Por Florentino Fernández
De la
mitología griega se ha escrito mucho, extendida por todo el territorio griego
en donde hace miles de años tuvieron lugar los cuentos y leyendas que la
componen, pero resulta difícil de interpretar para el inexperto que la
desconoce. Así que nos limitaremos a dar un repaso general, deteniéndonos en
aquellos mitos que decoran los templos griegos.
Los
mitos vienen a simbolizar acontecimientos que tuvieron lugar en la antigua
Grecia real, transmitidos a través de leyendas o fábulas, fruto de la
imaginación. Bernardo Souviron, gran conocedor de la cultura y de las
costumbres griegas, define al mito como, el resultado de la intervención
ingenua sobre hechos de la experiencia. Él considera la imaginación como la
palabra clave en la comprensión de los mitos, son producto de la imaginación y
no de la razón.
Los
griegos de la antigüedad al no poder comprender con la RAZÓN-RAZONAMIENTO
GRIEGO- (Pensamiento filosófico conocido como RACIOCINIO GRIEGO), muchos de los
comportamientos y actitudes de la población pre-helénica ( minoica, micénica y
egea) que ocupó la Grecia antigua muchos siglos antes de Cristo, en un mundo de
leyendas, fábulas, fantasías y enigmas; hicieron uso de la imaginación
asimilando una serie de dioses, héroes y monstruos fabulosos e imaginarios, que
componen la denominada MITOLOGÍA GRIEGA.
LOS
MITOS, son una fantasía producto de la imaginación, relatan el origen de la
historia de los dioses, intentan explicar la creación del mundo, de los seres y
de las cosas. A veces un personaje real al rodearlo de un halo de leyenda
irreal fruto de la imaginación, puede transformarse en un mito, entonces
hablamos de personajes mitológicos.
La
MITOLOGÍA, es el estudio de ciertas creaciones de la imaginación de un pueblo
que nos lo transmiten en forma de cuentos y leyendas. Viene a ser un conjunto
de relatos y leyendas concernientes a los dioses, héroes y seres fabulosos de
la antigua Grecia, Roma, Egipto, Mesopotamía y Asiría, entre otros; producto de
la mentalidad primitiva fueron interpretaciones de fórmulas de lo ritual
religioso (un producto de la mentalidad religiosa).
El
hombre pre-helénico de entonces se encontraba en un mundo desconocido y
necesitaba saber el principio y fin de las cosas, y a falta de conocimientos
empleó la imaginación para enterarse de lo que ocurría a su alrededor, y a los
mitos los consideró como su propia verdad, ya que las leyendas les explicaban
el antiguo orden del mundo.
Ya
hemos dicho que algunos mitos simbolizan hechos reales, por lo tanto no solo
son fantasías sobre todo para los pre-helénicos pues les rellenaban algunas
lagunas históricas.
La
religión y las costumbres de los griegos de aquella época, estaban muy
presentes en los mitos muchos siglos antes de Cristo.
Algunos
mitos encierran realidades a medias, se dice que las murallas de Micenas fueron
obra de los CÍCLOPES, auténticos gigantes hijos de Gea y Urano; de ahí que se
le denominen murallas ciclópeas. Ahora bien sin los cíclopes son seres
imaginarios ¿Cómo pudieron construir unas murallas cuyos restos están aún
presentes en la actualidad?
Según
el mito, Urano los enterró en lo más profundo de la tierra y allí seguían al
ocupar Cronos el puesto de su padre Urano, como dios supremo, por lo tanto lo
tendrían difícil salir al exterior.
Además
en el templo de Kefren asentado al suroeste de las pirámides del Cairo, se
pueden observar bloques de granito de mayores dimensiones que los de Micenas y
que sepamos fueron traídos desde Aswan y colocados allí por personas de carne y
hueso, eso si, pagando un fuerte precio, perdiendo la vida gran número de
trabajadores del faraón.
El
alemán Schliemann, descubrió la ciudad de Micenas con sus murallas construidas
con grandes bloques de sillería flanqueando la puerta de acceso al interior de
la ciudad.
También
excavó la ciudad de Troya cuando estuvo bajo el mandato del rey Príamo, tal
como la describe Homero en su Íliada. Ahora bien, el enfrentamiento entre
aqueos y troyanos tendría su origen en la leyenda de Helena esposa de Menelao
rey de Esparta, según la cual Paris hijo del Príamo, la raptó y la llevó a
Troya. Entonces los griegos se unieron formando la coalición aquea y se
dirigieron a Troya con la intención de destruirla y vengar así la ofensa de que
un troyano raptase a la mujer de un griego. Muchos acudieron allí por ese afán
de los héroes griegos de intervenir en grandes acontecimientos, y alcanzar con
ello, la inmortalidad. A Aquiles, su madre la diosa Tetis, le pronosticó que
moriría en la lucha, pero que su nombre quedaría para la inmortalidad tras el
evento.
Ahora
bien, la leyenda de Helena no fue solo mitología, sino que tuvo mucho de realidad,
prueba de que existió la guerra de Troya, no lo demuestran las tumbas del rey
de Micenas, Agamenón y la de otros reyes y héroes que intervinieron en ella.
Pero esto no nos demuestra que la causa del enfrentamiento fuese Helena. Si la
contienda parte del mito de Helena y Paris, con la venganza de las poderosas
diosas: Atenea y Hera, que juraron dirigir todo su poder contra Paris, por
decantarse por Afrodita al ofrecerle ésta el amor de Helena, y que la venganza
de las diosas no tardaría en llevarse a cabo, destruyendo por medio de una
sangrienta guerra, la ciudad de Troya. O por el contrario si fue un hecho real
con los mortales Aquiles y Ulises, entre otros héroes contra los troyanos
también de carne y hueso, aun no se sabe con certeza.
Hoy en
día, conociendo la situación de la antigua Troya, a la entrada del estrecho de
Helesponto, hoy estrecho de Dardanelos, se acepta por la mayoría de los
historiadores, que la causa de la guerra fue un hecho totalmente real. Los
troyanos destruían todos los barcos griegos, que procedentes del mar Negro tras
realizar relaciones comerciales con los pueblos que habitaban las orillas de
dicho mar, atravesaban el Bósforo y llegaban al Helesponto. Aquí los troyanos
los asaltaban y le robaban la mercancía que los barcos transportaban; de ahí
que el problema afectaba a la mayoría de las ciudades- estados griegas y éstas
se unieron en la coalición aquea, para castigar a los troyanos y acabar de una
vez con el peligro que dicha ciudad les suponía. En la actualidad con más
conocimiento de la antigua Grecia, la coalición aquea no fue tal, sino que los
ejércitos pertenecían a una sola étnia: los aqueos indoeuropeos, que ocupando
la región de la Acaya, hacia el año 2.000 antes de Cristo la más antigua de las
familias-étnias griegas, invadieron la península Helénica y llegaron al
Peloponeso, se unieron a los micénicos y nació una nueva civilización, cuyo
apogeo se sitúa entre los años 1,400 y 1,200 antes de Cristo. Así tenemos a los
aqueos interviniendo en la guerra de Troya, que se inicia el año 1250 a. de
Cristo. Bernardo Souviron nos viene a decir que descienden de los indoeuropeos
y les llama micénicos. Nosotros no estamos de acuerdo que se le llame solo
micénicos ya que los aqueos no se reducían a los habitantes de Micenas sino
también a la mayor parte de los habitantes del Peloponeso.
El
motivo de que fueran los aqueos y no sus contemporáneos los egeos-
pre-helénicos, que ocupaban la mayoría del restante territorio griego de
entonces, más comerciales que aquellos y más perjudicados por los troyanos, no
se conoce todavía. Esto nos lleva a pensar, que el motivo principal de la
guerra fuese el rapto de Helena por Paris, y esta leyenda interviniendo los
dioses del Olimpo, pudo tener algo de realidad.
Buscando
las raíces en las que se apoya nuestro arte desarrollado en la península
Ibérica desde el romano al neoclásico, la mayoría del arte griego fue
religioso, construyendo sus templos dedicados a sus dioses. Haciendo un símil
con la religión cristiana, los cristianos construyeron sus templos dedicados a
su Dios, Cristo, al que seguimos adorando dos mil años después de ser
crucificado y resucitado. Lo mismo sucedió con los griegos que siguieron
venerando a sus dioses, que en su mayor parte fruto de la imaginación
existieron muchos siglos atrás, hasta que los romanos después de romanizarlos y
latinizarlos, acabaron con sus mitos a principios del siglo IV después de
Cristo, pasando del politeísmo al monoteísmo cristiano.
De
todas formas existen diferencias, ya que Cristo apoyó so Doctrina en el Antiguo
Testamento que se inicia con los personajes simbólicos-mitológicos del Génesis,
Adán y Eva. Dios, Yahvé, no encontrando otro medio mejor elige una fórmula
asequible a todos los hombres, expresándose a través de los hechos de una
historia, el origen del mundo y de la humanidad.
Para la
creencia griega, según el poeta Hesíodo, que dio su versión particular de la
creación del mundo, a mediados del siglo VIII a. de Cristo, una de tantas
versiones aunque la más aceptada por los griegos de la antigüedad. Según este
poeta el mundo surgió de una enorme oscuridad o de un gran vacío que llamaron
CAOS a partir de si mismo; a través de los hechos de una historia mitológica,
igual que en el Génesis.
El caos
creó los cinco elementos básicos: GEA, la tierra; TÁRTARO, el mundo subterráneo
situado en las profundidades de la tierra; EREBO, las tinieblas infernales;
EROS, la fuerza del amor y NIX, o la noche, el poder de la oscuridad. De la
unión de Nix con EREBO, nacen el día y el éter, la personificación del ciclo superior,
así como una serie de abstracciones que condicionaran la vida tanto de los
dioses como de los mortales: la suerte, la muerte, la miseria, el engaño, la
discordia etc.
La
siguiente en tener progenie fue GEA, que sin recurrir a sexo opuesto engendró a
Urano, el cielo estrellado para que la cubriese, y fuese el hogar de los
futuros dioses. De GEA nacieron además las montañas y Ponto- personificación
del mar-, con lo que se dio forma a la estructura básica.
Gea,
fue descrita por otros poetas griegos como la madre primigenia, fuente de toda
subsistencia y fertilidad.
Los
antiguos griegos tenían el concepto de la tierra como la de una especie de
disco plano, en cuyo centro se encontraba el mundo conocido. Este centro lo
ubicaron en el Olimpo, el monte más alto del mundo de entonces. Otros lo
ubicaban en el santuario sagrado de Delfos. La tierra se hallaba rodeada de un
mar de agua salada: el Océano, que en la mitología griega era hijo de Gea y
Urano; una especie de río que no le afectaban las tormentas ni el viento y del
que nacían todos los ríos.
La
creencia de que la tierra era una esfera, surgió por primera vez en el siglo IV
antes de C., pero aun así seguía vigente la idea de que existía un océano a su
alrededor.
Urano,
había nacido de Gea, pero fue su consorte y esposo (para los primeros griegos
igual que para los egipcios, no existía en incesto). La unión de Gea y Urano se
interpreta como un enlace sagrado entre la tierra y el firmamento, entre la
diosa de la infertilidad y el dios del cielo.
Gea y
Urano tuvieron una descendencia muy numerosa, una parte de esa descendencia la
componían los monstruos, tanto por su aspecto como por su carácter, ya que sus
primeros hijos fueron los HECATOQUINTOS, de forma semihumana con cien brazos y
cincuenta cabezas.
A continuación
vinieron otros tres hijos: los CÍCLOPES, de un solo ojo: Arges (el rayo);
Brontes, (el trueno); y Estéropas, (el relámpago), tan fuertes y salvajes como
sus hermanos pero maestros en el trabajo de la piedra, se le atribuye la
construcción de las murallas de Micenas y la fortaleza de Tirene, situada en el
Poloponeso.
Gea, de
otro amante tuvo a Dafne, una ninfa virgen de la que llegó en vano a enamorarse
Apolo.
Los
hijos más célebres de Gea y Urano fueron los siete TITANES y las siete
TITANIDAS, que se convertirían en los dioses de la primera generación. Entre
ellos hay que citar a Océano, dios del mar y su esposa Tetis. Hiparión, dios
solar y su esposa Tía. Temis y Rea, dioses de la tierra y de la fertilidad.
Mnemosina, diosa de la memoria. Japeto, padre de Prometeo y de Atlas, y sobre
todo a CRONOS, el más joven, valiente y astuto de todos ellos, que acabaría
reemplazando a su padre, Urano al que odiaba como dios supremo.
Los
titanes y las titánidas encarnan las fuerzas de la naturaleza, descendientes suyos
los dioses olímpicos, acabaron ejerciendo una influencia superior a sus
progenitores en la religión griega. Aun así el mito de Cronos y sus hermanos
fueron importantes, pues gran número de temas de la mitología proceden de estos
mitos, como la idea de de la existencia de una familia de dioses con el
matrimonio divino entre ellos dentro de la misma estirpe.
La
figura de los titanes y titánidas, la de sus hijos y la de todos los monstruos
y otras divinidades que surgieron de la primera fase de la creación, carecen de
profundidad y complejidad que caracterizan a los dioses olímpicos y a otros
dioses posteriores, sus mitos sirven para explicar la naturaleza del mundo
físico y el origen de de la generación de los dioses dominantes, que como
Atlas, hijo de los titanes Japeto y Asia, esta última hija de Océano, que fue
condenado a por vida a sostener el cielo e impedir que se precipitase sobre la
tierra, por haberse puesto al lado de los titanes en la guerra de los dioses.
Urano,
con el temor de que alguno de sus hijos lo destronara, los enterraba en el
fondo de la tierra, es decir en las entrañas de Gea, ésta al no soportarlos,
los hecatonquiros fueron a parar a un lugar profundo de la tierra (tártaro) y
los cíclopes condenados a vivir en el interior de un volcán.
Gea,
con la colaboración de su hijo pequeño Cronos, castraron a Urano con una hoz, lanzando
los genitales en un lugar alejado. De la sangre derramada de Urano, nacieron
los gigantes, que se van a convertir en los peores enemigos de la generación
posterior de dioses. Los genitales de Urano fueron a parar al mar y de la
mezcla de su esperma con la espuma de las olas nacerá la diosa AFRODITA, una de
las grandes divinidades olímpicas. Era tía de Zeus y por su belleza, éste le
permitió formar parte de la doce divinidades griegas.
Cronos
ocupó el puesto de su padre como dios todopoderoso del cielo, Urano quedó
relegado y Gea la triunfadora, pasará a ser considerada como la madre de todos
los dioses.
Cronos
al casarse con Rea, la diosa de la fertilidad y de la tierra, tuvo una familia
muy numerosa compuesta de seis hijos: Demeter; Hera; Hades; Poseidón; Hestia Y
Zeus. Creó su propia dinastía convirtiéndose en Dios soberano de todos los
dioses titanes y titánidas, pero cometió el error de no hacer caso a su madre
para que dejara libres a sus hermanos: los Hecatonquiros y a los cíclopes, que
permanecieron presos bajo la tierra.
Gea,
herida por esta trato de Cronos a sus hermanos monstruos. Le profetizó que uno
de sus hijos acabaría destronándolo como él había hecho con su padre.
Para
burlar su destino, al que lo había condenado la poderosa Gea, Cronos devoró a
todos sus hijos nada más nacer. Rea, como antes su madre Gea, quedó
desconsolada por la muerte de todos sus hijos, con la ayuda de su madre,
intentó salvar al pequeño Zeus, que al nacer lo llevó a un lugar seguro, al
mismo tiempo que envolvía una piedra con una tela y se la entregó a Cronos,
para que la tragara pensando que se trataba de su hijo Zeus. Gea escondió a su
nieto en una cueva que la tradición sitúa en Creta, en donde se alimentó de la
leche de una cabra. De todas formas, de la infancia de Zeus sabemos muy poco,
lo que se sabe es que su primera esposa fue Metis, una titánida ninfa marina,
célebre por su astucia y sabiduría, madre de Atenea. Zeus aprovechando su
sabiduría, logró convencerla para que le administrara a Cronos una droga, que
le obligase a regurgitar la piedra ingerida y a todos los hijos que había
tragado anteriormente. Estos al recobrar la libertad se pusieron al lado de
Zeus, con el objeto de destronar a su padre Cronos y acabar con toda la raza de
titanes y titánidas que le apoyaban.
Entramos
así en uno de los mitos más importantes de la antigua Grecia: LA GUERRA ENTRE
LOS DIOSES. Zeus y sus hermanos contra su padre Cronos y los titanes, cuyo
resultado va a condicionar la vida no solo de los habitantes prehelénicos, sino
de los griegos de todos los tiempos. Los mitos de los dioses y de los héroes,
ejercieron tal influencia en la mentalidad de los antiguos griegos, estos
quedaron tan supeditados a sus dioses, que todo lo que le ocurra a los griegos
será porque los dioses así lo han querido.
De
todas formas, Zeus no derrotó a su padre Cronos tal fácilmente como éste a
Urano, ya que Cronos pidió ayuda a los titanes y titánidas, dando origen a la
lucha de los dioses olímpicos. Zeus y sus hermanos tomaron como base de acción
el monte Olimpo, mientras que Cronos y los titanes su base de acción era el
monte Otris, situado en el sur de Grecia.
Esto
viene a simbolizar que el monte Olimpo era una defensa natural que aprovechaban los griegos para defenderse
de sus invasores y como el poder de los dioses era muy grande, profetizan
muchos siglos antes, las futuras luchas entre los atenienses del norte y los
espartanos del sur.
La
guerra entre los dioses duró diez años, ya que Cronos para derrotar a su hijo
contaba con la ayuda de los titanes, de ahí que a la guerra se le conozca con
el nombre de TITANOMAQUIA.
Gea, de
entrada se puso al lado de su hijo contra su nieto, y crea aterradores
monstruos y los titanes engendran hijos dotados de temibles poderes, no todos
malignos, algunos como el dios Pan, el caballo Pegaso y sobre todo el centauro
Quirón, que al contrario que los demás centauros salvajes, Quirón fue una
excepción ya que fue el maestro mas sabio del mundo de entonces tanto en la
música como en la medicina y en las bellas artes. Todos estos monstruos
encarnan la fuerza del bien.
