillo y posteriormente la piedra y el mármol, marcaron la pauta del futuro arte mundial.
EL ORDEN BÓRICO GRIEGO.-En este estilo se construyeron los templos de Olimpia, Delfos, Atenas y Corintio que se extendieron por Sicilia, por el resto de Italia y por las ciudades de la costa asiática como el de Efeso, sardes, Samos etc.
La columna carece de base y el fuste arranca de un basamento que se denomina CREPIDONA o ESTILÓBATO, suele ser mas gruesa por abajo que por arriba y presenta ENTASIS (sensación de engrosamiento central), es acanalado con l6 -20 estrías verticales que se cortan en arista viva. El fuste termina arriba en una serie de ranuras que forman el collarino o armillas, que viene a ser un pequeño rehundimiento horizontal. A veces se forman una o dos filas de armillas componiendo lo que se denomina HIPOTRAQUELIO.
El capitel se compone de un EQUINO o moldura convexa formando la mayor parte del capitel y de un abaco cuadrado situado sobre el equino.
En un principio el equino convexo sobresalía mucho del fuste para posteriormente convertirse en un simple tronco de cono invertido.
Sobre las columnas se apoya una faja horizontal denominada ENTABLAMENTO, que se compone del ARQUITRABE o viga horizontal lisa que corre sobre las columnas. Del FRISO, separado de la viga por un listel y la CORNISA. El friso queda dividido en recuadros decorados la mitad con estrías verticales llamados triglifos, pequeños pilares con dos estrías entre ellos o Glifos y media estría a derecha e izquierda. Entre los triglifos quedan unos espacios cuadrados que en un principio estaban abiertos pero que posteriormente se cerraban y se pintaban o esculpían llamados METOPAS.
La alternancia de triglifos y metopas en el friso, componen lo más característico del orden dorico.
Los triglifos están coronados por una moldura de listel y en su base se sitúa otro listel bajo el que se disponen seis pequeñas gotas cilíndricas o cónicas.
Las metopas se decoran con relieves generalmente vegetales o figurados.
La cornisa se sitúa sobre el friso en saledizo y se compone de un alero y de una moldura o cimacio; la parte inferior del alero se adorna con los motolos o regletas. La función de la cornisa es la de proteger del agua al edificio.
Sobre la cornisa se sitúa el FRONTÓN en las dos fachadas principales del edificio creado por las dos vertientes del tejado y se separa de la cornisa por una moldura cóncava denominada SIMA. Los ángulos del frontón se adornan con unas piezas denominadas ACROTERAS, que en un principio se trataba de figuras humanas para ir pasando a figuras de animales, a dos figuras femeninas o a fauna fantástica generalmente grifos. El tímpano se esculpía con relieves diversos.
El templo estaba cubierto con vigas apareadas que a veces cuando la cella era muy amplia había que colocar otra viga horizontal en forma de tirante.
Los primeros templos se construían con madera y ladrillo (siglo VII a. de Cristo), cubiertos con madera para ir pasando a la piedra y al mármol y se iluminaban generalmente con lámparas de aceite aunque algunos podían tener ventanas en sus muros. De todas formas como los sacrificios se realizaban en el exterior junto al altar situado en frente de la puerta de la fachada oriental, la iluminación no tenía mucho interés funcional.
 ORDEN JÓNICO GRIEGO.- El fuste de la columna ya no se apoya en el suelo sino sobre una base circular compuesta por dos toros y una escocia entre ellos-base ática-, de todas formas la base jónica mas empleada es aquella que se compone de dos toros y dos escocias coronadas por un toro estriado. A veces en los templos más señeros la base se componía de varias molduras superpuestas. En algún templo existe un pedestal cuadrado antes de la base sobre el que se apoya toda la columna.
El fuste es acanalado con las estrías achaflanadas por estrechos listeles lisos generalmente en número de 24, se remata arriba bajo el capitel por una sería de molduras circulares componiendo el ASTRÁGALO. Sobre le astrágalo se sitúa el capitel compuesto por un EQUINO ornado con ovas y un cuerpo circular del que parten los volutas una a cada lado, denominado COJINETE.
Las VOLUTAS se componen de curvas espirales en cuyo centro se sitúa el ojo o disco. Forman la parte más característica del capitel jónico, que con solo observarlas ya nos identifican el capitel y el estilo.
Sobre el capitel se dispone un ábaco rectangular que lo depara del alquitrabe.
El ENTABLAMENTO, se compone de un ARQUITRABE, dividido en tres bandas horizontales que a medida que ascienden se disponen en saledizo. De un FRISO, que a veces no existe, decorado con relieves o liso y de una CORNISA en saledizo, coronada con una moldura ornada con ovas y dardos. El alero a veces presenta modillones prismáticos denominados dentículos.
Sobre la cornisa por medio de una moldura cóncava o sima se sitúa el FRONTÓN con acroteras en los ángulos y tímpano ornado.
Característico del estilo jónico son las CARIÁTIDES (figuras femeninas con un cestillo sobre la cabeza) en función de columnas.
A simple información diremos que las cariátides están relacionadas con los habitantes de Carias (Laconia) que en las guerras médicas se aliaron con los persas; como venganza los griegos mataron a todos los hombres y vendieron a las mujeres como esclavas y para perpetuar este hecho los arquitectos construyeron estatuas-columnas femeninas, simbolizando que quedaban sumisas al pueblo griego.
En realidad las cariátides son anteriores a las guerras médicas, pueden estar relacionadas con las danzas de las jóvenes del santuario de Artemisa, ya que cariátide era el sobrenombre de Artemisa que poseía su templo en Carias.
De una u otra forma, las cariátides aparecen en el templo jónico de Erecteo, levantado en la Acrópolis de Atenas, en el lugar que ocupaba el viejo templo dedicado a la diosa Atenea.
Así como el templo dorico tuvo su origen dentro de la Grecia continental derivado del antiguo megaron prehelénico, el capitel jonico al estar en relación con los jonios que emigraron al Asia, el modelo pudo ser copiado de Oriente sobre todo de Asiría y Chipre, se basan los historiadores en que los capiteles jonicos de Oriente tenían las volutas poco desarrolladas con pocas vueltas de espiral similares a los primeros griegos que poco a poco fueron evolucionando hasta convertirlo en el extraordinario capitel jónico de la época clásica griega.
Ambos estilos se fueron combinando en el mismo templo. El templo dórico tenía siempre el techo cubierto mientras que el jónico su patio estaba a cielo abierto e incluso algunas cellas eran lugares abiertos.
Un ejemplo de estilos en el mismo edificio, lo tenemos en los PROPILEOS o puertas principales de la Acrópolis de Atenas; las columnas exteriores son de estilo dórico y las interiores jónicas. Lo mismo que en el PARTENÓN, de de construcción dorica, presenta frisos de estilo jónico.
Esto indicaba que la ciudad de Atenas estaba abierta a todos los griegos.

ORDEN CORINTIO GRIEGO.-Su aparición en el arte griego es más tardía, por tratarse del tercer estilo arquitectónico griego muy empleado en el arte clásico, lo describiremos aquí. El capitel corintio es de creación puramente griega, dando origen a un estilo nuevo dentro de la arquitectura griega. Se introdujo en la etapa final de la arquitectura del siglo V a. de C., cuando Atenas estaba bajo el poder de Pericles (440-430) a. de C.
Presenta la forma de un cestillo o campana invertida, decorado con dos hileras de hojas de acanto superpuestas, con finos tallos enroscados en forma de volutas bajo los cuatro ángulos del ábaco conocidas con el nombre de CAULÍCULOS, considerados como una reminiscencia del capitel jónico; entre las volutas se sitúa una flor u otro motivo vegetal o incluso otras volutas más finas.
Sobre el capitel se sitúa un ábaco rectangular curvilíneo de lados cóncavos formando ángulos muy agudos que a veces se achaflanan.
El resto de los elementos son similares a los del orden jónico con la única diferencia que la columna suele ser mas alta.
El capitel corintio lo empleó por primera vez el arquitecto del Partenón Ictinos, en un templo de estilo jónico que construyó en la Figalia.
El inventor del capitel fue el escultor Calímaco, que según cuenta la leyenda lo había inventado en Corintio, de ahí su nombre.
Cuenta la leyenda, que una joven depositó cierto día una canastilla de flores sobre la tumba de su amante, y sería esa canastilla de flores la que inspiró a Calímaco a idear el capitel.
Coronar la columna con motivos vegetales era una idea que fluía en la mente de los escultores relacionados con el círculo de Pericles y Calímaco dio con la solución creando el bellísimo capitel corintio.
Las hojas de acanto a partir de esa fecha van a ser constantes en la mayoría de las manifestaciones del arte decorativo griego y no digamos en el futuro arte hispano, existen muy pocos edificios en todos los estilos en donde no esté presente el capitel corintio.

ORDEN COMPUESTO.- Tras la muerte de Alejandro Magno el arte griego va a tener aun dos siglos de brillante evolución, se le conoce con el nombre de ARTE HELENÍSTICO, para distinguirlo del anterior arte helénico. Se desarrollará en Siria y en Egipto, pero también se siguió construyendo en Grecia.
Hasta que Grecia pasó a engrosar el Estado de Roma sobre el año l46 a. de C., los griegos crearon el orden arquitectónico COMPUESTO GRIEGO, caracterizado por presentar un capitel con volutas como en el jónico y las hojas de acantos del corintio y otros añadidos que van a variar según la época constructiva.
El arte romano que viene a ser una continuación del arte helenístico griego, además de asimilar el dorico, que denominaron TOSCANO; el jónico y el corintio, un poco modificados, también desarrolló y perfeccionó el ORDEN COMPUESTO GRIEGO.

¿En donde se construyeron los templos en la época arcaica?: En los lugares sagrados dedicados a los dioses.
¿Y cuales son esos lugares sagrados?
Desde la Grecia antigua existieron lugares sagrados, los más importantes era: Olimpia, Delfos, Délos, la isla de Egina y sobre todo Atenas.
OLIMPIA.- Se relaciona con Zeus. Su padre Cronos al casarse con Rea, la diosa de la fertilidad y de la tierra, tuvo una familia muy numerosa compuesta por seis hijos: Demeter, Hera, Hades, Poseidón Hestia y Zeus. Creó su propia dinastía convirtiéndose en el dios soberano de todos los dioses titanes y tinánides pero cometió el error de no hacer caso a su madre, Gea, para que dejara libres a sus hermanos, los hecatonquiros y a los cíclopes, que permanecían presos bajo la tierra.
Gea, la diosa mas poderosa de la antigua Grecia, herida por este trato de Cronos a sus hermanos monstruos, le profetizó que uno de sus hijos acabaría destronándolo como él había hecho con su padre.
