miércoles, 6 de febrero de 2013

La Muerte en las civilizaciones antiguas. (Relato histórico mitológico)




                                                                                                            Florentino Fernández Botana.



PRELUDIO.
Que las antiguas civilizaciones estuvieron totalmente condicionadas por su religión, nos lo demuestra que a la hora de interpretar el misterio de la creación, parten de sus dioses, sin recurrir para nada a los mortales. Los griegos la inician con la diosa Gea, los egipcios con el dios Aton y los semitas con Adán y Eva, que antes de pecar, eran seres inmortales. 
Los médicos sobre todo los médicos de familia tienen fama de incultos, este San Benito nos lo puso los profesores de colegios e institutos sin mala fe alguna, se apoyaban en que como el médico hasta no hace mucho tiempo, tenía que estar las 24 horas de guardia los 365 días del año. De esta forma no podían recorrer el territorio de la península ibérica y el de otras naciones que fueron cuna de la cultura, para culturizarse.
Yo discutía con ellos diciéndoles que de esta forma teníamos más tiempo para estudiar el arte y la cultura, pero ellos me respondían que no se puede describir la catedral de Burgos por ejemplo, sin estar a los pies del monumento y en el interior del mismo.
No todos los médicos son incultos y vamos a demostrar que no siempre es así.
La muerte está muy relacionada con los médicos, aunque la misión del medico sea la de impedir que el paciente se muera.
Ahora bien, a veces cuando un paciente sufre una enfermedad grave que no disponemos hasta la fecha de un tratamiento específico, por mucho que haga el médico, el paciente se muere.
Otras veces es la fisiología propia de la persona, que nace, crece, se multiplica, envejece y muere. Por mucho que haga el médico el fallecimiento de la persona es inapelable.
Se creía que la muerte de la célula se producía por oxidación. En la actualidad se cree que la célula muere por intoxicación y el que la intoxica es nuestro pensamiento negativo hacia la muerte, inducido por la tradición de nuestros antepasados, que nos preparan desde que nacemos para la muerte, influenciados por el pecado original y sentimientos negativos.
Para los antiguos griegos micénicos –aqueos- e incluso para los de la época arcaica, las malvadas Pandora y Helena, fueron las culpables, al desobedecer a Zeus, de lo que le sucedió a los mortales griegos: Enfermedades, hambre, guerra, muerte, maldad, pecado etc.
Eva según la tradición cristiana, inspirada de la religión semítica, va a ser también la culpable de que por desobedecer a Dios, nos ocurra lo mismo que a los humanos mortales griegos, que desobedecieron a Zeus.
De ahí que el mito del Pecado Original, haya llegado hasta nuestros días con la tan frecuente violencia contra la mujer, (violencia de género) debido a que factores religiosos, culturales y sociales, la culpabilizan de ser la inductora a la desobediencia a Dios con su correspondiente castigo sobre el hombre.
En la actualidad, gracias a Darwin, apoyado por la genética, se desmitifica la idea de que sea la mujer la culpable de los males del mundo a través del Pecado Original, ya que para el sabio científico, nuestra genealogía parte por lo menos de dieciocho mujeres distintas .Aún así, la violencia contra el sexo femenino persiste y costará muchos años desterrar y borrar la gran mancha del Pecado Original.
Para los griegos los mitos de Pandora y Helena, tenían una fácil explicación: Las mujeres bellas son siempre conflictivas, no solo para su consorte, sino para la sociedad en general; esta idea perdurará hasta nuestros días. Ahora bien, al modelo negativo que encarnan estas dos mujeres, había que contrarrestarlo con otro modelo positivo de mujer, y este modelo lo encontramos en los mitos de Penélope, con un gran amor y fidelidad a su marido, Ulises; y en Alcestes, hija de Palias y mujer de Admeto que aceptó la muerte por salvar a su marido. Se inmola por su marido, al que Apolo le ha prometido la inmortalidad si alguno muere en su lugar. Heracles viendo la fidelidad de Alcestes penetró en el infierno para rescatarla y devolvérsela a Admeto.
También el la historia de la Biblia, el modelo negativo de Eva, repercute no solo para su consorte, Adán, sino para la sociedad en general, que le responsabilizara de todas las calamidades que nos ocurran hasta hoy en día; y también había que buscarle un modelo positivo y este modelo lo encontramos en Ruth y posteriormente en Maria, que por sus virtudes Dios la escoge para ser la madre del Hijo de Dios hecho hombre en la tierra. De ahí que se diga que el simbolismo del Pecado Original, según la mentalidad cristiana, podía hacer alusión a una posible victoria del linaje de la mujer a través de Maria sobre la serpiente, de María nacerá el Mesías Cristo, con el se vencerá el pecado y al demonio y se alcanzará la vida eterna.
El año 476 cuando el godo Odoacro, rey de los érulos, destituyó al ultimo emperador del Imperio romano de Occidente, Rómulo Augusto y se proclama rey de Italia; la iglesia de Roma (La Santa Sede) se  consideró depositaria de la corona imperial por dos motivos: en primer lugar, para mantener la unidad y en segundo lugar, para evangelizar a los distintos pueblos bárbaros –heréticos, que se habían asentado en las distintas provincias de la parte Occidental del Imperio romano y crea a Europa, el concepto de Europa surge desde Roma y no va a ser una unidad política ni económica, sino una unidad religiosa cristiana.
Digo esto porque por tradición, el paciente europeo suele ser cristiano. A mi no me sirve para nada que una persona me diga que es atea o agnóstica a la religión cristiana. He conocido a muchas personas que se consideraban ateas y por las circunstancias de mi profesión tuve que atenderle en los últimos momentos de su vida. Sus últimas palabras eran: Jesusito de mi vida, Virgen Santísima, ayudarme para que pueda alcanzar el Reino de Dios. Entonces yo me daba cuenta de que lo de ateo o era una simple falacia, o que Dios le dio la oportunidad de convertirse antes de morir; yo los animaba intentando quitarle el temor a la muerte. Era un buen síntoma que Dios le diese esa oportunidad, que indicaba que los recibía en su Reino.
El médico tiene la obligación moral y profesional de proporcionarle al paciente salud y felicidad, pero además debe de ayudar al paciente desahuciado, que su alma alcance la eternidad, como creían los antiguos griegos, que llegue a Osiris y alcance la inmortalidad como entendían los antiguos egipcios o que resucite en cuerpo y alma como profesaban los semitas.
A los médicos de atención primaria se nos envían desde los hospitales pacientes que nos llegan engañados, al no tener cura, les dicen en el hospital: nosotros ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, ahora vais a vuestro domicilio, allí en el entorno familiar os recuperáis mejor que encerrados en una habitación del hospital.