Gea
para intentar ganar la batalla de Cronos, crea monstruos malignos con gran
poder como Tifón que al unirse a Equina, con rostro de mujer y cuerpo de
serpiente darán lugar a una serie de monstruos como Cerbero ( perro con tres
cabezas); la Quimera (Cabeza de mujer, cuerpo de león y cola de serpiente); La
Esfinge (cabeza de mujer y cuerpo de león); Centauro (Torso humano y cuerpo de
caballo);Arpías (Cabeza de mujer y cuerpo de ave de rapiña), que encarnan las
fuerzas del mal. Estos monstruos le van a crear muchos problemas a Zeus, que
desde este punto de vista Este y sus hermanos se hallaban en inferioridad
numérica.
Ante
tal desesperación, Zeus va a tomar una sabia decisión que va a resultar trascendental
para el triunfo final: liberar a los cíclopes que Urano había enterrado en las
entrañas de la tierra, con el motivo de que le facilitasen a los dioses
olímpicos las armas necesarias para la lucha. Los cíclopes sin pensarlo mucho
al quedar libres aceptaron el trato, y facilitaron un YELMO para Hades que lo
hacía invisible; un poderoso TRIDENTE para uso de Poseidón y unos RAYOS para
Zeus, que se van a convertir en el arma y símbolo del poder del gran dios.
Así
armados, Zeus procedió también a liberar a los hecatonquiros del Tártaro, que
demostraron ser unos poderosos aliados, pues con sus múltiples manos arrojaban
tal cantidad de piedras con gran precisión contra sus enemigos.
Con
estas dos decisiones Zeus se ganó el favor de Gea, que ansiaba liberar a sus
hijos de las entrañas de la tierra.
Gea
consiguió que los titanes más sabios se sometieran a Zeus, pero la mayoría
siguió apoyando a Cronos, nombraron por jefe a Atlas y estalló una guerra de
proporciones desconocidas hasta entonces. Poco a poco los rayos de Zeus se
fueron imponiendo al sustraerle las armas a Cronos un invisible Hades, usando
su yelmo.
Tras el
triunfo de Zeus, los titanes fueron encerrados en el Tártaro a excepción de
Atlas, condenado a soportar sobre sus hombros el peso de la bóveda celeste para
toda la eternidad, y Cronos pasó al exilio en las islas de los Bienaventurados.
Según la tradición Zeus perdonó a todos menos a Atlas, por ser el jefe de sus
enemigos.
El
episodio de la guerra de los dioses viene a simbolizar la vida y las costumbres
de los antiguos y no tan antiguos griegos, siempre guerreando los unos contra
los otros. Pero también nos viene a decir que la astucia y la inteligencia,
sabiéndolas emplear, son superiores a la fuerza bruta. La joven generación de
dioses olímpicos con una gran astucia y con una inteligente planificación,
fueron capaces de superar la enorme fuerza bruta de sus adversarios.
Esto va
a ocurrir realmente, muchos años después cuando los griegos con solo sesenta
mil hombres, se deben de enfrentar al un ejercito persa compuesto por más de
doscientos cincuenta mil hombres, que empleando la sabiduría, le infligieron un
severo castigo.
Tras el
triunfo de Zeus en la guerra de los dioses, para poder imponer su autoridad,
tuvo que pasar por dos contiendas más: la primera conocida con el nombre de
GIGANTOMAQUIA, o la lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, que se
convirtió en el mito más célebre de la mitología griega, fue plasmado en
numerosos frisos y tímpanos de los templos griegos.
Gea
apoyó a Zeus contra sus propios hijos, los titanes. El mal trato impuesto por
aquel a éstos, incomodó de tal manera a Gea, que se volvió a poner en contra de
su nieto y convenció a los GIGANTES para que le ayudasen a derrotarlo. Los
gigantes según una leyenda se habían engendrado de la sangre vertida en la
castración de Urano; pero para otra leyenda los creó Gea para vengar la derrota
de los titanes.
Los
gigantes animados por Gea, comenzaron a arrojar grandes piedras y troncos de
árboles ardiendo al cielo. Zeus y sus hermanos solo contaban con la ayuda de
sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Artemisa y Atenea. Esta última tuvo una
participación muy importante en la lucha.
La
guerra se prolongó más de la cuenta, pues los dioses olímpicos luchando con
gran ardor, no conseguían matar a los gigantes. A pesar de su gran poder, no
tuvieron otra opción que acudir a un oráculo, y por primera vez en la historia
de la antigua Grecia, la sacerdotisa les daba una respuesta concreta. “Los
dioses olímpicos solo podrían herir a los gigantes, para matarlos debían de
recurrir a un mortal”.
Atenea,
la diosa de la sabiduría dio con la solución , alistando a su hermanastro
HERACLES, que aunque era hijo de Zeus, también lo era de su amante mortal Alcmena, de ahí que
venía a ser mortal, provisto de una gran
fuerza (símbolo de la fuerza), mató a los gigantes.
La
tercera contienda por la que tuvo que pasar Zeus, para imponer su autoridad,
fue su enfrentamiento con el monstruo TIFÓN, creado por Gea, por el mal trato
que le había dado Zeus a los titanes, a los monstruos y a los gigantes.
El
monstruo estaba provisto de cien cabezas de dragón con serpientes a modo de
patas y varios centenares de manos. Zeus decidió enfrentarse directamente al
monstruo. Tifón consiguió cortar los tendones de manos y pies del gran dios y
los escondió, pero el hijo de Zeus, Hermes, el dios de los tramposos, logró
encontrarlos y devolvérselos a su padre que regresó de nuevo al combate,
consiguiendo poco a poco expulsar al monstruo de Grecia y aplastarlo bajo el
peso del Etna.
Con
estos triunfos ZEUS se convierte en el dios del cielo y del universo, soberano
de todos los dioses y de los hombres, adorado por los humanos como protector
del estado y de la familia, sentado en su trono de oro en el OLIMPO y padre de
la segunda generación de dioses.
Gea, ya
no volvió a rebelarse más contra Zeus, reconociendo por fin su superioridad. De
este modo los dioses Zeus y sus hermanos: Poseidón, Hera, Demeter y Hestia
(Hades había bajado como dios del inframundo de los muertos), que le habían
ayudado junto con sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Atenea, Artemisa, Dionisio y
Hefesto; pudieron regresar victoriosos a su hogar en el OLIMPO, en donde Zeus
poseía un imaginario palacio con un gran salón en el que se reunían los dioses
cuando Zeus, el dios supremo del cielo, los citaba.
Para
alcanzar la categoría de dioses, debían de ser hijos del gran dios Zeus, bien
legítimos nacidos de la unión de la misma estirpe-matrimonio divino entre
dioses- o hijos ilegítimos de Zeus con mujeres con sangre de dioses.
Zeus
tomó por esposa a su hermana Hera (en la antigua Grecia, lo mismo que en
antiguo Egipto no existía el incesto).
De su
esposa tuvo un hijo legítimo: Ares. Que no fue el más amado por Zeus.
Hijos
ilegítimos con diosas titanidas, alcanzando todos ellos el Olimpo porque el
dios supremo los aceptó en su residencia divina. Entre ellos hay que citar:
ATENEA, que tuvo con la ninfa Metis. APOLO Y ARTEMISA, gemelos con la diosa Leto.
HERMES, con Maya, que no se sabe a ciencia cierta si era o no una titánida.
DIONISIO, con Sémele, hija del héroe Cadmo. También lo alumbró Zeus como
Atenea.
Zeus
debido a su gran poder, se disfrazaba de animales bellos que dejaba prendadas a
reinas y princesas mortales, amando a una infinidad de ellas. Ahora bien, los
hijos nacidos de estas uniones, solo podían alcanzar la categoría de semidioses,
héroes o reyes.
Del arte
griego solo se conservan en la Península, restos de varias colonias griegas
fundadas por los griegos foceos y rodios en la costa mediterránea.
Ahora
bien, como dijo el gran arqueólogo Vinckelman,”estudiar el arte griego es
estudiar el arte de la humanidad”, la frase es bien expresiva para indicar la
gran influencia que ejerció el arte griego en el arte de todo el Imperio romano
y en el de los reinos creados tras su desaparición.
En la
península Ibérica, los diferentes estilos griegos denominados órdenes griegas,
se tomaron como modelo en el desarrollo de la mayor parte de la arquitectura y
escultura hispana desde el romano al neoclásico.
La
arquitectura se va a caracterizar por su monumentalidad y la escultura por su
perfecta labra tanto en capiteles como en frisos y estatuas. Sobresales la
plasmada en el capitel corintio, muy presente en nuestro arte en todos los
tiempos y estilos. De las estatuas aunque escasas, alguna que otra si que
aparecieron en las mencionadas colonias griegas peninsulares, dedicadas a los
dioses y héroes griegos.
Cronológicamente
se suele dividir en cuatro períodos desde el año 2.500 años a. de C., fecha en
que se inician el arte y la cultura en la isla de Creta y en la ciudad
continental de Micenas; hasta el año l46 aproximadamente a. de C., que fue
cuando Corinto y mas tarde sobre el l68 a, de C. Macedonia y Esparta pasaron a
engrosar el estado de Roma.
El arte
y la cultura griegos se comenzaron a documentar a partir de la primera
olimpiada, el año 776 a. de C. en la
época arcaica u oscura. Hoy en día tras los descubrimientos de los restos
artísticos en las ciudades de Knosos en Creta por el arqueólogo inglés Evans y
en Micenas por Schlieman, la historia de Grecia resulta mucha más compleja.
Como en estas dos ciudades los mencionados arqueólogos, encontraron unos
palacios construidos mucho antes del año 776, con un arte muy evolucionado que
dieron origen al templo griego, hay que hablar de un arte PREHELÉNICO edificado
en la época de la Grecia prehelénica (anterior al siglo XV antes de C.)
Con el
nacimiento de la Grecia real a partir de la primera olimpiada, se creía, hasta que
los descubrimientos de Evans y Schliemann en el siglo XIX demostraron lo
contrario, que el primer arte griego real, conocido con el nombre de arte
GRIEGO ARCAICO, por desarrollarse en esta época arcaica que va desde la primera
olimpiada (776 a. de C.), tras la guerra civil entre dorios y jonios, hasta el
año 460 a. de C., veinte años después de la conclusión de la segunda guerra
médica. En esta época es en realidad cuando se comienza a construir el TEMPLO
GRIEGO, cuyo origen hay que buscarlo en el MEGARÓN de los palacios prehelénicos
de Creta, Micenas y Tirinto.
Con la
victoria de los griegos sobre los persas, se inicia en Atenas tras la formación
de la Liga de Delos encabezada por esta ciudad;
un renacimiento en el arte de Atenas dando origen al arte GRIEGO
CLÁSICO, que va a tener su edad de oro en la época de Pericles (460-429), que
se extenderá por toda Grecia hasta el último tercio del siglo IV y se dará por
concluido con la muerte de Alejandro Magno el año 323 a. de C.
Por
último está el arte HELENÍSTICO, así denominado para distinguirlo del arte
helénico, que se construye no solo en Grecia sino también en Siria y en Egipto,
tras el fallecimiento de Alejandro Magno. De este arte arrancará el arte
romano.
EL ARTE PREHELÉNICO.-Se desarrolló en la
isla de Creta entre los años 2.500 y 1.000 a. de C., fruto de una cultura que en alusión a la
mítica figura del rey Minos, se le conoció con el nombre de MINOICA. Las
excavaciones realizadas en los siglos XVIII y en el XIX, dieron como resultado
que estuvo relacionada con otra cultura que floreció en Mecenas y en Tirinto,
de ahí en denominarla cultura Creta-Micénica.
Hasta
los siglos XVIII y XIX, se creía que todo lo relacionado con la población de
Knosos, en donde tenía la corte el rey Minos de Creta, era fruto de leyendas
fabulosas y mitológicas que no tenían nada de reales. Pero tras las
excavaciones llevadas a cabo por arqueólogos europeos, se hallaron las ruinas
del palacio del rey Minos en Knosos, en donde según la leyenda tuvo lugar el
nacimiento contra natura del monstruo Minotauro, con cabeza de toro y cuerpo
humano, hijo de Pasifae, mujer de Minos y de un toro blanco enviado por
Poseidón. Minos lo encerró en el Laberinto, construido por Dédalos y le ofreció
cada año por una culpa pasada, siete muchachos y siete doncellas de Atenas; en cuyo
interior lo mató el héroe ateniense Teseo con la ayuda de la hija del rey, para
liberar a los atenienses del cruel tributo que le había impuesto el oráculo de
Delfos por una culpa pasada.
El mito de Dédalo.- Artesano
ateniense descendiente de la familia del primer rey de Atenas, Ceprops,
practicaba varios oficios destacando los de arquitecto e inventor, estaba
considerado como un auténtico artista. Fruto de la envidia que sentía por su
sobrino Talo, que entre otros inventó la sierra, lo precipitó desde lo alto de
la Acrópolis. Fue juzgado por el tribunal de de Areópago que lo expulsó de la
ciudad.
Dédalo, busco refugio en Creta, en
la corte del mítico rey Minos para el que realizó el Laberinto, un palacio cuyo
conjunto de corredores estaba de tal manera ensamblado que una vez dentro de
ellos, era totalmente imposible hallar la salida. En el encerró el rey Minos al
Minotauro.
Durante el tiempo que estuvo en
Creta, tuvo un hijo, Icaro.
Cuando Teseo llegó a Creta con la
intención de matar al Minotauro, para liberar a los atenienses del tributo que
tenían que pagar anualmente. Dédalo al ver a Ariadna enamorada de Teseo, le
descubrió el secreto del laberinto a aquella. Teseo mató al Minotauro, pero al
enterarse Minos que el culpable fue Dédalo, lo encerró junto a su hijo en el
Laberinto. Deseoso de escapar de la cárcel y de Creta, ideó unas alas y las
adaptó a los hombros, uniéndolas con cera. Dédalo y su hijo Icaro, iniciaron el
primer vuelo de la historia. Icaro no haciendo caso a los consejos de su padre,
que le había aconsejado no volar bajo para que las olas del mar no las mojaran,
ni tampoco tan alto en donde calentase demasiado el sol; por su arrogancia
Icaro, se elevó lo más alto que pudo, el calor derritió la cera que le unía a
las alas y se precipitó al mar, que desde entonces se le denomina Mar Icaro. Su
cuerpo fue hallado en las costas de la isla que se le denominó también Icara,
allí lo encontró y lo enterró Heracles.
Las
excavaciones dieron como resultado la existencia del palacio de Minos y la de
otros palacios similares en Creta y en el continente griego-montículo de
Tirinto-, así como el hallazgo de esculturas de soberbia factura como el RITÓN
o CABEZA DE TORO DE KNOSOS, construido su cabeza con esteatita y piedras
preciosas y los cuernos de oro, muy relacionado con la leyenda del Minotauro.
Todo ello llevó a la conclusión de que la leyenda del Minotauro, sería una
idealización político-religiosa y que la cabeza del animal se emplearía en las
celebraciones religiosas y los grandes cuernos servirían de asa o agarradero
para la liberación ritual de los sacerdotes.
El
origen de este mito fue probablemente la existencia de hijos ilegítimos,
nacidos de la unión de la reina con un cretense, Tauros. Por otra parte, el
toro en Creta era un semidiós sagrado y parece verosímil que se le ofrecieran
sacrificios humanos.
De
todas formas del arte de Creta, del de Micenas-en donde se encontraron máscaras
de oro,- y del de Tirinto (probable residencia de los monarcas de Micenas)
hasta el siglo XVIII, lo único que se conocía de estas poblaciones eran las
leyendas del Minotauro y del héroe Heracles, éste al enloquecer por culpa de su
madrastra Hera, acaba matando a sus hijos al confundirlos con enemigos.
Recuperada la razón, intentó quitarse la vida, luego reflexionó y decidió
acudir a Delfos para preguntar a la sacerdotisa del templo de Apolo, si existía
alguna manera de recompensar el crimen que había cometido. La respuesta de la
pitia fue clara y contundente: Debía de acudir a Tirinto a la corte de su primo
Euristeo, rey de Micenas, entrar a su servicio, permanecer con él un tiempo
determinado y realizar cuantas empresas le ordenase el rey. Este le impuso una
serie de pruebas conocidas por los DOCE TRABAJOS DE HERACLES; si conseguía salir airoso de ellas, sería
recompensado con la inmortalidad.
En
relación al mito del Minotauro, como se puede demostrar con los restos hallados
de su palacio, se cree que la existencia
del rey Minos de Creta, fue real y no leyenda, tendría su corte en Knosos y que
mandaría construir un hermoso palacio (los restos que se pueden observar hoy en
día son de bella factura), en cuyo interior sobresalía un Laberinto o cárcel,
que el rey aprovechaba para encerrar en su interior a los rehenes, alrededor
del cual se generaría la leyenda del Minotauro, y que hasta el siglo XVI a. de
C., tanto la Grecia continental como las islas estaban sujetas al monarca, de
Creta a cuyos habitantes les imponía tributos y la entrega de rehenes que
alojaba en el Laberinto para que aprendiesen las “maneras” de Creta.
Atenas,
como hemos dicho estaba obligada a enviar l4 jóvenes rehenes, que se escogían
por sorteo entre las doncellas y muchachos de la ciudad. Teseo, el héroe
ateniense fue uno de esos rehenes, pues acudió voluntario sin entrar en el sorteo aunque su padre Egeo,
deseaba excluirlo. Al final Egeo, aceptó y Teseo se marchó a Creta al frente de
los demás jóvenes que componían el tributo con el objeto de acabar con el
monstruo.
El
barco con los rehenes partió de Atenas con velas negras, como símbolo de la
tristeza de los atenienses por la pérdida de los jóvenes, y su padre le entregó
al piloto del barco una vela blanca,
encargándole a Teseo que la izara si volvía con éxito del viaje.