Para burlar su destino al que lo había condenado la poderosa Gea, Cronos devoró a todos sus hijos nada más nacer. Rea, como antes su madre, Gea, quedó desconsolada por la muerte de todos sus hijos y con la ayuda de su madre, intentó salvar al pequeño, Zeus, y al nacer lo llevó a un lugar seguro al mismo tiempo que envolvía una piedra con una tela y se la entregó a Cronos para que se la tragase, pensando que se trataba de su hijo Zeus. Gea, escondió a su nieto en una cueva que la tradición sitúa en Creta, en donde lo alimentó con la leche de una cabra. De todas formas de la infancia de Zeus sabemos muy poco. Lo que se sabe es que su primera esposa fue Metis, una titánida ninfa marina, célebre por su astucia y sabiduría, madre de ATENEA. Zeus aprovechando su sabiduría logró convencerla para que administrase a Cronos un droga que le obligase a regurgitar la piedra ingerida y a todos los hijos que había tragado anteriormente. Estos al recobrar su libertad se pusieron al lado de Zeus con el objeto de destronar a su padre cronos y acabar con toda la raza de titanes y titánidas que le apoyaban.
Para acabar con Cronos y los titanes, Zeus tuvo que pasar por tres batallas que se consideran como los mitos más celebres de la antigua Grecia: La lucha entre los dioses Olímpicos contra los titanes conocidos con el nombre de TITANOMAQUIA; la lucha contra los Gigantes o GIGANTOMAQUIA y la lucha directa del dios supremo contra Tifón. De todas salió victorioso Zeus y con estos triunfos se convierte en el dios del cielo y del universo, soberano de todos los dioses y de los hombres, adorado por los humanos como protector del estado y de la familia, sentado en su trono de oro en el Olimpo y padre de la segunda generación de dioses.
Gea, ya no volvió a rebelarse más contra Zeus, reconociendo por fin su superioridad. De este modo los dioses Zeus y sus hermanos: Poseidón, Hera, Demeter, Hestia (Hades había bajado al mundo de los muertos), que le habían ayudado a hacerse con el trono junto a sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Atenea, Artemisa, Dionisio y Hefesto ( las doce divinidades del Olimpo), pudieron finalmente regresar victoriosos a su hogar en el Olimpo, en donde Zeus, poseía un imaginario palacio con un gran salón en el que reunía a los dioses, cuando el dios supremo del cielo, los citaba.
Zeus al convertirse en dios supremo de Grecia, eligió el Olimpo como morada de los dioses, con el fin de darle una residencia común y reforzar el concepto de FAMILIA DIVINA.
Aunque Zeus se casó con su hermana Hera, para reforzar este concepto; parece ser que las bodas se celebraron en Creta en el monte Ida, así lo hicieron contar sus seguidores en la escultura plasmada en varios templos; tuvo numerosos amantes de las que nacieron dioses – por ser hijas de diosas – y héroes por ser hijas de mujeres mortales.
Lo que con toda certeza es seguro que las primeras olimpiadas tuvieron lugar en Olimpia en honor a Zeus, algo de su leyenda debió de ser cierta (Aunque los mitos son leyendas), para que sus adeptos las celebrasen el la ciudad relacionada con su infancia el año 776 antes de C.
En Olimpia se construyeron dos templos, el que estaba dedicado a Hera, presentaba una cella larga y estrecha, siguiendo las pautas de los antiguos templos doricos arcaicos y el de Zeus, que se situaba paralelamente al anterior, presentaba una cella más amplia; al ser destruido por los persas, en su lugar la familia de los alcmeónidas, al ser desterrados de Atenas y refugiarse en Olimpia, construyeron un templo de mármol que más tarde en el siglo V a. de C., Fidias colocó en su cella la estatua de Zeus.
Los mitos: por tratarse de Olimpia, muy relacionada con el dios supremo, el templo de Zeus ya estaba muy decorado en ambos frontones. En el oriental aparecen esculpidas las figuras de héroe del Peloponeso Pélops y el rey de Pisa (Elide) Enomao con Zeus en el centro. Según la leyenda mitológica, Pelops era hijo de Tántalo, rey de Frigía, su padre le cortó en pedazos y se lo dio a comer a los dioses. Zeus le resucitó y le sustituyó el hombro que le había comido Demeter por otro de marfil. Luego se marchó a Pisa en donde el rey Enomao desafiaba a una carrera de carros a cuantos pretendían la mano de su hija hipodamía y tras vencerlos los mataba. Gracias al caballo alado que le proporcionó Poseidón y a la complicidad del auriga del rey que serró parte del eje de una de las ruedas del carro de Enomao, le originaron la muerte al rey, Pélops resultó vencedor, se casó con Hipodamía y fue proclamado Rey. Otra versión dice que la victoria del héroe se debió a que Hipodamía quitó la clavija del carro de su padre.
En el frontón occidental se representa otro mito: el combate que se llevó a cabo en las bodas de Piritoo amigo de Teseo, cuando los centauros invitados a la boda quisieron raptar a las mujeres y violar a la novia de del héroe, rey de la Tesalia, Hipodamía. Entonces se entabló una lucha entre los centauros, (que en otras ocasiones habían ayudado a su rey, por eso fueron invitados a la boda) y los lapitas (griegos), que terminó con el triunfo de estos últimos, al frente de los cuales estaba Teseo que también asistía a la boda.
Loa lapitas simbolizan a los civilizados griegos y los centauros aquí simbolizan a los incivilizados persas, (vida feroz y sin ley).
DELFOS.-Tuvo una importancia extraordinaria para los griegos. Estaba considerado como el centro del universo, de ahí que se le denominaba el ombligo del mundo, en alusión a la piedra que Cronos había tomado creyendo que se trataba de su hijo Zeus.
Tras el triunfo de Zeus en la guerra de los dioses, para poder imponer su autoridad tuvo que pasar por dos contiendas más: La primera conocida con el nombre de GIGANTOMAQUIA, o la lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, que se convirtió en el mito más célebre de la antigua Grecia. Fue plasmada en numerosos frisos y frontones de los templos.
Gea apoyó a Zeus contra sus propios hijos, los titanes. El mal trato impuesto por aquel a éstos, encolerizó de tal manera a Gea, que hizo que se pusiese en contra de su nieto y convenciera a los GIGANTES, para que le ayudasen a derrotarlo. Los gigantes habían sido engendrados de la sangre vertida en la castración de Urano, pero otra leyenda nos dice que los creó Gea para vengar la derrota de sus hijos.
La lucha se prolongó más de la cuenta, ya que los dioses a pesar de su poder, y luchando con gran ardor, no conseguían matar a los gigantes. Los dioses no tuvieron otra solución que acudir a un oráculo, y por primera vez en la historia de la antigua Grecia, la sacerdotisa les daba una respuesta concreta. “Los dioses olímpicos solo podrían herir a los gigantes, para matarlos, debían de recurrir a un mortal”.
Atenea, la hija preferida de Zeus, que él mismo la había alumbrado, saliendo de su cabeza crecida y armada, que venía teniendo una participación muy activa en la lucha, dio con la solución, alistando a su hermanastro, Heracles, que aunque era hijo de Zeus también lo era de su amante, la mortal Alcmena, de ahí que venía a ser mortal y provisto de una gran fuerza (símbolo de la fuerza), acabó matando a los gigantes.
Para que un hijo pudiese alcanzar la divinidad olímpica tenía que ser hijo legitimo o ilegitimo de Dioses, como ocurrió con Apolo, Hermes etc. que hijos de Zeus sus madres eran diosas titánides, no así Heracles que su madre era mortal y solo pudo alcanzar la categoría de héroe o semidiós, aunque fue el único héroe que alcanzó la inmortalidad.
Desde ese momento y viendo el poder de los oráculos, superior al de los dioses, Zeus, le dara´el don de la profecía a su hijo Apolo. Lo obsequió con un casco de oro, una lira y un carro tirado por cisnes y le ordenó que fundase un santuario en Delfos. Después de varios contratiempos llegó a Delfos, encontrándose el lugar ocupado por un monstruo, la serpiente Pitón, que guardaba el antiguo oráculo de Temis.
Apolo lo mató y decidió perpetuar el oráculo consagrando en un santuario un TRÍPODE SAGRADO, que se convirtió en su atributo principal, sobre el cual una sacerdotisa, la PITIA transmitía los oráculos que le inspiraba el dios.
El templo de Apolo de Delfos era de estilo hexástilo con columnas alrededor en las cuatro fachadas y detrás de la cella estaba el lugar del ORÁCULO, al que acudían los griegos durante muchísimos años para conocer su futuro.
El frontón principal estaba decorado con una escultura en donde se plasmaba la Lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, y a la entrada estaba el altar de Apolo.

El tercer lugar sagrado ya desde la Grecia Prehelénica común a todos los griegos era DÉLOS, debido a que allí se mostraba la roca en donde Latona, había dado a luz a los gemelos hijos de Zeus: Artemisa y Apolo.
Leto o Letona fue una de las amantes favoritas de Zeus, tuvo que dar a luz en Délos por la orden que dio a todo el mundo Hera, para que nadie le diese cobijo para dar a luz. Leto no tuvo otra opción que traer al mundo a los gemelos, Artemisa y Apolo, solitaria sin ayuda de ninguna clase y al abrigo de una roca. Nació primero Artemisa y recién nacida tuvo que ayudar a su hermano gemelo Apolo, a que naciese, quedando tan marcada por la dolorosa experiencia del parto, que le pidió a Zeus que la permitiera ser virgen toda su vida.
Lo de ayudar a su hermano se trata de una metáfora, al nacer primero fue abriendo el canal del parto permitiendo que su hermano naciese con menos dificultad.
El mito de Artemisa en Oriente es más importante que en Occidente, mientras aquí es la diosa de la caza y protectora de las mujeres, que le rogaban para que tuviesen un parto feliz, en Oriente (Asia Menor) se le consagró un santuario en Efeso, cuyo templo estaba considerado como la sexta maravilla del mundo. Allí fue protectora de las amazonas y diosa de la fecundidad, de ahí que se le representaba con todo el cuerpo cubierto con pechos (diosa nutricia).

El cuarto lugar sagrado para los griegos de la época arcaica tardía debió de ser la isla de EGINA, en donde se levantó un templo en lo alto del promontorio dedicado a una divinidad local: la diosa Afaida de origen cretense. Las esculturas que adornaban sus frontones quedaron despojadas a principios del siglo XIX, y hoy en día se encuentran enriqueciendo la colección de la gliptoteca de Munich en Alemania.
Del templo levantado en Egina, hay que destacar las esculturas de los frontones, en donde se representa la lucha de los griegos contra los troyanos, en cuya guerra los habitantes de la isla, tomaron parte dos veces: la primera en tiempos de Heracles y Teseo y la segunda combatiendo al lado de Agamenón, Menelao, Aquiles y Ulises.
El mito de la guerra de Troya.- No todos los titanes lucharon contra Zeus en la guerra de los dioses, uno de ellos llamado Prometeo, hijo de Japeto y de Climene y hermano de Atlas, que en griego significa “el que ve más allá”, un profeta que pronosticó el triunfo de Zeus, luchó a su favor, y el gran dios se lo agradeció, pero Prometeo cometió la osadía de enfrentarse al dios supremo “sustrajo el fuego del cielo y se lo entregó a los hombres”, Zeus encolerizado por el ultraje le castigó con una tortura para toda su vida.-  Le hizo encadenar en el monte Cáucaso, en los límites del universo-. Según una leyenda Heracles treinta años después lo liberó del castigo. Según otra, corrió por el Olimpo la noticia de que Prometeo conocía un secreto de gran importancia que afectaba a la vida de Zeus. El secreto consistía en que la única persona capaz de derrotar al dios sería el hijo que tuviese con su amante la ninfa del mar, Tetis. De esta forma el gran dios podía evitar el destino al que habían sucumbido su padre y su abuelo.