La mayoría de los médicos le preguntan a los familiares a ver de lo que está enterado el enfermo, como conviene tratarlo etc.
Yo conocí dos casos especiales, uno la Clínica Universitaria, esta clínica hace mas o menos la misma medicina que el hospital de Navarra y que el hospital Virgen del Camino, pero tiene fama internacional y muchos enfermos acuden aquí buscando un milagro; (igual que en la antigüedad ya que los romanos acudían a la ciudad de Pamukala, en Turquía, la antigua ciudad griego-romana de hierápolis, la ciudad de los médicos y de los muertos; allí acudían  toda clase de pacientes, buscando la curación en sus aguas milagrosas y la mayor parte morían, tenía derecho a un funeral-enterramiento gratis y hoy nos quedan miles de sepulcros de todo tipo: Panteones familiares, túmulos circulares y sepulcros individuales, más o menos señeros según la categoría del muerto) : Al llegar a dicha clínica después de practicarle diez o doce pruebas, muchas de ellas innecesarias, los llama el jefe del servicio al que han acudido y les dicen: tiene Vd. una enfermedad muy grave, nosotros vamos a hacer todo lo posible para curarle, pero a veces la ciencia del hombre no es suficiente y al que recurrir a Dios, así que en el piso bajo tienen una capilla para que se lo pidan a Dios, se confiesen, comulguen etc.
Existía un médico en el Centro de Salud de Cascante (Navarra), que cuando le venia del hospital un enfermo en estas condiciones, le decía abiertamente ¡A Vd. no lo mandan a que se recupere en su domicilio en su ambiente familiar, sino que lo envían a morir en el entorno familiar! ya que dentro de lo negativo que es la muerte, es menos dura si se muere rodeado de sus familiares. Así que lo vendré a visitar dos o tres veces al día y juntos rezaremos el rosario para que el Sr. lo acoja en su Reino
Esto en vez de crear en el paciente un estado de angustia, le creaba un estado de relajación y tranquilidad y aceptaba muy bien la preparación que le hacía el médico para el otro mundo.
El comportamiento de esta Clínica y este Dr., preparar al paciente para que pueda alcanzar la vida eterna, ya lo hacían muchos siglos antes de Cristo los antiguos griegos en sus santuarios, es decir preparaban  a la persona para que su alma pudiese alcanzar la eternidad. Comenzaban a prepararla desde joven sin esperar a que la persona estuviese ante la muerte, porque ya pensaban que ésta podía presentarse sin avisar en cualquier momento, para la que había que estar preparado.
Nosotros para llegar a las creencias tras la muerte en las civilizaciones antiguas, partiremos de Jesús de Nazaret, retrocediendo hacia atrás, por el simple hecho de que al crear el cristianismo, no se inspira solo en sus antecesores, los SEMITAS, en el judaísmo de ABRAHÁN y de MOISÉS, sino que se inspira también en las religiones de las antiguas civilizaciones griega y egipcia.
A principios del siglo XI el arte cristiano se estanca y no encuentra continuidad, debido a diversas circunstancias, con la llegada a la Península de los árabes a principios del siglo VIII, el arte visigodo desaparece, los visigodos se hicieron fuertes en Covadonga y crearon un arte en el pequeño reino de Asturias que Jovellanos definió como arte asturiano, por construirse solo en Asturias, pero el arte asturiano se fue diluyendo y acabó por desaparecer.
El monarca Alfonso III el Magno, duodécimo rey de Asturias, al desaparecer el arte asturiano, hizo incursiones por territorio musulmán sobre todo por Toledo y Córdoba, trayéndose consigo arquitectos cristianos que en territorio árabe construían un arte denominado mozárabe para que edificaran sus monumentos en este estilo, ahora bien ocupar el territorio cristiano europeo con un arte con fuertes influencias árabes, iba en contra del sentimiento cristiano europeo, máxime cuando a la Reconquista se le estaba dando un carácter de cruzada, cristianos contra islámicos y aunque se construyeron grandes monumentos en estilo mozárabe, acabó desapareciendo.
En Europa pasaba una cosa parecida, la mayor parte del territorio estaba bajo el Imperio carolingio, al desaparecer éste (870) desapareció el arte carolingio, fue sustituido por el arte otoniano del Sacro Imperio Romano Germánico, pero al entrar éste en decadencia su arte desapareció. Entonces había que reaccionar para que el arte encontrase continuidad y la encontró tras una reforma con el nacimiento del extraordinario arte románico, inspirándose en la arquitectura paleocristiana y bizantina. A la basílica paleocristiana no hacía falta más que darle una nueva orientación y una nueva funcionalidad y quedaba construido el ARTE ROMÁNICO (la basílica románica)
Pasando del arte a la religión cristiana, sucede una cosa parecida, Jesús de niño acude a la sinagoga a escuchar a los rabinos judíos leer la TORÁ DE MOISÉS, y se da cuenta que interpretan mal la Ley de Moisés y que el judaísmo de Abrahán y de Moisés está agotado, la interpretación que le dan los rabinos judíos en tiempos de Jesús, no se parece en nada a la auténtica Ley escrita de Moisés, el sentimiento religioso que encierra, ha desaparecido y El mismo coge la Torá y se pone a leerla en la sinagoga y la explica a su manera. Todos los que le escuchan quedan admirados de  lo claro que interpreta la Ley de Moisés y da un paso de gigante hacia la creación  del CRISTIANISMO.
La religión no es mas que un modo de vida y una forma de comportamiento ante la sociedad.
Partiremos de Jesús de Nazaret retrocediendo hasta la creación del universo según las mentalidades griega, semita y egipcia. Debido a que para los creyentes cristianos antiguos y medievales, Cristo era el principio y fin de todas las cosas y el iniciador de un renacimiento religioso que llevaron a cabo sus discípulos basándose en el primitivo judaísmo de Abrahán y de Moisés, conocido con el nombre de CRISTIANISMO en honor a su fundador, que no se limita solo al judaísmo sino que se va a enriquecer también con los pensamientos religiosos de las antiguas civilizaciones griega y egipcia. Jesús conocido también como Cristo, el Ungido, por recibir los oleos sagrados, nace en Belén al año 14 del mandato del Emperador romano Octavio-Augusto, huye a Egipto para no ser degollado como los demás inocentes y de vuelta a Israel se establece en Nazaret por estar destinado según los profetas a ser NAZARENO-consagrado a Dios-.