En
Creta con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, que le entregó un ovillo de hilo
para que encontrase el camino de regreso en el laberinto, y dar muerte al
Minotauro; Teseo logró huir de Creta llevándose con él a Ariadna que abandonó en Naxos, y tal vez embriagado
se olvidó de izar la vela blanca, como había quedado con su padre, que al
divisar el barco con la vela negra, se tiró al mar, conocido desde entonces con
el nombre de Mar Egeo, en honor al padre de Teseo, rey de Atenas.
El mito
del Minotauro (cabeza de Toro y cuerpo humano) fruto de las relaciones contra
natura de Pasifae, esposa del rey Minos, al enamorarse de un hermosísimo toro
blanco enviado por Poseidón, llegó hasta el siglo XV, ya que Dante en su Divina
Comedia, la encuentra purgando su pecado en el infierno. El autor al hablar del
pecado de la lujuria y del pecado de la bestialidad (nefando) con sus almas
condenadas a los tormentos del fuego, incluye el alma de Pasifae, cuya lujuria
la condujo a encerrarse en una figura de una vaca de madera construida por Dédalos,
para ser apareada por el toro.
La
idealización de este mito, lo llevaron a la realidad en la época del raciocinio
griego-siglos IV y V a. de C.- con
Plutarco, que nos viene a decir que el laberinto era simplemente una
cárcel, en la que eran encerrados los jóvenes enviados por los atenienses como
tributo. Minos los daba como premio al vencedor de unos juegos, que casi
siempre era Tauro, general de Minos, que solía tratarlos como esclavos. Teseo
pidió a Minos participar en el juego, enfrentándose a Tauro.
Como a
Teseo lo consideraban hijo del dios Poseidón (hijo legitimo de Egeo, rey de
Atenas y de Etra, hija del rey de Trecen, Piteo. Según su abuelo materno, era
hijo de Poseidón, ya que la noche que Egeo se acostó con Etra, también lo hizo
Poseidón), a Minos no le disgustó la idea, ya que además de liberar a los
jóvenes atenienses, también lo liberaba a él, pues Tauro era el amante de su
esposa, Pasifae.
Algo de
ello tenía que ser cierto, ya que el mito del Minotauro, parece ser que hacía
alusión a los hijos ilegítimos de un cretense llamado Tauro con la esposa de
Minos, dando lugar a un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre, hijo de
Tauro y de Pasifae, del que se enamoró.
Las
excavaciones llevadas a cabo en los siglos XVIII y XIX, dieron como resultado
un hecho importantísimo: que el TEMPLO GRIEGO, el monumento más importante de
todo el arte griego, tenía sus orígenes en el interior de los palacios
prehelénicos, en la sala denominada MEGARON prehelénico.
El
descubrimiento de los palacios prehelénicos tomados como modelos en el
primitivo arte griego de la época arcaica, van a influir en el arte de la
humanidad y por lo tanto en el arte hispano, al demostrar las excavaciones que,
lo que se consideraba simbólico y mitológico o pura leyenda de la etapa
prehelénica, encerraba cierta realidad, como se pudo demostrar con las
mencionadas excavaciones.
Que los
deportes eran la gran diversión de la antigua cultura minoica de Creta, no hay
duda alguna como lo demuestra la propia planta de los palacios, con sus
dependencias alrededor de un patio rectangular con gradas para poder observar
el “salto del toro”, que debía de ser el deporte preferido de donde pudo muy
bien arrancar el mito del Minotauro.
El
poder del rey de Creta debió de ir debilitándose, pues al iniciarse la guerra
de Troya el año l.250 a. de C., formada la coalición aquea, fueron los reyes
del continente, Agamenón y Melenao, reyes de Mecenas y de Esparta
respectivamente los que impusieron su autoridad. Ahora bien, la Ilíada es un
poema épico fruto de la imaginación de Homero, y lo que tuvo de leyenda o
realidad aun no se sabe con certeza.
Hay que
tener en cuenta, de que todos los historiadores están de acuerdo, que la guerra
de Troya se inicia hacia el año l.250 a. de C., y se acepta con mas o menos
convención que el nacimiento de Homero ocurrió sobre el año 850 a. de C., narra
los acontecimientos por lo tanto 450 años después de ocurrir los hechos.
Fueran
leyenda o realidad, la mitología prehelénica se va a plasmar en la escultura
del posterior arte griego, como podemos observar en la metopas del Partenón,
construido en el siglo V a, de C. y las leyendas mitológicas de sus dioses y
héroes al ser asimilados y latinizados por los romanos, perdurarán hasta el
siglo IV después de Cristo en el arte romano pagano, hasta que Constantino dio
libertad de culto en el Imperio romano y Teodosio elevó a la iglesia cristiana
a religión oficial del Imperio.
Y por
si esto fuera poco en relación a la influencia del arte prehelénico sobre el
posterior arte griego, El TEMPLO GRIEGO, que aparece en la época del arte
arcaica, prolongándose toda la etapa constructiva greco-romana, tiene su origen
en el MEGARON PREHELÉNICO, una sala que se construye en el interior de los
palacios, sobre todo en los palacios de Tirinto y Creta.
El MEGARON venía a ser una sala rectangular con columnas
que a veces iba precedido de un doble patio o atrio, que según todas las
opiniones derivaría la planta del templo griego, de ahí la importancia que se
le debe de dar a esta época del arte griego conocida con el nombre de ARTE
GRIEGO ARCAICO, que se inicia aproximadamente el año 776 a, de C. perdurando hasta el fin de las
guerras médicas (479).
En
realidad el MEGARON era una de las salas principales del palacio que presentaba
un hogar en el centro y un techo sostenido por cuatro columnas, accediendo a su
interior desde el patio principal del palacio.
EL ARTE GRIEGO ARCAICO.- Dejemos atrás la
época de la Grecia prehelénica, con sus leyendas mitológicas y entremos en la
Grecia real, aceptando que existieron una cultura y un arte prehelénicos en
Creta y Micenas? con sus palacios que dieron origen al templo griego, que se
fue modificando en este periodo mas conocido de la cultura y del arte que
denominamos ÉPOCA ARCAICA del arte griego o simplemente arte arcaico griego.
Algunos autores sobre todo al hablar de la cultura griega la definen como época
oscura.
Para su
conocimiento debemos de situarnos en Grecia a finales del siglo X a. de C.,
sobre el año l000 a. de C., que va a ser un año muy importante para los orígenes
de la Grecia de hechos reales, lo mismo que para su arte y su cultura; no es
una fecha tan concreta, pero más o menos gira en torno a ese año.
Por
entonces Grecia estaba ocupada por los JONIOS, sucesores de los antiguos prehelénicos,
que fueron los que ocuparon el territorio griego en la antigua Grecia antes de
este siglo. Éstos sin que sepamos el por qué, fueron desplazados geográfica y
políticamente por los JONIOS, que se situaron en las tierras del Ática y del
Peloponeso, cuando sufrieron la invasión de los habitantes de las tierras del
norte (comarca de la Tesalia ), conocida con el nombre de INVASIÓN DORIA o
DÓRICA, porqué la componían los pueblos denominados DORIOS, que se consideraban
sucesores y descendientes de los antiguos prehelénicos y como herederos de
Heracles y de Teseo, a la invasión doria se le conoció también con el nombre
de: RETORNO O REGRESO DE LOS HERACLIDAS.
En esta
dualidad de jonios y dorios está el origen de la cultura y del arte griegos.
Ahora bien, tras las excavaciones llevadas a cabo en Creta y en Micenas, el
origen de la cultura y del arte en Grecia resultan mucho mas complejos, debido
a los restos hallados en ambos lugares de una gran arquitectura y una bella
escultura prehelénica, construidos mucho antes del año l000 a. de C.
La
invasión de los dorios, como sucedió posteriormente con la invasión de los
germánicos sobre el Imperio romano, era una invasión en masa, reclamando sus
tierras ilegalmente ocupadas por los jonios. Establecida la disputa con el
triunfo de los dorios, a los jonios no les quedó otra opción que emigrar a las
islas y a las ciudades de la costa de Asia; no todos emigraron, algunos
siguieron habitando el continente sobre todo en Atenas, el mismo Homero era
jonio y vivió en Atenas; mientras que el Peloponeso quedó totalmente dominado
por los dorios.
Las
luchas entre jonios y dorios durante 250 años (época oscura), trajeron graves
consecuencias para la cultura y el arte griego, arrasaron con todo lo anterior
y Grecia tuvo que comenzar de nuevo como si de un pueblo nuevo se tratara,
cuando en realidad llevaba muchos años existiendo, encontrándose en su edad
media.
La
cultura y el arte que se inicia ahora, denominado ARTE ARCAICO, se desarrollará
desde el final de esta guerra más o menos civil, que los griegos hicieron
coincidir con la primera olimpiada- el año 776 a. de C.-, hasta el segundo
tercio del siglo V a. de C., con las guerras médicas por medio.
Las
guerras médicas entre griegos y persas, fueron dos. La primera librada entre
los atenienses con la ayuda de los plateos contra los persas, por haber ayudado
los atenienses a los jonios de las ciudades de la costa de Asia en su revuelta
contra los persas. Por dicho motivo el rey persa, Darío, envía contra Atenas
una expedición de castigo. Una tormenta destruye la flota persa y el invasor es
derrotado en la batalla de MARATÓN por los atenienses conducidos por Melcíades
el año 491 a. de C., dicha batalla pone fin a la primera guerra médica.
Diez
años más tarde el rey persa, Jerjes I, que había sucedido a su padre Darío,
decide vengar la derrota de éste, mediante una nueva invasión compuesta por más
de 300.000 hombres. Para poder hacer frente a tan poderoso ejército, atenienses
y espartanos han de unirse y tras el sacrificio de las TERMO PILAS, en donde
perdió la vida el rey de Esparta, Leónidas y sus trescientos hombres. Los
griegos con Temístocles al frente observando el gran ejército de Jerjes, creyó
que lo mas acertado sería hacer la paz con ellos en las mejores condiciones que
se pudiesen conseguir.
Temístocles,
el jefe del ejército ateniense se caracterizaba por su inteligencia, pero como
buen griego de su época creía mucho en los dioses, y aducía que las respuestas
de los dioses de Delfos a los que había consultado, le eran desfavorables.
Temístocles
envió emisarios a los sacerdotes de Delfos que hablaban en nombre de Apolo, y
el oráculo anunció que toda resistencia era inútil advirtiendo a Atenas y a
Esparta que serían destruidas.
Entonces
volvió a mandar emisarios a Delfos, sobornando a los sacerdotes con un gran
regalo (varias vacas), que era lo que deseaban los sacerdotes del templo, que
venían a ser los que interpretaban las respuestas de la pitía. Con el regalo en
su poder (uno de los mejores regalos que se le podía ofrecer) ahora la
respuesta fue menos dura para los griegos, pero para no perder la costumbre,
ambigua.
En
agradecimiento al regalo de Atenas y para darle más validez a la respuesta, no
acudieron a Apolo para que los iluminase, como era la norma sino a Zeus, dios
supremo del universo y del cielo, soberano de todos los dioses, y le
pronosticaron:
Zeus
esto concede a los ruegos de Atenas. “El muro de madera te salvará a ti y a tus
hijos”.
Esto
había que interpretarlo y muchos atenienses construyeron un muro de madera
alrededor de las murallas de Atenas y allí perecieron dentro de la ciudad al
ser destruida por los persas.
Temístocles,
interpretó mejor los muros de madera que habían mencionado los sacerdotes de
Delfos, considerándolos como los “muros” de los barcos, y trasladó a la
población de Atenas al interior de los barcos que componían su formidable
flota.
Temístocles
decide por una serie de circunstancias, hacer frente a los persas en el
estrecho de mar que existe entre la isla de Salamina situada al sur de Aleuxis
y Megara y el continente. Fue un acierto ya que los griegos vencen a los persas
en la batalla naval de SALAMINA el año 480 a. de C., y en la batalla de PLATEA
el año 479 a. de C., gracias a la astucia del ateniense Temístocles y del
espartano Pausonias, artífices de los triunfos en las respectivas batallas. Con
el triunfo el mismo año en MICALE, termina la segunda guerra médica con la
derrota persa.
Con la
victoria contra los persas, las ciudades marítimas se reunieron en un congreso
en la ciudad de Atenas el año 476 a. de C., el resultado fue la formación de la
LIGA DE DELOS, a la que se adhirieron más de 200 ciudades esparcidas por las
islas del mar Egeo, por las costas asiáticas e incluso alrededor del mar Negro.
La Liga
se agrupaba en torno al antiguo santuario de Delos, bajo la presidencia de
Atenas, creada para organizar la defensa del mundo heleno contra Persia.
La
regía un consejo federal, en cuyas decisiones intervenía cada ciudad con un
voto, fijaba la participación de los aliados en los gastos de la flota y
arbitraba cuantos litigios surgiesen en el seno de la Liga.
Tras
vencer a los persas y formar la Liga de Delos, encabezada por Atenas, se inicia
en esta gran ciudad, un renacimiento y una evolución del arte que dará origen
al extraordinario ARTE CLÁSICO GRIEGO, que va a tener su edad de oro en la
época de Pericles (460-429).
Volviendo
al año 776, la arquitectura arcaica se inicia con la construcción del templo
griego, cuyo origen hay que buscarlo en el MEGARON de los palacios prehelénicos
de Creta y Tirinto. Venia a ser una sala de planta rectangular con un hogar en
el centro, cubierta con un techo sostenido por cuatro columnas, a la que se
accedía desde el patio principal del palacio, que presentaba un altar en el
centro para los sacrificios.
Al
MEGARON no hacía falta mas que dejarlo exento del palacio y quedaba convertido
en un templo, que va a sufrir transformaciones a lo largo de los años. La
planta siguió conservando se cella o naos y la antesala o pronaos, propias del
megaron prehelénico.
Muy
pronto va a aparecer un tercer elemento: una cámara que se situaba detrás de la
cella, denominada opistódomos.
El
primitivo megaron al situarse en el interior de un palacio con varias
dependencias, no tenía más que una fachada principal, que daba al patio del
palacio. Al quedar el templo exento, sin palacio, se colocaba otra hilera de
columnas detrás del edificio, quedando así con dos fachadas principales,
incluso a veces se colocaba un pórtico o galería cubierta rodeando a las cuatro
fachadas.
Si el
templo carecía de esta galería, se le denominaba IN ANTIS,- palabra derivada
del latín-, debido a que de sus fachadas se veían solo las columnas del
pronaos, lo mismo que en el megaron prehelénico.
Cuando
la columnata decoraba solo las dos fachadas principales, con cuatro columnas en
cada fachada, el templo recibe el nombre de TETRÁSTICO.
Cuando
la columnata corría también por las fachadas laterales, con seis columnas en
las fachadas principales, al templo se le denomina HEXÁSTILO.
Si el
templo presenta ocho columnas en las dos fachadas principales, columnas en las
fachadas laterales, además de pórtico o galería cubierta lateral; entonces al
templo se le conocía con el nombre de OCTÓSTILO, cuyo ejemplo más señero fue el
PARTENÓN de Atenas.
Los
templos más numerosos son los hexástilos, su planta viene a ser el desarrollo
del megaron con sus cuatro fachadas decoradas con columnas.
Los
templos con planta IN ANTIS, muy similar al megaron prehelénico, son los más
antiguos.
Muchos
templos se construyeron con planta “in antis”, añadiéndole más tarde en
reconstrucciones columnas alrededor, convirtiéndolo en un templo hexástilo.
El
diámetro de las columnas también nos indica su antigüedad, en los templos más
antiguos las columnas eran más gruesas y estaban más unidas las unas de las
otras.
Otro
signo de antigüedad se puede apreciar en las cellas, en los edificios antiguos
es larga y estrecha, más fáciles de cubrir con vigas transversales.
A
medida que avanzamos en el tiempo, la cella queda dividida en dos naves por una
fila de columnas e incluso en tres naves por dos filas de columnas como se
podía apreciar en el templo de Hera de Olimpia. A veces presentan la
particularidad de que las naves laterales se estructuran en dos pisos.
Los
griegos construyeron sus templos antes de la época de Pericles (siglo v a. de
C.), empleando dos estilos que denominaron ÓRDENES, porque se repiten en todos
sus detalles con cierto orden canónico: el orden DÓRICO, que era el preferido
de los griegos del continente (población doria) y el orden JÓNICO, que
adoptaron preferentemente los griegos de las islas y de las ciudades de la
costa de Asia (población jonia). Luego en el siglo V a. de C. apareció el orden
CORINTIO, que solo se diferencia del jónico en la forma y escultura del
capitel.
En
relación a las órdenes clásicas griegas diremos, que en la construcción de los
templos, utilizando y ordenando ciertos elementos arquitectónicos, siguiendo
determinadas normas en las columnas y en los entablamentos situados sobre
ellas, dieron lugar a las denominadas ORDENES ARQUITECTÓNICAS GRIEGAS, que
empleando primero la madera y el ladrillo y posteriormente la piedra y el
mármol, marcaron la pauta del futuro arte mundial.
EL
ORDEN BÓRICO GRIEGO.-En este estilo se construyeron los templos de Olimpia,
Delfos, Atenas y Corintio que se extendieron por Sicilia, por el resto de
Italia y por las ciudades de la costa asiática como el de Efeso, sardes, Samos
etc.
La
columna carece de base y el fuste arranca de un basamento que se denomina
CREPIDONA o ESTILÓBATO, suele ser mas gruesa por abajo que por arriba y
presenta ENTASIS (sensación de engrosamiento central), es acanalado con l6 -20
estrías verticales que se cortan en arista viva. El fuste termina arriba en una
serie de ranuras que forman el collarino o armillas, que viene a ser un pequeño
rehundimiento horizontal. A veces se forman una o dos filas de armillas
componiendo lo que se denomina HIPOTRAQUELIO.
El
capitel se compone de un EQUINO o moldura convexa formando la mayor parte del
capitel y de un abaco cuadrado situado sobre el equino.