Zeus había destronado a su padre Cronos, como soberano supremo del mundo, lo mismo que había hecho éste con su padre Urano. A Zeus le preocupaba de ser victima del mismo destino que su padre y su abuelo. En esta ocasión fue capaz de romper con la maldición, no solo porque gracias a Prometeo, que a cambio le había liberado de la tortura, consiguió enterarse de la misma, sino que hizo todo lo posible para evitarla. (Zeus conocía muy bien las profecías de Prometeo, de ahí que aceptó de buen grado liberarle de la tortura por el conocimiento del secreto).
De entrada dejó de lado su pasión por la bella ninfa del mar Tetis, con la que estaba condenado a tener un hijo que acabaría siendo más poderoso que el mismo.
En segundo lugar engulló a Metis, la tetánide de la sabiduría a la que había dejado embarazada, sabedor de que el hijo que viniese de su unión carnal, tendría a si mismo un gran poder (como heredero de la sabiduría de su madre), y lo dio a luz él mismo para neutralizar su profecía, fue una hija Atenea, que nació de su cabeza crecida y armada.
En cuanto a la diosa Tetis, una de las múltiples amantes del dios, para deshacerse de ella por miedo a que naciese ese hijo, profetizado por Prometeo, que lo destronase, decidió buscarle un marido; el elegido fue Peleo, un mortal que había luchado al lado de  su hijo Heracles en su aventura contra las amazonas.
A Tetis, no le satisfacía la idea, prefería ser la amante del dios supremo que la esposa de un simple mortal, pero cuando Zeus le propuso organizar una boda a la que asistirían todos los dioses del Olimpo, cambió de parecer.
El rey del Olimpo cumplió su palabra, pero se olvidó de invitar a la boda a la diosa de la discordia, Eris que juró por ello tomarse la venganza, y en medio del banquete sobre la mesa que se sentaban Hera, Afrodita Y Atenea, dejó escapar una manzana de oro con la inscripción “para la más hermosa”, creando una gran discordia, ya que las tres diosas: Hera, Atenea y Afrodita, reclamaron para si la manzana y al no ponerse de acuerdo, acudieron a Zeus, para que decidiese a cual de las tres le correspondía la manzana, que era tanto como decir, CUAL DE LAS TRES ERA LA MÁS HERMOSA.
Para Zeus era muy difícil decidir, se trataba de su hermana y esposa, de su hija más querida y de la diosas de la belleza y del amor, que nadie ponía en duda, y delegó en Paris, un joven dotado de gran belleza y fuerza física, que por entonces estaba de pastor en el monte Ida, que también asistía a la boda.
Ante la discordia que se originó, Paris dijo que entendía mucho de belleza, ya que en su rebaño pastaba el toro más hermoso de la región; pero también reconoció al presentarle Zeus otro bellísimo toro (Ares disfrazado de toro), que era más hermoso que el suyo, dejando claro ante todos, lo justo de su criterio.
Ante tal sinceridad, Zeus lo declaró juez único y Paris acudió al Olimpo para dirimir la disputa: Cual de las tres era la más bella. Se decantó por Afrodita, a pesar que Hera le ofrecía todo el poder del mundo, Atenea el don de la sabiduría, porque Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo: Helena de Esparta, esposa del rey de Esparta Menelao e hija simbólica de Zeus y de la esposa del rey, Leda.
Hera y Atenea juraron vengarse de Paris, que al resultar ser el hijo ilegitimo de Príamo, rey de Troya, raptó a la joven y la llevó a Troya. La venganza de las poderosas diosas no tardó en llevarse a cabo, destruyendo por medio de una sangrienta guerra que duró diez años, la ciudad de Troya – el año l.250 antes de Cristo.-
La guerra se iniciaría para vengar el honor de los griegos al raptar Paris la esposa de un rey griego, para satisfacer a las diosas Hera y Atenea, humilladas por el héroe troyano y sobre todo por ese afán de los reyes y héroes griegos –micénicos y troyanos- de alcanzar con sus triunfos la simbólica inmortalidad.
Observando así los hechos, interviniendo en la contienda los dioses del Olimpo, la guerra pronto entró en el terreno de lo legendario, y adquiere un carácter simbólico en alusión al enfrentamiento entre griegos y asiáticos, que va a perdurar durante muchos siglos después.
Tras las excavaciones llevadas a cabo en el siglo XIX, hoy en día la guerra de Troya al hallar los restos de la ciudad, se suele aceptar como una realidad histórica.
No hay que ver más que la situación de Troya, localizada al noroeste de Turquía, a la entrada del estrecho de Dardanelos, que por entonces se le conocía con el nombre de estrecho de Helespondo.
Cuando los griegos iniciaron su expansión comercial hacia el Ponto Euxino, chocaron con Troya que dominaba el paso de los estrechos, entorpeciendo y destruyendo los barcos griegos para hacerse con su botín, atesorando una gran riqueza en oro, hierro y cobre que la convertían en una gran codiciosa presa, motivo por el cual los griegos organizaron una expedición para reconquistarla y recuperar así, lo que le habían robado.
El problema afectaba por un lado a Esparta y Micenas que deseaban vengar el honor de un rey griego y formarían la coalición Aquea, a la que se unirían las ciudades comerciales griegas, para acabar de una vez con dicho peligro.
Teniendo en cuenta que Esparta y tal vez Micenas, no disponían de flota comercial, había que pensar que nada se le perdía en el mar Negro. Así que hay que aceptar que el motivo de la guerra fuese doble: por un lado el rapto de Helena no habría que considerarlo con un mito simbólico, sino mas bien como un hecho más o menos real, eso sí, rodeado de acontecimientos míticos, pues los reyes acudirían a las poderosas diosas para que le ayudasen a recuperar a Helena.
Por otro lado las ciudades comerciales griegas se unirían a Esparta y Micenas, con la intención de ganar la guerra y recuperar así lo que Troya le había robado.
ATENAS.- Atenea fue la protectora de Atenas, todo el proyecto de la futura acrópolis quedó subordinado a su adoración.
El mito del nacimiento de Atenas.-Cuando los griegos unidos de la antigüedad decidieron crear la gran ciudad-estado de Atenas, los dioses sabían que con el tiempo sería la ciudad más importante del mundo de entonces, y muchos quisieron convertirse en sus protectores, y surgió la disputa sobre quien merecía tal privilegio. Los dioses reunidos llegaron a la conclusión de que solo dos podían aspirar a dicho honor: POSEIDÓN, por la proximidad de la ciudad al mar, la ciudad iba a estar muy condicionada por el mar, por ser por donde llegaban las invasiones a Atenas y Poseidón con su poder como dios del mar podía impedirlas o derrotarlas; y ATENEA, debido a que la ciudad estaba destinada según los dioses a ser cuna de las bellas artes, y la diosa era la protectora de las bellas artes.
Como ninguno daba su brazo a torcer, Zeus ante el problema que suponía una disputa entre dioses olímpicos, propuso dirimir la cuestión con una competición en la que los demás dioses harían de árbitros. Cada aspirante debía de entregar a los humanos un regalo que fuese útil y provechoso, y el que concibiera la mejor invención, seria nombrado protector de Atenas y la ciudad llevaría su nombre.
Poseidón golpeó con su tridente en el suelo y apareció un caballo hermoso; se trataba de la creación del primer caballo. Todos los humanos quedaron maravillados y convencidos de que la invención no se podía superar.
En relación a este mito que viene a simbolizar la disputa de los reyes de Atenas por la comarca de la ÁTICA, cuyo vencedor fue Ceprops, quien se puso al lado de Atenea. Hay quien opina que al golpear Poseidón con su tridente la roca de la Acrópolis, del suelo brotaría agua y no un hermoso caballo.
Atenea, sin perder la sonrisa, hizo brotar del suelo pedregoso un ÁRBOL de hojas verdes grisáceas con unos pequeños frutos ovalados de color verde: el OLIVO. Mi regalo, dijo la diosa, proporcionará alimento para los humanos, aceite para las ofrendas de los dioses, además de tratarse de un árbol resistente y duradero, capaz de dar fruto en el suelo más árido ypedregoso. Pero lo más importante señaló la diosa, es que simboliza la PAZ, a diferencia del caballo de Poseidón, que simboliza la guerra.
La elección no ofreció duda alguna, aunque tanto los dioses como los humanos reconocieron el gran regalo de Poseidón, Atenea quedó como vencedora y protectora de Atenas.
Entre los vítores de los demás dioses olímpicos, la nueva ciudad recibió al mismo tiempo un nombre: ATENAS y una poderosa protectora: Atenea.
Así como los templos de Delfos, Egina y Olimpia, por construirse a finales de la época arcaica, ya empleaban materiales nobles como el mármol y la piedra con una rica escultura plasmada en frisos, metopas y frontones, la ACRÓPOLIS de Atenas ya había sido habitada y construida desde los tiempos prehelénicos-antes del siglo X a. de C.-, dedicada a los reyes-dioses Ceprops y Erecteo. Presentaba una planta alargada similar a la que tenía el castillo de Tirinto. Desde que Erecteo fue rey de Atenas, estuvo dedicada al culto de la diosa Atenea. La presidía una gran estatua de madera llevada por los atenienses fuera de la ciudad, al abandonar Atenas, al comenzar la segunda guerra médica.
Pasando del origen mítico de Atenas al de los reyes mitológicos, el primer rey-dios parece que fue Ceprops, que sería el que fundó la ciudad ya que falló a favor de Atenea en la disputa que ésta sostuvo con Poseidón por la posesión de la Ática. Se le atribuyen diversas instituciones, como la de las doce tribus atenienses, las leyes sobre el matrimonio y la institución de los cultos religiosos.
El segundo héroe ateniense uno de los primeros reyes-dioses de Atenas fue Erecteo, se le consideraba hijo de la tierra, mitad hombre y mitad serpiente. Sus méritos más importantes consistieron en introducir en Atenas el culto a Atenea, haber fundado las panateneas y el haber vencido a las tropas eleusinas de Eumolpo que para lograr su victoria tuvo que sacrificar a una de su hijas como exigía el oráculo inspirado por Poseidón, padre de Eumolpo. Erecteo había muerto fulminado por Poseidón. Fue enterrado en la acrópolis y en el lugar se alzó en su honor el primer ERECTEÓN.
Deseando de rodear de esplendor los lugares sagrados de las leyendas que hacían referencia a los comienzos de Atenas, los arquitectos de la ciudad construyeron el ERECTEÓN en el lado norte de la acrópolis, en honor al primer rey mítico de Atenas. Bajo una esquina de su estructura se situaba la tumba de Crepops. De estilo jónico y de alargada planta rectangular, no guardaba simetría y estaba construido en dos niveles; sus pórticos no guardaban relación los unos con los otros.