La paz impuesta por el emperador Octavio al hacerse con todas las dignidades del estado de Roma-IMPERATOR PERPETUOS, fue muy pronto alterada al producirse en la provincia de Palestina romana el MOVIMIENTO CRISTIANO en torno a la figura de Jesús de Nazaret, uno de los personajes más trascendentales de la historia de la humanidad.
Su mensaje centrado en el anuncio del Reino de Dios, en una nueva forma de entender la relación entre Dios y el ser humano, y el modo de entender el poder y la ruptura de las formas religiosas a favor de las personas, con un Dios que mira mas por los pobres y pecadores, por un lado y su predicación contra el abuso del poder romano en contra de la esclavitud impuesta por Roma a su pueblo, por otro lado, irritaron de tal forma a las élites religiosas del judaísmo y a las autoridades del poder romano, que lo llevaron a morir en la Cruz en tiempos del emperador Tiberio, por considerarlo los romanos como una cuestión de estado.
Sabemos que Jesús, judío, inicia su actividad como predicador y sanador a los 30 años, realizando curaciones que por entonces fueron consideradas como milagros (32 en total), escogió un grupo de doce discípulos como un gesto de renovación de las doce tribus de Israel y a diferencia de los maestros-rabinos de su época, escoge también alguna que otra mujer y crea una nueva doctrina: EL CRISTIANISMO, y sus seguidores tras su muerte inician un movimiento espiritual de alcance mundial, con la simple afirmación de que Cristo HABÍA RESUCITADO, que con alguna que otra crisis ha llegado hasta nuestros días.
El CRISTIANISMO aparece con la predicación de Jesús de Nazaret, al presentarse ante su pueblo como el MESÍAS, prometido y esperado por ser profetizado por Isaías, y sus discípulos fueron llamados cristianos.
La predicación de Jesús se basaba en la creación del Reino de Dios, al que se accedía por el amor a Dios y a todos los hombres, además dicho Reino se extendía a todas las gentes, no solo al pueblo de Israel.
Jesús, un judío de su tiempo se consideraba enviado de Dios, no para abolir la religión de Moisés y de los profetas sino para llevarla a pleno cumplimiento y la nueva alianza establecida por Dios debía de ser sellada con su Muerte y Resurrección, anunciada ya por los profetas y que abría además a los hombres redimidos el acceso a la resurrección y a la vida eterna.
El cristianismo se mostraba vinculado a la revelación hecha por Dios a los judíos como su perfección y cumplimiento.
La predicación de Jesús tal como ha sido transmitida por los apóstoles y evangelistas, solo resulta comprensible a la luz del Antiguo Testamento, que ha pasado a formar parte del conjunto de la revelación cristiana.
Con el judaísmo, el cristianismo comparte la revelación a los hombres. Jesús se apoya en la Torá de Moisés que no es más que la revelación de Dios.
Jesús tenía grandes discusiones con las élites religiosas judías de su época, precisamente por la forma de interpretar la Torá de Moisés y como perdonaba los pecados  en nombre de Dios, y además curaba a los enfermos el sábado, estando prohibido, lo rabinos judíos decían que blasfemaba y lo llevaron a la crucifixión. Cristo intentaba volver a los orígenes de la antigua religión semita-israelita, dándole una nueva interpretación que no coincidía con la forma de ver la religión los judíos de su tiempo (judaísmo), que llevó consigo un choque con los rabinos judíos. El judaísmo estaba agotado y Jesús ya desde muy joven pasaba mucho tiempo en la sinagoga  leyendo a Abrahán y a Moisés, haciéndole comprender a los rabinos que interpretaban la Ley de Moisés de forma equivocada.
Hay que dejar claro que Jesús, tal vez fariseo ( los evangelios dejan traslucir detalles positivos de las relaciones entre los fariseos y Jesús ), también pudo tener alguna relación  con los esenios como se aprecia en  la similitud del Sermón de la Montaña de Jesús con los textos qumránicos, sin embargo al contrario que los maestros de la secta de los esenios del qumran, se relacionó con ricos, con la clase media, con los pobres y gentiles y por supuesto con mujeres, es probable que El mismo estuviese casado.
La Resurrección de Cristo es el acontecimiento relacionado con su Vida, Pasión y Muerte, que más controversias ha generado a lo largo de los veinte siglos del cristianismo. Su Resurrección tal como nos la presentan los evangelistas y los historiadores de su tiempo, a la sociedad actual no les sirve. La ciencia veinte siglos después de ser crucificado nos viene a decir que la resurrección química y metafísicamente, es imposible. Ahora bien, Cristo en su mensaje también nos dice, que lo que para el hombre es imposible, para Dios todo es posible.
En la actualidad son muy pocos los que creen en la Resurrección de Cristo, algunos más son los que creen en Cristo reencarnado tras ser crucificado, por el simple hecho de presentarse ante sus discípulos, una vez resucitado, con una nueva presencia y muchos más son aquellos que ven en el mensaje de Jesús, una liberación ante el temor que siempre ha generado la muerte.
Como el mensaje de Jesús se centraba en el anuncio del Reino de Dios y para la sociedad analfabeta antigua y medieval, el Reino de Dios era un paraíso al que acudían las almas de los justos y arrepentidos tras la muerte, apoyada por la iglesia de entonces, sabedora del temor de la población al mas allá. No cabe la mas mínima duda de que si a una persona después de una vida mas o menos penosa y llena de conflictos en este mundo, se le ofrece un paraíso en donde todo es felicidad, entonces la muerte pasaría de ser una fatalidad a un placer, o lo que es lo mismo, en donde estaría su derrota o como nos decía San Agustín, en donde estaría su victoria para los cristianos. De ahí lo positivo del mensaje de Jesús para los cristianos, teniendo en cuenta además que el Reino que nos ofrece sería un lugar en donde Dios mira más por los pobres y pecadores, en el que entrarían antes las prostitutas que los sacerdotes y que acogería también a los publícanos- recaudadores de impuestos-, que colaboraban con Roma.
Admitiendo que Cristo ha resucitado, la resurrección de los muertos se va a convertir en el centro de FE y ESPERANZA cristiana a partir de su Resurrección. Sin la fe y esperanza en su propia resurrección, la vida para un cristiano carece de todo sentido.
¿De que forma resucitó Cristo? Aquí comienza el misterio ya que sus discípulos no lo reconocieron por su aspecto físico una vez resucitado sino por sus actos. A la Resurrección  de Cristo hay que darle un amplio margen en la interpretación y aun así no siempre es fácil.