En un
principio el equino convexo sobresalía mucho del fuste para posteriormente
convertirse en un simple tronco de cono invertido.
Sobre
las columnas se apoya una faja horizontal denominada ENTABLAMENTO, que se
compone del ARQUITRABE o viga horizontal lisa que corre sobre las columnas. Del
FRISO, separado de la viga por un listel y la CORNISA. El friso queda dividido
en recuadros decorados la mitad con estrías verticales llamados triglifos,
pequeños pilares con dos estrías entre ellos o Glifos y media estría a derecha
e izquierda. Entre los triglifos quedan unos espacios cuadrados que en un
principio estaban abiertos pero que posteriormente se cerraban y se pintaban o
esculpían llamados METOPAS.
La
alternancia de triglifos y metopas en el friso, componen lo más característico
del orden dorico.
Los
triglifos están coronados por una moldura de listel y en su base se sitúa otro
listel bajo el que se disponen seis pequeñas gotas cilíndricas o cónicas.
Las
metopas se decoran con relieves generalmente vegetales o figurados.
La
cornisa se sitúa sobre el friso en saledizo y se compone de un alero y de una
moldura o cimacio; la parte inferior del alero se adorna con los motolos o
regletas. La función de la cornisa es la de proteger del agua al edificio.
Sobre
la cornisa se sitúa el FRONTÓN en las dos fachadas principales del edificio
creado por las dos vertientes del tejado y se separa de la cornisa por una
moldura cóncava denominada SIMA. Los ángulos del frontón se adornan con unas
piezas denominadas ACROTERAS, que en un principio se trataba de figuras humanas
para ir pasando a figuras de animales, a dos figuras femeninas o a fauna
fantástica generalmente grifos. El tímpano se esculpía con relieves diversos.
El
templo estaba cubierto con vigas apareadas que a veces cuando la cella era muy
amplia había que colocar otra viga horizontal en forma de tirante.
Los primeros templos
se construían con madera y ladrillo (siglo VII a. de Cristo), cubiertos con
madera para ir pasando a la piedra y al mármol y se iluminaban generalmente con
lámparas de aceite aunque algunos podían tener ventanas en sus muros. De todas
formas como los sacrificios se realizaban en el exterior junto al altar situado
en frente de la puerta de la fachada oriental, la iluminación no tenía mucho
interés funcional.
ORDEN JÓNICO GRIEGO.- El fuste de la columna
ya no se apoya en el suelo sino sobre una base circular compuesta por dos toros
y una escocia entre ellos-base ática-, de todas formas la base jónica mas
empleada es aquella que se compone de dos toros y dos escocias coronadas por un
toro estriado. A veces en los templos más señeros la base se componía de varias
molduras superpuestas. En algún templo existe un pedestal cuadrado antes de la
base sobre el que se apoya toda la columna.
El
fuste es acanalado con las estrías achaflanadas por estrechos listeles lisos
generalmente en número de 24, se remata arriba bajo el capitel por una sería de
molduras circulares componiendo el ASTRÁGALO. Sobre le astrágalo se sitúa el
capitel compuesto por un EQUINO ornado con ovas y un cuerpo circular del que
parten los volutas una a cada lado, denominado COJINETE.
Las
VOLUTAS se componen de curvas espirales en cuyo centro se sitúa el ojo o disco.
Forman la parte más característica del capitel jónico, que con solo observarlas
ya nos identifican el capitel y el estilo.
Sobre
el capitel se dispone un ábaco rectangular que lo depara del alquitrabe.
El
ENTABLAMENTO, se compone de un ARQUITRABE, dividido en tres bandas horizontales
que a medida que ascienden se disponen en saledizo. De un FRISO, que a veces no
existe, decorado con relieves o liso y de una CORNISA en saledizo, coronada con
una moldura ornada con ovas y dardos. El alero a veces presenta modillones
prismáticos denominados dentículos.
Sobre
la cornisa por medio de una moldura cóncava o sima se sitúa el FRONTÓN con acroteras
en los ángulos y tímpano ornado.
Característico
del estilo jónico son las CARIÁTIDES (figuras femeninas con un cestillo sobre
la cabeza) en función de columnas.
A
simple información diremos que las cariátides están relacionadas con los
habitantes de Carias (Laconia) que en las guerras médicas se aliaron con los
persas; como venganza los griegos mataron a todos los hombres y vendieron a las
mujeres como esclavas y para perpetuar este hecho los arquitectos construyeron
estatuas-columnas femeninas, simbolizando que quedaban sumisas al pueblo
griego.
En
realidad las cariátides son anteriores a las guerras médicas, pueden estar
relacionadas con las danzas de las jóvenes del santuario de Artemisa, ya que
cariátide era el sobrenombre de Artemisa que poseía su templo en Carias.
De una
u otra forma, las cariátides aparecen en el templo jónico de Erecteo, levantado
en la Acrópolis de Atenas, en el lugar que ocupaba el viejo templo dedicado a
la diosa Atenea.
Así
como el templo dorico tuvo su origen dentro de la Grecia continental derivado
del antiguo megaron prehelénico, el capitel jonico al estar en relación con los
jonios que emigraron al Asia, el modelo pudo ser copiado de Oriente sobre todo
de Asiría y Chipre, se basan los historiadores en que los capiteles jonicos de
Oriente tenían las volutas poco desarrolladas con pocas vueltas de espiral
similares a los primeros griegos que poco a poco fueron evolucionando hasta
convertirlo en el extraordinario capitel jónico de la época clásica griega.
Ambos
estilos se fueron combinando en el mismo templo. El templo dórico tenía siempre
el techo cubierto mientras que el jónico su patio estaba a cielo abierto e
incluso algunas cellas eran lugares abiertos.
Un
ejemplo de estilos en el mismo edificio, lo tenemos en los PROPILEOS o puertas
principales de la Acrópolis de Atenas; las columnas exteriores son de estilo
dórico y las interiores jónicas. Lo mismo que en el PARTENÓN, de de
construcción dorica, presenta frisos de estilo jónico.
Esto
indicaba que la ciudad de Atenas estaba abierta a todos los griegos.
ORDEN
CORINTIO GRIEGO.-Su aparición en el arte griego es más tardía, por tratarse del
tercer estilo arquitectónico griego muy empleado en el arte clásico, lo
describiremos aquí. El capitel corintio es de creación puramente griega, dando
origen a un estilo nuevo dentro de la arquitectura griega. Se introdujo en la
etapa final de la arquitectura del siglo V a. de C., cuando Atenas estaba bajo
el poder de Pericles (440-430) a. de C.
Presenta
la forma de un cestillo o campana invertida, decorado con dos hileras de hojas
de acanto superpuestas, con finos tallos enroscados en forma de volutas bajo
los cuatro ángulos del ábaco conocidas con el nombre de CAULÍCULOS,
considerados como una reminiscencia del capitel jónico; entre las volutas se
sitúa una flor u otro motivo vegetal o incluso otras volutas más finas.
Sobre
el capitel se sitúa un ábaco rectangular curvilíneo de lados cóncavos formando
ángulos muy agudos que a veces se achaflanan.
El resto
de los elementos son similares a los del orden jónico con la única diferencia
que la columna suele ser mas alta.
El
capitel corintio lo empleó por primera vez el arquitecto del Partenón Ictinos,
en un templo de estilo jónico que construyó en la Figalia.
El
inventor del capitel fue el escultor Calímaco, que según cuenta la leyenda lo
había inventado en Corintio, de ahí su nombre.
Cuenta
la leyenda, que una joven depositó cierto día una canastilla de flores sobre la
tumba de su amante, y sería esa canastilla de flores la que inspiró a Calímaco
a idear el capitel.
Coronar
la columna con motivos vegetales era una idea que fluía en la mente de los
escultores relacionados con el círculo de Pericles y Calímaco dio con la
solución creando el bellísimo capitel corintio.
Las
hojas de acanto a partir de esa fecha van a ser constantes en la mayoría de las
manifestaciones del arte decorativo griego y no digamos en el futuro arte
hispano, existen muy pocos edificios en todos los estilos en donde no esté
presente el capitel corintio.
ORDEN
COMPUESTO.- Tras la muerte de Alejandro Magno el arte griego va a tener aun dos
siglos de brillante evolución, se le conoce con el nombre de ARTE HELENÍSTICO,
para distinguirlo del anterior arte helénico. Se desarrollará en Siria y en
Egipto, pero también se siguió construyendo en Grecia.
Hasta
que Grecia pasó a engrosar el Estado de Roma sobre el año l46 a. de C., los
griegos crearon el orden arquitectónico COMPUESTO GRIEGO, caracterizado por
presentar un capitel con volutas como en el jónico y las hojas de acantos del
corintio y otros añadidos que van a variar según la época constructiva.
El arte
romano que viene a ser una continuación del arte helenístico griego, además de
asimilar el dorico, que denominaron TOSCANO; el jónico y el corintio, un poco
modificados, también desarrolló y perfeccionó el ORDEN COMPUESTO GRIEGO.
¿En
donde se construyeron los templos en la época arcaica?: En los lugares sagrados
dedicados a los dioses.
¿Y
cuales son esos lugares sagrados?
Desde
la Grecia antigua existieron lugares sagrados, los más importantes era:
Olimpia, Delfos, Délos, la isla de Egina y sobre todo Atenas.
OLIMPIA.- Se relaciona con
Zeus. Su padre Cronos al casarse con Rea, la diosa de la fertilidad y de la
tierra, tuvo una familia muy numerosa compuesta por seis hijos: Demeter, Hera,
Hades, Poseidón Hestia y Zeus. Creó su propia dinastía convirtiéndose en el
dios soberano de todos los dioses titanes y tinánides pero cometió el error de
no hacer caso a su madre, Gea, para que dejara libres a sus hermanos, los
hecatonquiros y a los cíclopes, que permanecían presos bajo la tierra.
Gea, la
diosa mas poderosa de la antigua Grecia, herida por este trato de Cronos a sus hermanos
monstruos, le profetizó que uno de sus hijos acabaría destronándolo como él
había hecho con su padre.
Para
burlar su destino al que lo había condenado la poderosa Gea, Cronos devoró a
todos sus hijos nada más nacer. Rea, como antes su madre, Gea, quedó
desconsolada por la muerte de todos sus hijos y con la ayuda de su madre,
intentó salvar al pequeño, Zeus, y al nacer lo llevó a un lugar seguro al mismo
tiempo que envolvía una piedra con una tela y se la entregó a Cronos para que
se la tragase, pensando que se trataba de su hijo Zeus. Gea, escondió a su
nieto en una cueva que la tradición sitúa en Creta, en donde lo alimentó con la
leche de una cabra. De todas formas de la infancia de Zeus sabemos muy poco. Lo
que se sabe es que su primera esposa fue Metis, una titánida ninfa marina,
célebre por su astucia y sabiduría, madre de ATENEA. Zeus aprovechando su
sabiduría logró convencerla para que administrase a Cronos un droga que le
obligase a regurgitar la piedra ingerida y a todos los hijos que había tragado
anteriormente. Estos al recobrar su libertad se pusieron al lado de Zeus con el
objeto de destronar a su padre cronos y acabar con toda la raza de titanes y
titánidas que le apoyaban.
Para
acabar con Cronos y los titanes, Zeus tuvo que pasar por tres batallas que se
consideran como los mitos más celebres de la antigua Grecia: La lucha entre los
dioses Olímpicos contra los titanes conocidos con el nombre de TITANOMAQUIA; la
lucha contra los Gigantes o GIGANTOMAQUIA y la lucha directa del dios supremo
contra Tifón. De todas salió victorioso Zeus y con estos triunfos se convierte
en el dios del cielo y del universo, soberano de todos los dioses y de los
hombres, adorado por los humanos como protector del estado y de la familia,
sentado en su trono de oro en el Olimpo y padre de la segunda generación de
dioses.
Gea, ya
no volvió a rebelarse más contra Zeus, reconociendo por fin su superioridad. De
este modo los dioses Zeus y sus hermanos: Poseidón, Hera, Demeter, Hestia
(Hades había bajado al mundo de los muertos), que le habían ayudado a hacerse
con el trono junto a sus hijos: Ares, Hermes, Apolo, Atenea, Artemisa, Dionisio
y Hefesto ( las doce divinidades del Olimpo), pudieron finalmente regresar
victoriosos a su hogar en el Olimpo, en donde Zeus, poseía un imaginario
palacio con un gran salón en el que reunía a los dioses, cuando el dios supremo
del cielo, los citaba.
Zeus al
convertirse en dios supremo de Grecia, eligió el Olimpo como morada de los
dioses, con el fin de darle una residencia común y reforzar el concepto de
FAMILIA DIVINA.
Aunque
Zeus se casó con su hermana Hera, para reforzar este concepto; parece ser que
las bodas se celebraron en Creta en el monte Ida, así lo hicieron contar sus
seguidores en la escultura plasmada en varios templos; tuvo numerosos amantes
de las que nacieron dioses – por ser hijas de diosas – y héroes por ser hijas
de mujeres mortales.
Lo que
con toda certeza es seguro que las primeras olimpiadas tuvieron lugar en
Olimpia en honor a Zeus, algo de su leyenda debió de ser cierta (Aunque los
mitos son leyendas), para que sus adeptos las celebrasen el la ciudad
relacionada con su infancia el año 776 antes de C.
En
Olimpia se construyeron dos templos, el que estaba dedicado a Hera, presentaba
una cella larga y estrecha, siguiendo las pautas de los antiguos templos
doricos arcaicos y el de Zeus, que se situaba paralelamente al anterior,
presentaba una cella más amplia; al ser destruido por los persas, en su lugar
la familia de los alcmeónidas, al ser desterrados de Atenas y refugiarse en
Olimpia, construyeron un templo de mármol que más tarde en el siglo V a. de C.,
Fidias colocó en su cella la estatua de Zeus.
Los mitos: por tratarse de Olimpia,
muy relacionada con el dios supremo, el templo de Zeus ya estaba muy decorado
en ambos frontones. En el oriental aparecen esculpidas las figuras de héroe del
Peloponeso Pélops y el rey de Pisa (Elide) Enomao con Zeus en el centro. Según
la leyenda mitológica, Pelops era hijo de Tántalo, rey de Frigía, su padre le
cortó en pedazos y se lo dio a comer a los dioses. Zeus le resucitó y le
sustituyó el hombro que le había comido Demeter por otro de marfil. Luego se
marchó a Pisa en donde el rey Enomao desafiaba a una carrera de carros a
cuantos pretendían la mano de su hija hipodamía y tras vencerlos los mataba.
Gracias al caballo alado que le proporcionó Poseidón y a la complicidad del
auriga del rey que serró parte del eje de una de las ruedas del carro de
Enomao, le originaron la muerte al rey, Pélops resultó vencedor, se casó con
Hipodamía y fue proclamado Rey. Otra versión dice que la victoria del héroe se
debió a que Hipodamía quitó la clavija del carro de su padre.
En el frontón occidental se
representa otro mito: el combate que se llevó a cabo en las bodas de Piritoo
amigo de Teseo, cuando los centauros invitados a la boda quisieron raptar a las
mujeres y violar a la novia de del héroe, rey de la Tesalia, Hipodamía.
Entonces se entabló una lucha entre los centauros, (que en otras ocasiones habían
ayudado a su rey, por eso fueron invitados a la boda) y los lapitas (griegos),
que terminó con el triunfo de estos últimos, al frente de los cuales estaba
Teseo que también asistía a la boda.
Loa lapitas simbolizan a los
civilizados griegos y los centauros aquí simbolizan a los incivilizados persas,
(vida feroz y sin ley).
DELFOS.-Tuvo una importancia
extraordinaria para los griegos. Estaba considerado como el centro del universo,
de ahí que se le denominaba el ombligo del mundo, en alusión a la piedra que Cronos
había tomado creyendo que se trataba de su hijo Zeus.
Tras el
triunfo de Zeus en la guerra de los dioses, para poder imponer su autoridad
tuvo que pasar por dos contiendas más: La primera conocida con el nombre de
GIGANTOMAQUIA, o la lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, que se
convirtió en el mito más célebre de la antigua Grecia. Fue plasmada en numerosos
frisos y frontones de los templos.
Gea
apoyó a Zeus contra sus propios hijos, los titanes. El mal trato impuesto por
aquel a éstos, encolerizó de tal manera a Gea, que hizo que se pusiese en
contra de su nieto y convenciera a los GIGANTES, para que le ayudasen a
derrotarlo. Los gigantes habían sido engendrados de la sangre vertida en la
castración de Urano, pero otra leyenda nos dice que los creó Gea para vengar la
derrota de sus hijos.
La
lucha se prolongó más de la cuenta, ya que los dioses a pesar de su poder, y
luchando con gran ardor, no conseguían matar a los gigantes. Los dioses no
tuvieron otra solución que acudir a un oráculo, y por primera vez en la
historia de la antigua Grecia, la sacerdotisa les daba una respuesta concreta.
“Los dioses olímpicos solo podrían herir a los gigantes, para matarlos, debían
de recurrir a un mortal”.
Atenea,
la hija preferida de Zeus, que él mismo la había alumbrado, saliendo de su
cabeza crecida y armada, que venía teniendo una participación muy activa en la
lucha, dio con la solución, alistando a su hermanastro, Heracles, que aunque
era hijo de Zeus también lo era de su amante, la mortal Alcmena, de ahí que
venía a ser mortal y provisto de una gran fuerza (símbolo de la fuerza), acabó
matando a los gigantes.
Para que
un hijo pudiese alcanzar la divinidad olímpica tenía que ser hijo legitimo o
ilegitimo de Dioses, como ocurrió con Apolo, Hermes etc. que hijos de Zeus sus
madres eran diosas titánides, no así Heracles que su madre era mortal y solo
pudo alcanzar la categoría de héroe o semidiós, aunque fue el único héroe que
alcanzó la inmortalidad.