Como él fue el que introdujo el culto a Atenea, el viejo templo lo compartía la diosa con los mencionados dioses. Se componía de una cella o naos, en cuyo centro se situaba la estatua de Atenea y de dos cámaras situadas detrás del pronaos para los citados dioses.
Posteriormente a la muerte de Pericles- que no quiso construir el PARTENÓN sobre el templo viejo, el año 4l9 a. de C., en el lugar en donde se levantaba el VIEJO TEMPLO prehelénico, se edificó un templo denominado ERECTEO o ERECTEIÓN, en estilo jónico sustituyendo la madera por el mármol en su factura, presentando una sala destinada al culto de los dioses Ceprops y Erecteo, y con una tribuna a un lado como única innovación sostenida por seis CARIÁTIDES.

EL ARTE GRIEGO CLÁSICO .- Nos referimos al arte desarrollado desde la época de Pericles, desde el año 460 a. de Cristo  hasta la muerte de Alejandro Magno, año 323 a. de C., ya que existió una etapa de unos veinte años tras las guerras médicas, que aun pertenece a la época arcaica, y los templos en poco se diferencian de los clásicos, tanto por el material empleado en su factura como por la escultura plasmada  en su estructura.
El año 480 antes de C. al iniciarse la segunda guerra médica, los griegos se reunieron en Corinto para formar la alianza bajo el mando de Atenienses y espartanos, y como al acudir al oráculo de Delfos, los dioses se manifestaron con su habitual ambigüedad a favor de los invasores persas, los atenienses siguiendo el consejo de su líder Timístocles, abandonaron la ciudad y se refugiaron en sus naves ancladas en Salamina.
Una vez terminada la segunda guerra médica con el triunfo de los griegos y creada la Liga de Délos, Atenas creó un verdadero imperio, merced a los tributos que le satisfacían los aliados, con los que formó una gran flota y reconstruyó la ACRÓPOLIS, devastada por los persas al abandonar la ciudad los atenienses.
Siguiendo la política de Temístocles, los atenienses construyeron más naves y reforzaron la Liga para terminar con los persas, que aun ocupaban parte del continente y el año 467 a. de C., capitaneados por Cimon, los griegos lograron otra gran victoria en la desembocadura del río Eurimedonte, derrotando a la recompuesta flota persa del mar Egeo.
Al caer en el ostracismo Temístocles, que no tuvo otra opción que emigrar al Asia Menor, el poder aristocrático de Atenas pasa a Cimon, hijo de Melcíades, que defendía a la nobleza frente a Efialtes, que siguiendo la tesis de Solón, impuesta doscientos años antes, venía a defender al pueblo y a que éste participara en la política. Un mal paso en su carrera militar dio lugar a que Cimon cayese también en el ostracismo el año 46l a. de C., hecho que aprovecha Efialtes para presentar al pueblo una reforma que limitaba el poder de los aristocráticos para entregárselo a la Asamblea popular del pueblo, estableciendo la democracia.
Con el establecimiento de la democracia, Pericles tomó partido por ella poniéndose al lado de Efialtes. La muerte de éste al año siguiente, dio lugar a que Pericles se haga con el poder político democrático de Atenas e inicia bajo la dirección de su amigo Fidías, la reconstrucción de la afamada ACRÓPOLIS.
El arte griego clásico, se relaciona con la ciudad de Atenas, por tener su EDAD DE ORO en dicha ciudad, en la época en que Pericles dirigió la política ateniense, desde el año 460 en que fue nombrado hasta el año 429 a. de C. que fallece de una peste de tifus.
Después de la muerte de Pericles, aun se construyen grandes templos en Grecia, no solo en Atenas sino por todo territorio griego, empleando ya el estilo corintio, que se une así al dórico y jónico. El nuevo estilo aparece en la etapa final de la arquitectura del siglo V, sobre los años 440-430 a. de C.
Ya hemos dicho que lo empleó por primera vez el arquitecto Ictinos, en un templo de estilo jónico que construyó en Figalía, de ahí que salvo el capitel, el resto del estilo es similar al jónico.
Pasando por lo tanto de los lugares sagrados de Delfos y Olimpia, en donde ya se construyen templos similares a los clásicos a comienzos del siglo V, a la ciudad de Atenas, la gran Polis (ciudad que se administra por si misma), en cierto modo la tercera ciudad espiritual de Grecia, en la que Pericles se había hecho con el poder político, compartido con la mayoría de los votos de la Asamblea, sobre el año 46l a. de C.
Pericles dominando a la Asamblea pudo sacar adelante una serie de decretos que van a cambiar la vida política de la gran ciudad. El primero consistía en recompensar económicamente a los que asistían a las reuniones del Consejo, de los tribunales y a los magistrados, con el objeto de que pudiesen participar en la democracia no solo los ricos sino también los pobres. El segundo fue restringir la ciudadanía ateniense a los hijos legítimos cuyos padres fuesen hijos de atenienses.
También consiguió sobre el año 450 a. de C., que la Asamblea diese luz verde al decreto que permitía a los atenienses utilizar parte del tesoro de la Liga de Délos, para reemprender la RECONSTRUCCIÓN DE LA ACRÓPOLIS. El sueño de una acrópolis reconstruida, acariciada por los atenienses desde que los antiguos templos arcaicos fueran incendiados por los persas, iba a convertirse en realidad.
La acrópolis estaba considerada como una colina sagrada en la que residía la diosa ATENEA, la hija predilecta de Zeus, que velaba por la ciudad. Había que construir por lo tanto una nueva casa para la diosa, mayor y de más calidad artística que la antigua y Pericles le encarga a su amigo Fidias la dirección de las obras por ser su amigo y el escultor más delicado de todos los escultores que trabajaban en Atenas.
Al encargar la dirección de las obras a un escultor ya indicaba la idea de Pericles: Construir un monumento en el que la escultura, además de abundante brillase a gran altura.
Al regresar Temístocles a la ciudad tras el triunfo sobre los persas, la Acrópolis estaba en ruinas y Temístocles inicia la construcción de un templo dedicado a la diosa denominado HECATOMPEDÓN, por tener cien pies de largo.
Como el templo se ubicaba fuera del lugar en donde estaba situado el viejo templo anterior, a los atenienses no les pareció bien y las obras quedaron interrumpidas hasta que Pericles, decidió que era el solar idóneo para levantar en su lugar el PARTENÓN.
Al subir al poder Cimon sustituyendo a Temístocles, decidió que el lugar elegido para la construcción del templo de la diosa, sería el que ocupaba el viejo templo anterior. Pericles sin embargo levantó el PARTENÓN fuera del asentamiento del templo prehelénico.
Por primera vez en la historia de la antigua Grecia, un hombre culto con un gran espíritu liberal, Pericles, hizo caso omiso a los augurios de los dioses y a los fanáticos atenienses que se aferraban a que la diosa deseaba quedar en el mismo lugar en donde se asentaba el viejo templo.
Nacido de una de las más ilustres familias de Atenas, por un lado despreciaba a la aristocracia y aunque inició una de las democracias pocas veces superada, también despreciaba al pueblo llano e inculto que de mala gana aceptaba sus sabias iniciativas.
Intentó reunir a los diputados de todas las ciudades democráticas de Grecia, para de común acuerdo restaurar los monumentos destruidos por los persas, al no estar de acuerdo con sus ideas, solo pensó en su Atenas y en convertirla en la educadora de todos los griegos.
Con un gran amor por la belleza artística, se dedicó a embellecer Atenas y para llevar a cabo su proyecto, se apoderó del dinero de la Liga que se guardaba en un lugar sagrado de Délos y con la idea de que si Atenas gastaba el dinero, también aseguraba la paz y los aliados no tuvieron otra opción que claudicar.
Pericles entonces se propuso reconstruir la Acrópolis, escogiendo a FIDIAS como director de las obras por ser además de su amigo, un escultor con un pasado glorioso que sabía muy bien interpretar sus altos pensamientos.
A la Acrópolis se accede por los denominados PROPILEOS, que venían a ser las grandes entradas a los lugares sagrados de la Acrópolis y que funcionaban también como galerías de arte y lugar de reunión de los habitantes de Atenas. Presentaban gran majestuosidad y se sostenían con columnas jónicas y dóricas, una mezcla de estilos que venían a simbolizar que Atenas estaba abierta a todos los griegos, demostrando así el verdadero espíritu de la ciudad.
El Partenón fue el centro espiritual de Atenas, dedicado a una sola divinidad: LA DIOSA ATENEA, espíritu de inteligencia activa y creadora y al mismo tiempo guardiana de Atenas. Todo el proyecto de la Acrópolis fue subordinado a su adoración.
Cuando se hizo cargo de la decoración escultórica del Partenón, Fidias, ya no era joven pero si un escultor que ya se había distinguido en trabajos anteriores. De su juventud se mencionan varias obras escultóricas que testimoniaban su calidad artística.
La primera obra famosa la ejecuta por encargo de Cimon, entre los años 46º y 450 a. de C., se trataba de una escultura de Atenea esculpida en bronce de nueve metros de altura, el objeto de Cimon era el de situarla en la Acrópolis cerca de los propileos; se le denominó Atenea Promakhos, que quería decir, “la que combate en primera línea”, fue la mayor estatua de Atenas, hoy en día excepto su pedestal, ha desaparecido.
La segunda gran obra de Fidias fue otra estatua de Atenea, ejecutada entre los años 45l y 448 a. de C., del tamaño un poco mayor que el natural, se la encargaron los griegos que vivían en la isla de LEMNOS, de ahí que era conocida como Atenea Lemnía, su destino era el de situarla al aire libre en medio de la Acrópolis. Fue considerada por todos los entendidos en arte de entonces, como la obra más perfecta de Fidias.
La tercera y la más extraordinaria obra de Fidias, situada en la misma Acrópolis de Atenas, fue la GRAN ESTATUA DE ATENEA, esculpida en oro y marfil, se le conocía con el nombre de LA PARTHENUS o DOCELLA, la labró con el objeto de que sustituyese a la vieja estatua de madera que se situaba en medio de la cella en el interior del Partenón.
La idea de Fidias era de labrarla en mármol pero el pueblo le exigió que fuera de oro y marfil. Atenea tenía en la mano derecha a la diosa victoria y con la izquierda sostenía su escudo.
La estatua ya no existe, al final del siglo V después de Cristo fue trasladada a la ciudad de Constantinopla y según la versión oficial fue destruida por un incendio entre los siglos VI y X de nuestra era.
Según la versión oficiosa, la destruyó Justiniano para con su oro acuñar moneda y poder pagar así a los soldados de su gran ejército, con la misión de reconquistar las provincias occidentales perdidas del antiguo Imperio romano.
Como una parte del oro y del marfil destinado a la labra de la estatua, desapareció en el taller de Fidias, fue acusado severamente y hay quien dice que el Maestro murió en la prisión.
Nada hay seguro que así ocurriese, lo más probable es que Fidias lograse escapar de Atenas y refugiarse en Elis y que los mandatarios de Olimpia comprasen su libertad para que le labrase la estatua de Zeus para el templo de Olimpia, que también ha desaparecido.