La acción de devolver a la vida a un organismo muerto y el premio o castigo a justos y pecadores tras la muerte, se ha interpretado a lo largo de la historia con filosofías distintas pero que no se diferencian mucho unas  de otras debido sobre todo a que el cristianismo monoteísta  no solo se apoya en la religión SEMITA-HEBREA monoteísta del Antiguo Testamento, sino que también se inspira en las antiguas religiones como la griega y la egipcia, politeístas.
Existen grandes similitudes de estas tres religiones y el cristianismo, de lo que le sucedía tras la muerte a los mortales esperando ser redimidos.
¿Todas las religiones son iguales? No se puede afirmar rotundamente que si, pero que existe mucha similitud entre ellas, es la verdad. Vamos a comprobar estas similitudes tras el tránsito de la vida a la muerte y en sus creencias en el mas allá. En lo que llamaban los antiguos: vida después de la vida.

  CIVILIZACIÓN GRIEGA.-Siguiendo el razonamiento griego, pensamiento filosófico conocido como raciocinio griego, para su mentalidad el cuerpo era contra distinto del alma, sus dioses eran inmortales y por lo tanto cuerpo y alma eran eternos, mientras que para los mortales solo el alma era eterna.
Los griegos creían que después de la muerte el alma iba al mundo de los muertos, un espacio situado por debajo de la superficie de la tierra, allí en donde el sol no brillaba nunca, y el temible Hades ejercía su poder sobre un reino, que muy pocos sentían curiosidad por visitar.
(Tras destronar a Cronos; sus hijos, los hermanos Zeus, Poseidón y Hades se repartieron su reino, Zeus se quedó como dios del cielo y del universo; Poseidón con los mares y Hades con el inframundo, en donde no solo estaba el mundo de los muertos sino cuanto se encontraba en la superficie de la tierra).
Las referencias mas antiguas  que se tienen del Hades pertenecen a los poemas de Homero, los muertos de Homero que aparecen en la Odisea, son unas sombras errantes  que conservan las señales de las heridas o las enfermedades que fueron la causa de su muerte. La descripción que nos hace Homero del Hades no es precisamente idílica sino tenebrosa, Aquiles no duda en afirmar que prefería ser el esclavo de un pobre en vida que el soberano de los muertos.
En un principio en la Edad pre-helénica, ya existían otros destinos para las almas de los muertos. Los más afortunados protegidos por los dioses eran conducidos a los Campos Elíseos, situados en un punto determinado de los confines de la tierra, en donde veían pasar los días en un paraíso eternamente soleado.
Por el contrario, las almas de aquellos que habían osado ofender en vida a Zeus eran arrojados al Tártaro, situado en lo mas profundo de la tierra, en donde sufrían los tormentos reservados para los condenados.
Así lo veían los griegos antiguos, pero a medida que la conciencia moral de éstos fue evolucionando y se fue pasando lentamente de la imaginación a la razón; las nociones de castigo y recompensa tras la muerte, dejaron de ser una cuestión de mero arbitrio y pasaron a vincularse a la vida que cada persona había llevado.
Gran parte de este cambio se debió a la influencia de los cultos mistéricos como el de ELEUSIS, santuario situado a unos veinte kilómetros de Atenas, que enseñaba a los iniciados como tenían que ganarse un lugar en los Campos Eliseos.- Todos los años durante dos milenios, los griegos celebraban unos ritos tan extraños como solemnes, mas importantes incluso que los Juegos Olímpicos, en agradecimiento a la diosa DEMETER, por haber concedido la agricultura a la humanidad. Podían participar hombres, mujeres, ricos, pobres etc. pero estaban obligados a guardar silencio de los ritos mistéricos en los que participaban. El que se iniciaba en dichos cultos, conseguía establecer una relación especial con los dioses, que se traducía en una vida feliz y exitosa, así como una serie de privilegios en el mas allá.
El culto Órfico introdujo la noción de la reencarnación, según este culto cada alma nacía diez veces, de tal manera que el ciclo vital de cada una formaba mil años, la mayoría de los cuales los pasaba en el mundo de los muertos, para emprender un nuevo ciclo en la tierra, el alma del muerto tenía que beber las aguas del Leto, el río del olvido, para asegurarse que dejaba atrás todo lo aprendido en la vida anterior.
Los cultos introducían conceptos desconocidos hasta entonces de la vida en el mas allá. En el siglo III antes de Cristo, la mayoría de la gente tenía una idea clara de lo que le esperaba tras la muerte.
El primer paso era el entierro, los que no eran enterrados estaban condenados a vagar por el mundo de los vivos como almas en pena. Una vez finalizado el entierro, el ALMA emprendía la primera etapa de su viaje al más allá, conducida por el dios Hermes- este era el encargado de conducir las almas de los muertos al reino de Hades, único dios al que Zeus había autorizado para cruzar libremente los tres mundos: el Olimpo, la tierra y el mundo de los muertos-.
Hermes conducía las almas hasta el río que rodeaba el mundo de los muertos, denominado Aqueronte, la única manera de atravesarlo era con la barca de Caronte, quien seleccionaba a las almas de forma arbitraria, las que debían de ser sus pasajeros y las que tenían que esperar, como recompensa a sus servicios había que pagar con una pequeña moneda, de ahí que los familiares del fallecido introducían una en la boca del difunto antes de proceder a su entierro. Si no llevaba la moneda no podía pasar el río.
Las puertas que daban acceso al reino de Hades, las custodiaba un perro de tres cabezas llamado Cerbero. Este monstruo no dejaba salir a nadie, de ahí que Euristeo, rey de Mecenas, primo del héroe Heracles, en su duodécimo trabajo le encarga a este bajar al Hades y traerse consigo a Cerbero.
Tras participar en los misterios de Eleusis, en los que los griegos se preparaban también para acceder al Hades, Heracles pidió a Hermes y a Atenea que le condujesen hasta él. Cuando estuvo en presencia de Hades, éste accedió a prestarle a Cerbero, siempre y cuando consiguiese domar a la fiera sin ayuda de arma alguna. La visión de la monstruosa criatura con sus tres cabezas rematadas con serpientes, asustaba a cualquier mortal. Heracles se abalanzó sobre la fiera protegido por la piel del león, capaz de resistir las fauces del monstruo. Lo ató y se lo trajo a Euristeo, este quedó aterrorizado al ver al monstruo, que gustoso accedió a liberar a Heracles.
Por desgracia para los pecadores, Heracles devolvió a Cerbero a Hades como le había prometido.
Antes del palacio de Hades había dos manantiales, uno con las aguas de Leto o las aguas del olvido y otro con las aguas del recuerdo, este último daba paso al reino de los bienaventurados. Los iniciados en el culto mistérico sabían ya de que agua beber.