Desde
ese momento y viendo el poder de los oráculos, superior al de los dioses, Zeus,
le dara´el don de la profecía a su hijo Apolo. Lo obsequió con un casco de oro,
una lira y un carro tirado por cisnes y le ordenó que fundase un santuario en
Delfos. Después de varios contratiempos llegó a Delfos, encontrándose el lugar
ocupado por un monstruo, la serpiente Pitón, que guardaba el antiguo oráculo de
Temis.
Apolo
lo mató y decidió perpetuar el oráculo consagrando en un santuario un TRÍPODE
SAGRADO, que se convirtió en su atributo principal, sobre el cual una
sacerdotisa, la PITIA transmitía los oráculos que le inspiraba el dios.
El
templo de Apolo de Delfos era de estilo hexástilo con columnas alrededor en las
cuatro fachadas y detrás de la cella estaba el lugar del ORÁCULO, al que
acudían los griegos durante muchísimos años para conocer su futuro.
El
frontón principal estaba decorado con una escultura en donde se plasmaba la Lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, y a la
entrada estaba el altar de Apolo.
El
tercer lugar sagrado ya desde la Grecia Prehelénica común a todos los griegos
era DÉLOS, debido a que allí se mostraba la roca en donde Latona, había
dado a luz a los gemelos hijos de Zeus: Artemisa y Apolo.
Leto o
Letona fue una de las amantes favoritas de Zeus, tuvo que dar a luz en Délos
por la orden que dio a todo el mundo Hera, para que nadie le diese cobijo para
dar a luz. Leto no tuvo otra opción que traer al mundo a los gemelos, Artemisa
y Apolo, solitaria sin ayuda de ninguna clase y al abrigo de una roca. Nació
primero Artemisa y recién nacida tuvo que ayudar a su hermano gemelo Apolo, a
que naciese, quedando tan marcada por la dolorosa experiencia del parto, que le
pidió a Zeus que la permitiera ser virgen toda su vida.
Lo de
ayudar a su hermano se trata de una metáfora, al nacer primero fue abriendo el
canal del parto permitiendo que su hermano naciese con menos dificultad.
El mito
de Artemisa en Oriente es más importante que en Occidente, mientras aquí es la
diosa de la caza y protectora de las mujeres, que le rogaban para que tuviesen
un parto feliz, en Oriente (Asia Menor) se le consagró un santuario en Efeso,
cuyo templo estaba considerado como la sexta maravilla del mundo. Allí fue
protectora de las amazonas y diosa de la fecundidad, de ahí que se le
representaba con todo el cuerpo cubierto con pechos (diosa nutricia).
El
cuarto lugar sagrado para los griegos de la época arcaica tardía debió de ser
la isla de EGINA, en donde se levantó un templo en lo alto del promontorio
dedicado a una divinidad local: la diosa Afaida de origen cretense. Las
esculturas que adornaban sus frontones quedaron despojadas a principios del
siglo XIX, y hoy en día se encuentran enriqueciendo la colección de la
gliptoteca de Munich en Alemania.
Del
templo levantado en Egina, hay que destacar las esculturas de los frontones, en
donde se representa la lucha de los griegos contra los troyanos, en cuya guerra
los habitantes de la isla, tomaron parte dos veces: la primera en tiempos de
Heracles y Teseo y la segunda combatiendo al lado de Agamenón, Menelao, Aquiles
y Ulises.
El mito de la guerra de Troya.- No todos los titanes lucharon contra Zeus en la guerra
de los dioses, uno de ellos llamado Prometeo, hijo de Japeto y de Climene y
hermano de Atlas, que en griego significa “el que ve más allá”, un profeta que
pronosticó el triunfo de Zeus, luchó a su favor, y el gran dios se lo
agradeció, pero Prometeo cometió la osadía de enfrentarse al dios supremo
“sustrajo el fuego del cielo y se lo entregó a los hombres”, Zeus encolerizado
por el ultraje le castigó con una tortura para toda su vida.- Le hizo encadenar en el monte Cáucaso, en los
límites del universo-. Según una leyenda Heracles treinta años después lo
liberó del castigo. Según otra, corrió por el Olimpo la noticia de que Prometeo
conocía un secreto de gran importancia que afectaba a la vida de Zeus. El
secreto consistía en que la única persona capaz de derrotar al dios sería el hijo
que tuviese con su amante la ninfa del mar, Tetis. De esta forma el gran dios
podía evitar el destino al que habían sucumbido su padre y su abuelo.
Zeus había destronado a su padre
Cronos, como soberano supremo del mundo, lo mismo que había hecho éste con su
padre Urano. A Zeus le preocupaba de ser victima del mismo destino que su padre
y su abuelo. En esta ocasión fue capaz de romper con la maldición, no solo
porque gracias a Prometeo, que a cambio le había liberado de la tortura,
consiguió enterarse de la misma, sino que hizo todo lo posible para evitarla. (Zeus
conocía muy bien las profecías de Prometeo, de ahí que aceptó de buen grado
liberarle de la tortura por el conocimiento del secreto).
De entrada dejó de lado su pasión por
la bella ninfa del mar Tetis, con la que estaba condenado a tener un hijo que acabaría siendo más poderoso que el mismo.
En segundo lugar engulló a Metis,
la tetánide de la sabiduría a la que había dejado embarazada, sabedor de que el
hijo que viniese de su unión carnal, tendría a si mismo un gran poder (como
heredero de la sabiduría de su madre), y lo dio a luz él mismo para neutralizar
su profecía, fue una hija Atenea, que nació de su cabeza crecida y armada.
En cuanto a la diosa Tetis, una de
las múltiples amantes del dios, para deshacerse de ella por miedo a que naciese
ese hijo, profetizado por Prometeo, que lo destronase, decidió buscarle un
marido; el elegido fue Peleo, un mortal que había luchado al lado de su hijo Heracles en su aventura contra las
amazonas.
A Tetis, no le satisfacía la idea,
prefería ser la amante del dios supremo que la esposa de un simple mortal, pero
cuando Zeus le propuso organizar una boda a la que asistirían todos los dioses
del Olimpo, cambió de parecer.
El rey del Olimpo cumplió su
palabra, pero se olvidó de invitar a la boda a la diosa de la discordia, Eris
que juró por ello tomarse la venganza, y en medio del banquete sobre la mesa que
se sentaban Hera, Afrodita Y Atenea, dejó escapar una manzana de oro con la
inscripción “para la más hermosa”, creando una gran discordia, ya que las tres
diosas: Hera, Atenea y Afrodita, reclamaron para si la manzana y al no ponerse
de acuerdo, acudieron a Zeus, para que decidiese a cual de las tres le
correspondía la manzana, que era tanto como decir, CUAL DE LAS TRES ERA LA MÁS
HERMOSA.
Para Zeus era muy difícil decidir,
se trataba de su hermana y esposa, de su hija más querida y de la diosas de la
belleza y del amor, que nadie ponía en duda, y delegó en Paris, un joven dotado
de gran belleza y fuerza física, que por entonces estaba de pastor en el monte
Ida, que también asistía a la boda.
Ante la discordia que se originó,
Paris dijo que entendía mucho de belleza, ya que en su rebaño pastaba el toro
más hermoso de la región; pero también reconoció al presentarle Zeus otro
bellísimo toro (Ares disfrazado de toro), que era más hermoso que el suyo,
dejando claro ante todos, lo justo de su criterio.
Ante tal sinceridad, Zeus lo
declaró juez único y Paris acudió al Olimpo para dirimir la disputa: Cual de
las tres era la más bella. Se decantó por Afrodita, a pesar que Hera le ofrecía
todo el poder del mundo, Atenea el don de la sabiduría, porque Afrodita le
ofreció el amor de la mujer más bella del mundo: Helena de Esparta, esposa del
rey de Esparta Menelao e hija simbólica de Zeus y de la esposa del rey, Leda.
Hera y Atenea juraron vengarse de
Paris, que al resultar ser el hijo ilegitimo de Príamo, rey de Troya, raptó a la
joven y la llevó a Troya. La venganza de las poderosas diosas no tardó en
llevarse a cabo, destruyendo por medio de una sangrienta guerra que duró diez
años, la ciudad de Troya – el año l.250 antes de Cristo.-
La guerra se iniciaría para vengar
el honor de los griegos al raptar Paris la esposa de un rey griego, para
satisfacer a las diosas Hera y Atenea, humilladas por el héroe troyano y sobre
todo por ese afán de los reyes y héroes griegos –micénicos y troyanos- de
alcanzar con sus triunfos la simbólica inmortalidad.
Observando así los hechos,
interviniendo en la contienda los dioses del Olimpo, la guerra pronto entró en
el terreno de lo legendario, y adquiere un carácter simbólico en alusión al
enfrentamiento entre griegos y asiáticos, que va a perdurar durante muchos
siglos después.
Tras las excavaciones llevadas a
cabo en el siglo XIX, hoy en día la guerra de Troya al hallar los restos de la
ciudad, se suele aceptar como una realidad histórica.
No hay que ver más que la situación
de Troya, localizada al noroeste de Turquía, a la entrada del estrecho de
Dardanelos, que por entonces se le conocía con el nombre de estrecho de
Helespondo.
Cuando los griegos iniciaron su
expansión comercial hacia el Ponto Euxino, chocaron con Troya que dominaba el
paso de los estrechos, entorpeciendo y destruyendo los barcos griegos para
hacerse con su botín, atesorando una gran riqueza en oro, hierro y cobre que la
convertían en una gran codiciosa presa, motivo por el cual los griegos
organizaron una expedición para reconquistarla y recuperar así, lo que le
habían robado.
El problema afectaba por un lado a
Esparta y Micenas que deseaban vengar el honor de un rey griego y formarían la
coalición Aquea, a la que se unirían las ciudades comerciales griegas, para
acabar de una vez con dicho peligro.
Teniendo en cuenta que Esparta y
tal vez Micenas, no disponían de flota comercial, había que pensar que nada se
le perdía en el mar Negro. Así que hay que aceptar que el motivo de la guerra
fuese doble: por un lado el rapto de Helena no habría que considerarlo con un
mito simbólico, sino mas bien como un hecho más o menos real, eso sí, rodeado
de acontecimientos míticos, pues los reyes acudirían a las poderosas diosas
para que le ayudasen a recuperar a Helena.
Por otro lado las ciudades
comerciales griegas se unirían a Esparta y Micenas, con la intención de ganar
la guerra y recuperar así lo que Troya le había robado.
ATENAS.- Atenea fue la
protectora de Atenas, todo el proyecto de la futura acrópolis quedó subordinado
a su adoración.
El mito del nacimiento de Atenas.-Cuando los griegos unidos de la antigüedad decidieron
crear la gran ciudad-estado de Atenas, los dioses sabían que con el tiempo
sería la ciudad más importante del mundo de entonces, y muchos quisieron
convertirse en sus protectores, y surgió la disputa sobre quien merecía tal privilegio.
Los dioses reunidos llegaron a la conclusión de que solo dos podían aspirar a
dicho honor: POSEIDÓN, por la proximidad de la ciudad al mar, la ciudad iba a
estar muy condicionada por el mar, por ser por donde llegaban las invasiones a
Atenas y Poseidón con su poder como dios del mar podía impedirlas o
derrotarlas; y ATENEA, debido a que la ciudad estaba destinada según los dioses
a ser cuna de las bellas artes, y la diosa era la protectora de las bellas
artes.
Como ninguno daba su brazo a
torcer, Zeus ante el problema que suponía una disputa entre dioses olímpicos,
propuso dirimir la cuestión con una competición en la que los demás dioses
harían de árbitros. Cada aspirante debía de entregar a los humanos un regalo
que fuese útil y provechoso, y el que concibiera la mejor invención, seria
nombrado protector de Atenas y la ciudad llevaría su nombre.
Poseidón golpeó con su tridente en
el suelo y apareció un caballo hermoso; se trataba de la creación del primer
caballo. Todos los humanos quedaron maravillados y convencidos de que la
invención no se podía superar.
En relación a este mito que viene a
simbolizar la disputa de los reyes de Atenas por la comarca de la ÁTICA, cuyo
vencedor fue Ceprops, quien se puso al lado de Atenea. Hay quien opina que al
golpear Poseidón con su tridente la roca de la Acrópolis, del suelo brotaría
agua y no un hermoso caballo.
Atenea, sin perder la sonrisa, hizo
brotar del suelo pedregoso un ÁRBOL de hojas verdes grisáceas con unos pequeños
frutos ovalados de color verde: el OLIVO. Mi regalo, dijo la diosa,
proporcionará alimento para los humanos, aceite para las ofrendas de los
dioses, además de tratarse de un árbol resistente y duradero, capaz de dar
fruto en el suelo más árido ypedregoso. Pero lo más importante señaló la diosa,
es que simboliza la PAZ, a diferencia del caballo de Poseidón, que simboliza la
guerra.
La elección no ofreció duda alguna,
aunque tanto los dioses como los humanos reconocieron el gran regalo de
Poseidón, Atenea quedó como vencedora y protectora de Atenas.
Entre los vítores de los demás
dioses olímpicos, la nueva ciudad recibió al mismo tiempo un nombre: ATENAS y
una poderosa protectora: Atenea.
Así
como los templos de Delfos, Egina y Olimpia, por construirse a finales de la
época arcaica, ya empleaban materiales nobles como el mármol y la piedra con
una rica escultura plasmada en frisos, metopas y frontones, la ACRÓPOLIS de
Atenas ya había sido habitada y construida desde los tiempos prehelénicos-antes
del siglo X a. de C.-, dedicada a los reyes-dioses Ceprops y Erecteo.
Presentaba una planta alargada similar a la que tenía el castillo de Tirinto.
Desde que Erecteo fue rey de Atenas, estuvo dedicada al culto de la diosa
Atenea. La presidía una gran estatua de madera llevada por los atenienses fuera
de la ciudad, al abandonar Atenas, al comenzar la segunda guerra médica.
Pasando
del origen mítico de Atenas al de los reyes mitológicos, el primer rey-dios
parece que fue Ceprops, que sería el que fundó la ciudad ya que falló a favor
de Atenea en la disputa que ésta sostuvo con Poseidón por la posesión de la
Ática. Se le atribuyen diversas instituciones, como la de las doce tribus
atenienses, las leyes sobre el matrimonio y la institución de los cultos
religiosos.
El
segundo héroe ateniense uno de los primeros reyes-dioses de Atenas fue Erecteo,
se le consideraba hijo de la tierra, mitad hombre y mitad serpiente. Sus
méritos más importantes consistieron en introducir en Atenas el culto a Atenea,
haber fundado las panateneas y el haber vencido a las tropas eleusinas de
Eumolpo que para lograr su victoria tuvo que sacrificar a una de su hijas como
exigía el oráculo inspirado por Poseidón, padre de Eumolpo. Erecteo había
muerto fulminado por Poseidón. Fue enterrado en la acrópolis y en el lugar se
alzó en su honor el primer ERECTEÓN.
Deseando
de rodear de esplendor los lugares sagrados de las leyendas que hacían
referencia a los comienzos de Atenas, los arquitectos de la ciudad construyeron
el ERECTEÓN en el lado norte de la acrópolis, en honor al primer rey mítico de
Atenas. Bajo una esquina de su estructura se situaba la tumba de Crepops. De
estilo jónico y de alargada planta rectangular, no guardaba simetría y estaba
construido en dos niveles; sus pórticos no guardaban relación los unos con los
otros.
Como él
fue el que introdujo el culto a Atenea, el viejo templo lo compartía la diosa
con los mencionados dioses. Se componía de una cella o naos, en cuyo centro se
situaba la estatua de Atenea y de dos cámaras situadas detrás del pronaos para
los citados dioses.
Posteriormente
a la muerte de Pericles- que no quiso construir el PARTENÓN sobre el templo
viejo, el año 4l9 a. de C., en el lugar en donde se levantaba el VIEJO TEMPLO
prehelénico, se edificó un templo denominado ERECTEO o ERECTEIÓN, en estilo
jónico sustituyendo la madera por el mármol en su factura, presentando una sala
destinada al culto de los dioses Ceprops y Erecteo, y con una tribuna a un lado
como única innovación sostenida por seis CARIÁTIDES.
EL ARTE GRIEGO CLÁSICO .- Nos referimos al arte
desarrollado desde la época de Pericles, desde el año 460 a. de Cristo hasta la muerte de Alejandro Magno, año 323
a. de C., ya que existió una etapa de unos veinte años tras las guerras
médicas, que aun pertenece a la época arcaica, y los templos en poco se
diferencian de los clásicos, tanto por el material empleado en su factura como
por la escultura plasmada en su
estructura.
El año
480 antes de C. al iniciarse la segunda guerra médica, los griegos se reunieron
en Corinto para formar la alianza bajo el mando de Atenienses y espartanos, y
como al acudir al oráculo de Delfos, los dioses se manifestaron con su habitual
ambigüedad a favor de los invasores persas, los atenienses siguiendo el consejo
de su líder Timístocles, abandonaron la ciudad y se refugiaron en sus naves
ancladas en Salamina.
Una vez
terminada la segunda guerra médica con el triunfo de los griegos y creada la
Liga de Délos, Atenas creó un verdadero imperio, merced a los tributos que le
satisfacían los aliados, con los que formó una gran flota y reconstruyó la
ACRÓPOLIS, devastada por los persas al abandonar la ciudad los atenienses.
Siguiendo
la política de Temístocles, los atenienses construyeron más naves y reforzaron
la Liga para terminar con los persas, que aun ocupaban parte del continente y
el año 467 a. de C., capitaneados por Cimon, los griegos lograron otra gran
victoria en la desembocadura del río Eurimedonte, derrotando a la recompuesta
flota persa del mar Egeo.
Al caer
en el ostracismo Temístocles, que no tuvo otra opción que emigrar al Asia
Menor, el poder aristocrático de Atenas pasa a Cimon, hijo de Melcíades, que
defendía a la nobleza frente a Efialtes, que siguiendo la tesis de Solón,
impuesta doscientos años antes, venía a defender al pueblo y a que éste
participara en la política. Un mal paso en su carrera militar dio lugar a que
Cimon cayese también en el ostracismo el año 46l a. de C., hecho que aprovecha
Efialtes para presentar al pueblo una reforma que limitaba el poder de los
aristocráticos para entregárselo a la Asamblea popular del pueblo,
estableciendo la democracia.