Una vez terminadas las obras del Partenón el año 432 a. de C., los enemigos de Pericles aprovecharon el proceso jurídico que se llevó a cabo contra Fidias para derrocarle, más tarde no tuvieron otra opción que volver a nombrarlo tras el fracaso de Atenas contra Esparta en la guerra del Peloponeso.
De todas formas Pericles y Fidias transformaron a Atenas convirtiéndola en la ciudad más hermosa y artística de Grecia. Durante dos siglos Atenas fue el alma de Grecia y el Partenón erigido sobre los cimientos del edificio iniciado por Temístocles, se convirtió en el templo más importante de Grecia.
El Partenón se inició el año 447 antes de Cristo y se terminó en lo esencial, el año 432 a. de C., su arquitecto fue Ictinos, el maestro de obras Calícrates y la decoración corrió a cargo de Fidias; toda la escultura fue proyectada y dirigida por Fidias, aunque lo mas tardío fue labrado por otros maestros escultores seguidores de su estilo. Es uno de los mayores templos de Grecia, con ocho columnas en sus dos fachadas principales (Octóstilo), si nos fijamos en sus líneas generales parecen muy sencillas pero esta simplicidad está cuidadosamente ideada ya que muchas adaptaciones ingeniosas hacen que las líneas dan la sensación de ser paralelas o convergentes, cuando en realidad no son ninguna de las dos cosas. Está situado en lo más alto de la Acrópolis haciéndose visible desde muchos kilómetros a la redonda, especialmente desde el mar para que los barcos lo puedan divisar desde largas distancias.
Estaba considerado por todo el mundo de entonces como prueba manifiesta de la riqueza y del poder de la ciudad de Atenas. Para los atenienses el Partenón era su templo sagrado y un símbolo de la autoridad temporal.
En su interior se situaba la estatua de Palas Atenea, realizada por Fidias de doce metros de alto, labrada en madera y recubierta de oro y marfil.
Del Partenón se han conservado gran parte de la escultura exterior aunque el conjunto ha llegado hasta nosotros muy mutilado, ya que su esculturas se encuentran hoy en día muy dispersas por otras naciones.
El templo se transformó en la Edad Media en una iglesia cristiana y ortodoxa, de polvorín cuando hizo explosión al caer sobre él una granada durante el sitio de Atenas por los venecianos el año l687; la explosión dañó sobre todo a las dos fachadas laterales mientras que las dos principales se mantuvieron mas o menos en pie. Las esculturas que sobrevivieron fueron vendidas con el consentimiento turco a Lord Elgin, embajador británico y en l816 pasaron a engrosar el MUSEO BRITÁNICO DE LONDRES.
De los grupos escultóricos que decoran los frontones quedan tan solo algunas estatuas. La distribución de la escultura en el edificio no se conocería si no fuera por los dibujos de un francés que lo debutó antes de ser volado por los venecianos y sobre todo por las discreciones de los antiguos historiadores griegos.
La escultura del frontón occidental, representa EL ENFRENTAMIENTO POR LA SUPREMACÍA DE ATENAS ENTRE ATENEA Y POSEIDÓN. (Mito ya mencionado por aparecer esculpido en otros templos de la última etapa del arte arcaico). La escultura del frontón oriental, representa EL NACIMIENTO DE ATENEA BROTANDO DE LA CABEZA DE ZEUS.
El mito del nacimiento de Atenea.- Zeus una vez que se hizo con el trono de dios supremo, le preocupaba ser victima del mismo destino que su padre y su abuelo. En esta ocasión fue capaz de romper la maldición al conseguir enterarse de la misma.
Prometeo, un profeta hijo de titanes que al contrario que sus hermanos y tíos, lucho al lado de Zeus en la guerra de los dioses; el dios supremo se lo agradeció, pero Prometeo cometió la osadía de enfrentarse a Zeus,”sustrajo el fuego del cielo y se lo entregó a los hombres”, Zeus encolerizado por el ultraje, lo castigó con una tortura para toda su vida.
Se corrió por el Olimpo que el profeta Prometeo conocía un secreto de tal importancia que afectaba al futuro de Zeus, éste conocedor de sus profecías, le prometió liberarle de la tortura si le revelaba el secreto, que consistía en que la única persona capaz de derrocarle sería el hijo que tuviese con su amante la ninfa del mar Tetis, por lo que Zeus aun estaba en condiciones de evitar su destino.
Zeus hizo todo lo posible para evitar la maldición; en primer lugar dejo de lado su pasión por Tetis (futura madre de Aquiles) y le buscó un marido-PELEO.
En segundo lugar Zeus engulló a la ninfa Metis, la titánida de la sabiduría a la que había dejado embarazada, temeroso de que el hijo que naciese pudiese tener un gran poder y lo dio a luz el mismo, fue una hija, Atenea que nació de la cabeza de Zeus crecida y armada.
Volviendo a Atenas y al Partenón, las figuras de los ángulos son de las pocas que se han conservado, representan las horas y las parcas, veleidades que presiden el nacimiento y la muerte de las personas. La misma idea del nacer y el dejar de ser expresan el sol y la luna, con las cabezas de los caballos que tiran de sus carros que asomaban en los ángulos agudos del frontón. Los caballos de Helios (personificación del sol y de la luz del día), relinchan anunciando el día, mientras que los caballos de Selene (personificación de la luna y de la nocturnidad), agachan la cabeza anunciando la noche. Atenea como los faraones y dioses egipcios, renacía al amanecer con la luz. Los escultores del Partenón describían así el despertar de la aurora.
Las esculturas de los frontones las colocaron, probablemente cuando Fidias estaba cumpliendo el castigo del destierro, sus seguidores siguiendo su original proyecto.
Las esculturas colocadas en las 92 metopas de sus cuatro fachadas, las vio colocar una vez labradas el Maestro. Dada su extensión, en ellas se representan varios mitos de la época prehelénica: La lucha de los lapitas contra los centauros, con el héroe ateniense Teseo ayudando a su amigo Piritoo, cuando los centauros intentaban violar a las mujeres griegas
El mito del a lucha de los atenienses contra las amazonas.- estando presente el héroe inmortal Heracles. Entre las pruebas que le impuso el rey Euristeo a Heracles, la novena consistía en apoderarse del cinturón de la reina de la amazonas, Hipólita. A Heracles poco le costó apoderarse del cinturón de la reina, le ayudó Teseo y a cambio Heracles le ofreció raptar a la hermana de Hipólita, Antíope. Una tercera hermana, Omitía, juró vengarse de Teseo e invadió Atenas, enfrentándose a los atenienses, que después de vencerlas les hicieron firmar la paz al lado del templo de Teseo.
 Y varias escenas de la guerra de Troya, con los héroes Aquiles, Ulises, Eneas etc.
Los tres mitos simbolizan el triunfo de lo culto y civilizado (griegos) sobre lo brutal e incivilizado ((Persas), haciendo alusión a las guerras médicas en las que los griegos vencieron a los persas.
En contraste con estas leyendas heroicas míticas del mundo griego, los escultores desarrollaron bajo el gran pórtico que rodea a todo el edificio, un extraordinario FRISO ESCULTÓRICO, en el que aparecen desfilando en procesión todos los ciudadanos de Atenas, los cuales representados en sus diversas clases sociales, acudían fielmente al santuario de la Acrópolis. Se trataba de una ceremonia cívica en la que celebrando las Panateneas, congregaba cada año a todo el pueblo de Atenas y con mayor pompa cada cuatro años, con el objeto de llevar el manto o peplo a la diosa.
En la época prehelénica, la estatua de la diosa construida de madera, necesitaba que anualmente se le revistiese con un manto o peplo de lana. En la época clásica el peplo se le entregaba al sacerdote a la entrada del Partenón, para que éste lo dejara suspendido todo el año en la cella sobre la estatua de oro y marfil que Fidias le había realizado a la diosa.
El FRISO que da la vuelta a todo el edificio de unos l60 metros de largo, estaba esculpido con relieves planos de la mitad del tamaño del natural. Además de situar por primera vez en un templo escenas de la vida civil, las figuras nos muestran un gran naturalismo en las representaciones de cada grupo de ciudadanos: viejos con mantos, jóvenes a caballo, filas de muchachas, matronas, sacerdotes, burgueses etc., todos se dirigían a la fachada oriental por donde se entraba al templo y se entregaba el peplo a la diosa.
Cada figura sin desentonar del conjunto presentaba su gesto especial, las vírgenes avanzaban rítmicamente y de repente algún jinete se apeaba de su caballo para arreglar las bridas y alguna doncella se arreglaba el velo para presentarse más hermosa ante la diosa.
En el centro de las fachadas el cortejo de la sociedad se interrumpía para trasladarnos al OLIMPO, ya que un grupo de dioses compuesto por las figuras esculpidas de las doce divinidades superiores griegas, observaba desde lo alto la ceremonia cívica.
La escultura de las figuras de las divinidades se le atribuye a Fidias o a alguno de sus discípulos aventajados, su extraordinaria factura dice mucho a favor del que las esculpió, están consideradas como la mejor escultura del Partenón y de todos los templos griegos.
Además del Partenón y de los propileos, Pericles y sucesores, construyeron dentro del santuario sagrado de la Acrópolis, otros templos como el dedicado a la diosa de la Victoria de estilo jónico.
Los griegos divinizaron a la Victoria con el nombre de Nike, hija de Palas y mensajera de los dioses e hicieron de este nombre el epíteto de diversas divinidades sobre todo de Atenea. Aquí la esculpieron sin alas (áptera) para que no pudiese huir de Atenas. La diosa ya no se moverá de la Acrópolis. En su frontón se esculpió un friso en donde se escenificaba la batalla de PLATEA, que dio fin a las guerras médicas.

El año 431 a. de C. cuando Atenas gozaba de una época de esplendor en plena Edad de Oro de su cultura y de su arte, estalló la GUERRA del Peloponeso, entre las dos grandes ciudades-estados de Grecia: Atenas y Esparta, griegos contra griegos, que terminó en desastre para Atenas. A pesar de la derrota, Atenas continuó siendo la cuna de la cultura griega.
Al comienzo de la guerra, Grecia estaba dividida en dos: por un lado el IMPERIO ATENIENSE, conseguido gracias a los tributos que le proporcionaban sus asociados de la Liga de Délos. Por otro lado estaba la ALIANZA ESPARTANA, que comprendía la mayor parte del Peloponeso, los territorios del Istmo de Corintio y la ciudad de Megara.
Las causas de la guerra entre griegos fueron triviales y difíciles de comprender si tenemos en cuenta que cincuenta años atrás, habían luchado unidos contra los persas en las guerras médicas. En el fondo la causa principal de la guerra del Peloponeso, fue: LA GRAN DESCONFIANZA QUE ESPARTA TENÍA DE ATENAS AL FORMAR ÉSTA EL GRAN IMPERIO.
Como ocurre la mayoría de las veces durante toda la historia, cuando existen dos grandes potencias, una de ellas quiere dominar a la otra.