Mas tarde el alma llegaba a un cruce en donde convergían tres caminos, lugar destinado para que se celebrase el JUICIO presidido por tres jueces del mundo de los muertos, que decidían el destino de cada alma.
Una vez que los jueces emitían su veredicto, el alma debía de tomar uno de los tres caminos: LOS PECADORES CAMINABAN HACIA EL TÁRTARO, situado en las profundidades de la tierra, sumido en la más completa oscuridad. En sus confines las almas de los que se habían comportado mal en vida, tenían ante sí  la nada halagüeña perspectiva de toda una eternidad, sufriendo los peores tormentos. Muy similares a los sufridos por los cristianos en el infierno, según fuese el pecado, así era el castigo.
Ixión que mató a su futuro suegro y mas tarde intentó violar a la esposa de Zeus, éste lo castigó a permanecer atado para siempre  sobre una rueda en llamas.
A Tántalo se le condenó a sufrir el tormento de la sed y el hambre, mientras permanecía atado a una jarra de agua y comida fuera de su alcance, su crimen fue dar de comer carne de su hijo a los dioses para poner a prueba su omnisciencia y ver si la distinguían de la carne corriente.
Esto fue copiado al pie de la letra en la Edad Media por los cristianos de entonces, ya que los pecadores sufrían los castigos según los pecados cometidos, así a los lujuriosos se les colgaba en el infierno por los genitales; a los avariciosos se les obligaba a tragar las monedas etc.
Los horrores del Tártaro propiciaron una fecunda tradición literaria presidida por Virgilio en el siglo I antes de Cristo y trece siglos mas tarde por el italiano Dante en cuyo Infierno retornó su visión, asimilando el Tártaro al concepto cristiano del infierno. Pocos conceptos sufrieron tan pocos cambios con el triunfo del cristianismo, como el castigo eterno de los condenados.
Los que tenían algo que purgar, su destino eran los CAMPOS ASFÓDELOS, equivalente al purgatorio de los cristianos, un lugar intermedio entre el Tártaro y los Campos Elíseos, que igual que el purgatorio de los cristianos no tenía un lugar determinado, mas alejado del infierno que del cielo al que acudían una vez purificados.
Los que habían llevado una vida conforme a los designios de los dioses, acudían a los CAMPOS ELÍSEOS, un auténtico paraíso situado en los confines de la tierra en donde las almas vivían felices eternamente.

CIVILIZACIÓN EGIPCIA.- Hacia el año l450 antes de Cristo, Egipto se extendía entre Libia al oeste y el río Eufrates al este y desde Siria al norte hasta los desiertos nubios al sur, sin embargo el CORAZÓN del imperio egipcio estuvo como siempre había estado a orillas del NILO, un verdadero paraíso en medio de desiertos, sobre el que los antiguos egipcios construyeron su peculiar visión del mundo.
En esta dualidad, desiertos y tierras fértiles del río Nilo, marcó el pensamiento egipcio.
En la iconografía, los jeroglíficos y las ceremonias de los antiguos egipcios, los MITOS ocupan un lugar importante, aunque no había ninguna versión oficial de los mismos, se concretaron en las fuentes de vida de las aguas del Nilo, con su crecida anual, símbolo de la regeneración o el Sol, cuyas divinidades ocupaban lo mas alto del panteón egipcio, con Ra cuyo centro en heliópolis tuvo su máxima divinidad solar.
El último paso en el desarrollo del sistema de creencias entre los antiguos egipcios, englobadas en lo que se conoce como EL MISTICISMO SUPRARRACIONAL DEL ANTIGUO EGIPTO FARAÓNICO, que abarcaba a todos los estamentos sociales, abandonando la razón en aras del sentimiento y la imaginación (devoción exagerada), fue el concepto del rey-dios. Para los egipcios el FARAÓN era un dios, descendiente de los dioses, pero en realidad venía a ser un intermediario entre los humanos mortales y las divinidades universales, de ahí que se venerase a los antepasados de los faraones, los dioses, mediante unas creencias perfectamente preestablecidas en templos abiertos solo a los sacerdotes y a los propios faraones. Como sucesores del dios Horus, representaban la reencarnación de las fuerzas del orden, representantes en la tierra de las fuerzas del orden divino.
Al morir  acompañaba al dios Ra-el sol- que desaparecía al atardecer para renacer al día siguiente, era por lo tanto un ser inmortal. Acompañando al dios Ra, no tenía problemas para salvar los obstáculos del DUAT. Tampoco los tenía para salvar el juicio presidido por Osiris y al pesar su corazón la balanza siempre se inclinaba al lado de la pluma de  Ma’at, la diosa de la verdad, de la justicia y del orden divino, de tal forma que como Osiris gobernaba el mundo de los muertos, como dios del mas allá y la personificación, devolvía la vida al faraón y como además el encuentro de Ra con Osiris tenia lugar de noche, el faraón renacía el día siguiente convirtiéndose en un ser inmortal.
Tan difundida estaba la presencia de los dioses en la vida cotidiana de los antiguos egipcios, que los dioses, los planetas y el mundo, formaban parte de un mismo orden cósmico, conocido como ma’at que los humanos debían preservar.
La concepción que tenían los antiguos egipcios del universo, se limitaban a los lugares hasta donde alcanzaba la vista. Las aguas del CAOS envolvían al mundo que contaba con la tierra, el cielo y el más allá o DUAT, que el sol recorría de noche, de ahí que no pudiera verse. Esto planteaba la interrogante de cómo se originó la vida en un principio de los tiempos.
A la hora de interpretar el misterio de la creación, los antiguos egipcios recurrieron a la naturaleza y en concreto a las crecidas anuales del Nilo y a los sedimentos aluviales que éstas dejaban tras de sí, que creaban una tierra negra rica en nutrientes que permitía que prosperasen los campos.
Todos los años cuando las aguas del Nilo volvían a su cauce normal, emergía de ellas una tierra recién fertilizada, esto condujo a los egipcios a concebir la creación del mundo como una especie de MONTÍCULO, que había emergido de las aguas primigenias, con una energía creadora suficiente como para constituirse en FUENTE DE TODA LA VIDA. La existencia del montículo primigenio se dio por sentada en la forma del dios Tatjenen, cuyo nombre significa tierra emergida.
Los orígenes del montículo primigenio, de donde había emergido por primera vez, al no estar nada claro, todos los centros principales religiosos, se atribuían para sí tal honor y se discutía cual había sido la primera divinidad.