Con el
establecimiento de la democracia, Pericles tomó partido por ella poniéndose al
lado de Efialtes. La muerte de éste al año siguiente, dio lugar a que Pericles
se haga con el poder político democrático de Atenas e inicia bajo la dirección
de su amigo Fidías, la reconstrucción de la afamada ACRÓPOLIS.
El arte
griego clásico, se relaciona con la ciudad de Atenas, por tener su EDAD DE ORO
en dicha ciudad, en la época en que Pericles dirigió la política ateniense,
desde el año 460 en que fue nombrado hasta el año 429 a. de C. que fallece de
una peste de tifus.
Después
de la muerte de Pericles, aun se construyen grandes templos en Grecia, no solo
en Atenas sino por todo territorio griego, empleando ya el estilo corintio, que se une así al dórico y jónico. El nuevo estilo
aparece en la etapa final de la arquitectura del siglo V, sobre los años
440-430 a. de C.
Ya
hemos dicho que lo empleó por primera vez el arquitecto Ictinos, en un templo
de estilo jónico que construyó en Figalía, de ahí que salvo el capitel, el
resto del estilo es similar al jónico.
Pasando
por lo tanto de los lugares sagrados de Delfos y Olimpia, en donde ya se
construyen templos similares a los clásicos a comienzos del siglo V, a la
ciudad de Atenas, la gran Polis (ciudad que se administra por si misma), en
cierto modo la tercera ciudad espiritual de Grecia, en la que Pericles se había
hecho con el poder político, compartido con la mayoría de los votos de la
Asamblea, sobre el año 46l a. de C.
Pericles
dominando a la Asamblea pudo sacar adelante una serie de decretos que van a
cambiar la vida política de la gran ciudad. El primero consistía en recompensar
económicamente a los que asistían a las reuniones del Consejo, de los
tribunales y a los magistrados, con el objeto de que pudiesen participar en la
democracia no solo los ricos sino también los pobres. El segundo fue restringir
la ciudadanía ateniense a los hijos legítimos cuyos padres fuesen hijos de
atenienses.
También
consiguió sobre el año 450 a. de C., que la Asamblea diese luz verde al decreto
que permitía a los atenienses utilizar parte del tesoro de la Liga de Délos,
para reemprender la RECONSTRUCCIÓN DE LA ACRÓPOLIS. El sueño de una acrópolis
reconstruida, acariciada por los atenienses desde que los antiguos templos
arcaicos fueran incendiados por los persas, iba a convertirse en realidad.
La
acrópolis estaba considerada como una colina sagrada en la que residía la diosa
ATENEA, la hija predilecta de Zeus, que velaba por la ciudad. Había que
construir por lo tanto una nueva casa para la diosa, mayor y de más calidad
artística que la antigua y Pericles le encarga a su amigo Fidias la dirección
de las obras por ser su amigo y el escultor más delicado de todos los
escultores que trabajaban en Atenas.
Al
encargar la dirección de las obras a un escultor ya indicaba la idea de
Pericles: Construir un monumento en el que la escultura, además de abundante
brillase a gran altura.
Al
regresar Temístocles a la ciudad tras el triunfo sobre los persas, la Acrópolis
estaba en ruinas y Temístocles inicia la construcción de un templo dedicado a
la diosa denominado HECATOMPEDÓN, por tener cien pies de largo.
Como el
templo se ubicaba fuera del lugar en donde estaba situado el viejo templo
anterior, a los atenienses no les pareció bien y las obras quedaron interrumpidas
hasta que Pericles, decidió que era el solar idóneo para levantar en su lugar
el PARTENÓN.
Al
subir al poder Cimon sustituyendo a Temístocles, decidió que el lugar elegido
para la construcción del templo de la diosa, sería el que ocupaba el viejo
templo anterior. Pericles sin embargo levantó el PARTENÓN fuera del
asentamiento del templo prehelénico.
Por
primera vez en la historia de la antigua Grecia, un hombre culto con un gran
espíritu liberal, Pericles, hizo caso omiso a los augurios de los dioses y a
los fanáticos atenienses que se aferraban a que la diosa deseaba quedar en el
mismo lugar en donde se asentaba el viejo templo.
Nacido
de una de las más ilustres familias de Atenas, por un lado despreciaba a la
aristocracia y aunque inició una de las democracias pocas veces superada,
también despreciaba al pueblo llano e inculto que de mala gana aceptaba sus
sabias iniciativas.
Intentó
reunir a los diputados de todas las ciudades democráticas de Grecia, para de
común acuerdo restaurar los monumentos destruidos por los persas, al no estar
de acuerdo con sus ideas, solo pensó en su Atenas y en convertirla en la
educadora de todos los griegos.
Con un
gran amor por la belleza artística, se dedicó a embellecer Atenas y para llevar
a cabo su proyecto, se apoderó del dinero de la Liga que se guardaba en un
lugar sagrado de Délos y con la idea de que si Atenas gastaba el dinero,
también aseguraba la paz y los aliados no tuvieron otra opción que claudicar.
Pericles
entonces se propuso reconstruir la Acrópolis, escogiendo a FIDIAS como director
de las obras por ser además de su amigo, un escultor con un pasado glorioso que
sabía muy bien interpretar sus altos pensamientos.
A la
Acrópolis se accede por los denominados PROPILEOS, que venían a ser las grandes
entradas a los lugares sagrados de la Acrópolis y que funcionaban también como
galerías de arte y lugar de reunión de los habitantes de Atenas. Presentaban
gran majestuosidad y se sostenían con columnas jónicas y dóricas, una mezcla de
estilos que venían a simbolizar que Atenas estaba abierta a todos los griegos,
demostrando así el verdadero espíritu de la ciudad.
El
Partenón fue el centro espiritual de Atenas, dedicado a una sola divinidad: LA
DIOSA ATENEA, espíritu de inteligencia activa y creadora y al mismo tiempo
guardiana de Atenas. Todo el proyecto de la Acrópolis fue subordinado a su
adoración.
Cuando
se hizo cargo de la decoración escultórica del Partenón, Fidias, ya no era
joven pero si un escultor que ya se había distinguido en trabajos anteriores.
De su juventud se mencionan varias obras escultóricas que testimoniaban su
calidad artística.
La
primera obra famosa la ejecuta por encargo de Cimon, entre los años 46º y 450
a. de C., se trataba de una escultura de Atenea esculpida en bronce de nueve
metros de altura, el objeto de Cimon era el de situarla en la Acrópolis cerca
de los propileos; se le denominó Atenea Promakhos, que quería decir, “la que
combate en primera línea”, fue la mayor estatua de Atenas, hoy en día excepto
su pedestal, ha desaparecido.
La
segunda gran obra de Fidias fue otra estatua de Atenea, ejecutada entre los
años 45l y 448 a. de C., del tamaño un poco mayor que el natural, se la
encargaron los griegos que vivían en la isla de LEMNOS, de ahí que era conocida
como Atenea Lemnía, su destino era el de situarla al aire libre en medio de la
Acrópolis. Fue considerada por todos los entendidos en arte de entonces, como
la obra más perfecta de Fidias.
La
tercera y la más extraordinaria obra de Fidias, situada en la misma Acrópolis
de Atenas, fue la GRAN ESTATUA DE ATENEA, esculpida en oro y marfil, se le
conocía con el nombre de LA PARTHENUS o DOCELLA, la labró con el objeto de que
sustituyese a la vieja estatua de madera que se situaba en medio de la cella en
el interior del Partenón.
La idea
de Fidias era de labrarla en mármol pero el pueblo le exigió que fuera de oro y
marfil. Atenea tenía en la mano derecha a la diosa victoria y con la izquierda
sostenía su escudo.
La
estatua ya no existe, al final del siglo V después de Cristo fue trasladada a
la ciudad de Constantinopla y según la versión oficial fue destruida por un
incendio entre los siglos VI y X de nuestra era.
Según
la versión oficiosa, la destruyó Justiniano para con su oro acuñar moneda y
poder pagar así a los soldados de su gran ejército, con la misión de
reconquistar las provincias occidentales perdidas del antiguo Imperio romano.
Como
una parte del oro y del marfil destinado a la labra de la estatua, desapareció
en el taller de Fidias, fue acusado severamente y hay quien dice que el Maestro
murió en la prisión.
Nada
hay seguro que así ocurriese, lo más probable es que Fidias lograse escapar de
Atenas y refugiarse en Elis y que los mandatarios de Olimpia comprasen su
libertad para que le labrase la estatua de Zeus para el templo de Olimpia, que
también ha desaparecido.
Una vez
terminadas las obras del Partenón el año 432 a. de C., los enemigos de Pericles
aprovecharon el proceso jurídico que se llevó a cabo contra Fidias para
derrocarle, más tarde no tuvieron otra opción que volver a nombrarlo tras el
fracaso de Atenas contra Esparta en la guerra del Peloponeso.
De
todas formas Pericles y Fidias transformaron a Atenas convirtiéndola en la
ciudad más hermosa y artística de Grecia. Durante dos siglos Atenas fue el alma
de Grecia y el Partenón erigido sobre los cimientos del edificio iniciado por
Temístocles, se convirtió en el templo más importante de Grecia.
El
Partenón se inició el año 447 antes de Cristo y se terminó en lo esencial, el
año 432 a. de C., su arquitecto fue Ictinos, el maestro de obras Calícrates y
la decoración corrió a cargo de Fidias; toda la escultura fue proyectada y
dirigida por Fidias, aunque lo mas tardío fue labrado por otros maestros
escultores seguidores de su estilo. Es uno de los mayores templos de Grecia,
con ocho columnas en sus dos fachadas principales (Octóstilo), si nos fijamos
en sus líneas generales parecen muy sencillas pero esta simplicidad está
cuidadosamente ideada ya que muchas adaptaciones ingeniosas hacen que las
líneas dan la sensación de ser paralelas o convergentes, cuando en realidad no
son ninguna de las dos cosas. Está situado en lo más alto de la Acrópolis
haciéndose visible desde muchos kilómetros a la redonda, especialmente desde el
mar para que los barcos lo puedan divisar desde largas distancias.
Estaba
considerado por todo el mundo de entonces como prueba manifiesta de la riqueza
y del poder de la ciudad de Atenas. Para los atenienses el Partenón era su
templo sagrado y un símbolo de la autoridad temporal.
En su
interior se situaba la estatua de Palas Atenea, realizada por Fidias de doce
metros de alto, labrada en madera y recubierta de oro y marfil.
Del
Partenón se han conservado gran parte de la escultura exterior aunque el
conjunto ha llegado hasta nosotros muy mutilado, ya que su esculturas se
encuentran hoy en día muy dispersas por otras naciones.
El
templo se transformó en la Edad Media en una iglesia cristiana y ortodoxa, de
polvorín cuando hizo explosión al caer sobre él una granada durante el sitio de
Atenas por los venecianos el año l687; la explosión dañó sobre todo a las dos
fachadas laterales mientras que las dos principales se mantuvieron mas o menos
en pie. Las esculturas que sobrevivieron fueron vendidas con el consentimiento
turco a Lord Elgin, embajador británico y en l816 pasaron a engrosar el MUSEO
BRITÁNICO DE LONDRES.
De los
grupos escultóricos que decoran los frontones quedan tan solo algunas estatuas.
La distribución de la escultura en el edificio no se conocería si no fuera por
los dibujos de un francés que lo debutó antes de ser volado por los venecianos
y sobre todo por las discreciones de los antiguos historiadores griegos.
La
escultura del frontón occidental, representa EL ENFRENTAMIENTO POR LA
SUPREMACÍA DE ATENAS ENTRE ATENEA Y POSEIDÓN. (Mito ya mencionado por aparecer
esculpido en otros templos de la última etapa del arte arcaico). La escultura
del frontón oriental, representa EL NACIMIENTO DE ATENEA BROTANDO DE LA CABEZA
DE ZEUS.
El mito del nacimiento de Atenea.- Zeus una vez que se hizo con el trono de dios supremo,
le preocupaba ser victima del mismo destino que su padre y su abuelo. En esta
ocasión fue capaz de romper la maldición al conseguir enterarse de la misma.
Prometeo, un profeta hijo de
titanes que al contrario que sus hermanos y tíos, lucho al lado de Zeus en la
guerra de los dioses; el dios supremo se lo agradeció, pero Prometeo cometió la
osadía de enfrentarse a Zeus,”sustrajo el fuego del cielo y se lo entregó a los
hombres”, Zeus encolerizado por el ultraje, lo castigó con una tortura para toda
su vida.
Se corrió por el Olimpo que el
profeta Prometeo conocía un secreto de tal importancia que afectaba al futuro
de Zeus, éste conocedor de sus profecías, le prometió liberarle de la tortura
si le revelaba el secreto, que consistía en que la única persona capaz de
derrocarle sería el hijo que tuviese con su amante la ninfa del mar Tetis, por
lo que Zeus aun estaba en condiciones de evitar su destino.
Zeus hizo todo lo posible para
evitar la maldición; en primer lugar dejo de lado su pasión por Tetis (futura
madre de Aquiles) y le buscó un marido-PELEO.
En segundo lugar Zeus engulló a la
ninfa Metis, la titánida de la sabiduría a la que había dejado embarazada,
temeroso de que el hijo que naciese pudiese tener un gran poder y lo dio a luz
el mismo, fue una hija, Atenea que nació de la cabeza de Zeus crecida y armada.
Volviendo
a Atenas y al Partenón, las figuras de los ángulos son de las pocas que se han
conservado, representan las horas y las parcas, veleidades que presiden el
nacimiento y la muerte de las personas. La misma idea del nacer y el dejar de
ser expresan el sol y la luna, con las cabezas de los caballos que tiran de sus
carros que asomaban en los ángulos agudos del frontón. Los caballos de Helios
(personificación del sol y de la luz del día), relinchan anunciando el día,
mientras que los caballos de Selene (personificación de la luna y de la
nocturnidad), agachan la cabeza anunciando la noche. Atenea como los faraones y
dioses egipcios, renacía al amanecer con la luz. Los escultores del Partenón
describían así el despertar de la aurora.
Las
esculturas de los frontones las colocaron, probablemente cuando Fidias estaba
cumpliendo el castigo del destierro, sus seguidores siguiendo su original
proyecto.
Las
esculturas colocadas en las 92 metopas de sus cuatro fachadas, las vio colocar
una vez labradas el Maestro. Dada su extensión, en ellas se representan varios
mitos de la época prehelénica: La lucha
de los lapitas contra los centauros,
con el héroe ateniense Teseo ayudando a su amigo Piritoo, cuando los centauros
intentaban violar a las mujeres griegas
El mito
del a lucha de los atenienses contra las amazonas.- estando presente el héroe inmortal Heracles. Entre las
pruebas que le impuso el rey Euristeo a Heracles, la novena consistía en
apoderarse del cinturón de la reina de la amazonas, Hipólita. A Heracles poco
le costó apoderarse del cinturón de la reina, le ayudó Teseo y a cambio
Heracles le ofreció raptar a la hermana de Hipólita, Antíope. Una tercera
hermana, Omitía, juró vengarse de Teseo e invadió Atenas, enfrentándose a los
atenienses, que después de vencerlas les hicieron firmar la paz al lado del
templo de Teseo.
Y
varias escenas de la guerra de Troya, con los héroes Aquiles, Ulises, Eneas
etc.
Los
tres mitos simbolizan el triunfo de lo culto y civilizado (griegos) sobre lo
brutal e incivilizado ((Persas), haciendo alusión a las guerras médicas en las
que los griegos vencieron a los persas.
En contraste
con estas leyendas heroicas míticas del mundo griego, los escultores
desarrollaron bajo el gran pórtico que rodea a todo el edificio, un
extraordinario FRISO ESCULTÓRICO, en el que aparecen desfilando en procesión
todos los ciudadanos de Atenas, los cuales representados en sus diversas clases
sociales, acudían fielmente al santuario de la Acrópolis. Se trataba de una
ceremonia cívica en la que celebrando las Panateneas, congregaba cada año a
todo el pueblo de Atenas y con mayor pompa cada cuatro años, con el objeto de
llevar el manto o peplo a la diosa.
En la
época prehelénica, la estatua de la diosa construida de madera, necesitaba que
anualmente se le revistiese con un manto o peplo de lana. En la época clásica
el peplo se le entregaba al sacerdote a la entrada del Partenón, para que éste
lo dejara suspendido todo el año en la cella sobre la estatua de oro y marfil
que Fidias le había realizado a la diosa.
El
FRISO que da la vuelta a todo el edificio de unos l60 metros de largo, estaba
esculpido con relieves planos de la mitad del tamaño del natural. Además de
situar por primera vez en un templo escenas de la vida civil, las figuras nos
muestran un gran naturalismo en las representaciones de cada grupo de
ciudadanos: viejos con mantos, jóvenes a caballo, filas de muchachas, matronas,
sacerdotes, burgueses etc., todos se dirigían a la fachada oriental por donde
se entraba al templo y se entregaba el peplo a la diosa.
Cada
figura sin desentonar del conjunto presentaba su gesto especial, las vírgenes
avanzaban rítmicamente y de repente algún jinete se apeaba de su caballo para
arreglar las bridas y alguna doncella se arreglaba el velo para presentarse más
hermosa ante la diosa.
En el
centro de las fachadas el cortejo de la sociedad se interrumpía para
trasladarnos al OLIMPO, ya que un grupo de dioses compuesto por las figuras
esculpidas de las doce divinidades superiores griegas, observaba desde lo alto
la ceremonia cívica.
La
escultura de las figuras de las divinidades se le atribuye a Fidias o a alguno
de sus discípulos aventajados, su extraordinaria factura dice mucho a favor del
que las esculpió, están consideradas como la mejor escultura del Partenón y de
todos los templos griegos.