El problema partía de las guerras entre dorios y jonios que tuvieron lugar alrededor del siglo X antes de Cristo (ya explicada). Al triunfar los dorios se quedaron con el Peloponeso mientras que los jonios, la mayoría emigraron a las islas y a las ciudades de la costa de Asia; no todos emigraron muchos se quedaron ocupando la Ática sobre toda Atenas.
Existía por lo tanto un fondo RACIAL entre los dos pueblos que partía de la mencionada guerra, que se odiaban aunque se aliaban cuando sufrían alguna invasión como sucedió con los persas.
Tenemos por lo tanto los dorios formando la alianza espartana y los jonios componiendo el imperio ateniense.
De todas formas los hechos que los llevaron a la guerra eran actuales del año 430 a. de C., ya que Atenas era democrática y quería extender esta forma de gobierno a otros lugares de Grecia. Esparta Por el contrario era aristocrática y conservadora, que deseaba mantener no solo por el Peloponeso sino por los territorios del Istmo de Corintio y por Megara. Los espartanos eran guerreros, y como por otro lado dada su situación (al estar rodeada de montañas), no disponía de alimentos para subsistir si no se los proporcionaban sus aliados: Corinto y Megara que los traían del exterior con su gran flota comercial.
Los eventos que hicieron estallar la guerra, fueron más o menos los siguientes: Corinto era el principal aliado de Esparta, una gran potencia comercial y colonial, cuyos intereses chocaban con los de Atenas.
Atenas por otro lado llevó a cabo una alianza con la ciudad de Corcira, colonia que había sido fundada por Corinto y al mismo tiempo interfirió en los asuntos de otra colonia de Corinto en Potidea, situada al norte cerca de Macedonia. Corinto protestó ante Atenas y ésta le contestó imponiendo el embargo total del comercio con Megara, una ciudad que pertenecía a la alianza espartana, pero por sus cercanías con Atenas, ésta la consideró como una amenaza para su imperio. Con las demandas de Corinto y con estos incidentes por medio, Esparta le declara la guerra a Atenas y Pericles, la aceptó.
Vamos a dar unas pinceladas de la guerra del Peloponeso, pues como muy bien dijo Ticídides que intervino en ella, fue una guerra muy importante para la historia griega de entonces, y el mensaje del historiador hay que saberlo interpretar, ya que al final de la guerra el año 404 a. de C., fue un gran fracaso para Grecia. Los espartanos a pesar de haber ganado la guerra no consiguieron la unión de Grecia y la idea de una gran Grecia unida, con la derrota de Atenas no se llevó a cabo, y va a ser un dictador, como en la mayoría de los casos,  el monarca Felino de Macedonia, el que lo consiga, 40 -50 años después.
Ante dos formas distintas de entender el mundo de entonces y dos culturas también distintas incompatibles. Se inició la guerra. Pericles disponía de una gran escuadra marítima y del tesoro de la Liga de Délos, que consideraba suficiente para ganar la lucha, pero carecía de un ejército de tierra, solo contaba con treinta mil hoplitas (infantes de tierra), insuficientes para enfrentarse al ejercito de los sesenta mil espartanos. Así que dejó invadir la Ática por los espartanos teniendo en cuenta que Atenas podía defenderse tras las murallas, esperando a que Esparta se agotara. Impidió que sus infantes le hicieran frente a los espartanos por tierra, sabedor de la superioridad del enemigo y atacó con la marina las ciudades costeras del Peloponeso.
El plan de Pericles no funcionó, los atenienses no lo aceptaron y cuando regresó a Atenas, se encontró con las cercanías de la ciudad desvastadas por los espartanos, y el gran Pericles fue destituido, aunque volvieron a nombrarlo por no tener otro caudillo mejor.
El año 429 un enemigo inesperado atacó a Atenas: una peste de tifus que causó una gran mortalidad llevándose consigo al propio Pericles.
Nicias y Cleón, suceden a Pericles; el primero era partidario de la paz con Esparta, pero el segundo se prometió a hacerse con la ciudad de Esfacteria, que consigue a cambio de perder su vida, y el rey de Esparta le respondió conquistando la población de Anfípolis en el norte, perdiendo en la lucha también su vida.
Agotadas las fuerzas de ambos contendientes y con las arcas del tesoro vacías, el año 421 se firmó la paz de Nicias, que favorecía a Atenas, y que los dos bandos se comprometían a respetar durante cincuenta años, volviendo al STATUS QUO previo a la guerra y con Atenas bastante castigada. La paz disgustó a Esparta y a sus aliados por considerar que la victoria estaba de su parte.
El año 420 antes de Cristo, apareció en la escena política de Atenas un joven llamado ALCIBÍADES, que va a ser clave en el desenlace de la contienda, criado en el hogar de Pericles (sobrino de la primera mujer de Pericles ) era admirado por unos por su inteligencia y odiado por otros por su arrogancia, insolencia y extravagancia y con el pretexto de que Esparta no había cumplido con lo pactado en la paz, reinicia la guerra que a pesar de su inteligencia, Atenas y sus aliados son derrotados por los espartanos en la batalla de MANTINEA, el año 418 a. de C., poniendo de manifiesto la superioridad espartana.
Ante esta derrota y al ver que no podían con los espartanos, Atenas extendió la guerra a Sicilia; preparó un gran ejército compuesto de unos treinta mil hoplitas y gran cantidad de barcos, y puso rumbo a Sicilia con el objeto de atacar a la ciudad pro-espartana de Siracusa. Al frente de las tropas iban Nicias y Alcibíades; el primero era contrario a la expedición y el segundo al llegar a Sicilia, se le ordenó regresar a Atenas, ya que se le implicaba en la destrucción de los pilares de los monumentos a los dioses Ares y Hermes que aparecieron mutilados antes de salir para Siracusa y creían los atenienses que el hecho de ir contra unos dioses tan relacionados con la guerra, traería consigo la derrota.
La flota salía al amanecer y los jóvenes aristocráticos apoyados por Alcibíades, estuvieron toda la noche de juerga, se embriagaron y rompieron todo lo que encontraban a su paso y creyendo que no volverían de la guerra se vengaron en sus dioses. Fuera cierto o no la acusación y sabiendo lo que le esperaba en Atenas, tomó la decisión de desertar y huir a Esparta, desvelándole el plan de ataque de Atenas en Sicilia. Este acontecimiento fue esencial para el desenlace del conflicto, ya que el general espartano, Gilipo, aplastó a los atenienses en Siracusa el año 4l3 a. de C.
Alcibíades fue perdonado y volvió a Atenas, poniéndose al frente de su ejército, pero ya era demasiado tarde y además no fue reelegido.
A pesar de las contrariedades, Atenas hubiese podido seguir la lucha de no surgir tres grandes adversidades: la primera consistió en que los aliados de Atenas la abandonaron pasándose al bando espartano; la segunda fue la decisión que tomó Esparta, que desafiando sus propios principios y la tradición griega, FORMAR UNA ALIANZA CON PERSIA, que le proporcionó los fondos necesarios para terminar la lucha; y la tercera fue el acuerdo que tomó Esparta con los fondos proporcionados por Persia, de construir una escuadra que se opusiese a la ateniense en el mar. El resultado fue que la escuadra ateniense que esperaba a la espartana en el puerto de Egospotamos, en el mar de Tracia, fue destruida por la espartana y Atenas se rindió al general espartano LISANDRO en abril del 404 a. de C., dando fin a la guerra del Peloponeso.
El castigo que le impuso Esparta a Atenas, fue poco severo: derruir las murallas de la ciudad al son de las flautas.
No se comprende muy bien como Esparta dueña de la situación no intentó reunificar Grecia como tampoco se comprende que el año 216, a. de C., Aníbal, vencedor de los romanos no intentase hacerse con Roma. Para nosotros en ambos casos es incomprensible, pero para los griegos y romanos, según los historiadores de entonces, la empresa no se realizó, porque los dioses así lo han querido.
No cabe duda de que los dioses estaban con los atenienses, pues a pesar de quedar toda la Ática desvastada, Atenas nunca abandonó su interés por el arte y la cultura, Sófocles, Euripides y Aristófanes, entre otros, crearon sus mejores obras por esta fecha e incluso durante la guerra. Atenas pronto se recuperó de los efectos de la guerra y sus dificultades políticas se debieron más a los intentos de Esparta para instalar un gobierno favorable a sus ideas que a los problemas internos de Atenas.
Los espartanos eran guerreros y antidemocráticos mientras que los atenienses eran políticos, y en ello radicaba la diferencia. Los generales espartanos entrenados solo para la guerra, cayeron en la corrupción y no supieron tratar a unos hombres hechos a ser dueños de si mismos. Esparta apoyando al elementos conservador nombró un consejo gobernante de 30 hombres a los que posteriormente se le denominó “LOS TREINTA TIRANOS”, que en vez de gobernar se dedicaron a perseguir a sus enemigos demócratas; confiscaron sus propiedades y mataron a gran cantidad de atenienses y en estas condiciones antes de transcurrir un año, el pueblo de Atenas se levantó contra el consejo oligárquico impuesto por los espartanos que el ateniense TRASÍBULO disolvió.
La política inepta de Esparta dio lugar a que las ganancias se gastaran pronto y para colmo de males, el año 371 a. de C., Esparta fue despojada del poder al ser vencida en la batalla de LEUCTRA por los tebanos al mando del general EPAMINONDAS.
Con la marcha de los treinta tiranos, se restauró la democracia en cierta medida, pero al no tener ya el tesoro de la Liga de Délos ni el comercio del Mediterráneo, dirigió la política comercial hacia el mar Negro y el año 37º antes de Cristo, Atenas ya era lo bastante fuerte para intentar restaurar su imperio..
Hacia el año 360 a. de C., el esplendor de Atenas había disminuido pero la ciudad había recuperado la vitalidad para volver a ser el CENTRO ESPIRITUAL de Grecia y la Atenas de Pericles fue sustituida por una Atenas distinta basándose en las ideas sofistas de Sócrates.
Después de la guerra del Peloponeso, Atenas ya no volverá a recobrar la gloria de la época de Pericles, debido a que los sofistas dominaron la vida intelectual de Atenas, a la cabeza de los cuales estaba Sócrates, que venía a decir que valía más la conciencia de un hombre que las demandas de la sociedad, que llevaban consigo a que los atenienses aspiraban más a progresar personalmente que en preocuparse de los problemas de su ciudad –estado. De esta forma era imposible recuperar la gran ciudad como en la época de Pericles. Aun así la ciudad vivió dais gloriosos al ritmo del pensamiento de los personajes de Platón y Aristóteles, que crearon una filosofía que durará hasta nuestros días.
Ahora bien, la conciencia individual de Sócrates minó la antigua confianza de la ciudad en si misma, y muchos atenienses lo creyeron así, opinando que las amenazas del gran pensador eran peligrosas, acusado de corromper a la juventud fue llevado a juicio y condenado a beber la cicuta.
La filosofía de Sócrates fue seguida por Platón, que tenía unos treinta años a la muerte de Sócrates y por su discípulo Aristóteles, que era un joven de unos l7 años cuando falleció su maestro el año 399 a. de C.