Se acepta que el primer dios que cobró forma a partir del montículo primigenio fue Atum, el señor de Heliópolis, aquel que vino a la vida por si mismo, el cual creó otros dioses, según los Textos de la Pirámides, tomó su pene con la mano y eyaculó a través del mismo para crear los gemelos Shu (el aire) y Tefnut (la humedad), una vez creada la atmósfera, de la unión de Shu y Tefnut surgieron Geb ( la tierra ) y Nut (el cielo), que a su vez engendraron a cuatro hijos: OSIRIS y SET, los dioses antagónicos del orden y del caos y sus consortes Isis y Neftis, quienes prosiguieron el ciclo creado.
Ptab, el dios creador. A la creación de los dioses por Atum, dios creador de Heliópolis, había que unir el acto creador de Ptab de Menfis, resultado de un esfuerzo intelectual del dios, que dio forma a las cosas a partir de las ideas que manaban de su corazón. Para los antiguos egipcios el corazón era el lugar donde residía el intelecto, fuente de todos los pensamientos que la lengua hacía real al pronunciarlo.
El mito de Menfis de la creación no representaba ninguna negación del mito creador de Atum, ni de sus actos creadores en el montículo primigenio, sino que propugnaba la coexistencia de las dos divinidades.
 La presencia material de Atum estaba simbolizada en cualquier centro religioso bajo la forma de un montículo sagrado, mientras que la presencia intelectual de Ptab se hallaba presente en todos los dioses, en todas las personas y en todos los seres vivos.
A veces Tatjenen-montículo primigenio y Ptab, aparecen unidos a dicho espacio sagrado.
La creación del ser humano, a los antiguos egipcios no les hacía tener mucho interés en ello. De todas formas existieron dos mitos unidos a la creación de los dioses, uno en Heliópolis que parte de Atum creador de los primeros dioses. Creados sus hijos Shut y Tefnut, estos acabaron escapándose, Atum se propuso encontrarlos, extrayéndose uno de sus ojos y dotándolo de poder hasta convertirlo en una diosa, conocida con el nombre de Hathor o Sejmet.
Una vez creada, le encargó que escrutase el universo en busca de señales de sus hijos, cuando por fin los encontró, los llevó de vuelta a su padre, quien llorando de alegría, los abrazó, sus lágrimas cayeron entonces sobre la tierra y dieron forma a los primeros seres humanos.
 Otro mito sobre la creación del hombre procede de la isla Elefantina, situada en una de las cataratas del Nilo, allí los sacerdotes veneraban a una divinidad con cabeza de carnero llamado Jnum, el dios alfarero.
Jnum a diferencia de Ptab, que había creado a los seres vivos con el pensamiento, llevó a cabo su actividad creadora con ARCILLA, modelando a un hombre con todos sus órganos dando forma a la imagen, Jnum realizaba dos modelos en la figura humana, uno para el cuerpo humano y otro para el ka (el espíritu), que sobrevivía al cuerpo físico después de que este hubiese muerto, una vez modeladas estas dos entidades salían del vientre materno, nueve meses después bajo la forma de un bebé recién nacido.
Preparativos para la eternidad. Los antiguos egipcios creían que para acceder al más allá era fundamental preservar el cuerpo tras la muerte, en un principio los cuerpos mortales se enterraban pero con el tiempo se extendió el proceso de momificación en la tumba.
Además del cuerpo físico (Sak) y del corazón (ib) en el que se creía que residía la inteligencia y los sentimientos, los egipcios creían que toda persona se componía de cinco partes: el ka (espíritu), el ba (el alma), la unión del ka y el ba daría lugar al akb, el rem (el nombre) y el shuwt (la sombra), estos dos últimos componentes tenían propiedades metafísicas destinadas a proteger a la persona.
El ba viajaba por el cielo en compañía de los dioses y era crucial a la hora de preservar la inmortalidad del fallecido, por tener que atravesar el mundo de los muertos, con los peligros que entrañaba antes de poder unirse al ka y convertirse en akb. Este último que se solía presentar como un ibis con cresta, constituía la forma última y más perfecta de existencia a la que podía aspirar todo egipcio y una vez creado duraba toda la eternidad.
El akb moraba en la vida en compañía de los dioses y el proceso de su formación (ka+ba), dependía de la correcta preparación del cuerpo físico para la vida en el mas allá.
Para los antiguos egipcios solo se podría acceder a la vida después de la muerte si se cumplían tres requisitos.
1º- La perfecta conservación del cuerpo una vez muerto.
2º- El correcto sustento del ka que residía en la tumba absorbiendo las ofrendas dejadas por los sacerdotes y familiares del fallecido.
3º- La pronunciación del nombre del fallecido en las oraciones.
El primer paso para acceder a la vida del más allá, consistía en el proceso de la momificación, destinado a conservar los restos mortales de la persona.
El dios encargado de momificar a los muertos era Anubis, que se representa bajo la figura de una persona inclinada con la cabeza de un chacal negro.
La protección de los muertos.- Durante el viaje al más allá, el ba tenía que hacer frente a muchos obstáculos, de ahí que se rodease al muerto con toda clase de amuletos protectores, uno de los elementos mágicos mas importantes era el PILAR (una columna erguida coronada por cuatro barras entrecruzadas), el origen de este símbolo es desconocido pero se relaciona en el LIBRO DE LOS MUERTOS con la columna de Osiris, tenia por objeto dotar de estabilidad al fallecido en el más allá.
Existían además otros tipos de amuletos como los escarabeos o escarabajos que se colocaban sobre el corazón del muerto, en donde los egipcios ubicaban la inteligencia y el centro de la personalidad, de ahí que fuera este órgano el que se pesara en el juicio ante Osiris. El objeto de los amuletos era que el corazón no pesara  demasiado por las maldades cometidas en la vida, para que no se volviese contra la persona como testigo en presencia del señor de las cosas.
Después de la muerte, los antiguos egipcios esperaban poder unirse  a Osiris, el dios de la resurrección y del mundo de los muertos, el único a través del cual se podía acceder a la inmortalidad.
Se le solía representar envuelto en vendas como una momia con los atributos de la realeza, el báculo y el mayal, símbolos de su condición de soberano de la Tierra y padre de Horus, con el que todos los faraones se identificaban, se le conocía como  “El eternamente incorruptible” y con el epíteto de “El adelantado de los occidentales”.
Se le menciona por primera vez en la Dinastía V (2500-2350 a. de C.), era una figura importante en la mitología de Heliópolis, en donde Ra venía a ser la divinidad mas importante, existió alguna rivalidad entre ambas divinidades, tan importante en el mundo de los muertos, pero tal como se desprende de una referencia en que aparecen ambos abrazados, indicaba que se convertían en almas gemelas.