Además
del Partenón y de los propileos, Pericles y sucesores, construyeron dentro del
santuario sagrado de la Acrópolis, otros templos como el dedicado a la diosa de
la Victoria de estilo jónico.
Los
griegos divinizaron a la Victoria con el nombre de Nike, hija de Palas y
mensajera de los dioses e hicieron de este nombre el epíteto de diversas
divinidades sobre todo de Atenea. Aquí la esculpieron sin alas (áptera) para
que no pudiese huir de Atenas. La diosa ya no se moverá de la Acrópolis. En su
frontón se esculpió un friso en donde se escenificaba la batalla de PLATEA, que
dio fin a las guerras médicas.
El año
431 a. de C. cuando Atenas gozaba de una época de esplendor en plena Edad de
Oro de su cultura y de su arte, estalló la GUERRA del Peloponeso, entre las dos
grandes ciudades-estados de Grecia: Atenas y Esparta, griegos contra griegos,
que terminó en desastre para Atenas. A pesar de la derrota, Atenas continuó
siendo la cuna de la cultura griega.
Al
comienzo de la guerra, Grecia estaba dividida en dos: por un lado el IMPERIO
ATENIENSE, conseguido gracias a los tributos que le proporcionaban sus
asociados de la Liga de Délos. Por otro lado estaba la ALIANZA ESPARTANA, que
comprendía la mayor parte del Peloponeso, los territorios del Istmo de Corintio
y la ciudad de Megara.
Las
causas de la guerra entre griegos fueron triviales y difíciles de comprender si
tenemos en cuenta que cincuenta años atrás, habían luchado unidos contra los
persas en las guerras médicas. En el fondo la causa principal de la guerra del
Peloponeso, fue: LA GRAN DESCONFIANZA QUE ESPARTA TENÍA DE ATENAS AL FORMAR
ÉSTA EL GRAN IMPERIO.
Como
ocurre la mayoría de las veces durante toda la historia, cuando existen dos
grandes potencias, una de ellas quiere dominar a la otra.
El
problema partía de las guerras entre dorios y jonios que tuvieron lugar
alrededor del siglo X antes de Cristo (ya explicada). Al triunfar los dorios se
quedaron con el Peloponeso mientras que los jonios, la mayoría emigraron a las
islas y a las ciudades de la costa de Asia; no todos emigraron muchos se
quedaron ocupando la Ática sobre toda Atenas.
Existía
por lo tanto un fondo RACIAL entre los dos pueblos que partía de la mencionada
guerra, que se odiaban aunque se aliaban cuando sufrían alguna invasión como
sucedió con los persas.
Tenemos
por lo tanto los dorios formando la alianza espartana y los jonios componiendo
el imperio ateniense.
De
todas formas los hechos que los llevaron a la guerra eran actuales del año 430
a. de C., ya que Atenas era democrática y quería extender esta forma de
gobierno a otros lugares de Grecia. Esparta Por el contrario era aristocrática
y conservadora, que deseaba mantener no solo por el Peloponeso sino por los
territorios del Istmo de Corintio y por Megara. Los espartanos eran guerreros,
y como por otro lado dada su situación (al estar rodeada de montañas), no
disponía de alimentos para subsistir si no se los proporcionaban sus aliados:
Corinto y Megara que los traían del exterior con su gran flota comercial.
Los
eventos que hicieron estallar la guerra, fueron más o menos los siguientes:
Corinto era el principal aliado de Esparta, una gran potencia comercial y
colonial, cuyos intereses chocaban con los de Atenas.
Atenas
por otro lado llevó a cabo una alianza con la ciudad de Corcira, colonia que
había sido fundada por Corinto y al mismo tiempo interfirió en los asuntos de
otra colonia de Corinto en Potidea, situada al norte cerca de Macedonia. Corinto
protestó ante Atenas y ésta le contestó imponiendo el embargo total del
comercio con Megara, una ciudad que pertenecía a la alianza espartana, pero por
sus cercanías con Atenas, ésta la consideró como una amenaza para su imperio.
Con las demandas de Corinto y con estos incidentes por medio, Esparta le
declara la guerra a Atenas y Pericles, la aceptó.
Vamos a
dar unas pinceladas de la guerra del Peloponeso, pues como muy bien dijo
Ticídides que intervino en ella, fue una guerra muy importante para la historia
griega de entonces, y el mensaje del historiador hay que saberlo interpretar,
ya que al final de la guerra el año 404 a. de C., fue un gran fracaso para
Grecia. Los espartanos a pesar de haber ganado la guerra no consiguieron la
unión de Grecia y la idea de una gran Grecia unida, con la derrota de Atenas no
se llevó a cabo, y va a ser un dictador, como en la mayoría de los casos, el monarca Felino de Macedonia, el que lo
consiga, 40 -50 años después.
Ante
dos formas distintas de entender el mundo de entonces y dos culturas también
distintas incompatibles. Se inició la guerra. Pericles disponía de una gran
escuadra marítima y del tesoro de la Liga de Délos, que consideraba suficiente
para ganar la lucha, pero carecía de un ejército de tierra, solo contaba con
treinta mil hoplitas (infantes de tierra), insuficientes para enfrentarse al
ejercito de los sesenta mil espartanos. Así que dejó invadir la Ática por los
espartanos teniendo en cuenta que Atenas podía defenderse tras las murallas,
esperando a que Esparta se agotara. Impidió que sus infantes le hicieran frente
a los espartanos por tierra, sabedor de la superioridad del enemigo y atacó con
la marina las ciudades costeras del Peloponeso.
El plan
de Pericles no funcionó, los atenienses no lo aceptaron y cuando regresó a
Atenas, se encontró con las cercanías de la ciudad desvastadas por los
espartanos, y el gran Pericles fue destituido, aunque volvieron a nombrarlo por
no tener otro caudillo mejor.
El año
429 un enemigo inesperado atacó a Atenas: una peste de tifus que causó una gran
mortalidad llevándose consigo al propio Pericles.
Nicias
y Cleón, suceden a Pericles; el primero era partidario de la paz con Esparta,
pero el segundo se prometió a hacerse con la ciudad de Esfacteria, que consigue
a cambio de perder su vida, y el rey de Esparta le respondió conquistando la
población de Anfípolis en el norte, perdiendo en la lucha también su vida.
Agotadas
las fuerzas de ambos contendientes y con las arcas del tesoro vacías, el año
421 se firmó la paz de Nicias, que favorecía a Atenas, y que los dos bandos se
comprometían a respetar durante cincuenta años, volviendo al STATUS QUO previo
a la guerra y con Atenas bastante castigada. La paz disgustó a Esparta y a sus
aliados por considerar que la victoria estaba de su parte.
El año
420 antes de Cristo, apareció en la escena política de Atenas un joven llamado
ALCIBÍADES, que va a ser clave en el desenlace de la contienda, criado en el
hogar de Pericles (sobrino de la primera mujer de Pericles ) era admirado por
unos por su inteligencia y odiado por otros por su arrogancia, insolencia y
extravagancia y con el pretexto de que Esparta no había cumplido con lo pactado
en la paz, reinicia la guerra que a pesar de su inteligencia, Atenas y sus
aliados son derrotados por los espartanos en la batalla de MANTINEA, el año 418
a. de C., poniendo de manifiesto la superioridad espartana.
Ante
esta derrota y al ver que no podían con los espartanos, Atenas extendió la
guerra a Sicilia; preparó un gran ejército compuesto de unos treinta mil
hoplitas y gran cantidad de barcos, y puso rumbo a Sicilia con el objeto de
atacar a la ciudad pro-espartana de Siracusa. Al frente de las tropas iban
Nicias y Alcibíades; el primero era contrario a la expedición y el segundo al
llegar a Sicilia, se le ordenó regresar a Atenas, ya que se le implicaba en la
destrucción de los pilares de los monumentos a los dioses Ares y Hermes que
aparecieron mutilados antes de salir para Siracusa y creían los atenienses que
el hecho de ir contra unos dioses tan relacionados con la guerra, traería
consigo la derrota.
La
flota salía al amanecer y los jóvenes aristocráticos apoyados por Alcibíades,
estuvieron toda la noche de juerga, se embriagaron y rompieron todo lo que
encontraban a su paso y creyendo que no volverían de la guerra se vengaron en
sus dioses. Fuera cierto o no la acusación y sabiendo lo que le esperaba en
Atenas, tomó la decisión de desertar y huir a Esparta, desvelándole el plan de
ataque de Atenas en Sicilia. Este acontecimiento fue esencial para el desenlace
del conflicto, ya que el general espartano, Gilipo, aplastó a los atenienses en
Siracusa el año 4l3 a. de C.
Alcibíades
fue perdonado y volvió a Atenas, poniéndose al frente de su ejército, pero ya
era demasiado tarde y además no fue reelegido.
A pesar
de las contrariedades, Atenas hubiese podido seguir la lucha de no surgir tres
grandes adversidades: la primera consistió en que los aliados de Atenas la
abandonaron pasándose al bando espartano; la segunda fue la decisión que tomó
Esparta, que desafiando sus propios principios y la tradición griega, FORMAR
UNA ALIANZA CON PERSIA, que le proporcionó los fondos necesarios para terminar
la lucha; y la tercera fue el acuerdo que tomó Esparta con los fondos
proporcionados por Persia, de construir una escuadra que se opusiese a la
ateniense en el mar. El resultado fue que la escuadra ateniense que esperaba a
la espartana en el puerto de Egospotamos, en el mar de Tracia, fue destruida
por la espartana y Atenas se rindió al general espartano LISANDRO en abril del
404 a. de C., dando fin a la guerra del Peloponeso.
El
castigo que le impuso Esparta a Atenas, fue poco severo: derruir las murallas
de la ciudad al son de las flautas.
No se
comprende muy bien como Esparta dueña de la situación no intentó reunificar
Grecia como tampoco se comprende que el año 216, a. de C., Aníbal, vencedor de
los romanos no intentase hacerse con Roma. Para nosotros en ambos casos es
incomprensible, pero para los griegos y romanos, según los historiadores de
entonces, la empresa no se realizó, porque los dioses así lo han querido.
No cabe
duda de que los dioses estaban con los atenienses, pues a pesar de quedar toda
la Ática desvastada, Atenas nunca abandonó su interés por el arte y la cultura,
Sófocles, Euripides y Aristófanes, entre otros, crearon sus mejores obras por
esta fecha e incluso durante la guerra. Atenas pronto se recuperó de los
efectos de la guerra y sus dificultades políticas se debieron más a los
intentos de Esparta para instalar un gobierno favorable a sus ideas que a los
problemas internos de Atenas.
Los
espartanos eran guerreros y antidemocráticos mientras que los atenienses eran
políticos, y en ello radicaba la diferencia. Los generales espartanos
entrenados solo para la guerra, cayeron en la corrupción y no supieron tratar a
unos hombres hechos a ser dueños de si mismos. Esparta apoyando al elementos
conservador nombró un consejo gobernante de 30 hombres a los que posteriormente
se le denominó “LOS TREINTA TIRANOS”, que en vez de gobernar se dedicaron a
perseguir a sus enemigos demócratas; confiscaron sus propiedades y mataron a
gran cantidad de atenienses y en estas condiciones antes de transcurrir un año,
el pueblo de Atenas se levantó contra el consejo oligárquico impuesto por los
espartanos que el ateniense TRASÍBULO disolvió.
La
política inepta de Esparta dio lugar a que las ganancias se gastaran pronto y
para colmo de males, el año 371 a. de C., Esparta fue despojada del poder al
ser vencida en la batalla de LEUCTRA por los tebanos al mando del general
EPAMINONDAS.
Con la
marcha de los treinta tiranos, se restauró la democracia en cierta medida, pero
al no tener ya el tesoro de la Liga de Délos ni el comercio del Mediterráneo,
dirigió la política comercial hacia el mar Negro y el año 37º antes de Cristo,
Atenas ya era lo bastante fuerte para intentar restaurar su imperio..
Hacia
el año 360 a. de C., el esplendor de Atenas había disminuido pero la ciudad
había recuperado la vitalidad para volver a ser el CENTRO ESPIRITUAL de Grecia
y la Atenas de Pericles fue sustituida por una Atenas distinta basándose en las
ideas sofistas de Sócrates.
Después
de la guerra del Peloponeso, Atenas ya no volverá a recobrar la gloria de la
época de Pericles, debido a que los sofistas dominaron la vida intelectual de
Atenas, a la cabeza de los cuales estaba Sócrates, que venía a decir que valía
más la conciencia de un hombre que las demandas de la sociedad, que llevaban
consigo a que los atenienses aspiraban más a progresar personalmente que en
preocuparse de los problemas de su ciudad –estado. De esta forma era imposible
recuperar la gran ciudad como en la época de Pericles. Aun así la ciudad vivió
dais gloriosos al ritmo del pensamiento de los personajes de Platón y
Aristóteles, que crearon una filosofía que durará hasta nuestros días.
Ahora
bien, la conciencia individual de Sócrates minó la antigua confianza de la
ciudad en si misma, y muchos atenienses lo creyeron así, opinando que las
amenazas del gran pensador eran peligrosas, acusado de corromper a la juventud
fue llevado a juicio y condenado a beber la cicuta.
La
filosofía de Sócrates fue seguida por Platón, que tenía unos treinta años a la
muerte de Sócrates y por su discípulo Aristóteles, que era un joven de unos l7
años cuando falleció su maestro el año 399 a. de C.
A pesar
de que eran dos grandes y extraordinarios pensadores, en el fondo no dejaban de
ser más que unos teóricos, ya que no encontraron una solución para la Grecia
política tras la guerra del Peloponeso, ni estuvieron nunca interesados en la
unión de todos los estados-ciudades de Grecia; pensaban que la ciudad –estado
era el único centro posible de una vida helénica civilizada y que crear un gran
estado era muy difícil de mantener. De ahí que durante la primera mitad del
siglo IV (404-350) nadie pensó en unir a Grecia.
Pero
las ideas de estos grandes pensadores empezaron a cambiar a partir de esa
fecha, no en las tradicionales ciudades de Grecia (Atenas, Esparta, Corinto
etc.) sino en la frontera norte: en Macedonia.
Macedonia
por esta fecha estaba gobernada por reyes no democráticos, que descendían de
griegos aunque en realidad no eran griegos del todo, además en las guerras
médicas lucharon a favor de los persas. Estos reyes y los propios ciudadanos
macedónicos, no habían contribuido mucho a la gran civilización de la antigua
Grecia; podíamos decir que actuaban por libre, según les convenía.
El año
359 a. de C., Filipo II, heredó el trono de Macedonia con la idea de hacerse
con todo el territorio griego; después de conquistar las tierras que rodeaban a
Macedonia, marchó hacia el sur hasta la Tesalia y hacia el este hasta Tracia.
Dado lo
poco que representaban en el conjunto de Grecia, pronto se hizo con ellas, y la
Tracia con sus minas de oro le proporcionó el dinero necesario para avanzar en
su conquista hacia el sur. En el 352 a. de C., llegó a las Termópilas con la
idea de hacerse con la ciudad de Delfos, que venia a representar simbólicamente
el centro espiritual de la vida religiosa de toda Grecia.
Una
tras otra fueron cayendo bajo su poder la mayoría de las ciudades-estado
griegas, y como aisladamente no podían hacer frente a la amenaza de Filipo,
recurrieron a Atenas para que las defendiera. Los sentimientos de Atenas hacia
Filipo estaban divididos en dos bandos: uno dirigido por Isócrates, que
sostenía que el verdadero peligro para los griegos era Persia y el mismo instó
a Filipo para que se uniese a los griegos contra los persas. Isócrates encontró
fuerte oposición en el maestro de la oratoria, Demóstenes, el más grande de los
oradores que tuvo Grecia.
Demóstenes,
con una gran fuerza oratoria y un gran amor por su ciudad, Atenas, utilizó todas
sus dotes de orador y de persuasión para conseguir que los atenienses luchasen
por su libertad frente a Felipo.
En su
primera FILÍPICA, venía a decir “observad hasta que altura ha llegado la
insolencia del sujeto, que no está nunca satisfecho con lo conquistado”etc.
Demóstenes
dándose cuenta de las intenciones de Filipo y gracias a su oratoria consiguió
no solo que Atenas se opusiera a Filipo sino que también Tebas se uniera a la
causa; unidos decidieron luchar contra el invasor, pero el verano del año 338
a. de Cristo, Filipo derrotó a las fuerzas aliadas en Queronea, en la comarca
de la Beocia y una vez conquistadas las ciudades –estado, las confederó en la
Liga de Corinto, bajo su caudillaje militar.
Filipo
fue muy duro con Tebas, no así con Atenas que la consideraba como el centro de
la cultura y del helenismo y por supuesto el segundo centro espiritual de
Grecia, tras Delfos.
Demóstenes
una vez perdida su causa, no le quedó otra opción que suicidarse o mejor dicho
morir voluntariamente.
Filipo,
fue tratado malamente en la posteridad por practicar ciertas orgías y rodearse
de un harén de mujeres como soberano de su tiempo; la verdad es que supo muy
bien reconocer que la ciudad –estado ya no servía para Grecia. Lo mismo que
posteriormente Octavio-Augusto también supo darse cuenta que la república podía
servir muy bien para Roma como ciudad-estado, pero no para todo un imperio y
actuando como un dictador, lo conservó.
Filipo,
un monarca absolutista, un auténtico dictador, consiguió no solo unificar las
ciudades- estado griegas, sino también que los griegos no luchasen entre sí y
sobre todo crear un ejercito profesional: LAS FALANGES invencibles, todo ello
con una sola intención: la conquista de Persia.
Con una
gran habilidad diplomática y un gran talento político militar, preparó a
conciencia la gran empresa, pero cuando estaba a punto de atacar el año 336 a.
de Cristo, fue asesinado en una fiesta. No se sabe a ciencia cierta quien fue
el asesino, si su esposa Olimpia o un agente persa, no importó mucho ya que le
sucede su hijo Alejandro, aun mejor diplomático y militar que su padre.