A pesar de que eran dos grandes y extraordinarios pensadores, en el fondo no dejaban de ser más que unos teóricos, ya que no encontraron una solución para la Grecia política tras la guerra del Peloponeso, ni estuvieron nunca interesados en la unión de todos los estados-ciudades de Grecia; pensaban que la ciudad –estado era el único centro posible de una vida helénica civilizada y que crear un gran estado era muy difícil de mantener. De ahí que durante la primera mitad del siglo IV (404-350) nadie pensó en unir a Grecia.
Pero las ideas de estos grandes pensadores empezaron a cambiar a partir de esa fecha, no en las tradicionales ciudades de Grecia (Atenas, Esparta, Corinto etc.) sino en la frontera norte: en Macedonia.
Macedonia por esta fecha estaba gobernada por reyes no democráticos, que descendían de griegos aunque en realidad no eran griegos del todo, además en las guerras médicas lucharon a favor de los persas. Estos reyes y los propios ciudadanos macedónicos, no habían contribuido mucho a la gran civilización de la antigua Grecia; podíamos decir que actuaban por libre, según les convenía.
El año 359 a. de C., Filipo II, heredó el trono de Macedonia con la idea de hacerse con todo el territorio griego; después de conquistar las tierras que rodeaban a Macedonia, marchó hacia el sur hasta la Tesalia y hacia el este hasta Tracia.
Dado lo poco que representaban en el conjunto de Grecia, pronto se hizo con ellas, y la Tracia con sus minas de oro le proporcionó el dinero necesario para avanzar en su conquista hacia el sur. En el 352 a. de C., llegó a las Termópilas con la idea de hacerse con la ciudad de Delfos, que venia a representar simbólicamente el centro espiritual de la vida religiosa de toda Grecia.
Una tras otra fueron cayendo bajo su poder la mayoría de las ciudades-estado griegas, y como aisladamente no podían hacer frente a la amenaza de Filipo, recurrieron a Atenas para que las defendiera. Los sentimientos de Atenas hacia Filipo estaban divididos en dos bandos: uno dirigido por Isócrates, que sostenía que el verdadero peligro para los griegos era Persia y el mismo instó a Filipo para que se uniese a los griegos contra los persas. Isócrates encontró fuerte oposición en el maestro de la oratoria, Demóstenes, el más grande de los oradores que tuvo Grecia.
Demóstenes, con una gran fuerza oratoria y un gran amor por su ciudad, Atenas, utilizó todas sus dotes de orador y de persuasión para conseguir que los atenienses luchasen por su libertad frente a Felipo.
En su primera FILÍPICA, venía a decir “observad hasta que altura ha llegado la insolencia del sujeto, que no está nunca satisfecho con lo conquistado”etc.
Demóstenes dándose cuenta de las intenciones de Filipo y gracias a su oratoria consiguió no solo que Atenas se opusiera a Filipo sino que también Tebas se uniera a la causa; unidos decidieron luchar contra el invasor, pero el verano del año 338 a. de Cristo, Filipo derrotó a las fuerzas aliadas en Queronea, en la comarca de la Beocia y una vez conquistadas las ciudades –estado, las confederó en la Liga de Corinto, bajo su caudillaje militar.
Filipo fue muy duro con Tebas, no así con Atenas que la consideraba como el centro de la cultura y del helenismo y por supuesto el segundo centro espiritual de Grecia, tras Delfos.
Demóstenes una vez perdida su causa, no le quedó otra opción que suicidarse o mejor dicho morir voluntariamente.
Filipo, fue tratado malamente en la posteridad por practicar ciertas orgías y rodearse de un harén de mujeres como soberano de su tiempo; la verdad es que supo muy bien reconocer que la ciudad –estado ya no servía para Grecia. Lo mismo que posteriormente Octavio-Augusto también supo darse cuenta que la república podía servir muy bien para Roma como ciudad-estado, pero no para todo un imperio y actuando como un dictador, lo conservó.
Filipo, un monarca absolutista, un auténtico dictador, consiguió no solo unificar las ciudades- estado griegas, sino también que los griegos no luchasen entre sí y sobre todo crear un ejercito profesional: LAS FALANGES invencibles, todo ello con una sola intención: la conquista de Persia.
Con una gran habilidad diplomática y un gran talento político militar, preparó a conciencia la gran empresa, pero cuando estaba a punto de atacar el año 336 a. de Cristo, fue asesinado en una fiesta. No se sabe a ciencia cierta quien fue el asesino, si su esposa Olimpia o un agente persa, no importó mucho ya que le sucede su hijo Alejandro, aun mejor diplomático y militar que su padre.
Alejandro que por sus conquistas recibió el título de Magno, heredó de su padre todas las ciudades griegas menos Esparta un poco independiente, bajo la Liga de Corinto, conservando las ciudades mucha autonomía, y con la idea de luchar todas unidas contra su enemigo, inicia la conquista de Persia, haciéndose con un imperio que comprendía: Egipto, Siria, Palestina y todo el sur de Asia hasta la India. De todos son conocidas sus victorias sobre el monarca Darío III, pero después de conquistar ese gran imperio y cuando planeaba hacerse con Arabia, falleció de unas fiebres en junio del año 323 a. de C., a los 33 años de edad, sus restos fueron llevados por su general Tolomeo a Egipto en donde reposan en la ciudad de Alejandría.
Tras su muerte, sus generales se repartieron su Imperio. Seleuco, se apoderó de la mayor parte de Persia y creó el imperio Seleúcida. Tolomeo se estableció en Egipto estableciendo la dinastía de los Ptolomeos, que termina al conquistar e incorporar Octavio a Egipto al Imperio romano. Antígono se convirtió en rey de Macedonia. Atenas y Esparta volvieron a ser ciudades-estado independientes. La Liga de Corinto se desintegró y el resto de las ciudades griegas se unieron en una de las dos nuevas alianzas: La Liga de Etolia y la Liga Aquea.
Tras la muerte de Alejandro se inicia la época HELENÍSTICA, así denominada para distinguirla de la helénica. Macedonia y Corinto fueron conquistadas en los años l68 y 146 a. de C. respectivamente por Roma y posteriormente toda Grecia pasó a formar parte del estado de Roma, iniciándose así la cultura y el arte romano.
El arte tras la guerra del Peloponeso y con el triunfo de Esparta llevó consigo a que muchos de los artistas de Atenas se pasasen al Peloponeso. Ictinos, arquitecto del Partenón construyó el templo de Apolo en Figalia. Scopas, otro artista formado en Atenas dirigió el templo de Tegea.
El templo de Asclepios, dios de la medicina se reedificó en Epidauro, ciudad fundada por una colonia de jonios en medio de un recinto religioso rodeado de una muralla como en las ciudades de Delfos y Olimpia. El santuario situado al suroeste de la ciudad comprendía varios templos: los pórticos en donde se instalaban los enfermos, el teatro y el Tholos (templo circular) de Policleto, que encerraba la fuente sagrada. La ciudad debía su reputación al templo de Asclepios, que adquirió renombre universal desde el siglo VI a, de C., al cual acudían los enfermos hasta fines de la Edad Antigua. Deseosos de consultar al dios, pasaban la noche en el templo y los sacerdotes interpretaban sus sueños. El atributo del dios era la serpiente, el gallo, el bastón y la copa.
Asclepio, según la leyenda era hijo de Apolo, Según Homero era un héroe que aprendió del centauro Quirón en arte de la medicina. Poco a poco adquirió gran popularidad y fue considerado como un dios. Su dominio de la medicina fue tal que incluso era capaz de devolver la vida a los muertos, hecho que ofendió a Hades que se quejó ante Zeus y este decidió fulminarlo con uno de sus rayos.
Por este tiempo apareció el edificio circular denominado THOLOS, dedicado a realizar sacrificios.  Planta circular la presentaba el templo que mandó construir Filipo de Macedonia en Olimpia, que en su honor se le designó con el nombre de FILIPEION.
En Atenas se conserva un pequeño edículo conocido con el nombre de LINTERNA DE LISICRATES, indicando que en Atenas a pesar de perder la guerra, no se perdían con ello el gusto arquitectónico de moda en el siglo IV.
En Delfos se construía un Tholos dedicado a Atenea Pronaza, que se componía de dos columnatas concéntricas, una exterior de veinte columnas doricas y una interior rodeando a la cella compuesta de diez columnas jónicas. Se data de mediados del siglo IV.
Tras la desaparición de Fidias, la escultura de Atenas va a seguir predominando sobre la del resto de Grecia, con la aparición de grandes maestros escultores, relacionados de una u otra manera con la gran ciudad.
Mención especial merece el gran escultor PREEXÍSTELES, que creó una gran obra escultórica hasta tal punto que se decía de él que era el escultor más elegante y sensual de la ciudad de Atenas. Entre sus grandes obras hay que citar: La AFRODITA DE CNIDO, EL GRUPO DE HERMES CON DIONISIO NIÑO, EL APOLO SAUTORONOS, SÁTIRO EN REPOSO y sobre todo la figura del joven EUBOLEOS, encontrada entre las ruinas del santuario de Eleusis.
Discípulo aventajado suyo fue LEOCARES, que entre otras obras suyas esculpió el grupo denominado GANÍMEDES RAPTADO POR EL ÁGUILA y el APOLO DE BELBEDERE.
Sin duda alguna el segundo gran maestro escultor de Atenas, tras Preexísteles fue SCOPAS, del que se dice que fue tan genial como Preexísteles. No era natural de Atenas, pero realizó su gran obra en esta ciudad. Entre sus obras exentas está la del joven MELÉAGRO, que sale de Caza en busca del jabalí de Calidón.
Scopas fue el director de las obras de la construcción de un templo situado en las cercanías de Tegea, dedicado a Atenea con el nombre de Atenea Alea. En los frontones esculpe dos mitos en los que el drama está muy presente: LA CAZA DEL JABALÍ DE CALIDÓN y la LUCHA DE TELEFO CON AQUILES. Dos temas que simbolizan muy bien el carácter dramático que Scopas imponía a sus obras ya que el fin de Meleagro y de Telefo fue trágico-mortal.
 Meleagro héroe etolio, era hijo de Oeneo, rey de Calidón y de Altea. Cuando nació la parca Átrapa declaró que viviría solamente el tiempo que tardase en consumirse un tizón del fuego. Su madre guardó inmediatamente el tizón y lo conservó cuidadosamente.
Meleagro casó con Cleopatra y tomó parte en la expedición de los argonautas. Se le conoce por la caza del Jabalí de Calidón. Dicho jabalí desbastaba los alrededores de la ciudad. Lo había soltado la diosa Artemisa irritada con el rey Oeneo por haberse olvidado de nombrarla en los sacrificios de la recolección. Lo mató Meleagro con la ayuda de los principales héroes griegos, cuyo despojos se los ofreció a Atlanta pero sus tíos se pelearon por causa de los despojos y Meleagro los mató. Altea irritada por la muerte de sus hermanos, arrojó el tizón al fuego y el héroe expiró.
Télefo rey legendario de Misia, hijo de Heracles y de Auge. Abandonado poco después de nacer, fue amamantado por una cierva. Un campesino lo halló y lo confió a Teutras, rey de Misia, a quien le había de suceder.