El papel de Osiris en la mitología egipcia era complejo, pues a pesar de que se asociaba con la vida en la Tierra como dios de la fertilidad y de la agricultura, también se identificaba con la muerte. Era el señor de los muertos, gobernaba el mundo de los muertos, como una de las divinidades más importantes, se le rendía culto en todo Egipto como protector de los muertos, guardián de las necrópolis y garante del regreso a la vida. Tan importante era la unión entre el alma de las personas y Osiris que en las inscripciones funerarias el nombre del dios aparece como prefijo del nombre del propio fallecido.
Por otro lado se le consideraba un dios justo y se decía que todos aquellos que llevasen una vida impecable se reunirían con él en el mas allá. Pero hasta la conciencia más virtuosa tenía que demostrar su valía, de modo que cuando se introducía el cuerpo en la tumba, el ba tenia que superar una serie de pruebas antes de alcanzar su objetivo, la dicha espiritual en el más allá.
El duat.- La visión que tenían los antiguos egipcios del mas allá, se inspiraba en la tierra de los vivos, así, había un río con arena en sus orillas en clara analogía  con el Nilo, el cual discurría  por una llanura en medio de montañas con un nuevo elemento, una estrecha garganta situada en el extremo occidental por la cual el dios del Sol accedía al lugar donde concluía el día y los humanos llegaban al final de sus vidas.
Los antiguos egipcios estaban bastante familiarizados con el mundo de los muertos, pero ello no impedía que para el ba recién llegado, representara un terrorífico acumulo de obstáculos.
La topografía del duat incluia accidentes naturales como lagos, desiertos e islas, así como un túmulo de donde salía una cabeza conocida como la carne de Isis, al aproximarse el alma del muerto.
El trayecto estaba plagado de demonios con nombres como. “El que mira hacia atrás y procede del abismo”, los cuales tenían por objeto impedir el avance del alma con ayuda de bastones, lanzas y redes, de modo que para protegerse de ellos el alma tenía que conocer sus nombres secretos. En los textos funerarios aparecen mapas del mundo de los muertos, así como los conjuros necesarios para salir airoso de sus obstáculos. En ellos se descubría también el destino de aquellos que se hallaban a la espera de ser juzgados por haber sido enemigos de Ra: la decapitación, el desmembramiento o el ser quemados vivos o sumergidos en una caldera de aceite hirviendo.
Igual que el dios Sol en su viaje nocturno, el ba tenía que atravesar el duat, hasta que le llegara el momento de volver a la vida. A diferencia de Ra que no sabía su destino hasta el fin de la noche, el ba descubría su destino en la sexta puerta en donde se encontraba Osiris, sentado en su trono en la SALA DEL JUICIO, flanqueado por las diosas Isis y Neftis. En su presencia se pesaba el corazón del muerto con el contrapeso de la pluma de Ma’at, la diosa de la verdad, el orden divino y la justicia. Una vez pesado, Anubis, comprobaba el resultado y Thot, el dios de la sabiduría y de la noche dejaba constancia escrita del mismo.
Mientras tanto el muerto proclamaba su inocencia de tal o cual crimen, en una ceremonia ritual conocida con el nombre de CONFESIÓN NEGATIVA.
A continuación el ba tenía que comparecer ante un tribunal compuesto por cuarenta y dos dioses asesores y dirigirse a cada uno de ellos por sus respectivos nombres. La confesión negativa proporcionaba una inmunidad total al ba. “No me sobrevendrá ningún tipo de mal, en esta Sala de Justicia, porque conozco los nombres de todos los dioses que están en ella”.
Si la balanza se decantaba por el lado del corazón, quería decir que el alma estaba cargada de mucha maldad y perdía toda toda posibilidad de redimirse. Ahora bien, si se inclinaba hacia el lado de la pluma de Ma’at, EL ALMA SE SALVABA.
Debajo de la balanza se encontraba el temible AMAT el “devorador de los muertos condenados”, un temible monstruo con cabeza de perro o de cocodrilo, patas de león y parte trasera de hipopótamo, a cuyas fauces iba a parar el corazón de los muertos dominados por el mal.


CIVILIZACIÓN SEMÍTICA. Para la creencia de los semitas, la persona cae en una muerte transitoria y el poder de Dios volverá a la vida al hombre en su totalidad-cuerpo y alma-, ya que ambos forman un todo indivisible.
Los Semitas descienden de los primeros habitantes del Antiguo Testamento, Adán y Eva, mas concretamente de su hijo Set, pero estos primeros habitantes creados por Dios son de tipo simbólico ya que los teólogos nos vienen a decir que no existiendo pruebas ciertas, nos es mas útil la oscuridad con la que el Señor ha querido que quedásemos sobre este punto, Dios no encontrando otro medio mejor , elige una fórmula asequible a todos los hombres, expresándose a través de una historia y de unos hechos simbólicos que encierran todo el problema del bien y del mal sobre el que gira todo el Génesis.
Según el Génesis, Caín después de matar a su hermano y sufrir el castigo de Dios, anduvo errante sobre la tierra y se asentó al este del Edén, aquí conoció a una mujer y tuvo una descendencia que se inicia con su hijo Enoc y el Génesis la termina con los hijos de las dos mujeres de Lamec, sin que vuelva a hablar mas de ello, pasa al tercer hijo de Adán, Set. Había que pensar que si sus padres fueron los primeros habitantes, ¿de donde salió la mujer de Caín?, Pío XII, en su encíclica HUMANI GENERIS, dejó sentado de una vez por todas, que nadie impide la existencia de materia viviente anterior a la creación del hombre y por lo tanto la existencia de otras personas.
Adán conoció a una nueva mujer de la que nació su hijo Set, para contrarrestar la pérdida de Abel. Set inicia una descendencia con su hijo Enos, después de 20-30 generaciones Enoc engendró a Matusalén, este engendró a Lamec y cuando tenía ciento ochenta y dos años engendró a Noé, que tuvo tres hijos:Cam ,Sem y Jafet. Noé es conocido por la aventura de los animales para salvarlos del diluvio universal.
Cuando desapareció el diluvio, Noé dejó la barca en la cima de los montes de Aralat y se dedicó a cultivar la tierra y a fabricar el vino. Al no conocer sus efectos, se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda, al verlo Cam y su hijo Canaán se burlaron de él mientras que sus otros dos hijos, Sem y Jafet lo cubrieron con una manta. Al recobrar la razón, Noé maldijo a Cam y a su hijo Canaán y los castigó con ser siervos de Sem y Jafet, pero desobedecieron a su padre y se desplazaron a la tierra de Canaán, en donde iniciaron una gran descendencia conocida con el nombre de cananeos.