Alejandro
que por sus conquistas recibió el título de Magno, heredó de su padre todas las
ciudades griegas menos Esparta un poco independiente, bajo la Liga de Corinto,
conservando las ciudades mucha autonomía, y con la idea de luchar todas unidas
contra su enemigo, inicia la conquista de Persia, haciéndose con un imperio que
comprendía: Egipto, Siria, Palestina y todo el sur de Asia hasta la India. De
todos son conocidas sus victorias sobre el monarca Darío III, pero después de
conquistar ese gran imperio y cuando planeaba hacerse con Arabia, falleció de
unas fiebres en junio del año 323 a. de C., a los 33 años de edad, sus restos
fueron llevados por su general Tolomeo a Egipto en donde reposan en la ciudad
de Alejandría.
Tras su
muerte, sus generales se repartieron su Imperio. Seleuco, se apoderó de la
mayor parte de Persia y creó el imperio Seleúcida. Tolomeo se estableció en
Egipto estableciendo la dinastía de los Ptolomeos, que termina al conquistar e
incorporar Octavio a Egipto al Imperio romano. Antígono se convirtió en rey de
Macedonia. Atenas y Esparta volvieron a ser ciudades-estado independientes. La
Liga de Corinto se desintegró y el resto de las ciudades griegas se unieron en
una de las dos nuevas alianzas: La Liga de Etolia y la Liga Aquea.
Tras la
muerte de Alejandro se inicia la época HELENÍSTICA, así denominada para
distinguirla de la helénica. Macedonia y Corinto fueron conquistadas en los
años l68 y 146 a. de C. respectivamente por Roma y posteriormente toda Grecia
pasó a formar parte del estado de Roma, iniciándose así la cultura y el arte
romano.
El arte
tras la guerra del Peloponeso y con el triunfo de Esparta llevó consigo a que
muchos de los artistas de Atenas se pasasen al Peloponeso. Ictinos, arquitecto
del Partenón construyó el templo de Apolo en Figalia. Scopas, otro artista
formado en Atenas dirigió el templo de Tegea.
El
templo de Asclepios, dios de la medicina se reedificó en Epidauro, ciudad
fundada por una colonia de jonios en medio de un recinto religioso rodeado de
una muralla como en las ciudades de Delfos y Olimpia. El santuario situado al
suroeste de la ciudad comprendía varios templos: los pórticos en donde se
instalaban los enfermos, el teatro y el Tholos (templo circular) de Policleto,
que encerraba la fuente sagrada. La ciudad debía su reputación al templo de Asclepios,
que adquirió renombre universal desde el siglo VI a, de C., al cual acudían los
enfermos hasta fines de la Edad Antigua. Deseosos de consultar al dios, pasaban
la noche en el templo y los sacerdotes interpretaban sus sueños. El atributo
del dios era la serpiente, el gallo, el bastón y la copa.
Asclepio,
según la leyenda era hijo de Apolo, Según Homero era un héroe que aprendió del
centauro Quirón en arte de la medicina. Poco a poco adquirió gran popularidad y
fue considerado como un dios. Su dominio de la medicina fue tal que incluso era
capaz de devolver la vida a los muertos, hecho que ofendió a Hades que se quejó
ante Zeus y este decidió fulminarlo con uno de sus rayos.
Por
este tiempo apareció el edificio circular denominado THOLOS, dedicado a
realizar sacrificios. Planta circular la
presentaba el templo que mandó construir Filipo de Macedonia en Olimpia, que en
su honor se le designó con el nombre de FILIPEION.
En
Atenas se conserva un pequeño edículo conocido con el nombre de LINTERNA DE
LISICRATES, indicando que en Atenas a pesar de perder la guerra, no se perdían
con ello el gusto arquitectónico de moda en el siglo IV.
En
Delfos se construía un Tholos dedicado a Atenea Pronaza, que se componía de dos
columnatas concéntricas, una exterior de veinte columnas doricas y una interior
rodeando a la cella compuesta de diez columnas jónicas. Se data de mediados del
siglo IV.
Tras la
desaparición de Fidias, la escultura de Atenas va a seguir predominando sobre
la del resto de Grecia, con la aparición de grandes maestros escultores,
relacionados de una u otra manera con la gran ciudad.
Mención
especial merece el gran escultor PREEXÍSTELES, que creó una gran obra
escultórica hasta tal punto que se decía de él que era el escultor más elegante
y sensual de la ciudad de Atenas. Entre sus grandes obras hay que citar: La
AFRODITA DE CNIDO, EL GRUPO DE HERMES CON DIONISIO NIÑO, EL APOLO SAUTORONOS,
SÁTIRO EN REPOSO y sobre todo la figura del joven EUBOLEOS, encontrada entre
las ruinas del santuario de Eleusis.
Discípulo
aventajado suyo fue LEOCARES, que entre otras obras suyas esculpió el grupo
denominado GANÍMEDES RAPTADO POR EL ÁGUILA y el APOLO DE BELBEDERE.
Sin
duda alguna el segundo gran maestro escultor de Atenas, tras Preexísteles fue
SCOPAS, del que se dice que fue tan genial como Preexísteles. No era natural de
Atenas, pero realizó su gran obra en esta ciudad. Entre sus obras exentas está
la del joven MELÉAGRO, que sale de Caza en busca del jabalí de Calidón.
Scopas
fue el director de las obras de la construcción de un templo situado en las
cercanías de Tegea, dedicado a Atenea con el nombre de Atenea Alea. En los
frontones esculpe dos mitos en los que el drama está muy presente: LA CAZA DEL
JABALÍ DE CALIDÓN y la LUCHA DE TELEFO CON AQUILES. Dos temas que simbolizan
muy bien el carácter dramático que Scopas imponía a sus obras ya que el fin de
Meleagro y de Telefo fue trágico-mortal.
Meleagro héroe etolio, era hijo de Oeneo, rey
de Calidón y de Altea. Cuando nació la parca Átrapa declaró que viviría
solamente el tiempo que tardase en consumirse un tizón del fuego. Su madre
guardó inmediatamente el tizón y lo conservó cuidadosamente.
Meleagro
casó con Cleopatra y tomó parte en la expedición de los argonautas. Se le
conoce por la caza del Jabalí de Calidón. Dicho jabalí desbastaba los
alrededores de la ciudad. Lo había soltado la diosa Artemisa irritada con el
rey Oeneo por haberse olvidado de nombrarla en los sacrificios de la
recolección. Lo mató Meleagro con la ayuda de los principales héroes griegos,
cuyo despojos se los ofreció a Atlanta pero sus tíos se pelearon por causa de los
despojos y Meleagro los mató. Altea irritada por la muerte de sus hermanos,
arrojó el tizón al fuego y el héroe expiró.
Télefo
rey legendario de Misia, hijo de Heracles y de Auge. Abandonado poco después de
nacer, fue amamantado por una cierva. Un campesino lo halló y lo confió a
Teutras, rey de Misia, a quien le había de suceder.
Télefo,
escapó de los griegos que marchaban al sitio de Troya, pero fue herido por
Aquiles. Como había predicho el Oráculo que le curaría lo que lo hiriera, sanó,
en efecto, gracias a la herrumbre que tenía la lanza de Aquiles.
El gran
monumento de este siglo fue el MAUSOLEO DE HALICARNASO, considerado como una de
las siete maravillas del mundo. El director de las obras arquitectónicas fue el
jonio Pityo, la escultura que decora los marcos arquitectónicos de debe a
Scopas, teniendo como colaboradores a los más significativos escultores del
siglo IV ateniense. En el gran monumento van a trabajar juntos para crear una
extraordinaria obra: Scopas, Briaxis, Timoteo y Leocares, con sus discípulos
más aventajados.
El
Mausoleo era un sepulcro o tumba erigido en memoria de Mausolo, un sátrapa
(gobernador de la provincia) o rey de la Caria, por su esposa Artemisa.
El
edificio presenta por basamento un cubo con treinta y seis columnas encima.
Según Plinío la fachada este la decoró Scopas; la del lado norte Briaxis; la
del lado sur Timoteo y la del lado oeste Leocares.
Artemisa
falleció antes de que el Mausoleo se terminara, los escultores más inmersos en
su propia gloria que en el augurio de los dioses, siguieron trabajando en su
construcción por ese afán de los griegos de perdurar para la eternidad,
edificando una gran obra.
El
monumento termina en lo alto con una pirámide de 24 peldaños y en la cúspide
situada a 45 metros del suelo con una cuadriga de mármol obra de Pityo. La
cámara sepulcral estaba en la base en donde se encontraron los sarcófagos,
restos de la cuadriga y las estatuas de Mausolo y de Artemisa.
En los
relieves, hoy en día en el Museo Británico, Scopas en el friso este narra la
LUCHA ENTRE LOS ATENIENSES Y LAS AMAZONAS. En los demás frisos sus
colaboradores tratan el mismo tema y las carreras de corros con aurigas de
largos ropajes, que venían a ser los temas predilectos de los atenienses,
siguiendo la tradición griega ya tratados en el templo de Olimpia y en el
Partenón de Atenas.
La
estatua de Mausolo que tiraba de la cuadriga en compañía de Artemisa, se le
atribuye a Briaxis, ya que en el rostro de Mausolo se le aprecian
características raciales propias de los carios, que el autor supo muy bien
plasmar, pues él también era cario.
También
se encontró otra estatua de Mausolo que se le atribuye a Scopas, por presentar
al príncipe con signos de dolor en sus facies, muy similares a la expresividad
dolorosa de otras estatuas del gran Maestro, como la del joven Meleagro.
Hay que
decir para no crear confusiones que la región de la Caria, a pesar de que su
población era griega, estaba bajo el poder de los persas gozando de cierta
autonomía que regía el reyezuelo Mausolo, casado con Artemisa, que para no
confundirla con la diosa Artemisa, se le conocía con el nombre de Artemisa II.
Los
griegos preocupados por su existencia, considerándose los más civilizados de
todos los pueblos que los rodeaban, sufrieron varias invasiones a lo largo de
su historia de los que consideraban bárbaros-extranjeros; al salir siempre
vencedores gracias al poder de sus dioses, para agradecer la ayuda que estos le
han prestado, plasmaron en los frisos de sus templos, una bellísima escultura
haciendo alusión a sus dioses en donde se simboliza el triunfo de los
civilizados griegos contra los bárbaros e incivilizados extranjeros.
Salvo
en una ocasión en que invadieron Troya el año l250 a. de Cristo, para vengar la
ofensa del rapto de Helena, esposa del rey griego Menelao por Paris, príncipe
de Troya, los griegos nunca habían territorio alguno hasta que apareció la
figura de Alejandro Magno. Anteriormente habían fundado ciudades en Sicilia, en
la península itálica y en la península Ibérica con el objeto de fundar colonias
y llevar su cultura más allá de Grecia. En todos los casos fueron invadidos y
salieron siempre victoriosos, porque sus dioses así lo habian decidido.
Los
griegos del siglo V a. de C. en plena EDAD de ORO de su cultura, no pudiendo comprender
con la RAZÓN- RAZONAMIENTO GRIEGO (Pensamiento filosófico conocido como
Raciocinio griego) muchos de los comportamientos y actitudes de la población
prehelénica que ocupó la Grecia antigua muchos siglos antes de Cristo, en un
mundo de fantasías, leyendas y fábulas, hicieron uso de la IMAGINACIÓN
asimilando una serie de dioses, héroes y monstruos imaginarios que componen la
denominada MITOLOGÍA GRIEGA.
Por
esta época del siglo V, para simbolizar sus triunfos echaron mano de las
leyendas mitológicas de la mitología griega. Ahora bien muchos mitos se
cumplieron, de ahí que el poder profético de los dioses prehelénicos debía de
ser muy grande, ya que siempre acababan venciendo a sus enemigos
El mito
mas célebre relacionado con la ciudad de Atenas fue la INVASIÓN DE LAS AMAZONAS
(mujeres guerreras), ahora bien, esta invasión fue un simple mito o una
realidad, ya que en la lucha intervino Teseo, rey de Atenas.
Mito o
realidad, dejando a un lado si eran mujeres u hombres con melenas, según la
historia antigua de Grecia, procedían del Caúcaso y se establecieron en la
Capadocia marítima (Turquía). Mataban a sus hijos varones y solo recurrían a
los hombres para la procreación, a las hijas las entrenaban para la guerra y la
caza y con el objeto de facilitarles el manejo del arco les cortaban el seno
derecho, conservando solo el izquierdo para la lactancia. Están simbolizadas en
el frontón este del mausoleo de Halicarnaso y en el friso del templo de Apolo
en Basas (Figalia).
Según
el mito adoraban a Ares, dios de la guerra que era además su padre y Artemisa,
diosa de la caza y de los bosques. Ares se casaría con una diosa-ninfa y fruto
de esta unión nacieron las Amazonas.
El mito
de las Amazonas parte de imponer el rey de Tirinto, Euristeo, a Heracles las
doce pruebas. La novena consistía en apoderarse del CEÑIDOR de la reina de las
Amazonas, Hipólita, del que ya hemos hablado.
El
último gran escultor griego del siglo IV a. de C., fue LISIPO, autor predilecto
de Alejandro Magno. Fue el único que gozaba del privilegio oficial de esculpir
su figura. Natural de Sicione se va a caracterizar por su naturalidad, de ahí
que labre la cabeza de Alejandro con sus rizos en multitud de estatuas que
realizó del semidiós.
Sin
embargo su personaje predilecto para esculpir fue el héroe Heracles, que supo
representar tanto con en su vida fatigosa realizando los doce trabajos como
pensativo con su bastón y la piel de león. Una gran estatua del héroe
descansando apoyado en su clava, fue ejecutada en bronce para la ciudad de
Tarento, de ahí fue trasladada a Roma, posteriormente Constantino la llevó a
Constantinopla y allí perduró hasta que la destruyeron los cruzados.
Una
pequeña estatua de Heracles sentado y gozando de las delicias del banquete
Olímpico, la llevaba Alejandro con él en las conquistas.
Se le
atribuyen más de l.500 estatuas y en todas ellas se aprecian las tres
dimensiones, por lo que podían ser vistas desde cualquier lado, al contrario
que hasta esa fecha que las estatuas eran creadas para ser observadas des un
lado determinado.
EL ARTE HELENÍSTICO.- Tras la muerte de
Alejandro Magno, el arte griego además de seguir construyéndose en Grecia, se
extendió por Egipto y por Asia, el estado de Roma se inspira en el arte
helenístico para desarrollar su arte romano pagano.
En el territorio
griego, Atenas, no va a quedar fuera de este movimiento artístico ya que
siguieron las obras del OLIMPEIÓN, que iniciado antes de las guerras con los
persas, había quedado inconcluso. Dedicado a Júpiter presentaba gruesas
columnas corintias dispuestas en doble columnata rodeando a una cella abierta a
un patio al aire libre. Posteriormente ya formando parte de Roma, Adriano,
impulsó de nuevo su construcción aunque no lo pudo concluir.
Por
esta época también se construyeron los PROPILEOS o puerta monumental del templo
de Aleusis, edificadas por el romano Appio Claudio, en los que se encontraron
capiteles decorados con grifos y hojas de acanto.
El
pequeño edificio octogonal denominado TORRE DE LOS VIENTOS de Atenas, también
se data de esta época, estaba destinado a sostener un reloj de agua y otro de
tipo solar. En lo alto presentaba un friso con ocho relieves que hacían alusión
a cada uno de los vientos y se remataba en lo alto con un tritón, hoy
desaparecido, que servía de veleta.
En el
santuario de Olimpia se construyó un edificio circular denominado FILIPEIÓN y
en el ático de Eco con las estatuas de los generales de Alejandro, más tarde ya
en época romana con la exedra de Herodes Ático y otras muchas construcciones
imperiales.
En el
santuario de la isla de Délos, se construyó a su alrededor como han demostrado
las excavaciones una ciudad helenística con la edificación de un edificio
denominado PÓRTICO DE LOS TOROS, compuesto por una larga sala con su techo
sostenido por pilares sobre unas ménsulas en forma de toros arrodillados; se
trataría de una sala de fiestas y reuniones. Estas ménsulas labradas con
animales se emplearon luego con frecuencia en el arte romano. Roma se va a
inspirar mucho en el arte helenístico para crear su arquitectura.
Varios
discípulos de Lisipo se establecieron en Rodas, uno de ellos fue Cares de
Lindos, autor del COLOSO DE RODAS, erigido hacia el año 280 a. de C., destruido
por un terremoto años después, cuyos restos aun podían ser admirados en tiempos
del romano Plinio.
De Rodas
proceden grandes obras, la más importante es el GRUPO DE LAOCOONTE, encontrado
posteriormente en las termas de Tito, en donde lo había admirado Plinio. La
obra la realizó ALEJANDRO DE RODAS, en colaboración con sus dos hijos: Polidoro
y Atenodoro. En el grupo se aprecia el dolor físico de la estrangulación
causada por las enormes serpientes enviadas por Apolo y sobre todo el dolor
moral y psicológico, con el que el sacerdote troyano LAOCOONTE, ha de
presenciar la muerte de sus hijos. Los tres cuerpos aparecen estrujados por las
dos serpientes, el padre presenta el tórax hinchado con los músculos y venas
muy marcados sobre la piel y la cara contraída, de ahí que se diga que cuando
presenció la muerte de sus hijos ya no vivía, pues ningún cuerpo en vida sería
capaz de deformarse con semejante tensión.
Laocoonte,
fue un héroe y sacerdote troyano del templo de Apolo, desaconsejó la entrada en
Troya del caballo de madera y por ello la diosa Atenea lo castigó. Según el
mito dos monstruosas serpientes lo mataron junto con sus dos hijos.
En
Pérgamo era famoso el grandioso altar dedicado a Zeus, con un friso de
esculturas en el basamento, construido el año l80 a. de C., es el más grandioso
monumento de la antigüedad y la obra más señera del arte helenístico. En el friso
oriental se escenifica la LUCHA DE ATENEA CONTRA EL GIGANTE ALCINEO, hijo de
Gea, la madre de todos los dioses y diosas de Grecia.- Gigantomaquia-.
Fin.