Télefo, escapó de los griegos que marchaban al sitio de Troya, pero fue herido por Aquiles. Como había predicho el Oráculo que le curaría lo que lo hiriera, sanó, en efecto, gracias a la herrumbre que tenía la lanza de Aquiles.

El gran monumento de este siglo fue el MAUSOLEO DE HALICARNASO, considerado como una de las siete maravillas del mundo. El director de las obras arquitectónicas fue el jonio Pityo, la escultura que decora los marcos arquitectónicos de debe a Scopas, teniendo como colaboradores a los más significativos escultores del siglo IV ateniense. En el gran monumento van a trabajar juntos para crear una extraordinaria obra: Scopas, Briaxis, Timoteo y Leocares, con sus discípulos más aventajados.
El Mausoleo era un sepulcro o tumba erigido en memoria de Mausolo, un sátrapa (gobernador de la provincia) o rey de la Caria, por su esposa Artemisa.
El edificio presenta por basamento un cubo con treinta y seis columnas encima. Según Plinío la fachada este la decoró Scopas; la del lado norte Briaxis; la del lado sur Timoteo y la del lado oeste Leocares.
Artemisa falleció antes de que el Mausoleo se terminara, los escultores más inmersos en su propia gloria que en el augurio de los dioses, siguieron trabajando en su construcción por ese afán de los griegos de perdurar para la eternidad, edificando una gran obra.
El monumento termina en lo alto con una pirámide de 24 peldaños y en la cúspide situada a 45 metros del suelo con una cuadriga de mármol obra de Pityo. La cámara sepulcral estaba en la base en donde se encontraron los sarcófagos, restos de la cuadriga y las estatuas de Mausolo y de Artemisa.
En los relieves, hoy en día en el Museo Británico, Scopas en el friso este narra la LUCHA ENTRE LOS ATENIENSES Y LAS AMAZONAS. En los demás frisos sus colaboradores tratan el mismo tema y las carreras de corros con aurigas de largos ropajes, que venían a ser los temas predilectos de los atenienses, siguiendo la tradición griega ya tratados en el templo de Olimpia y en el Partenón de Atenas.
La estatua de Mausolo que tiraba de la cuadriga en compañía de Artemisa, se le atribuye a Briaxis, ya que en el rostro de Mausolo se le aprecian características raciales propias de los carios, que el autor supo muy bien plasmar, pues él también era cario.
También se encontró otra estatua de Mausolo que se le atribuye a Scopas, por presentar al príncipe con signos de dolor en sus facies, muy similares a la expresividad dolorosa de otras estatuas del gran Maestro, como la del joven Meleagro.
Hay que decir para no crear confusiones que la región de la Caria, a pesar de que su población era griega, estaba bajo el poder de los persas gozando de cierta autonomía que regía el reyezuelo Mausolo, casado con Artemisa, que para no confundirla con la diosa Artemisa, se le conocía con el nombre de Artemisa II.
Los griegos preocupados por su existencia, considerándose los más civilizados de todos los pueblos que los rodeaban, sufrieron varias invasiones a lo largo de su historia de los que consideraban bárbaros-extranjeros; al salir siempre vencedores gracias al poder de sus dioses, para agradecer la ayuda que estos le han prestado, plasmaron en los frisos de sus templos, una bellísima escultura haciendo alusión a sus dioses en donde se simboliza el triunfo de los civilizados griegos contra los bárbaros e incivilizados extranjeros.
Salvo en una ocasión en que invadieron Troya el año l250 a. de Cristo, para vengar la ofensa del rapto de Helena, esposa del rey griego Menelao por Paris, príncipe de Troya, los griegos nunca habían territorio alguno hasta que apareció la figura de Alejandro Magno. Anteriormente habían fundado ciudades en Sicilia, en la península itálica y en la península Ibérica con el objeto de fundar colonias y llevar su cultura más allá de Grecia. En todos los casos fueron invadidos y salieron siempre victoriosos, porque sus dioses así lo habian decidido.
Los griegos del siglo V a. de C. en plena EDAD de ORO de su cultura, no pudiendo comprender con la RAZÓN- RAZONAMIENTO GRIEGO (Pensamiento filosófico conocido como Raciocinio griego) muchos de los comportamientos y actitudes de la población prehelénica que ocupó la Grecia antigua muchos siglos antes de Cristo, en un mundo de fantasías, leyendas y fábulas, hicieron uso de la IMAGINACIÓN asimilando una serie de dioses, héroes y monstruos imaginarios que componen la denominada MITOLOGÍA GRIEGA.
Por esta época del siglo V, para simbolizar sus triunfos echaron mano de las leyendas mitológicas de la mitología griega. Ahora bien muchos mitos se cumplieron, de ahí que el poder profético de los dioses prehelénicos debía de ser muy grande, ya que siempre acababan venciendo a sus enemigos
El mito mas célebre relacionado con la ciudad de Atenas fue la INVASIÓN DE LAS AMAZONAS (mujeres guerreras), ahora bien, esta invasión fue un simple mito o una realidad, ya que en la lucha intervino Teseo, rey de Atenas.
Mito o realidad, dejando a un lado si eran mujeres u hombres con melenas, según la historia antigua de Grecia, procedían del Caúcaso y se establecieron en la Capadocia marítima (Turquía). Mataban a sus hijos varones y solo recurrían a los hombres para la procreación, a las hijas las entrenaban para la guerra y la caza y con el objeto de facilitarles el manejo del arco les cortaban el seno derecho, conservando solo el izquierdo para la lactancia. Están simbolizadas en el frontón este del mausoleo de Halicarnaso y en el friso del templo de Apolo en Basas (Figalia).
Según el mito adoraban a Ares, dios de la guerra que era además su padre y Artemisa, diosa de la caza y de los bosques. Ares se casaría con una diosa-ninfa y fruto de esta unión nacieron las Amazonas.
El mito de las Amazonas parte de imponer el rey de Tirinto, Euristeo, a Heracles las doce pruebas. La novena consistía en apoderarse del CEÑIDOR de la reina de las Amazonas, Hipólita, del que ya hemos hablado.
El último gran escultor griego del siglo IV a. de C., fue LISIPO, autor predilecto de Alejandro Magno. Fue el único que gozaba del privilegio oficial de esculpir su figura. Natural de Sicione se va a caracterizar por su naturalidad, de ahí que labre la cabeza de Alejandro con sus rizos en multitud de estatuas que realizó del semidiós.
Sin embargo su personaje predilecto para esculpir fue el héroe Heracles, que supo representar tanto con en su vida fatigosa realizando los doce trabajos como pensativo con su bastón y la piel de león. Una gran estatua del héroe descansando apoyado en su clava, fue ejecutada en bronce para la ciudad de Tarento, de ahí fue trasladada a Roma, posteriormente Constantino la llevó a Constantinopla y allí perduró hasta que la destruyeron los cruzados.
Una pequeña estatua de Heracles sentado y gozando de las delicias del banquete Olímpico, la llevaba Alejandro con él en las conquistas.
Se le atribuyen más de l.500 estatuas y en todas ellas se aprecian las tres dimensiones, por lo que podían ser vistas desde cualquier lado, al contrario que hasta esa fecha que las estatuas eran creadas para ser observadas des un lado determinado.

EL ARTE HELENÍSTICO.- Tras la muerte de Alejandro Magno, el arte griego además de seguir construyéndose en Grecia, se extendió por Egipto y por Asia, el estado de Roma se inspira en el arte helenístico para desarrollar su arte romano pagano.
En el territorio griego, Atenas, no va a quedar fuera de este movimiento artístico ya que siguieron las obras del OLIMPEIÓN, que iniciado antes de las guerras con los persas, había quedado inconcluso. Dedicado a Júpiter presentaba gruesas columnas corintias dispuestas en doble columnata rodeando a una cella abierta a un patio al aire libre. Posteriormente ya formando parte de Roma, Adriano, impulsó de nuevo su construcción aunque no lo pudo concluir.
Por esta época también se construyeron los PROPILEOS o puerta monumental del templo de Aleusis, edificadas por el romano Appio Claudio, en los que se encontraron capiteles decorados con grifos y hojas de acanto.
El pequeño edificio octogonal denominado TORRE DE LOS VIENTOS de Atenas, también se data de esta época, estaba destinado a sostener un reloj de agua y otro de tipo solar. En lo alto presentaba un friso con ocho relieves que hacían alusión a cada uno de los vientos y se remataba en lo alto con un tritón, hoy desaparecido, que servía de veleta.
En el santuario de Olimpia se construyó un edificio circular denominado FILIPEIÓN y en el ático de Eco con las estatuas de los generales de Alejandro, más tarde ya en época romana con la exedra de Herodes Ático y otras muchas construcciones imperiales.
En el santuario de la isla de Délos, se construyó a su alrededor como han demostrado las excavaciones una ciudad helenística con la edificación de un edificio denominado PÓRTICO DE LOS TOROS, compuesto por una larga sala con su techo sostenido por pilares sobre unas ménsulas en forma de toros arrodillados; se trataría de una sala de fiestas y reuniones. Estas ménsulas labradas con animales se emplearon luego con frecuencia en el arte romano. Roma se va a inspirar mucho en el arte helenístico para crear su arquitectura.
Varios discípulos de Lisipo se establecieron en Rodas, uno de ellos fue Cares de Lindos, autor del COLOSO DE RODAS, erigido hacia el año 280 a. de C., destruido por un terremoto años después, cuyos restos aun podían ser admirados en tiempos del romano Plinio.
De Rodas proceden grandes obras, la más importante es el GRUPO DE LAOCOONTE, encontrado posteriormente en las termas de Tito, en donde lo había admirado Plinio. La obra la realizó ALEJANDRO DE RODAS, en colaboración con sus dos hijos: Polidoro y Atenodoro. En el grupo se aprecia el dolor físico de la estrangulación causada por las enormes serpientes enviadas por Apolo y sobre todo el dolor moral y psicológico, con el que el sacerdote troyano LAOCOONTE, ha de presenciar la muerte de sus hijos. Los tres cuerpos aparecen estrujados por las dos serpientes, el padre presenta el tórax hinchado con los músculos y venas muy marcados sobre la piel y la cara contraída, de ahí que se diga que cuando presenció la muerte de sus hijos ya no vivía, pues ningún cuerpo en vida sería capaz de deformarse con semejante tensión.
Laocoonte, fue un héroe y sacerdote troyano del templo de Apolo, desaconsejó la entrada en Troya del caballo de madera y por ello la diosa Atenea lo castigó. Según el mito dos monstruosas serpientes lo mataron junto con sus dos hijos.
En Pérgamo era famoso el grandioso altar dedicado a Zeus, con un friso de esculturas en el basamento, construido el año l80 a. de C., es el más grandioso monumento de la antigüedad y la obra más señera del arte helenístico. En el friso oriental se escenifica la LUCHA DE ATENEA CONTRA EL GIGANTE ALCINEO, hijo de Gea, la madre de todos los dioses y diosas de Grecia.- Gigantomaquia-.

                                                                                                                                     Fin.







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