Nos interesa por lo tanto la descendencia de Sem conocida con el nombre de los SEMITAS. La descendencia de Sem se inicia con su hijo Arfaxad y a la octava generación nació Najor, padre de Teraj que a los setenta años engendró a Abrahán, la genealogía de Abrahán parte de Sem, era por lo tanto un semita. Semitas fueron todos sus descendientes, Isaac, Jacob etc. este al hacer con Dios la alianza le cambia el nombre por el de Israel, llamándose desde entonces israelitas, antes han de pasar por Hebron de ahi el nombre de hebreos con que también se le conocen.
Los semitas emigraron desde la Mesopotámica, su lugar de origen a Canaán en donde se establecieron. En la Mesopotamia eran seminómadas que se dedicaban al pastoreo de ovejas y camellos, estaban divididas en tribus dirigidas por el hombre más anciano de sus miembros: EL PATRIARCA. Una de esas tribus se dirigió remontando el río Eufrates hasta Harran. De esta tribu salió el hijo de Teraj: ABRAHÁN, que encontrando dificultad para el pastoreo, tal vez por inundaciones, tuvo la inspiración de su fe monoteísta en el siglo XXI antes de Cristo, hizo la primera alianza con Dios y este lo envió a Hebron en Canaán, en donde según el Antiguo Testamento hizo la segunda alianza con Dios y creó una familia.
Abrahán consiguió ser nombrado el patriarca de la tribu, que al fundirse con otras tribus de Palestina y al tener de nuevo dificultades para el pastoreo, ahora por sequía ya que Hebrón está situado al norte del desierto del Neguet, en pleno desierto de Judea, hacia el año 2.000 antes de Cristo, invadieron Egipto.
En Egipto, Sara, a la que Abrahán llamaba su hermana para que no lo mataran por la belleza de su esposa, que viéndola tan hermosa, los jefes del faraón la llevaron a su presencia para que este la hiciera su mujer.
Al enterarse el faraón, que Sara era la mujer de Abrahán, se la entregó y le dijo que se alejase fuera de Egipto y regresó a Hebrón, aquí tuvo otra alianza con Dios que les prometió esa tierra a sus descendientes. En Hebrón están los sarcófagos de Abrahán, de Sara, de Isaac y de su esposa Rebeca, así como los de Jacob y su esposa Lía.
Aquí se separaron Abrahán y su sobrino Lot, este paso al este a la hoya del Jordán y Abrahán al oeste a tierra de Canaán.
Los israelitas volvieron a Egipto, a nosotros se nos indica que los hebreos llegaron a Egipto con el relato bíblico-simbólico de José y sus hermanos, hijos de Jacob, dando lugar al establecimiento de núcleos hebreos en Egipto.
Egipto simboliza el destierro, son castigados por Dios por alejarse religiosamente de su ley, permanecen allí 400 años, hasta que el faraón Ransés II los expulsa y Moisés y posteriormente Josué después de muchas vicisitudes y de andar errantes por el desierto de Sinaí, los retorna a su tierra prometida. Moisés con la Torá  reforma y legisla la nueva religión del judaísmo que la había iniciado Abrahán.
El año 70 después de Cristo fue destruido el templo  de Jerusalén por el emperador Tito que había reconstruido Herodes el Grande sobre el antiguo templo de Salomón, a partir de entonces el culto del templo (sacrificios) fue sustituido por el culto de la sinagoga (plegarias) que ya había sido instituido en Babilonia a raíz de la caída del reino de Judá.
Hay que distinguir la Ley escrita y la Ley oral, para los judíos la Biblia corresponde en lo esencial a lo que los cristianos denominan Antiguo Testamento, se divide en tres partes: La Ley de Moisés o Pentateuco (La Torá), los profetas y la hagiógrafos.
La Torá y los demás libros de la Biblia constituyen la Ley escrita. La Ley oral se remonta también a Moisés, es un complemento de la Torá, estas enseñanzas transmitidas por vía oral de generación en generación fueron puestas por escrito por el rabino Yéuda ha –Nasí 200 años después de Cristo, al conjunto de tales comentarios se le denomina Talmud.
Para los semitas como hemos dicho cuerpo y alma forman un todo indivisible. Cristo al renovar el Antiguo Testamento, su renacimiento religioso se inspira en el pensamiento religioso de los semitas, Ahora bien, ¿Estaban los semitas en posesión de la  verdad para asegurar que cuerpo y alma son indivisibles?, además semitas descendientes de Sem, son todos los hebreos ya que aunque Abrahán era caldeo, su genealogía parte de Sem y su tradición era la de un semita a pesar de que su familia era originaria de Ur (Caldea) y en su larga historia el pueblo de Israel pasó por la creencia de diversos pensamientos religiosos tanto monoteístas como politeístas.
Los doctores de la iglesia actual, nos dicen, que el cuerpo resucitado de Cristo, no hay que entenderlo según las mentalidades helénica y egipcia, como si se tratase de un cuerpo terrestre contra distinto del alma espiritualmente transformado, sino en mentalidad semítica, que nos habla de un “cuerpo pneumatico” de los resucitados en oposición al” cuerpo psíquico “de los terrestres.
Pneuma significa principio vital de los seres vivos que con el cristianismo fue adquiriendo un sentido similar al de espíritu.
El término fue creado por los filósofos griegos y desarrollado por la escuela del Estoicismo, que designaban cuerpo a toda persona que pueda tener una existencia supraterrestre, celestial, peumática. Cristo resucitado es el mismo que Cristo terrestre pero en una plenitud de existencia que se asemeja, bajo cierto aspecto a la existencia propia de los espíritus.
La existencia de Cristo resucitado es corporal pero sin la limitación de los cuerpos extensos, su presencia no está ligada a ningún lugar determinado, de ahí que hablemos de la PRESENCIA DINÁMICA DE CRISTO RESUCITADO.
Esta es la presencia misteriosa de Cristo Resucitado. Si en los días siguientes a su Resurrección aparece restringida su presencia al ámbito de su Madre, de Maria Magdalena y de los apóstoles, sucedía por intención pedagógica de dar a entender el modo de la nueva presencia.
Ahora bien las respuestas del Génesis, al no ser científicas a muy pocos le sirven hoy en día y suponemos que tampoco le servirían a la sociedad medieval, por no tener nada de doctrinales. Los teólogos nos vienen a decir que no existiendo pruebas ciertas, nos es mas útil la oscuridad con la que el Señor ha querido que quedásemos sobre este punto. Dios no encontrando otro medio mejor, elige una fórmula asequible a todos los hombres expresándose a través de una historia y unos hechos simbólicos, que encierran toda la  problemática del bien y del mal.
                                         Fin.









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